La familia de Juan Wauters emigró de nuestro país, en el año 2002, radicándose en New York, donde a finales de la misma década, él comenzó su carrera como músico. Con un estilo muy particular, alternando canciones en español e inglés, y una lírica simple, pero no por ello carente de contenido, se fue haciendo un nombre no sólo dentro de su circuito local sino, también, en nuestro país y otros de la región. Actualmente, se encuentra presentando las canciones de sus dos álbumes lanzados este año, “Introducing Juan Pablo” y “La onda de Juan Pablo”, en distintos países de Sudamérica. A pocos días de hacerlo en nuestro país, los próximos viernes 20 y sábado 21, a las 23 hs, en Inmigrantes (J. Paullier esq. Guaná) y entre ensayos para sus presentaciones en Argentina, conversamos con él vía telefónica.
Por Liber Aicardi
¿Hay una escena musical de la que puedas decir que te sentís parte?
Yo surjo en un circuito en Nueva York, específicamente, hacía muchos conciertos en el condado de Brooklyn, desde la época de finales de los 2000. En esa época yo era una persona que tocaba únicamente ahí, era parte de esa escena. Pero, por suerte, se han abierto puertas para que toque en otros países, entonces, ahora, lo mismo que hacía en Nueva York, lo hago a proyección internacional. Ahora mismo, no pertenezco a ninguna escena, podría decir, porque ya estoy en un constante viaje, porque estoy en una época de mi vida que puedo vivir en diferentes lugares y, todavía, llevar lo mío dentro de mí.
¿Te sentís, de alguna forma, extranjero en todos lados?
Un poco porque hubo una época en la que yo me sentí como que no era local, porque soy inmigrante, mi familia emigró para Nueva York cuando yo era chico, entonces, un poco, fui desterrado. Y en Uruguay, me siento un poco extranjero, también, porque hace años que no vivo ahí. Entonces, como que dejás de pertenecer a un lugar únicamente y las raíces las llevás adentro y no tanto afuera.
De todas formas, en algunas de tus canciones afloran el candombe y la milonga ¿Es esta una manera de exteriorizar tus raíces musicales?
Siento que la música es una proyección de lo que he escuchado en mi vida. Yo me crié escuchando música uruguaya o de la zona, o lo que era conocido en Uruguay en los ’80s y ’90s. Eso es música que toda mi vida escuché y que me encanta y, seguro, que se mezcla en la música que hago yo. También es la añoranza y la nostalgia del emigrante que mira la música de su país desde lejos. Pero, si estoy escuchando otro estilo que podía no ser uruguayo o neoyorkino como la canción francesa, por ejemplo, seguro voy a ser influenciado por la canción francesa, la música clásica, el jazz o lo que sea.
Este año publicaste dos álbumes “Introducing Juan Pablo” y “La Onda de Juan Pablo” ¿Qué cosas los diferencia además de que uno es cantado en español y el otro, además, tiene temas en inglés?
Las canciones que salieron en “Introducing Juan Pablo” son canciones que yo escribí en una época en la que no estaba saliendo de gira. Entonces, yo estaba más recluso, como más ermitaño, me quedaba de la puerta para adentro y no estaba haciendo tantos conciertos ni saliendo de gira. Entonces, grabé canciones sin ningún propósito y la idea era grabar canciones sin tener que pensar por qué las estoy grabando. Simplemente disfrutar y hacer una colección de canciones sin tener que salir a tocarlas, ni salir a promocionar un disco. Por eso tiene otro estilo ese disco. Lo grabé en 2016 y no lo quise sacar en esa época porque me estaba reservando un poco. Es una colección de canciones, nada más. Y en el segundo “La onda de Juan Pablo” lo compuse en 2017, lo empecé a grabar en 2017 y lo terminé de grabar a principios de 2018. Este es más como lo que soy ahora: la onda de Juan Pablo. El otro es como “qué pasó antes”, algo así, pero la gente, en general no lo percibe eso.
Hubo una época en la que yo me sentí como que no era local, porque soy inmigrante. Mi familia emigró para Nueva York cuando yo era chico, entonces, un poco, fui desterrado. Y en Uruguay, me siento un poco extranjero, también, porque hace años que no vivo ahí. Entonces, como que dejás de pertenecer a un lugar únicamente y las raíces las llevás adentro y no tanto afuera.
En cuanto a tus canciones, tienen una lírica urbana y abordás temáticas sobre el hombre moderno, digamos ¿Es algo que te preocupa especialmente el modo de vida actual?
Sí, yo soy un poco eso, es la vida que he sabido vivir y, también, nos veo a las personas en el mundo como en el sufrimiento del que se habla en las canciones. Siento que mucho de ese sentimiento, lo he vivido en carne propia y lo veo reflejado en las personas que me rodean en todas las ciudades en las que he estado. Como que la gente está indignada, con frustración, es el sufrimiento del ser humano del que toda la vida la gente ha escrito sobre eso.
A la vez, lo hacés por medio de un lenguaje sencillo pero profundo, contundente. Canciones como “Un buen día será”, “A volar” o “Mi vida” tienen un mensaje “pesado”, por definirlo de alguna forma…
(Se ríe) Sí. Es que, como te digo, son las cosas que me han tocado vivir a mí y, además veo a mis contemporáneos lidiar con eso a diario. Pero, también, en esos temas que comentás, también, existe la felicidad; coexiste la felicidad con la tristeza.
Como “a pesar de todo, vamos a buscarle la vuelta igual” ¿no?
Sí, algo así. Todos sabemos que está todo cagado, en realidad (risas). Y lo de la simpleza es porque, en realidad, es la idea de que todo el mundo pueda entender de qué se trata el tema. Hay cantantes más complicados que hacen que solamente algunos entiendan y mucha gente queda por fuera del chiste. Quiero que sea básico e inclusivo.
Siento que en la música que vengo haciendo, lo más importante, para mí, es la canción, entonces, todo lo demás acompaña la canción. Nada extra, nada de menos. Siento que, si en la grabación le meto muchas cosas, le sacan la atención a la canción y al mensaje final que quiero que tenga.
Lo mismo pasa con la instrumentación, generalmente no hay más de dos tres instrumentos, además de la voz.
Siento que en la música que vengo haciendo, lo más importante, para mí, es la canción, entonces, todo lo demás acompaña la canción. Nada extra, nada de menos. Siento que, si en la grabación le meto muchas cosas, le sacan la atención a la canción y al mensaje final que quiero que tenga. La instrumentación la trabajo alrededor de eso. Es algo que estoy aprendiendo porque todos los discos que publiqué hasta ahora fueron producidos por mí, son ideas artísticas que he tomado yo. Nunca he contribuido con un productor o productora. Esa es mi elección, a mí me gusta que sea así la música, pero, estoy seguro que en algún momento cambiará.
“Blues chilango” me remite a “Mañana del abasto”, de Sumo, en cuanto a la visión del extranjero, incluso hasta en el saxo ¿Habías notado esa asociación entre ambas canciones?
Qué bueno que hablaste de eso porque nunca lo había pensado. Pero me encanta ese tema pero soy un gran admirador de Luca como compositor y letrista. Qué loco… la verdad que es una buena conexión que no la había hecho pero estoy seguro que me influenció mucho. Me encantan esas frases que tira en esa canción. En realidad, en esta canción yo estaba tratando de mandarle un saludo a través del arreglo musical a Juan Gabriel. Cuando vino el saxofonista a grabar el solo le mostré una canción de Juan Gabriel y le dije “quiero que suene más o menos parecido a esto”.
¿Cómo tomás la buena recepción que tenés cada vez que venís a tocar a Uruguay?
Es muy especial para mí, es un sentimiento muy fuerte. Antes de ir tocar en Uruguay, tenía una pequeña ansiedad porque yo nunca había tocado allá. Por más que soy un músico uruguayo por el mundo, yo, como músico, surjo en Queens, entonces, te lo juro que nunca pensé que algún día iba a tocar en Uruguay. Cuando empecé a tocar no lo veía como una posibilidad. La verdad, ser aceptado se siente súper bien. Yo sé que en Montevideo, los músicos se conocen entre sí y yo soy, también, el uruguayo que no ha estado tanto ahí, entonces, como que recién ahora me estoy empezando a codear con mis contemporáneos del ambiente y colegas de la música. La verdad es que me siento súper bien recibido…es difícil de explicar porque, a pesar de que yo tomo el cariño hacia la música, me concentro más en proyectar el espectáculo desde mi punto de vista. Me encanta que a la gente le guste.