Capítulo 3

#SoyFan

Porque todos los que estamos en la música: artistas, periodistas, managers, agentes de prensa, productores, sonidistas, plomos y público, ante todo, somos amantes de la música. Porque todos y cada uno de nosotros, tenemos nuestra banda o artista favorito; algunos compartidos con la masividad, otros de culto y hasta placeres culposos. Porque todos, alguna vez nos paramos frente al espejo, con un cepillo como micrófono, imitando a nuestro cantante favorito, tocamos el mejor solo con una guitarra de aire o aporreamos la batería con un par de lapiceras Bic. Por eso, en #SoyFan intentamos recuperar el Fan que todos los músicos llevan dentro, bajarlos del escenario y volverlos a meter en el pogo, a peludear o a hacer el ridículo cantando solo por la calle “enchufado” con los auriculares. En esta sección, les pedimos que nos cuenten su historia con el artista o banda de la que son Fans, además de hacer una selección, totalmente subjetiva de sus 5 temas fundamentales.

 

Leonard Mattioli de latejapride*


  • Foto: Davich Mattioli

  • En esta edición de #SoyFan, el protagonista es Leonard Mattioli, Selector/DJ de latejapride*, una de las agrupaciones pioneras del Hip-Hop en nuestro país, con 20 años de trayectoria. Antes del show que brindarán “los Tejos”, junto a Karma Man Kaya, el próximo miércoles 30 en Sala Zitarrosa, lo consultamos sobre su fanatismo en materia musical. Su respuesta inmediata fue Massive Attack, la banda originaria de Bristol, Inglaterra.

    Leonard recuerda haber escuchado a Massive Attack por primera vez en los años 90´s, época en la que se encontraba “colgado con otras cosas como House Of Pain, que eran más lineales”. “Entré en su universo sonoro por medio de los bajos gordos” afirma, aunque confiesa que “el tempo, al principio me costó, era lento, muy lento para mis cánones. Había algo que me atraía, como hipnótico, y a la vez me costaba bailarlo, y eso era un problema para mí. De la misma manera lenta que fue conquistándome, se fue cimentando una relación entre su obra y mis gustos futuros. La densidad de su sonido, el cuelgue con los pequeños delay, los detalles brillantes en un mundo opaco, los guiños a la percusión medio étnica, y los samples de canciones que nada que ver, pero que terminan alimentando está visión hiper urbana cuasi post industrial (no por el sonido, sino por las condiciones sociales donde nace)”.
    Además, destaca otros aspectos del sonido que lo fueron atrapando “hay detalles como samples de funk a los que le bajaron el pitch que al descubrirlos me explotó la cabeza, mismo. A eso hay que sumarle las baterías, Roland 808, 909, que suenan sintéticas, sin ninguna intención de parecerse a la gran batería rockera”.
    Leonard también nos reveló que “cuando aprendía a scratchear, pasaba un buen rato scratcheando sobre Massive Attack, porque es más dificil, y el contraste entre la tranquilidad que antecede a la tormenta y la fluidez del scratching me encantaba. Es un poco la ciclotimia de todo, lo que me atrae”.

    Los 5 temas que Leonard Mattioli eligió como sus favoritos de Massive Attack fueron los siguientes:

  • 1 – «Inertia Creeps». Con sus percusiones y sus raps en cámara lenta y un “sinte” que va aumentando, como si fuera una marea, las olas te golpean y golpean, le van quitando las aristas a la piedra. Sí, la piedra soy yo. Ese disco (Mezzanine de 1998) me hizo recorrer la historia de la banda.
  • 2 – «Daydreaming». Se desarrolla sobre una “bata” sampleada, donde un Massive Attack rapea, y una cantante de soul pone su magia. Y eso es constitutivo en esta banda: los invitados, unos invitados que son casi parte de la banda. Los Massive Attack son 3, pero invitan vocalistas que hacen suyas las canciones.
  • 3 – «Paradise Circus». Un tema relativamente nuevo, si tomamos en cuenta que esta banda viene moviéndose desde hace más de 25 años. La voz de la vocalista invitada (Hope Sandoval) choca con la gravedad de la base. Las percusiones son muy tupidas, llenas de apariciones que también juegan al contraste con los sostenidos de los “sintes” y el bajo.
  • 4 – «Man Next Door». En este tema canta el jamaiquino Horace Andy. Esta canción es todo lo que está bien. Simplemente así.
  • 5 – «Ritual Spirit». Empieza con una guitarra, una batería básica, y luego aparece un bajo que es una nota larguísima y profunda como un fiordo. La voz de Azekel (vocalista invitado) parece tener el peso de la historia negra sobre sus hombros.
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