En 2017, Eli Almic, realizó un viaje de seis meses por Estados Unidos, donde trabajó con raperos y productores de aquél país, al tiempo que mostró su música en escenarios del circuito under de New York, New Mexico y Seattle, entre otros lugares. Recientemente, publicó su E.P. “Reflejo”, el cual es fruto de ese viaje, y lo presentará en vivo el próximo miércoles 20 de junio, a las 21 hs. en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del SODRE. Sobre el proceso creativo de “Reflejo”, la experiencia de enfrentarse a contrastantes realidades y el lugar de militancia, a través del arte, que comenzó a ocupar a partir de su tema “Brujas”, lanzado a principios de 2018, fue que conversamos con ella.
Por Liber Aicardi
“Reflejo” es producto de un viaje que hiciste el año pasado a Estados Unidos ¿fue una consecuencia o ya era un objetivo que tenías planteado?
Fue una consecuencia. Sí, tenía como objetivo grabar, pero no había pensado que eso genere un material que, después, fuera editado. Una cosa llevó a la otra, pero las ganas de grabar y juntarme con otras personas, eso sí era un objetivo.
¿Cómo se dio el proceso creativo de “Reflejo”?
Una vez que entré a Estados Unidos, fui pidiendo datos, piques de personas, ya sea productores, raperos, raperas. Me fueron pasando algunos datos y conocí a Wake Self, que es de Alburquerque (con él grabé unas cuantas canciones, pero en el EP está una sola), y él me contó de un rapero de Las Vegas… se fue armando como una suerte de mapa medio aleatorio y no tanto, porque esas conexiones, me gusta pensar, que se tienen que dar finalmente. Algunas personas me hospedaron y tenían su home-studio y podíamos encerrarnos a trabajar y yo estar metida en ese mundo que, acá, en el día a día, no lo tenés tanto porque tenés otras cosas para hacer, que tenés que cumplir. Quedaba eso grabado y yo seguía mi viaje, me fui armando una ruta de toques, tratando de bookearme shows, ya sea por Facebook, por mail. Me fui seis meses, entonces pensaba: “capaz que en un mes y medio estoy en tal ciudad” entonces trataba de adelantarme y tiraba unas líneas, usaba mis redes sociales, también, para eso y hacer todo tipo de conexiones. Ahí fui conociendo raperos, grabando y se generó este material.
¿Cómo te impactó el intercambio con esos artistas y productores, como Wake Self?
Para mí, fue muy bueno ver la manera de trabajar de otra persona, por ejemplo, de tan lejos, el tipo labura de manera súper independiente pero re-profesional, de cómo arma un show y empapela la ciudad con sus flyers para que todo el mundo se entere y sin ningún sello y girando por toda la parte Oeste de Estados Unidos. Cómo es ver una persona que vive de la música y puede quedarse en el estudio de su casa una semana componiendo y después sale de gira de nuevo. Tener esa experiencia, y que te abran las puertas de una casa, no es que me hospedó de una, después, cuando nos encontramos de nuevo en Alburquerque, ahí, hicimos tipo laboratorio en su casa de la montaña. Es muy loco ¿no? Estados Unidos, en la montaña, con su súper casa y su estudio… cosas a las que yo no tengo acceso, otras realidades. También la historia del migrante. En Las Vegas me quedé en lo de Olmeca, que con él también grabé, que de niño fue para Los Angeles, con su familia y el tipo denuncia todo el tiempo la realidad de los latinos, entonces está la latinidad muy presente en la canción que grabamos, que se llama “Espejo”. Me puse en la piel de la mexicana, de la latina, termino diciendo “dicen que yo no puedo entrar porque no soy de acá, que debería irme de esta ciudad ” también porque mi visa tiene una fecha de expiración y no sos libre, y más cómo están las cosas ahora, mi entrada a Estados Unidos, que no fue nada fácil, que me abrieron todo, enfrentarse a toda esa realidad que nos es ajena para entrar en ese macro mundo donde el hip hop es enorme, donde todo es enorme, el capitalismo, las reglas. Es como una experiencia muy completa.
Una vez que entré a Estados Unidos, fui pidiendo datos, piques de personas, ya sea productores, raperos, raperas. Me fueron pasando algunos datos y conocí a Wake Self, que es de Alburquerque (con él grabé unas cuantas canciones, pero en el EP está una sola), y él me contó de un rapero de Las Vegas… se fue armando como una suerte de mapa medio aleatorio y no tanto, porque esas conexiones, me gusta pensar, que se tienen que dar finalmente.
Y esas experiencias se notan en las letras, como que subiste un escalón en cuanto al nivel de crítica que hay en ellas
Ojalá. Me gustaría pensar que sí, porque algunas canciones, no es que sean tan diferentes en cuanto a lo que apunto a otras que escribí, pero es como tratar de ponerme un poco más filosa en algunas maneras de decir, en algunos momentos quiero ser más literal, en otros no. Creo que siempre es un nuevo desafío buscar el cómo, porque, a veces, las temáticas se pueden repetir pero formas, dentro de una canción, hay miles y eso es lo que está bueno. Siento que encontré eso, que algunas cosas las dije directamente y me la jugué más. En otras cosas, exploré más las partes cantadas, las melodías. Sin dudas que el viaje por Estados Unidos, donde me topé con una realidad que no conocía, por ejemplo, mucha gente viviendo en la calle, todo macro, de caminar por una calle de San Francisco, que es una ciudad rica y, al mismo tiempo, ver treinta personas en la calle picándose a las cuatro de la tarde. Entonces, es como un choque de realidad que decís “claro, estoy en el capitalismo, realmente”… Muy inspirador.
También hay una exploración en cuanto a las melodías vocales, te largaste más a cantar…
Creo que sí, y eso tiene que ver, también, con las producciones, las bases musicales son diferentes a lo que yo había experimentado hasta acá. Por ejemplo “Wishes” y “Espejo” son dos temas como más modernos, también hay trap en el EP, hay una producción más que se sale de lo clásico. Capaz que yo había hecho algo más rap-soul y, acá, probé otras cosas. Y me gusta porque, en realidad, el hip hop se está abriendo para muchos lados, para el trap, para muchas opciones que se pueden usar, y eso me obliga a cantar diferente, a buscar maneras. Se dio solo, no es que dije “ahora voy a hacer algo diferente”. Realmente, eso es algo que me gusta de “Reflejo”, que se fue dando, y seleccioné lo que me gustó más para compartirlo.
¿Te sentís una referente como mujer, no sólo en lo artístico, sino, también en el compromiso con algunas causas que vos apoyás?
Sí, me siento, y me gusta sentirlo así. Creo que lo vivo desde un lugar en el que me hago cargo porque me pongo en ese lugar y porque la gente que elige escuchar mi música, elige hacerme referente para ciertos momentos de sus vidas que se acompañan con las canciones, entonces, es algo que va sucediendo solo, de alguna manera, y también voy trabajando para eso siendo fiel a mí misma, con mi música, acercarme a la gente y que me conozcan. Está buena la parte de la empatía con la música, vos contás una historia y a otro ya le pasó o la está pasando en ese momento y, ahí, es cuando tenés una conexión con la gente. Yo lo voy viviendo día a día, siempre desde lo más honesto, que es hacer la música que me gusta, que ojalá que llegue y, si llega, súper agradecida y reconociendo que sí puedo ser inspiración para otras mujeres a que se animen a hacer cosas, cantar, rapear, bailar, lo que fuera, cualquier expresión artística que te ayude a sacar para afuera y conocerte y expresarte. Es muy enriquecedor cuando, de repente, la gente me da una devolución, me mandan mensajes. Cuando hice “Brujas” todos los mensajes que recibí de mujeres que se sintieron identificadas, que se sentían agradecidas porque, ahora, tenían esa canción que representaba un montón de cosas que querían decir. Todo eso, para mí, es una devolución tremenda de la cual no tengo antecedentes, porque es algo que está creciendo ahora y estoy muy contenta, es una gran motivación para seguir.
Definitivamente, “Brujas”, marcó un antes y un después.
Yo creo que sí. A mí, como ser humano y como mujer, me hizo comprometer de otra forma, ya sea entrar más directamente al feminismo, darme cuenta que mi militancia es la música, o el arte en general, y que ésa va a ser la manera en la que yo voy a decir lo que pienso o mostrar quien soy… creer más en mí, animarme a decir. Es un tema que, a mí, me interesaba estar segura de lo que quería decir y de un modo que me sintiera tranquila, porque estás hablando de muerte, de mujeres asesinadas, es un tema que puede suscitar mucha susceptibilidad y quería ser cuidadosa, también, con lo que quería contar y con anécdotas mías y cómo contarlas. Es como revolver. Para escribir esa canción, yo tuve que revolver bastante, mismo del pasado y de abusos que tuve en diferentes momentos de mi vida y eso es como un crecimiento artístico, pero, también, creo, que humano, que va acompañando mi propio proceso.
Es muy enriquecedor cuando, de repente, la gente me da una devolución, me mandan mensajes. Cuando hice ‘Brujas’ todos los mensajes que recibí de mujeres que se sintieron identificadas, que se sentían agradecidas porque, ahora, tenían esa canción que representaba un montón de cosas que querían decir. Todo eso, para mí, es una devolución tremenda de la cual no tengo antecedentes, porque es algo que está creciendo ahora y estoy muy contenta, es una gran motivación para seguir.
También, hablar desde un lugar tan personal, por un lado te expone, pero, a la vez, te da una credibilidad artística que no es fácil de conseguir.
Es que, para mí, es el único camino, realmente. Creo que es lo que el mundo necesita: gente que sea como es. Y, por supuesto, hay pose, también, y más en el rap, que jugamos mucho con eso de que nos comemos el mundo y que somos duros. Pero, cuando vos le mostrás a la gente, también, lo vulnerable, los posibles quiebres, momentos dónde estás para abajo y ser consecuente con eso…No concibo hacer música de otra manera sino es desde esa honestidad para conmigo, porque, al final, eso es ser honesta con la gente, con quien lo recibe.
¿Qué podés contarnos del show presentación de “Reflejo”?
Obviamente, lo principal son estos cinco temas. Es un show que va sin butacas, entonces, va a haber varios escenarios, queremos jugar mucho con la puesta en escena, como para que la gente se meta en el viaje, va a haber visuales que van a mostrar un montón de lugares en los que estuve. Mi idea es que la gente viaje, conmigo por los lugares donde estuve, traer a los invitados de otros países a la propuesta, traerlos, un poco, al show. Va a ser una propuesta jugada donde me voy a divertir. Somos ocho en escena, nos vamos a gozar con la propuesta visual, con las luces. Creo que, también, me permite jugar con la actriz que soy escénicamente, moviéndome, obligando al espectador a que me siga, a que no hay un frente sólo. Estoy súper contenta con esta fecha.