Cimarrón: Heavy Metal salteño que rescata leyendas y mitos de tierra adentro

#DesdeAdentro

César García y Álvaro Castañé gestaron Cimarrón a fines de 1998 en la ciudad de Salto, una banda de heavy metal criollo fiel al estilo de un fenómeno cultural que reúne a miles de personas en nuestro país y que, más allá de la música, se propone como una forma de vida. La banda cuenta con temas de su autoría que tratan sobre vivencias e historias de su tierra natal y temáticas sociales. Su trayectoria de más de veinte años les ha permitido ganarse un espacio en el libro “Fuerte y Claro” (Historia del Metal en Uruguay de Fernando Soria, 2018) como grupo referente del metal del interior del país y un reconocimiento de la Asociación Salteña de Músicos y Afines por su trayectoria y aporte a la cultura del departamento. Del mismo libro se extrae este dato: Uruguay es el segundo país de Sud América con más bandas de metal per cápita.
Recorriendo un camino firme y constante han llevado su sonido a varios rincones del Uruguay y participado en shows junto a referentes del metal y rock nacional como Rey Toro, Pecho e’ Fierro y Herrumbre así como compartieron escenario junto a Serpentor y Almafuerte en sus shows en Argentina.
En el año 2012 lanzaron su primer disco de sello independiente, “Metal del Interior”, el cual fue reeditado este año 2021 donde remasterizaron todos sus temas e incluyeron dos cortes inéditos “Hombre errante” y “Lo que veo y siento”. Acaban de presentar el segundo videoclip oficial de la banda del tema “Un perro llamado Gaucho”. Conversamos con César a propósito de verdades y certezas a lo largo de estos veintitrés años.

Por Andrea Villar Miravalles

Cimarrón canta ¨Las vueltas de la vida te abrirán los ojos a la verdad¨. ¿Con que certezas cuentan luego de más de veinte años militando el género?
Con Cimarrón militamos el género del heavy metal desde hace más de veinte años como fenómeno cultural y forma de vida. Una de las certezas que tenemos en este camino es que, cuando uno hace algo de corazón, se siente un gran orgullo al saber que a alguien le gusta lo que hacemos. Cuando uno cree en lo que hace y brinda su arte de forma sincera, cosecha lo que siembra: experiencias de vida, amistades, encuentros y recorridas. Por todos lados donde hemos ido hemos hecho amigos en esta trayectoria a la que seguimos apostando
Este género es difícil de llevar adelante, sólo se sostiene y se entiende desde la pasión y el apoyo del entorno, aún sabiendo que no va a ser nunca un proyecto sustentable.
Otra certeza es que hay hilo para rato y pese a la situación actual esto no se termina.

¿Se imaginaron en sus inicios llegar a mantenerse juntos por más de dos décadas?
Cimarrón nace de la separación de Genética, una banda que teníamos con Álvaro a fines del ‘98, cuando decidimos apostar por composiciones propias. La dificultad para generar material original sin presupuesto ha hecho que contemos al momento con un sólo disco de estudio que hemos re editado. Seguimos juntos porque más allá de ser una banda, hay amistad y apoyo del entorno y de nuestras familias que entienden que esto es una pasión que va a morir con nosotros. Cuando te das cuenta pasaron veinte años y acá seguimos, haciendo lo que nos gusta.

¿Desde dónde surge la idea de hacerle una canción a «Gaucho» un perro al que el pueblo de Durazno le rinde homenaje?
La idea de hacer una canción a Gaucho surge de la impronta de componer sobre temas nuestros, lo tradicional, lo uruguayo ya evidenciado en el nombre de la banda.
Al igual que cuando compusimos «Lobizón» o «No Olvido de donde soy», buscamos entre historias, leyendas y tradiciones locales inspiración para nuestras composiciones.
Indagando llegué a conocer la historia del perro Gaucho, una historia real que habla de fidelidad, de amistad y cariño que se ajustaba perfecto al nombre de la banda. Me encontré con este relato buscando inspiración en historias reales. Tengo otras pendientes sobre leyendas, mitos, relatos y payadas heredadas de ser hijo de gente de campo. Me informé un poco más y supe sobre el reconocimiento del pueblo de Durazno y de allí surgió la letra, y con esos arpegios con guitarras criollas del inicio se lo mostré al resto de la banda y entre todos le dimos forma.

Grabaron el video del tema viajando a Durazno para realizar tomas con el apoyo de muchos allegados a la banda y público que los siguió. ¿Como fue esa experiencia?
Cuando grabamos esa canción se hizo un lyric video para mostrarlo en el momento, pero nos quedó siempre pendiente hacer un buen video cuando se tuvieran los recursos, ya que es un tema que tiene su anclaje en la realidad. Aprovechamos la pandemia y la baja en las presentaciones para hacer las tomas de la banda tocando y nos quedaba pendiente viajar a Durazno y a Villa del Carmen. Con la colaboración de amigos del entorno de la banda juntamos para la nafta y en un domingo fuimos hasta Durazno hicimos las tomas y volvimos. Estuvimos más horas en el auto que en las localidades que visitamos. Quedamos muy conformes y agradecidos con todos los que nos apoyaron y nos dieron una mano.

Durante los años ‘90 la escena uruguaya del metal se fue forjando lentamente. En retrospectiva, ¿cómo ven la evolución de la escena en nuestro país?
En nuestra época adolescente existía una gran movida metalera en Salto, organizábamos muchos shows under y nos presentábamos en ciudades cercanas. Desde esa época todo fue cambiando, no hubo otras bandas del género que perdurasen en el tiempo.

Entendemos también que hay un antes y un después de internet que permitió que los que no teníamos acceso al circuito capitalino pudiéramos mostrar que hay música en el litoral. La escena creció y permitió que saliéramos a tocar afuera y que traigamos bandas de otros lugares para compartir escenario como Chopper, Reytoro, Herrumbre y Pecho e’ Fierro dentro de otros pequeños gustos personales que nos sacamos.
Hay que seguir apostando, es una escena relativamente pequeña pero fiel. Cada seguidor de la banda se mueve con nosotros a donde vamos. La fraternidad entre metaleros te renueva siempre.

Cada año en Salto se realiza el FeNaPES Metal organizado por la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria. ¿Cómo se gesta este vínculo con la Federación Nacional de Profesores de Educación Secundaria?
Cada año en co producción con FeNaPES generamos este evento con el plan de apostar a la cultura y dar a conocer otros estilos más allá de lo ya establecido y dominante en la región. Estamos muy agradecidos por contar con ese apoyo institucional y esa apuesta al metal, un género no masivo como si lo es la música tropical, que en nuestro departamento funciona por sí misma y se sostiene. Esa mano que nos dan permite que se genere este evento en forma anual con bandas locales y de otros departamentos (y de Argentina) aportando nuestro granito a la escena metalera.

Acaban de reeditar su disco Metal del Interior y están saliendo a difundirlo.
¿Con que se están encontrando? ¿Como está siendo la repercusión de esta reedición?

A fin de año 2020 Homero Techera (del sello Kissero Distro) de Montevideo nos plantea re editar nuestro disco, una idea que veníamos posponiendo desde hace tiempo, distribuirlo y darlo a conocer. Cuando llegó el momento de hacerlo decidimos que merecía ser remasterizado ya que se había grabado en forma independiente. Le dedicamos un tiempo a re escucharlo, renovar los sonidos de la guitarra, pulirlo y darle un nuevo aire. Regrabamos algunas voces y mejoramos la calidad de sonido trabajando sobre las tomas originales.
Cuando salió el disco en 2011 habían quedado un par de temas en el baúl y ahora los incluimos por eso esta reedición salió con dos bonus tracks inéditos ¨Lo que hoy siento¨ y ¨Hombre Errante¨. También incluimos un arte de disco como en su momento no lo pudimos hacer. Lo que resta es cuando salir a tocarlo, con los temas extra y nuevos temas que van a formar parte de un nuevo trabajo. En este momento Cimarrón sigue ensayando y terminando temas nuevos como la ¨Leyenda de la Luz Mala¨ y tenemos ya una invitación de la Asociación Salteña de Músicos y Afines para hacer un show con aforo reducido a la brevedad.

CIMARRON
César García – guitarra
Alvaro Castañé – voz y Bajo
José Menécez – batería

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