Filo, la banda integrada por artistas de importante y destacada trayectoria de la escena local como Marcelo Fernández (guitarra y voz), Alfonsina (guitarra y voz), Diego Morales (batería y voz), Lali Gaspari (sintetizadores y voz), Pancho Coelho (guitarra y voz) y Cototo Cuello (bajo y voz), acaba de publicar su gran primer álbum homónimo. “Filo» – el disco – se compone de ocho canciones apoyadas sobre un muro de guitarras que alternan intensidad y climas, oscilando entre una densa calma y el vértigo de una caída libre.
Para conocer más sobre el origen, los procesos internos y detalles del debut de un proyecto que recién empieza a andar y tiene muchísimo para ofrecernos, conversamos con Alfonsina y Marcelo, quienes también nos adelantaron detalles de su presentación en vivo el 13 de setiembre, a las 21 h en La Trastienda MVD. En la fecha, cuyas entradas se encuentran a la venta a través de Abitab, Filo – el grupo – y quienes asistan atravesarán la experiencia de lo irrepetible: el primer encuentro, el que sin duda abrirá las puertas a un nuevo mundo con muchos lugares, todavía, por descubrir.
Por Liber Aicardi
Foto: Delfu Piaggio
¿Cómo es el origen de Filo?
Marcelo – El origen es que tenía un puñado de canciones y quería hacer algo con esas canciones, pero buscando gente nueva para tocar. Venía tocando, ya, con Alfonsina en otra banda y fue la primera persona en que pensé, junto con Pancho Coelho, que era un guitarrista que quería que estuviera también. Después. empecé a buscar al resto de la banda. Creo que fueron llegando por distintas situaciones: gente que ya conocía, con la que ya había tocado. Con Cototo toqué una vez en una banda que se llamaba Enlaces, que era un colectivo, aparte Cototo tocaba con Alfonsina y era un bajista que me había gustado. Después, con Diego Morales, que toca la batería, también había compartido con Pepe Delay, que es la banda de él y sus hermanos. Y a Lali me la presentó Diego Presa, la había visto una vez tocando el piano con Diego y me había llamado la atención. Le pregunté a Diego y me dijo que estaba muy metida con los sintes, ahí empecé a escuchar Cielos de Plomo, y su proyecto solista, y me gustó. También es otra música que me asombró.
Así fui encontrando a cada persona, todos se fueron sumando de a poco a este misterio que no sabían en qué iba a terminar. Hicimos un primer ensayo allá por marzo o abril, creo, del año pasado, ése fue nuestro primer encuentro y a partir de ahí empezamos a trabajar y a conocernos.
¿Tenían desde el inicio como objetivo hacer un disco?
Marcelo – No, en realidad yo tenía muchos objetivos en mi cabeza, pero no se los estaba proponiendo porque era muy loco todo lo que yo imaginaba, entonces les iba a quedar como medio rara toda la propuesta, aparte, era muy intensa también la propuesta. Pero, en definitiva, se dio todo lo que planeábamos hacer y eso se fue armando un conjunto, porque ahí se empezaron todos a comprometer en el proyecto de una manera distinta y a reconocer que lo que estábamos haciendo estaba bueno y que tenía un futuro, que era el disco y una presentación en vivo. Hasta ahí llegamos.
Y creo que también el compromiso se fue asentando a partir de que se fueron elaborando canciones nuevas y que se fueron también armando entre todos, porque yo tenía unas bases nomás y la propuesta era tirar esas bases y ver qué pasaba. Entonces, una vez que cada una de las partes empezó a poner sus arreglos, se fue asentando más, una cosa llevó a la otra.
Alfonsina – Fue un poco raro. Hay una foto de difusión de Delfu Piaggio que es como un rayo de luz que sale de Marcelo y para mí fue eso, como una visión que tuvo él, como quien se despertó y tuvo un sueño y la vio y dijo “gurises, vi esto”, y todos fuimos hacia ahí. Y, extrañamente, encontramos un lugar en cada parte de esa visión que no sabemos para dónde va, pero sabemos que a todos nos llena de satisfacción, de oportunidad de crear, de satisfacción personal, en el grupo humano, también. Y creativa, ni que hablar. Aparte de que esas canciones con las que venía Marcelo, que ya estaban muy buenas, empezaron a potenciarse mucho en cuanto entraron a la banda y ahí empezamos todos en ese compromiso de “che, vamos a fuego”. Porque, aparte, el “vamos a fuego» está dado por el compromiso, en el sentido de lo real, lo físico de verse tres veces a la semana tres horas y ensayar. Y meterle, meterle, meterle a algo genera una relevancia en la vida de cada persona que está participando del proyecto y, a su vez, las canciones realmente están muy vivas.
¿Encontraron rápidamente una dinámica compositiva?
Marcelo – Si, la estamos generando todavía, y todavía se están generando cosas porque Alfonsina ya empezó a componer también. Pancho también compuso una canción, entonces como que la idea también es esa. Mi visión también era ir hacia ese lugar, porque estoy tocando con músicos al lado que también son muy buenos compositores y aprovechar eso entre todos, entonces eso también abre un poco el abanico musical. Yo creo que las canciones que llevé se potenciaron muchísimo, más de lo que me imaginaba. Yo me acuerdo la primera canción que Alfonsina me mostró, dice “che, tengo esta canción”, y le digo “Alfo, vos llevá lo que quieras a la banda que va a quedar increíble” (se ríe). Y creo que así viene pasando, de verdad que pasa eso. A Pancho le pasó lo mismo, tenía esa duda y le dije “Pancho, llevala a la banda que va a quedar increíble”. Creo que encontramos, también, ese lugar de generar algo en cada canción que se presenta, algo particular.
Alfonsina – Cómo llevar una canción que salió de un autor o de una autora hacia Filo, que no es nadie en particular, que es un lugar, Filo es un lugar. Entonces, tu canción va a ser llevada hacia ese lugar y es otro del que imaginaste. Y ésa es la potencia que tiene, también.
Ese lugar del que habla Alfonsina ¿lo fueron definiendo ensayo tras ensayo, más o menos estaba conversado, cómo fue?
Alfonsina – Es música viva, dada por la vida de cada uno, lo que está sucediendo en ese momento de cada uno, lo que sucede real en el ensayo. No son cosas tan conversadas, sino que es algo que realmente está sucediendo. Como cada vez que nos juntamos y empieza a suceder, se siente muy poderoso, nos da más ganas
de compartirlo.
Marcelo – Por ejemplo, somos tres guitarras, es un montón. Pero yo me di cuenta de eso al descubrir a Alfonsina como guitarrista, que no la conocía totalmente.
Alfonsina – ¡Yo tampoco! (risas)
Marcelo – No sabes lo que es, ¡es increíble!… A Pancho lo tenía más, pero no sabía cuánto iba a dar porque, también, porque él tenía un lugar en Buenos Muchachos que era un poco más acotado, lo que me llevó es a decir “¡wow!”. Entonces, yo me quiero quedar quieto, no quiero tocar casi nada, quiero escuchar las guitarras de Alfonsina, que me parecen increíbles y quiero escuchar las guitarras de Pancho, que me parecen increíbles. Creo que, de a momentos, cada uno agarra un rol, pero es en un momentito, después lo suelta y lo pasa al otro. Hay un tema que hacemos tres solos a la vez, es una locura, estamos los tres soleando… O sea, no hay nada que determine qué hace cada uno. A veces sí, a veces digo “Alfo, hacete este solo vos, a ver qué te sale” y así estamos cada uno, o que Lali haga tal cosa. Y así nos vamos repartiendo los arreglos, también.
Yo tenía muchos objetivos en mi cabeza, pero no se los estaba proponiendo porque era muy loco todo lo que yo imaginaba, entonces les iba a quedar medio rara toda la propuesta. Aparte, era muy intensa también la propuesta. Pero, en definitiva, se dio todo lo que planeábamos hacer y eso se fue armando un conjunto.
Marcelo Fernández
Hay algo que tiene el disco, por la sensación que me dejó a mí, y es que tiene mucho de montaña rusa. Es decir, de repente cosas hay como que llegan a casi a la calma y luego tienen una bajada vertiginosa, incluso hasta en la misma canción. ¿Cómo surge eso? ¿Es parte del vértigo de la dinámica de la banda?
Alfonsina – Es parte del vértigo de vivir (risas). Capaz, de vivir intensamente. Yo lo escuché al disco de vuelta de verdad cuando salió, porque primero estás como manijeándote, que si esto está muy alto, si está muy bajo, si está funcionando, todo eso. Después, cuando lo escuché, escuché una energía muy poderosa sosteniendo algo tal vez difícil, pero es una energía tan poderosa que puede, un espacio donde sostener eso.
Más allá que musicalmente el disco pasa por varios lugares, tiene aires de milonga, tienen temas más rockeros, incluso “Brillo”, el tema que cierra, coquetea un poco con Pink Floyd, tiene un hilo conductor que es un sonido poderoso. ¿Lo sienten así?
Marcelo – Sí, tiene una fuerza, creo, porque ahí estamos todos. Yo creo que todos marcamos esa fuerza, que de hecho, ayer que ensayamos, nos dimos cuenta de la intensidad que tiene. Hicimos todo el repertorio que vamos a hacer en la Trastienda y, claro, es muy intenso, muy intenso… Y a nosotros nos genera algo internamente que nos hace que eso tire para adelante mucho, hasta en los temas más tranquilos, y es algo también que tenemos que controlar (risas).
Alfonsina – Porque el show de La Trastienda no solo tiene este disco, sino que tiene lo que viene después.
Marcelo – Son ocho canciones más, tenemos dieciséis canciones en este momento. Hicimos un repertorio para La Trastienda de dieciséis canciones. No es poca cosa, porque el disco ya tiene su intensidad y el resto de las canciones también son intensas, así que hay que pararse firme para ver el concierto, creo.
¿Qué descubrieron en Filo que no conocían de ustedes mismos como compositores, como instrumentistas, de los lugares a los que llegaron, etc?
Alfonsina – Yo, como los años anteriores a este proyecto estuve embarazada, luego tenía un bebé muy pequeño, y ya por lo que venía también haciendo antes, estaba re alejada de la guitarra. Incluso pensé que me había aburrido, creo que en un momento dije “no, no me copo» y, claro, en este proyecto la guitarra pide y Marcelo pide (risas). Marcelo empieza con esto de “hacete un solo acá” y “hacete un solo en la otra” y “a ver acá». Y claro, yo estaba re fuera de práctica, pero las ideas las tenía en mi cabeza todavía, porque “musiquera» es mi segundo nombre. Entonces, tuve que poner a tiro mis dedos con lo que me pedía la música y con lo que pedían mis propias ideas. Entonces, hoy día siento que hice un recorrido que no lo puedo creer y que me tiene re contenta. Incluso, trato de tocar cosas que me hagan concentrar mucho, o de repente cantar una cosa y tocar otra. Para mí son como estados meditativos que Filo también, por la música, también me favorece y en eso siento que encontré mucho lugar.
Marcelo – Yo me encontré con unos músicos increíbles. Ya te digo, con Alfonsina ya venía tocando la Petit Orquesta, pero en realidad acá destapó sus habilidades en la guitarra de una manera que quedo boca abierta, de verdad, porque me parece increíble los arreglos que hace. Y lo mismo pasa con Pancho, que yo a Pancho lo conocía, pero se destapó tanto e hizo una unión con Alfonsina, sonora y de arreglos, que para mí es un viaje que yo no accedo a eso, no llego. Yo nunca podría hacer un solo final como el de “Sin voz” que hizo “Alfo”, no lo lograría hacer, y me parte la cabeza… Muchas veces, hay tan buenos arreglos de Pancho y Alfonsina que yo no encuentro lugar ¿viste? Y me quedo ahí, porque me alucina escuchar eso y estoy aprendiendo un montón.
Extrañamente, encontramos un lugar en cada parte de esa visión que tuvo Marcelo que no sabemos para dónde va, pero sabemos que a todos nos llena de satisfacción, de oportunidad de crear, de satisfacción personal, en el grupo humano, también. Y creativa, ni que hablar.
Alfonsina
¿Y vos Marcelo, cómo te encontrás en tu rol de cantante?
Marcelo – Y bueno… lo voy llevando… También pedí ayuda, por eso todos cantamos (se ríe). No sé si me hubiese animado a cantar solo todo de una y bancarmela, participamos todos en el canto, casi todo el tiempo estamos acompañados en la parte vocal. Y, para mí, es un mundo nuevo que la verdad que estoy ahondando de a poco en eso. Yo venía cantando, hace años que canto, me encanta cantar, no es mi fuerte tampoco, pero sé que tengo una parte de fuerza en el canto que me da para las canciones que estoy haciendo ahora. Me pasaba con “los buenos» que tenía que elegir alguna entrada, y en la mayoría de los casos, más allá que componía la música y la melodía, no las podía cantar, las componía pensando en otros, como me pasa también a veces con las canciones de Filo. Hay canciones que canta Alfonsina que yo ya tenía pensado que las cantara ella. No eran para mí, eran para una voz femenina que también, por eso, busqué mujeres en la banda, porque necesitaba no solo presencia, sino voces, que te da otra riqueza. Estoy en un nuevo mundo, total. Y después, estoy asombradisimo. Yo a Diego Morales lo conocía, a Cototo también, pero estoy más que sorprendido con ellos dos y con Lali también, que a Lali era la que menos conocía, con ella nunca había tocado.
¿Cómo trabajaron la producción del disco?
Marcelo – La producción la hicimos nosotros con Gastón Ackerman. El disco lo grabamos en Mastodonte, con Gastón, y la postproducción la hicimos con él. Nosotros ya teníamos bastante el laburo hecho porque habíamos maqueteado los temas, ya teníamos un paneo de lo que queríamos hacer, a lo que queríamos llegar y llegamos a más que eso, la verdad.
Alfonsina – Está bueno también decir que se grabó en vivo. Personalmente, también, estaba alejada de todo eso. “La terrible fé” lo grabé usando bases, “Pactos” lo grabé yo… grabé el bajo, grabé la guitarra, grabé las teclas.
En tu caso también es la primera que grabás un disco con banda en vivo ¿no?
Alfonsina – Exacto, grabar así en vivo y más teniendo que hacer cosas desafiantes en la guitarra, más. imaginate, no dormí la noche anterior (risas).
Pero eso hace que traiga un poco de la energía de estar ahí en el mismo lugar, en el mismo momento y tirar todos juntos este disco también es un código. Así como dice Marcelo que nunca cantás solo, que siempre cantás acompañado, lo que sea que hagas en Filo, lo estás haciendo acompañado. Uno no está solo, en nada.
¿Cómo vienen preparando la presentación del disco, que en este caso también es el debut de la banda?
Marcelo – En realidad no es presentación de disco, yo lo tomo como presentación de banda, porque nunca tocamos. Entonces, presentamos banda y atrás viene el disco, estamos presentando dos cosas al mismo tiempo. La verdad que en este momento nos estamos tirando a hacer un show solos porque es lo que amerita para presentar la banda.
Eso supone, también, plantarse de una determinada forma en el escenario, distinta a la de sus otros proyectos…
Marcelo – Totalmente. Y lo vamos a investigar ahí, también, porque tenemos todo craneado ya. Ya están laburando en la parte técnica, iluminador, sonidista, monitorista, hay un equipo trabajando, tenemos un equipo de gente laburando en todo, pero la prueba va a ser ese día. El 13 de setiembre vamos a estar todos como nuevos, la gente y nosotros.