En febrero pasado Alfonsina lanzó el single “Afuera del mapa”, dando comienzo al recorrido de “La Terrible Fe”, un álbum donde explora nuevos territorios en los cuales los elementos electrónicos tomaron dominio por sobre las guitarras y que se completará el próximo viernes 1° de diciembre cuando vea la luz su track N°8. Ese mismo día, la cantante, música y compositora se presentará en Magma Futura (Dr. Pablo de María 1011) a las 19:30 hs. con un concierto audiovisual que transitará por el mencionado trabajo culminando la experiencia inmersiva que propone para dar cierre a esta etapa.
A propósito de ello, conversamos con Alfonsina sobre su trayecto en los últimos años, que implicó, entre otras cosas, dejar de lado un proyecto, el obligado encierro, la maternidad y la salida a luz con un nuevo álbum, además de diversos planes para el próximo año.
Por Liber Aicardi
¿Cómo fue este proceso que termina en tu nuevo disco “La Terrible Fe”?
Hubo varios momentos distintos. Primero empecé a hacer colaboraciones con raperos, admiro mucho, tanto a los raperos como a algunos productores como LVZY, que hoy día es alguien con quien yo trabajo. Cuando yo escuché las producciones de LVZY, eran la mezcla de la música electrónica con la que yo había crecido y fueron una escuela para mí, con unas líricas súper llenas de giros inesperados y terminé yendo naturalmente por curiosidad creativa y, también, por afinidad personal, juntándome con gente como JT, que tenemos una colaboración, que es “Autopista” y es alguien que admiro mucho. Luego, en realidad, en la pre-pandemia, yo tenía un disco para realizar. Un disco, una gira, un disco que se llamaba “Mundo Nuevo» y empezó cuando largamos “Onírica” y largamos “Contigo». Todo eso iba a ser parte de este “Mundo Nuevo” que sentía venir y que sentía que estaba creciendo y que estaba llevando a cabo. Sin embargo, cuando llegó la pandemia, se cancelaron todos los planes. Las consecuencias del aislamiento también afectaron a la banda, terminamos cambiando bastante la banda y cambiando todo el equipo. Y, cuando quise acordar, me di cuenta de que me estaba auto presionando para generar un mundo nuevo que yo no estaba preparada para proponer. En realidad, yo estaba viviendo un mundo nuevo, pero tenía que ver cuáles eran sus reglas y cómo me iba a manejar en él. Yo no podía proponer, justamente, una semejante visión como la que tenía y que sentía. No la pude llevar a cabo. Eso lo arrastré durante un tiempo, como que no terminaba más este disco. Y en un momento lo solté.
Cuando vino la pandemia y arremetió la incertidumbre, arremetió la tristeza, arremetió para mí como artista mucho la imposibilidad, el límite cerrado y, también, me agarré Covid. Cuando sucedió eso, entonces, yo comencé con esto “suelto totalmente el control” y comencé con esta propuesta de pedir un beat por día a quien me lo quisiera mandar por Instagram y, a la tarde, devolver una canción. Entonces, para mí, era una forma de mantenerme a flote y de mantenerme activa y de sacar mensajes que movieran un poco la energía y, también, entrenarme, ¿no?
Porque no podía salir a tocar, no podía laburar, no podía muchas cosas, entonces dije “bueno, ¿qué puedo hacer? Pulirme, eso es lo que puedo hacer”. Entonces hice todas estas canciones que componen “La Terrible Fe», gracias a la colaboración de la comunidad, de las personas que me enviaron sus beats. Y como buen hijo del aislamiento, es un álbum de compu, mayormente. Creo que solo el último tema, que va a salir el 1 de diciembre, tiene algo de guitarra, pero no más. Y esto fue como la realidad de abrirme a lo que es la música, a lo que realmente estaba sucediendo, que es el gesto de abrirse a la vida y salir de la mente y abrirse a la vida con toda su complejidad, con su dificultad, con sus desvíos radicales. Subirse a eso a ver qué puedo dar.
¿Cómo sentís que fue la respuesta que obtuviste?
Todo eso depende de los demás y eso no me compete. Cuando hice un álbum, después no les gustó el siguiente, les gustó a otros, y después hice otro y les gustó a unos, pero a todos los anteriores no les gustó más, etcétera, etcétera, etcétera. Mi compromiso es con la autenticidad y, de esa forma, es un compromiso que yo planteo, y ofrezco lo que hago con todo el corazón agarrada de la mano del cambio, agarrada de la mano de la inspiración, de lo que esté sucediendo en ese momento. Y en cuanto a la respuesta… Como yo nunca fui un artista muy comercial, muy exitosa comercialmente, esa presión, digamos, es como que no la tengo. Puedo seguir explorando y, además, no tengo otra forma de ser, no puedo fingir tampoco que yo voy a seguir haciendo tal sonido o tal otro. Mi guitarra sigue estando y ahora va a reaparecer en el siguiente álbum que lo tenemos súper masticado con LVZY, pero no voy a repetir el sonido de un álbum. Eso, seguro.
Mi compromiso es con la autenticidad y, de esa forma, es un compromiso que yo planteo, y ofrezco lo que hago con todo el corazón agarrada de la mano del cambio, de la mano de la inspiración, de lo que esté sucediendo en ese momento.
Luego de que hiciste la convocatoria para que te hicieran llegar los beats, ¿cómo decantaron los temas hasta convertirse en los ocho que componen el disco?
La verdad es que elegía, como sigo eligiendo el disco, el que me hace sentir algo. Usualmente me mandaban dos beats por persona o alguno más, y elijo el que siento afinidad en el momento. Siento que ya empiezan a sonar las sílabas en mi cabeza y que me da una sensación en el pecho. Y a partir de ahí empiezo.
¿La reversión de “Rezo al Sol» fue por iniciativa tuya o a fue a raíz de una colaboración también?
Fue una iniciativa mía, porque “Rezo al Sol» ya la estaba haciendo así en vivo y me encantaba. Es una versión más íntima, un poquito menos explosiva que la original, que la siento más afín a lo que me interesa hoy día. Yo lo pienso como algo más meditativo.
¿Y en cuanto a la decisión de ir sacando los singles de a uno hasta llegar al tema N°8 que sale el mismo 1 de diciembre?
Sacar los temas de a uno fue debido a que, si vos sacás un disco hoy día, es muy difícil que se sienten a escucharlo. Se lo escuchan una vez, se eligen algún tema, se lo guardan y adiós. O sea, como que el tiempo de digestión que le va a dar la gente es un clic. Después, las canciones son muy distintas entre sí porque tienen distintos productores. Entonces, tiene todo el sentido sacarlos como singles. Y, también, fue como hackear del todo el sistema. Dije ‘voy a sacar todos los temas como singles. ¿Por qué no?” Cada vez que vos sacás un single, tenés la oportunidad de entrar a playlists, de estar en contacto con artistas que están haciendo cosas similares a vos. Cada vez es una, como te digo, es una iniciativa nueva, ¿viste?. Hoy día, el mundo internet necesita del estímulo. Entonces, yo doy un estímulo, aflojo, otro estímulo y aflojo, porque además a la gente, más de un estímulo no le da para absorber tampoco.
También, este nuevo trabajo tiene una propuesta integral con una parte audiovisual. ¿Cómo surgió esta unión entre lo musical y lo visual?
La cuestión de lo audiovisual es que, si tenemos a mano la oportunidad de expresar con más claridad el nivel de profundidad que tiene cada proceso, de lo que puede parecer, fue una manera de redoblar la expresión del espacio de la oscuridad, el espacio del no saber, el espacio de tocar el límite de una, de uno, el espacio de la depresión también, puedo decir. Una vez que llego ahí, digo “¿y ahora qué decisión voy a tomar? ¿qué voy a hacer para avanzar como ser humano desde estos escombros?” Y, si van a ver la instalación audiovisual de “La Terrible Fe” en Magma, van a entender mucho más el disco, porque es el trasfondo del disco, son los cimientos del disco, que yo siento, es un disco luminoso. Es un disco que está tratando de tirar para arriba y encontrar luz, está hecho desde la oscuridad, desde que esa luz no estaba fácilmente a la mano. Entonces, en todo lo que es la instalación, pusimos más el trasfondo y todo el proceso personal que hay adentro, dentro del coraje que hay que tener para vencer los obstáculos, para al final transitar la vida con toda su intensidad y aprender a respirar cuando hay terremoto.
En vez de que mi mente pueda imponer un mundo nuevo, en realidad yo soy la que estoy entrando a un mundo nuevo, porque no tengo ni idea cómo es. Y esa incertidumbre me dio muchísima humildad y me hizo aprender. Me hizo aprender de todos mis colegas que me enviaron música, y me hizo apoyarme sobre ellos y volver a cantar desde el corazón.
Los primeros versos de “Afuera del Mapa”, el tema que abre el disco, dicen “Siento que algo va a cambiar, no sé a dónde quiere ir”. Es un buen resumen del concepto ¿no?
Claro, como que el movimiento fue: en vez de que mi mente pueda imponer un mundo nuevo, en realidad yo estoy entrando a un mundo nuevo, porque no tengo ni idea cómo es. Y esa incertidumbre me dio muchísima humildad y me hizo aprender. Me hizo aprender de todos mis colegas que me enviaron música, y me hizo apoyarme sobre ellos y volver a cantar desde el corazón.
Foto: Delfu Piaggio
Y en medio de todo este proceso, también fuiste madre. ¿Sentís que esto influyó en el proceso?
“Cambio la mirada», la canción con Duality, ya tiene un tono, tiene una vibración, por así decirlo y decirle, de amor incondicional. Ya está vibrando un poco más en el amor incondicional y en el sentimiento maternal que no solo se traduce a mi amor por mi hijo, sino que se traduce a mi amor por todas las personas que conozco, incluso las que no me caigan bien, incluso las que me caigan muy mal.
Es un amor que realmente, sí que me cambió como persona, que me conecta con la creación de una forma cada vez más profunda, que acepta y abraza cada vez más todo defecto, que perdona y que le desea el bien a todos y a todas.
Actualmente, también estás con Petit Orquesta de Canciones Robadas junto a Marcelo Fernández y Damián Gadea. ¿Cómo es la experiencia de hacer música de otros autores y en otro formato distinto, que no es el electrónico que venís haciendo últimamente?
Con La Petit no paro de disfrutar, es una banda con la que llego al ensayo cansada y me voy con más energía ¡y tocamos por horas!. Es cierto que me hizo recuperar muchísimo la guitarra, que la guitarra también quedó un poco suspendida por mi embarazo, con una panza es difícil tocar. Y después, con un bebé, es imposible. Gracias a Damián primero, que nos presentó con Marcelo, venimos con este proyecto que tenemos bastantes canciones nuestras, además, y somos, como te digo, espíritus afines, tenemos todo que ver: son gestos, son conversaciones musicales y todo un vínculo con la música. Va más allá de lo musical, más allá de las afinidades musicales. Es un vínculo más allá, diría. Siento que en este momento de la vida, estemos juntos haciendo música, es algo muy especial, muy especial.
Y, también, con Marcelo estamos preparando una banda nueva, que no voy a decir cómo se llama todavía, pero que va a salir el año que viene y ,también ahí, es donde Marcelo me pone el “ampli» al palo y me enseña lo que es tocar fuerte.
Este show presentación de “La Terrible Fe” ¿lo vivís como un comienzo o es un cierre?
Para mí, el 1 de diciembre es un cierre. “La Terrible Fe” fue una obra, está siendo todavía, una obra viva, un proceso vital a tiempo real. Lo fui sacando cuando realmente lo fui sintiendo, incluso cuando fui pudiendo. En el momento que no pude, paré de sacar. Es un proceso, y quiero reflejar esa vulnerabilidad, quiero reflejar esa experiencia humana, cruda y pura. Y, para mí, termina con esta última canción y con este show, luego queda para ustedes. Si Spotify sigue o no, no lo sé, pero quedará para ustedes el álbum para revisitar, y para mí es como que me voy quitando una camisa y ahí la dejo.
Las entradas para el concierto audiovisual “La Terrible Fe” se encuentran disponibles a través de la web de Magma Futura.