Chole Giannotti publicó hacia fines de 2019 “Sólo cosas buenas”, su segundo trabajo como solista y primero luego de la separación de Abuela Coca, tras más de veinticinco años de trayectoria. El álbum conceptual, refleja el proceso personal del músico representado en un ciclo solar. Coincidentemente (o no) y emergencia sanitaria mediante, debió transcurrir otro ciclo solar desde la edición del álbum hasta la presentación oficial en vivo que se llevará a cabo el próximo viernes 4 de diciembre, a las 21 hs, en Sala Zitarrosa. La apertura del show estará a cargo de la banda Martes 13, de la cual Chole es productor artístico, y a propósito del recital, conversamos con él.
Por Liber Aicardi
¿Cómo fue el proceso de “Sólo cosas buenas”?
Fue todo en un año, por eso traté de hacer esa comparación con los solsticios y equinoccios de las estaciones con los estados de ánimo pasando por las subidas y bajadas, las luces y las sombras. Y como motivo el “sólo cosas buenas”, que no podés quedarte ni en la sombra mucho tiempo ni en la luz mucho tiempo, sino buscar el medio y siempre con un pensamiento positivo para poder salir adelante. Me ayudó mucho “Sólo cosas buenas”, básicamente es un disco que nació de la separación de mi pareja. El primer disco solista había nacido del nacimiento de ese amor y de nuestro primer hijo. Y en este segundo pasa eso, todo lo que vive esa persona hasta salir adelante, lo reflejo y lo comparo con las estaciones del año. En nuestro caso empezamos con un gran verano, entonces el personaje va pasando por eso. Es una obra conceptual, vos vas escuchando desde al primero hasta el último tema y te va llevando por distintas situaciones.
¿Cómo trabajaste ese concepto?
Fue algo como natural. Yo trato de ser una antena en las composiciones. Me gusta mucho la espontaneidad y, a veces, las canciones salen no sé de qué lugar, bajan y se sueltan. Y eso fue lo que sucedió: veía que yo estaba contando todo el reflejo de mi cotidianeidad y hacía una gran comparación con eso porque era increíblemente parecido a las luces del verano y las sombras del invierno lo que yo estaba sintiendo. Y a mí encantó hacerlo así, yo quería hacer una obra integral, algo que se está perdiendo. Esto es a la antigua o como le quieras llamar, pero, sobre todo tiene un valor de la obra en sí, desde la gráfica que lo representa hasta la música que la escuchás y lo sentís reflejado también.
Más allá de lo que decís de las luces y sombras, hay un espíritu que positivo se mantiene más allá de los climas.
Exactamente. Y eso es la forma de vida. Me parece que es algo en lo que tenemos que seguir educándonos. Nosotros somos nuestro propio veneno o nuestra propia cura. A veces la culpa es de uno por influenciarse negativamente y esa es mi gran bandera de vida, es la forma de pensar la vida desde siempre. Yo soy una persona bastante optimista y siempre le busco lo positivo. Y funciona, porque vos te cargás de esa energía positiva. Si te quedás en el piso, vos mismo te vas apagando y uno mismo es el que tiene la fuerza para levantarse.
Yo considero que mi estilo es ecléctico. Encontrás de todo, siempre fue así. En Abuela Coca, hasta en una canción encontrás de todo y siempre quiero identificarme en ese estilo porque me siento bien siendo parte del mestizaje del rock y me identifica mucho ese salpicado, esa licuadora. Es más, incursioné en baladas que no es un fuerte mío, pero, también me parece que hay que renovarse, que hay que investigar, hay que ser temerario y es lo que hice en el disco.
“Sólo cosas buenas” es un disco musicalmente variado, quizás no tan mixturado dentro de cada canción ¿Eso responde a un búsqueda de un estilo propio?
Yo considero que mi estilo es ecléctico, encontrás de todo, siempre fue así. En Abuela Coca, hasta en una canción encontrás de todo y siempre quiero identificarme en ese estilo porque me siento bien siendo parte del mestizaje del rock y me identifica mucho ese salpicado, esa licuadora. Es más, incursioné en baladas que no es un fuerte mío, pero, también me parece que hay que renovarse, que hay que investigar, hay que ser temerario y es lo que hice en el disco.
Acá está bien definido en cada canción. Es decir, los temas reggae son reggae, los rockeros son rockeros, incluso el tema “Fiesta buena” que es un tema bolichero es netamente bolichero…
Son las estaciones del ciclo. Si vos lo ves, empieza con un reggae que es el verano, pasa a un otoño, después un invierno con esa balada que es cruel, parece una tormenta… después, va saliendo a una primavera y, después, vuelve al verano con el tema bolichero. Justamente quise dar esa sensación de todo un año solar como consecuencia de lo que yo estaba viviendo y de lo que yo estaba escribiendo.
También es tu primer disco solista luego de la separación de Abuela Coca ¿Esto lo hace distinto al primero?
Para mí, esto es un volver a empezar y es un continuar al mismo tiempo. Es un nuevo artista que tiene una trayectoria con una banda que dejó de ser. Y, obviamente, el primer material después que la banda dejar de estar activa es muy observado y, también, tiene la carga que tiene que ser la propia competencia de lo propio que dejó y el nuevo artista, Chole, que sale con nuevo disco solista que es una producción donde vos te encargás de todo. En la Abuela Coca, yo era parte de un colectivo en el cual componía algunas canciones y entre todos hacíamos la composición y el resultado de todo eso era el sonido Abuela Coca. En este caso la composición es mía, los arreglos míos, obviamente que el músico puede aportar pero, al final todo pasa por mí. En este caso, que es el disco después de la Abuela Coca, es más importante todavía porque tiene que estar al mismo nivel que tenía lo anterior.
El riesgo es una cosa que tenés que pasar pero vos tenés que ir hacia tus sueños. Yo estoy viviendo un sueño. Yo, cuando era adolescente quería hacer una banda y vivir de la música y se logró, y he transitado ese camino más de la mitad de mi vida y mi familia vive también gracias a ese sueño que se hizo realidad.
¿Sentiste ese peso de estar a la altura?
Lo que sentí, más que un peso fue la libertad de poder expresarme con algunas composiciones que mantuvieran la esencia “coquera”, cosa que en con el primer disco, al estar activa la banda me mantuve al margen. Pero, sí, me parece que el compromiso mayor es defender el disco y seguir en esta hermosa aventura que es la producción musical. El asunto es ahora, defender la obra. A mí, el reto me encanta y me parece muy importante porque es el progreso del artista, un artista estancado empieza no tener más que decir o a repetirse en sus composiciones. El riesgo es una cosa que tenés que pasar pero vos tenés que ir hacia tus sueños. Yo estoy viviendo un sueño. Yo, cuando era adolescente quería hacer una banda y vivir de la música y se logró, y he transitado ese camino más de la mitad de mi vida y mi familia vive también gracias a ese sueño que se hizo realidad.
¿Qué es lo que más extrañás del trabajo de banda?
El colectivo lo que tiene de bueno es que te nutrís de los otros compositores. Abuela Coca no era sólo uno o dos compositores como se da en otras bandas, sino que había cinco o seis y cada año que pasaba, alguno más se animaba. El trabajo colectivo es quizás lo que se extraña más pero yo voy más a lo personal: la familia que se formó en los veintisiete años de la banda, hacer giras por distintos países y esto que es un volver a empezar, sobre todo le estoy poniendo mucha atención y trabajo al show en vivo, al armar una banda homogénea que pueda representar el sonido del disco en vivo.