Fer O-Smith: “La identidad musical que quería tener es la que tengo ahora”

A fines de julio pasado vio la luz “Morir en el 2006”, el segundo álbum de Fer O-Smith, un trabajo donde la cantante y compositora se sumerge en diversos matices del rock & pop, al tiempo que logra afianzar un sonido de banda más allá del carácter solista del proyecto. Todo esto enmarcado en una lírica personal que, a la vez de irónica, culmina de cerrar su identidad artística.

El próximo viernes 15 de setiembre, a las 21 hs. en Magnolio Sala, Fer presentará oficialmente en vivo su reciente lanzamiento en una noche donde, además, repasará temas incluidos en su debut “No más lobby” (2020), disco por el que fuera nominada a los Premios Graffiti en la categoría Mejor Artista Nueva.

A propósito del show, conversamos con ella sobre el proceso de “Morir en el 2006”, de la consolidación de su banda y del cambio en las tendencias musicales, entre otras cosas.

Por Liber Aicardi

Foto:Difusion

¿Cómo fue el proceso del álbum “Morir en el 2006”?
Me pasó con algunas canciones que ya las tenía y no las elegí para “No más lobby”, que fue mi primer disco, porque sentía que todavía no estaban. Las canciones van madurando y van teniendo un momento e, incluso, van mutando y llega un momento que decís “¡ahora sí, está!”. Entonces, me pasó con un par de ellas, otras sí, son re actuales. El proceso fue largo porque, si hay algo para lo que yo me tomo tiempo es para toda la parte de composición, más la grabación que es eterna, y así todo. Pero creo que se acortó bastante, a diferencia de mi primer disco, porque cuando elegimos, junto a la banda, todos votamos lo mismo de grabar todos juntos, a la vieja escuela, en una sala, en el estudio Aural de Pablo Soiza, todos grabando al mismo tiempo, como hacían las bandas de rock de antes.
En lo que fue la producción en sí, estuvimos un buen rato. Yo me tomo el tiempo para los coros también, y en los arreglos. Siento eso que soy como anti fugaz en la música que hoy que nos venden y que todo es tan fugaz. Me parece que se hace la música de una forma muy rápida, pero porque tampoco perdura. Yo quiero hacer algo que quede ahí y, por eso, me tomo pila de tiempo. Yo jugué mucho con todo eso de la vieja escuela e, incluso, elegí hacer un disco y no singles.

Y en referencia a “No más lobby”, ¿cómo ves este segundo disco?
Me encanta esta pregunta porque, en realidad, el primer disco para mí es como el primer amor, que no se olvida. Fue hermoso, pero me pasó que, luego de terminado el disco, yo escuchaba una solista. A nivel sonoro era una solista y, ahora, se escucha una banda y la identidad que yo quería tener es la que tengo ahora con “Morir en el 2006”. Tuve que pasar por “No más lobby” para conseguirla, porque también me dio esta banda consolidada que tengo hoy. Si no hubiera tenido ese material, no me hubiera unido a la gente a la que me uní como lo hice.
“No más lobby” era como un disco más de sesionistas. Eran mis canciones, que va a grabar tal y tal. La producción es un despelote, porque fue con Pedro Alemany que es tremendo, pero me quedaba eso de que me faltaba mi identidad, lo que yo quería mostrar como artista y que, como tal, no lo había podido lograr, digamos.
Digamos que hubo un proceso de maduración tmabin de la banda como para llegar a lograr esto que mencionás.
Claro, empezamos a tocar los temas del primer disco, que ellos todavía no estaban integrados al proyecto, pero cuando empezamos a tocar el primero como que ahí ya hubo una cosa que se fue dando natural y que encontré todo el equilibrio que quería, porque aparte Germán Rodríguez, el bajista, él es muy del palo del metal, entonces, me encanta que la sonoridad grave sea contundente. Entonces él le ponía esa parte. Tote (Tote Fernández, baterista) te puede tocar lo que sea y Diego (Diego Bonomo) le dio como esa magia. Es un guitarrista al que yo admiro pila porque tiene esas sutilezas, ese buen gusto de hacer arreglitos sutiles, pero que se terminan convirtiendo en leitmotiv. Entonces, tenía todo los colores que quería en cada uno y eso está tremendo.

Contame del concepto que manejás de “la ironía de lo dpresivo”.
En realidad, como hice en “No más lobby”, elijo esos títulos fuertes. También tenía esa ironía en el título. Ese es un disco que también habla un montón de la depresión y, entonces, vos te encontrás con un material que decís «al final ¿se está burlando, se está riendo o está tocando el tema de la depresión?”. Es esa mezcla que, a veces, cuando me dicen que no me entienden, digo “The Cure es súper oscuro, pero en realidad, los tipos de oscuro no tiene nada”, o sea, las canciones son súper alegres, es como una mezcla irónica. Eso soy yo. or eso, también, me identifico con The Cure, por ejemplo. Porque siento que hay una estética que me representa. Y ahora, con el tema “Morir en el 2006” me pasó también que, como el estribillo o el mensaje principal dice cosas como re positivas, porque en realidad es una celebración a la música de antes, “nacer en los 70’s, crecer en los 80´s …”. Pero termina todo mal al morir en el 2006. En realidad, no es que quiera estar muerta, pero tiene esa ironía de deprimirme al ver cómo la música fue perdiendo calidad.

Me parece que ahora se hace la música de una forma muy rápida, pero porque tampoco perdura. Yo quiero hacer algo que quede ahí y, por eso, me tomo pila de tiempo. Yo jugué mucho con todo eso de la vieja escuela e, incluso, elegí hacer un disco y no singles.

¿Por qué elegiste puntualmente el año 2006 como quiebre?
Por un lado, a la rima le quedaba bien, pero hay algo, obviamente, que entre el 2003 y 2006 yo me quería centrar porque siento que es en ese tiempo bisagra que surgieron un montón de cosas que ya me daban la pauta de que la música se iba a la mierda. Por poner un ejemplo, “Gasolina” de Daddy Yankee; yo estaba mirando MTV, venía viendo un montón de buenas bandas. Me acuerdo que en los principios de los 2000 había, todavía, mucho rock, todavía estaban saliendo ese tipo de bandas alternativas tipo Paramore y otras bandas que a mí me gustan, pero también estaban las bandas emo, me acuerdo, que habían salido. Hasta ahí, todo bien, y un buen día, haciendo zapping en TV, ¡pum! “Gasolina”. Y ahí no paró, vino para quedarse. Para mí es un poco denigrante todo, musicalmente, lo que se muestra, cómo se muestra a la mujer, también. Es como que toda una denigración total y dije “listo, no le queda mucho al rock”, pensaba.
Igual, no estoy de acuerdo con eso de que el rock está muerto. Ni en pedo, pero no es lo que a la industria le interesa, eso seguro. Así que me terminé tirando por 2006 por cómo sonaba, nada más. Pero, es más o menos para para mostrar el declive musical que fue más o menos por ahí. Igualmente, todo eso de que la música se fue al carajo, obviamente, es lo mínimo de lo que quiero decir. Como te decía, es más de querer levantar a lo de antes que aplastar a lo de ahora, porque siento que sí, hay buena música hoy y lo que pasa es que no es la que la industria nos brinda. De hecho, si no pienso así, entonces mi música también es una mierda.

Repasando tu carrera me llam la atención el tiempo que tardaste en lanzarte con un proyecto propio. ¿A qué se debió?
Sos el primero que me lo pregunta (se ríe). Es que lo primero que pongo cuando armo mi biografía es que tengo 15 años de trayectoria, que es un montón para recién ahora haber hecho mis canciones. Y lo que me pasó a mí es que, primero, siempre estuve para los demás. La idea, primero era estar en una banda, ya ni siquiera sabía que podía componer. Estaba recién en ese desarrollo como artista, pero siempre estuve en ese lugar de estar para la banda de alguien más, en el lugar de intérprete. Como que me había olvidado de que yo también podía hacerlo y me parecía que era un montón, todo eso de armar las maquetas, etc. Y, después, una cosa importante es que nunca tuve computadora, entonces, siempre precisaba de alguien más, porque sí, tengo ideas, pero las tengo grabadas en el celular. Cuando estaba estudiando producción musical, me vino como eso de “necesito aprender aunque no tenga computadora en casa, necesito la herramienta para saber”, porque ya me estaba picando ese bichito de tener canciones y no estar haciendo nada con ellas. Me pasaba eso, que para mí era más fácil ir a una banda donde ya estaba todo armado, pero siempre tenía como esa alarmita de que yo lo podía hacer. Entonces, no quería que me volviera a pasar eso, pero hubo también una pausa que fue cuando me fui a Irlanda y siento que ahí nació la verdadera compositora, inspirada en todo lo que estaba viendo y viviendo. Y fue tal cual. Volví de Irlanda dispuesta a grabar esas maquetas. Empecé pidiendo ayuda, pero ahí se fue dando todo como medio natural, cuando querés acordar lo hacés.

Un buen día, haciendo zapping en TV, ¡pum! Gasolina de Daddy Yankee. Y ahí no paró, vino para quedarse. Para mí es un poco denigrante todo, musicalmente, lo que se muestra, cómo se muestra a la mujer, también. Es como que toda una denigración total y pensaba ‘listo, no le queda mucho al rock’. Igual, no estoy de acuerdo con eso de que el rock está muerto. Ni en pedo, pero no es lo que a la industria le interesa, eso seguro.

¿Te costó hacerte un espacio en el circuito?
(Piensa) En realidad, no sé si tengo mi lugar hoy…

Entonces, la pregunta sería ¿Te está costando hacerte un lugar?
Yo creo que hay que hacer cosas. Siento que si hay cosas que se demoraron fueron por mí, por mi propia responsabilidad. Por ejemplo ¿viste que te hablé de que en el primer disco hay varias canciones que tocan el tema de la depresión? Yo siento como que no estaba bien y una vez que empecé a estar mejor, a sentirme mejor, las cosas fueron llegando, como eso de la ley de atracción. Yo estaba mejor y las cosas iban como surgiendo solas. Obviamente, que cuando estás mejor, también, hacés más porque estás mucho más activada para hacer cosas. Después, eso del lugar, eso de llegar, para mí son palabras que trato de no meterlas en el speech porque eso de llegar… yo digo ¿a dónde?

También “llegar” puede ser distintas cosas.
Exacto, para mí yo ya llegué, porque cuando escuché el disco terminado fue como decir “dejé mi obra y va a estar ahí para siempre”. No importa lo que pase, eso era lo que yo quería. Por eso, si es así, llegué. Si es llegar a un reconocimiento, la verdad, siento que no, que no tengo un reconocimiento como me gustaría. Eso sí, quedé nominada a los Graffiti con el primer disco, eso rozó ese sentimiento de reconocimiento. Pero siento que falta, me falta un poco. Eso es lo más sincero que te puedo decir.

¿Cómo viene el show de presentación de “Morir en el 2006” en Magnolio?
Bueno, el show se viene en grande. Lo vamos a hacer full band, obviamente, pero además vamos a tener invitados. Va a estar Valentina Estol en la flauta, que fue la que grabó en el tema “Tu desorden personal”, que es una genia, va a estar Paco Pintos, el bajista de La Triple Nelson, va a estar Pablo Soiza, el guitarrista de Dr. Rocka, y Noe Santana. Noe es una artista que me encanta lo que hace y siento que hay bastante conexión con lo que ella muestra como artista.

Va a haber momentos eléctricos y, también, alguna cosita más acústica, íntima. Me encanta generar esas cosas en los shows. Además, la sala Magnolio es relinda, re cómoda, suena re bien, así que no hay nada por lo que tenga que salir mal.

Las entradas para el show de Fer O-Smith en Magnolio Sala están a la venta a través de Tickantel.


Foto: Difusion
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