Desde Artigas, bien al norte y pegadito a Brasil, emerge el som de TUFO (una expresión fronteriza para referirse a personas molestas). Este colectivo de músicos ¨na procura do rolé sinistro¨ fundó la banda en Montevideo en medio de la pandemia como una respuesta creativa para levantar el ánimo. Así, entre sesiones de guitarra y amaneceres clandestinos, este proyecto tomó forma.
Desde sus inicios, han buscado destacar sus raíces fronterizas y su dialecto (portuñol) misturando rock, samba y candombe para generar una mezcla cultural propia del norte
Entre covers y temas propios lograron concretar su primera presentación en público, que aunque se tuvo que postergar un par de veces debido a la situación del momento, cuando se dio, fue una locura y la barra colapsó de emoción.
En 2021 comenzaron a incursionar con shows callejeros en la capital y a presentarse en eventos autogestionados por amigos hasta que pudieron volver a presentarse en algunos bares al flexibilizarse las medidas sanitarias del gobierno.
Ese mismo año participaron de la Movida Joven organizada por la Intendencia de Montevideo con una presentación en la Sala Zitarrosa junto a otras bandas, siendo seleccionados como ganadores en la categoría música y participando del show de cierre del concurso en el Teatro de Verano Ramón Collazo.
Repitieron experiencia sobre ese mismo escenario en 2022 teloneando a los Cuatro Pesos de Propina y en octubre realizaron su primer show autogestionado en la Sala Camacuá con canciones de su autoría, abordando distintos géneros musicales, además de idiomas y dialectos. La banda presentó un show que transmitió sus raíces y su ideología, a través de experiencias vividas tanto en el interior como en la capital.
El proyecto aún no ha logrado presentarse en su ciudad natal, es un debe que tienen con ellos mismos, pero saben que pronto se van a dar las condiciones.
El 2023 los encontró grabando su primer disco en vivo con una presentación en Tazu Bar Cultural, donde generaron un registro audiovisual que van a ir presentando en forma paulatina hasta completar el álbum en el primer semestre del 2024. Su último show fue el pasado 15 de diciembre en Inmigrantes, donde presentaron el show «Não conta nada pa ningueñ» para cerrar el año.
En la búsqueda de seguir creciendo como banda, esperan en 2024 lograr afianzarse en la movida musical uruguaya. Creen en el crecimiento de una nueva ola musical por estas latitudes y desean aprovecharla, aportando con su música cargada de vivencias fronterizas y de un grupo de amigos viviendo en la capital.
Metrónomo conversó con Mauro Lemos y Diego Roma sobre la lucha por el arte y la necesidad de transmitir sus ideas y pensamientos desde el escenario.
Por Andrea Villar Miravalles
¿A qué le canta Tufo? ¿Cómo es el proceso de composición de sus temas?
El Tufo le canta a las raíces, a los valores, al amor, protestamos y queremos despertar a las personas. Las canciones las hacemos entre todos, la letra, melodías o la idea inicial de una canción puede salir de cualquiera de nosotros.
¿Qué impronta le imprime a su sonido el ser una banda del norte del país?
Nos permite comunicar nuestra música en más de un idioma, integrar ideas de otra cultura y otros géneros como el samba y más influencias de nuestro país vecino. Algo que consideramos muy importante es poder representar a nuestra gente, la que viene de la frontera, la que se pueda sentir identificada con nuestra música y con nuestras historias.
¿Cómo coinciden los integrantes de la banda en el camino musical?
Nos fuimos cruzando y compartiendo en Montevideo conforme fuimos llegando, ya nos conocíamos, pero se forjó la idea de una banda en la pandemia, vimos que teníamos bastante en común. Nos reunimos siendo adultos, sin embargo, fuimos alumnos del mismo profesor siendo adolescentes, Enrique Lemos, el padre de uno de nosotros.
¿Qué aprendizajes o anécdotas conservan de haber lanzado una banda en plena pandemia?
Las puertas cerradas, el público sentado, las cancelaciones de toques a último momento, y la policía corriendonos de las plazas nos generaba inseguridades de todo tipo, pero al mismo tiempo en la necesidad y en las ganas de resistir le encontrábamos la inspiración para crecer como banda. Supongo que nos enseñó a disfrutar más de las oportunidades y de tener a nuestra gente cerquita, que al final fue lo que más extrañamos en aquel momento.
Mirando para atrás, nos queda claro cuán importante y necesario fue habernos encontrado en ese momento de miedo e incertidumbre para refugiarnos en la música y a partir de ahí, casi sin darnos cuenta, crear un espacio de amistad, contención y descarga que nos da confianza, fuerza y voz para cantarle a lo que amamos, reclamar lo que nos molesta y reivindicar nuestra identidad.
¿Con qué apoyo cuenta una banda del interior para sus presentaciones? ¿Se generan espacios en festivales locales?
Sabemos que contamos con la gente, la barra, la galera que está siempre presente. Después, las oportunidades hay que buscarlas, a nosotros no nos caen de arriba, capaz, sea por priorizar nuestro ideales y nuestra esencia antes de condicionarnos por la tendencia, lo que está sonando, lo que le pueda gustar a la gente. El objetivo es otro.
Aún no hemos logrado tocar en Artigas, por diferentes cuestiones, es un debe que tenemos con nosotros mismos pero sabemos que pronto lo vamos a hacer.
En 2021 ganaron la Movida Joven de la intendencia de Montevideo. ¿Cuál fue el aporte de este galardón al crecimiento de la escena musical que llega desde fuera de la capital?
Fue algo muy lindo en su momento y aún lo sigue siendo, un logro a nivel grupal, el primer reconocimiento. Fuimos elegidos entre muchas bandas, probablemente éramos la única banda del interior y eso le dió un gustito extra. Con cuerdas oxidadas e instrumentos descalabrados tocamos con todo nuestro sentir y estuvimos bien acompañados por la barra de siempre.
Al año siguiente ya estaban compartiendo escenario con Cuatro Pesos de Propina en el Teatro de Verano. ¿Luego de esa experiencia se han generado intercambios con otros artistas?
Siempre estuvimos compartiendo con artistas del under, en eventos organizados a pulmón, en sótanos, etc. El intercambio y el compartir escenario con otros artistas es algo que siempre lo buscamos. Durante el último tiempo tuvimos que resolver cosas a nivel grupal lo que nos llevó a mermar la actividad. Somos amigos, hermanos y es importante priorizar eso cuando se presentan problemas y diferencias.
Para fines de ese mismo año produjeron su propio show en la Sala Camacuá acompañado de sus seguidores. ¿Fue una experiencia autogestiva? ¿Cómo lo vivieron?
Fue nuestro primer evento autogestionado. Nos ocupamos de cosas que repercutieron en nuestros ensayos, en lo musical. Más allá de eso, fue hermoso, compartimos con amigos artistas increíbles. La gente lo dio todo y tocamos todas nuestras canciones.
¿En qué momento se encuentra el proyecto y qué podemos esperar para este año 2024?
En este momento estamos trabajando en nuestro primer producto audiovisual grabado el pasado mes de noviembre. Son 15 canciones interpretadas en vivo en un reencuentro con el público luego de un año sin subir a un escenario con este proyecto.
Estamos motivados a seguir haciendo música, a no parar, crecer, mostrar quiénes somos, de dónde somos, de dónde son nuestros amigos, qué pasa en el interior, como se vive. Nos interesa que se conozca la gran cantidad de artistas increíbles provenientes de esa zona (y no lo decimos por nosotros) y comunicarle al mundo que también somos parte de la cultura e identidad de nuestro país pese al centralismo.
TUFO son
Diego Roma: voz y guitarra
Venancio Brazeiro: guitarra y voz
Mauro Lemos: bajo y voz
Joaquín Brazeiro: batería y voz.
IG: @_tufo__
YT: @TUFO
SP: TUFO