Nameless cumple trece años de trayectoria y lo celebra presentándose en vivo el próximo sábado 9, a las 20 hs. en la Sala Blanca Podestá de AGADU (Canelones 1122). A lo largo del camino iniciado en 2005, la banda editó, cinco álbumes, ha salido de las fronteras de nuestro país, tocando en Argentina y Brasil, y compartió escenario con importantes referentes del género tales como Lacuna Coil, Tarja y Epica. En la siguiente entrevista que realizamos con su guitarrista, Martín Silva, conversamos de todo ello y del sexto álbum, en el cual se encuentran trabajando actualmente.
Por Liber Aicardi
¿Cómo recordás los comienzos de la banda?
Nosotros, con Betina (Sánchez, vocalista de Nameless), ya veníamos trabajando desde el 2000. Teníamos una banda que se llamaba 100 Dedos, en aquella época, era una temática un poco más pop y empezamos como una banda de covers. Tocábamos mucho en los shoppings, haciendo covers y empezamos a hacer temas nuestros. Como era un palo mucho más pop, no estaba muy relacionado con el rock nacional en la movida, digamos, under de la época. No éramos de tocar en boliches, incluso tocamos en alguna de las Fiestas por La Paz, que se hizo en las canteras del Parque Rodó, a finales de 2003. Ahí, ya llegamos a tocar temas nuestros. Hasta ahí fue donde llegamos a tocar con esta banda. Después, con Betina, decidimos comenzar con un proyecto nuevo y arrancamos en 2005, con lo que es Nameless. La verdad, no decidimos “vamos a hacer una banda de Nu Metal o de Hard Rock”, fue lo que salió, nos juntamos a hacer música y resultó lo que es Nameless ahora. Incluso, si uno escucha el primer disco de Nameless, es bastante más pop, porque era más tirando a lo que hacíamos antes.
Aunque en los últimos años, en Uruguay, sea más común ver una frontwoman en una banda de rock pesado, cuando Nameless irrumpe en la escena, no lo era ¿Les fue más difícil abrirse camino dentro del género?
Fue algo muy curioso, porque al segundo o tercer toque que tuvimos con Nameless, que fue en BJ, en un festival de metal que tocaba Epsilon, tocaba una banda que se llamaba Aglar y nos llevaron a nosotros a cerrar ese evento. Y cuando vi el ambiente dije “acá no nos va a ir muy bien” y, sin embargo, nos fue muy bien. Me acuerdo que cuando escuché a Epsilon me partió la cabeza y encima cerraron tocando “Master Of Puppets”… “¡Olvidate! ¿Cómo la remontás?” pensé, pero nos fue muy bien. Y yo creo que, justamente, la novelería de que cantara una mujer y que no cantara lírico (en aquél momento estaba el furor de Nightwish) sino que era más rockeada la cosa, generó una expectativa y nos fue bien. Ahora es mucho más fácil, pero en aquél momento era extremadamente difícil. O sea, tenías que tener una personalidad en el escenario, tenías que pisar firme el escenario para mostrar seguridad en algo que se estaba haciendo camino, tenías que demostrar que lo podías hacer bien. Después, la música gusta o no gusta, pero, nos fue muy bien.
Creo que, justamente, la novelería de que cantara una mujer y que no cantara lírico (en aquél momento estaba el furor de Nightwish) sino que era más rockeada la cosa, generó una expectativa y nos fue bien. Ahora es mucho más fácil, pero en aquél momento era extremadamente difícil. O sea, tenías que tener una personalidad en el escenario, tenías que pisar firme el escenario para mostrar seguridad en algo que se estaba haciendo camino, tenías que demostrar que lo podías hacer bien.
A lo largo de la carrera de la banda, hubo puntos altos como, por ejemplo, abrir los shows de Tarja, Lacuna Coil, Epica ¿Cómo recordás esos shows?
Esos momentos, primero, fueron fantásticos porque, tener la posibilidad de ver a bandas, en principio como Lacuna Coil, que es lo más parecido a nuestro estilo. Nos tocó telonear por primera vez en Buenos Aires antes que Uruguay a Lacuna Coil, y estuvo buenísimo. Nos encontramos en una ciudad que no nos conocía nadie, en un Teatro de Flores lleno, y habían tocado tres bandas antes que nosotros, íbamos nosotros y, después, Lacuna Coil. Nos fue genial. Son de esas experiencias que no se te olvidan más. Después, nos tocó telonear a Epica, que es otro género totalmente diferente al nuestro y, también, nos fue fantástico. En la prueba de sonido se quedaron con nosotros ahí, les gustó la banda. Uno aprende mucho de esa gente, porque son los número uno y uno los mira con admiración y, en algún punto, ellos se cuelgan con lo que uno hace, entonces te sentís cómodo. Y después de vuelta con Lacuna Coil y, con Tarja, ni que hablar. Aprendimos mucho y, cada uno de esos shows, fue un escaloncito más en confianza y en equipararse a lo que es nivel mundial del género con vocalistas femeninas y ver que podés dar un show con el que podés estar a la altura. Eso es extremadamente motivante.
Nameless mantuvo una regularidad en la edición de un disco cada dos años, cosa que no es fácil en el medio local. ¿Cómo trabajan para lograr eso?
Nuestro primer disco salió en 2008 con tres años que tenía la banda, después en 2010 “Existencial”, en 2012 “7 Caminos”, en 2014 salió el “90 % Acústico”, en 2016 “NLS” y estamos tratando que en 2018, salga este disco que estamos grabando ahora. No es fácil, tenés que meterle mucho. Estás tocando el disco que sacaste y ya estás empezando a componer otro porque te lleva un año armar un disco, y un año grabarlo, más o menos. Esa es la forma de mantenerse en el ruedo y de mantenerse motivado, porque si no, te dedicás o a tocar en boliches o esperar que te salga algún show medio grande, y en ese tiempo tenemos que tratar de estar generando material para seguir trabajando . La plaza en Uruguay es muy chica y hay mucha oferta en cuanto a bandas. Tocás cuatro ó cinco veces en Montevideo y ya lo saturaste porque la propuesta es grande y el mercado es chico. Entonces, hay que tratar de moverse para otro país, como hemos hecho, que hemos girado por Brasil y hemos tenido toques en Argentina, estamos tratando de ir un poco más lejos, de ir a Chile, México, algunos otros lugares y empezar a abrir la propuesta en algún otro lado. Es como una metodología de trabajo. Si la propuesta da que tenemos que sacrificar un año y no grabar un disco porque tenemos una gira armada o una punta de shows, bien; si no, el tiempo lo invertimos laburando, generar material para irle brindando a la gente.
La plaza en Uruguay es muy chica y hay mucha oferta en cuanto a bandas. Tocás cuatro ó cinco veces en Montevideo y ya lo saturaste porque la propuesta es grande y el mercado es chico. Entonces, hay que tratar de moverse para otro país, como hemos hecho, que hemos girado por Brasil y hemos tenido toques en Argentina, estamos tratando de ir un poco más lejos, de ir a Chile, México, algunos otros lugares y empezar a abrir la propuesta en algún otro lado.
¿Cómo va a ser el próximo show donde festejan los trece años de carrera?
Vamos a repasar todos los discos, vamos a hacer un set acústico y vamos a tirar un adelanto de lo que es el sexto disco con unos invitados de lujo, que van a formar parte de lo que es el sexto disco, también.
¿Cómo viene el sexto disco, en cuanto al sonido?
El sonido viene por el lado que toca Nameless, y es una propuesta diferente en cuanto a la trama del disco. Va a haber varios invitados, estamos haciendo un disco para disfrutar con amigos. Hay músicos conocidos, por ejemplo Frankie Lampariello, que los invitamos a formar parte del disco. No fue “che, Frankie ¿te cantás un tema?”. Fue “vení Frankie, vamos a laburar este tema contigo porque queremos que tenga tu sello en algún punto”. Viene por ese lado el disco. Queremos disfrutar a los amigos y a los grandes talentos que tiene este país y que, a lo largo de estos trece años, nos hemos juntado en escenarios, en eventos, en reuniones o, simplemente, que la música nos ha puesto adelante y queremos aprovecharlo.
¿En qué etapa está el disco?
Estamos en plena etapa de grabación. Esperemos que para fin de año el disco esté pronto. No sabemos en qué formato lo vamos a hacer, todavía lo estamos haciendo nosotros, seguramente saldremos a buscar un sello cuando esté pronto o será on line. Todavía no sabemos cómo vamos a hacer eso, pero, tenemos la intención que para este año esté pronto.