#LaPrevia: Viviana Stagnaro presenta su álbum «Pájaros y drones»

¿Cómo surgieron las canciones de “Pájaros y drones”? ¿Corresponden a un período de tiempo en particular?
Las canciones surgen como primeras experiencias de composición/producción, investigando con la voz, un teclado sintetizador y sonidos midi en un software de producción musical. Surgen a partir de permitirme jugar, probar y hacer, casi sin saber. El proceso creativo fue bastante intuitivo y poco técnico. En cuanto a la forma hubo mucho de entramado, tejido de ida y vuelta, entre armonías, melodías y letras. Fue bastante caótico y hubo varios momentos de vacío. El poder grabarme de forma independiente y escucharme fue fundamental para ir tomando decisiones. Con el tiempo encontré algunos caminos, algunos procedimientos, pero no me quedé con ninguno en particular. Corresponden al período entre octubre de 2019 y noviembre de 2020. 

¿En qué momento encontraste el concepto del disco?
La verdad es que no he pensado en un concepto. Lo que une a este conjunto de canciones tiene que ver conmigo en un momento particular, con ciertas condiciones, y deseos. Todavía lo sigo descubriendo y cada tanto me asombro de las conexiones que hay entre los temas y me armo nuevas historias, otras imágenes de lo mismo. De la mayoría ya no recuerdo cuál fue el principio, o sea, de qué partí. Creo que sí hay un universo que las une, pero no fue algo pensado o decidido con tanta claridad, sino algo que emergió del propio hacer.

Es un álbum donde hay palabras que aparecen más de una vez, como “volar” , “alas”, etc. ¿De dónde viene ese leitmotiv?
Esto es un ejemplo que sirve a lo anterior, ya que de eso me dí cuenta cuando ya estaban hechas las canciones. Seguramente esa insistencia con el volar, cuerpos alados, ver desde arriba, etc, venga mucho más de mi inconsciente que de una idea que tuve. Sí, te puedo contar que es un sueño bastante recurrente para mí el estar volando, y cuando despierto siento en el cuerpo la técnica muy clara de cómo hacerlo, cómo tomar las direcciones, el manejo de la velocidad, todo, jaja… es una sensación extraña… Como si realmente supiera o lo hubiera hecho alguna vez. Prometo no intentarlo.

Más allá de las capas y las texturas, las canciones conservan la base de piano y voz, terminan siendo muy “limpias”, por decirlo de alguna manera. ¿Cómo trabajaste la parte musical?
Las canciones fueron compuestas y grabadas en mi casa, usando los materiales que mencioné anteriormente. Además, hay tres temas en los que aparecen percusiones, compuestas y grabadas por Julia Somma.
De niña estudié piano en una escuela de música de primaria y esa es casi toda mi formación musical (además de algunas clases esporádicas más de grande). Pero ese acercamiento fue lo que me llevó a comenzar a jugar desde allí, con ese instrumento como base para estas canciones. Me dí cuenta, increíblemente, que era la primera vez que lo hacía de esta forma. Recuerdo que en las clases de piano sólo se ejercitaba el leer y reproducir partituras, supongo que eso habrá cambiado bastante, no sé. En cuanto a la voz, siempre fue un canal muy fuerte de expresión para mí, y tuve el placer de cantar mucho en coros. Jugar con las múltiples capas de voces fue también base de lo creativo en este disco.
Me gustaría ahondar más en el canto, investigarme y aprender más, lo mismo con el piano, con el lenguaje musical en general. Pero sin olvidarme de jugar, de permitirme crear, sin licencias.
La mezcla del disco la hizo Jhona Lemole y el máster Leandro Dansilio, fue un proceso muy lindo y cuidado de intercambio y varias idas y vueltas con ambos.

¿Qué podés adelantar del show presentación en Sala Lazaroff?
El show en Sala Lazaroff tiene como excusa la presentación del disco, pero es una creación en colectivo con un grupo increíble de artistas amigas que enredaron sus saberes y sentires en torno a las canciones. No puedo más de agradecimiento con ellas, me emociona muchísimo hacerlo así. Gracias infinitas a Ceci de los Santos, Julia Somma y Nicolás San Martín que estarán conmigo en la música. Ígnea, Luisina y Ceci Mieres en visuales y luces. Fabi Cesconi en maquillaje. Maite Rodríguez y Marcela Pagola en arte y diseño. Milena Mariño en la producción general.

¿Cómo sigue tu año musical?
Quiero seguir creando, y experimentando el tocar en vivo, que es algo muy nuevo para mí.

Las entradas se encuentran a la venta a través de Tickantel.