Works

En esta nueva edición de #SoyFan, el protagonista es un músico de larga trayectoria en el medio y que ha sido una pieza fundamental en bandas que representaron, y representan, fielmente el costado más visceral de nuestro rock. Hablamos de Gabriel Barbieri, quien fuera bajista y miembro original de Chicos Eléctricos y Motosierra, además de formar parte de Ácido, por mencionar sólo algunas. Hace más de diez años fundó MAFIA, grupo encargado de abrir el show que, por primera vez brindará en Uruguay, Black Label Society el próximo martes 9 en Sala del Museo. Como si fuera poco, Gabriel, es fan de BLS; tan es así, que la banda que integra le debe su nombre al sexto álbum de los norteamericanos. A modo de previa de lo que promete ser un histórico recital, te compartimos las palabras de Gabriel Barbieri acerca de su fanatismo por la agrupación liderada por el, ya, legendario guitarrista Zakk Wylde.

“Estando de tour en Brasil, parábamos en la casa del baterista de los Forgotten Boys, Flavio Cavichioli, en São Paulo, un gran batero y hermano de la música, coleccionista de muchísima música (tiene una de las mejores colecciones que he visto) y ahí estaba el DVD “Live in Detroit” de Black Label Society. Fue amor a primera vista, yo venía tocando speed punk o rawk and roll e internamente dije ‘quiero hacer esto ahora’. Un par de años después, coincidimos con Marce Soria para una fiesta de El Lado Oscuro y aquél también estaba bastante enrollado con Zakk Wylde y Dimebag Darrell como guitarristas y, bueno, formamos MAFIA en honor, justamente, a uno de los discos de BLS.
El momento en que me hice fan, fue ese mismo, viendo repetidamente ese DVD. Después, empecé a ir para atrás y conocer la banda anterior, Pride and Glory, que quizás era un poco menos metálico y más rock sureño. Después, en el 2008, creo, vino BLS a abrir para Ozzy a Bs. As. y fuimos, no podíamos faltar. Tocaron a las seis de la tarde con sol y antes que muchas bandas argentinas, no estaba ni lleno aún el estadio de Nuñez y lo vimos a tres metros del escenario el concierto. Después, lo vi a Zakk tocando en MMBox, acá, un show acústico sólo con Dario, el otro guitarrista de BLS. Quizás, el lugar al ser tan grande, le jugó en contra ya que era algo mucho más íntimo por la propuesta, como para estar en una mesa bebiendo en vez de parados haciendo pogo (que no hubo, of course).
Si bien son la banda de un Guitar Hero y se lleva la mayor atención, se complementan muy bien como banda y las composiciones son lo que me gusta, tienen mucho del rock clásico, del viejo Heavy Metal, pero suena a nuevo a pesar de lo anterior. En vivo son una máquina que no da descanso y con un set list imbatible a esta altura.”

En esta entrega de #SoyFan contamos con un invitado que desarrolla su arte no sólo en el ámbito musical, sino, también, en la literatura y las artes visuales. Transgresor desde sus inicios, es un referente ineludible de la cultura pop de la región. En 2017, publicó “Lechiguanas”, su último trabajo discográfico hasta el momento, un álbum orientado directamente a las discotecas y que fuera muy bien recibido por crítica y público. Nos referimos a Dani Umpi, quien se estará presentando el próximo viernes 29, a las 21 hs, en La Trastienda MVD, teniendo como invitada a Lucía González, además de la presencia de Lisa Cerati realizando un DJ Set. Dani es fan de Tori Amos y lo que sigue son sus palabras sobre la cantautora estadounidense.

“Nunca me sentí demasiado devoto de alguien excepto de Tori Amos en los noventas. Había muchos factores que la volvían una referente ideal, en medio de todas las voces femeninas que se imponían, como tantos, simpatizaba con la trieja Björk/Tori/PJ Harvey. Era algo generacional, pero Tori Amos me tocaba más fibras porque sintetizaba varios intereses que tenía por entonces y abrió una nueva mirada, un tono, una manera de ver el mundo y cantarlo, una estrategia creativa muy arriesgada y, a la vez, conmovedora. Además, me permitió vincular con otros fans que después fueron amigos, como Mauro, Laura, Samantha… generaba una comunidad de frikis bastante interesante donde intercambiábamos CD’s truchos con registros de sus recitales en vivo, grabaciones raras de su banda anterior e incluso registros de cuando cantaba de niña en una iglesia.

Me hice fan con el disco Boys for Pele. Ya había quedado muy encandilado con su debut y su segundo disco pero, en este, se potenció sin límites y quedé encandilado posta porque era muy lúcida y astuta, te agarraba por todos lados. Va del registro psicótico al angelado y pacífico muy rápido. Es un disco ambicioso, épico, embriagador, lleno de sacudones y Tori se luce muchísimo en todos los sentidos, desde lo vocal hasta las letras y esos arreglos orquestales fabulosos.

Tiene un virtuosismo que, constantemente, lo está llevando a un límite con auto exigencia y, a la vez, lo hace con una seguridad tan arrogante, desafiante, tan segura en sus caprichos, que lo vuelve todo muy intrincado. Te desafía. Las canciones parecen acertijos y la poética que maneja, entre lo melancólico a lo disparatado, la vuelve como un César Aira con referencias bíblicas. Todo parte de un piano y una voz mezzo soprano impecables, eso ya es mucho. Las letras llenas de referencias mitológicas, anticlericales, feminista, con humor, es perfecta.”

Llegamos a la entrega N°40 de #SoyFan, y el invitado es el guitarrista y productor Luis Angelero, integrante de Boomerang, banda que el año pasado nos dejó, con “El encanto”, uno de los mejores trabajos discográficos a nivel local. El sábado 30 de marzo, a las 22 hs, Boomerang se presentará en Bluzz Live en una noche que contará, además, con la visita, desde Argentina, de Francisca y Los Exploradores. Es así que tomamos este show como pretexto para convocar a Luis a que nos hable sobre una de sus bandas favoritas. Luis es fan de Daft Punk y, a continuación, te compartimos lo que nos contó acerca de su fanatismo por el dúo francés.

“Vi el video de ‘Around The World’ (del disco ‘Homework’, 1997) en MTV por primera vez y me encantó. La música, la verdad, a primera vista no la entendí, repetía todo el tiempo una frase. No había escuchado nada parecido hasta ese momento. Yo escuchaba punk y rock. Me llamó la atención bastante también el nombre de la banda con respecto al sonido y a la música.
Pasaron unos años después de haber visto aquél video y me encontré con otro tema, ‘One more time’ (del disco ‘Discovery’, 2001). Ahí, empecé a investigar un poco más porque me mareé. Ahora el tema era super pop, comercial, y el video era animé japonés. Encontré que ese video era parte de una película sin diálogos, ‘Interstella 5555’ hecha por Leiji Matsumoto, un dibujante de animé. El disco fue hecho primero y luego se hizo toda la animación, lo cual me pareció increíble. Conseguí la película y la vi como 20 veces por lo menos. También, encontré que ellos se vestían de robots con cascos y no mostraban sus caras lo cual creó una atracción instantánea por el misterio.

Más adelante, sacaron un disco que también me partió la cabeza que es el ‘Human After All’ (2005), que es, básicamente, un disco de rock pero como si lo hubieran hecho robots. En esa época, también, sacaron otra película que se llama ‘Electroma’ con música de ese disco y de otros artistas.
Admiro mucho la versatilidad y lo impredecible que pueden ser. Es de las cosas que más me gustan en los artistas. Por otro lado, la unión de la música con lo visual, para mí, en ellos es perfecto. Otra cosa que me gusta mucho de la parte musical es que tienen mucho de música clásica y armonías atípicas de la música electrónica más conocida.”

“Vi el video de ‘Around The World’ (del disco ‘Homework’, 1997) en MTV por primera vez y me encantó. La música, la verdad, a primera vista no la entendí, repetía todo el tiempo una frase. No había escuchado nada parecido hasta ese momento. Yo escuchaba punk y rock. Me llamó la atención bastante también el nombre de la banda con respecto al sonido y a la música.
Pasaron unos años después de haber visto aquél video y me encontré con otro tema, ‘One more time’ (del disco ‘Discovery’, 2001). Ahí, empecé a investigar un poco más porque me mareé. Ahora el tema era super pop, comercial, y el video era animé japonés. Encontré que ese video era parte de una película sin diálogos, ‘Interstella 5555’ hecha por Leiji Matsumoto, un dibujante de animé. El disco fue hecho primero y luego se hizo toda la animación, lo cual me pareció increíble. Conseguí la película y la vi como 20 veces por lo menos. También, encontré que ellos se vestían de robots con cascos y no mostraban sus caras lo cual creó una atracción instantánea por el misterio.

Más adelante, sacaron un disco que también me partió la cabeza que es el ‘Human After All’ (2005), que es, básicamente, un disco de rock pero como si lo hubieran hecho robots. En esa época, también, sacaron otra película que se llama ‘Electroma’ con música de ese disco y de otros artistas.
Admiro mucho la versatilidad y lo impredecible que pueden ser. Es de las cosas que más me gustan en los artistas. Por otro lado, la unión de la música con lo visual, para mí, en ellos es perfecto. Otra cosa que me gusta mucho de la parte musical es que tienen mucho de música clásica y armonías atípicas de la música electrónica más conocida.”

La invitada en esta edición de #SoyFan es Maia Castro, quien hacia fines del año pasado publicó su álbum “Quinto”, un trabajo de nuevas canciones, pero con la particularidad que fue grabado en vivo. El próximo domingo 10, a las 21 hs, Maia formará parte del espectáculo Homenaje a Alfredo Zitarrosa junto a otras voces femeninas tales como Florencia Núñez, Lea Bensasson, Betina Sánchez y Samantha Navarro, acompañadas por Milongas Extremas. Posteriormente, el sábado 23, esta vez con show propio, se presentará en el Teatro Florencio Sánchez. Tomando estos recitales como excusa, fue que la convocamos a participar de la sección. Maia Castro es fan de uno de los próceres del rock argentino: Luis Alberto Spinetta.

Maia descubrió la música de Spinetta, siendo una adolescente, y así lo recuerda: “en 1993 escuché por primera vez a Luis Alberto Spinetta. Mi profesor de guitarra, en ese entonces, era Juan Pablo Campodónico, yo tenía 13 años y me interesaba conocer nueva música. Entre muchas bandas y solistas que empecé a escuchar estaba Spinetta, quien llegó para quedarse entre mis preferidos.” A la hora de hablar sobre el momento en el que se hizo fan de uno de los mayores referentes del rock de estas latitudes, afirma que fue “en el mismo instante que lo escuché. Tenía el disco ‘Fuego Gris’ grabado y lo escuchaba en el walkman todo el tiempo” y complementa “luego, cuando me compré mis primeros CD´s, descubrí el ‘Pelusón of Milk’, que es mi disco preferido hasta el día de hoy.”

Al consultarle sobre los aspectos más admirables de Luis Alberto Spinetta, Maia expresa: “las melodías y poesías de Spinetta son inigualables y cómo logra combinar ambas a la perfección, es algo que admiro muchísimo.”

En la primera edición del año de #SoyFan el invitado es Sebastián Casafúa, quien sobre el último tramo de 2018 publicó “Caudillo”, su segundo álbum solista y uno de los más destacados de ese año. Antes de sus próximos shows que se llevarán a cabo el sábado 23 de febrero, a las 23 hs, en Solitario Juan junto a La Mujer Pájaro, y el sábado 2 de marzo, a las 22 hs, en el Club Balneario Solís junto a Paul Higgs, Sebastián nos habló de su fanatismo por una banda que marcó los años finales de la década de los 90’s y se consolidó hacia principios de los años 2000. Sebastián es fan de los estadounidenses Deftones y lo que sigue son sus palabras sobre el grupo liderado por Chino Moreno.

En el segundo lustro de los 90, aún sin internet accesible, solía comprar con mi sueldo de cadete las revistas Circus, Rip, Hit Parader y otras importadas de USA en los kioscos que estaban en la galería del Palacio Salvo. De esa forma, me actualizaba con lo que estaba pasando en el rock en origen. Ahí di con el grunge y el movimiento alternativo en general y, con esa información, le encargaba a mi dealer de discos, una tienda que estaba en la Galería Uruguay de 18 y Río Branco, que me importara a Cake, a Eleven, a Echobelly y a decenas más. En una de ellas, y ya habiendo pasado las pascuas del grunge con la muerte de Kurt Cobain, apareció una nota sobre Deftones. Casi al mismo tiempo, en el programa de MTV 120 minutos que transmitían a la noche, comenzaron a rotar el video de “7 words”, el primer corte de “Adenaline” su primer álbum que salió por el sello “Maverick” propiedad nada menos que de Madonna. “7 Words” era diferente a lo que había sonado en los 90 y también diferente al sonido de bandas que estaban amaneciendo por entonces, sobre todo Korn. Fue ahí que mandé traer ese disco y, cuando lo escuché en mi discman, me enloqueció. Yo tenía mucha información de metal, era muy insider de Sepultura, Pantera y Obituary, y también de cosas más melódicas, como The Cure y Portishead, y Deftones me ofrecía todo en mismo envase, aún sin depurar, frescos y rabiosos.