Alejandro Ferradás: “Siempre dejo un margen para lo lúdico, para lo que pueda surgir, para lo inesperado”

Alejandro Ferradás tiene nuevo álbum llamado “Temple”, el primero de composiciones inéditas en casi una década. El reciente trabajo, además de un sonido rockero que por momentos se torna intimista, lleva impresa la identidad propia del cantautor. Por otra parte, cuenta con tres coautorías y colaboraciones a cargo de Samantha Navarro, Jorge Nasser y Diego Presa, e incluye un tema compuesto por Nicolás Román, bajista de su banda.

El próximo domingo 10 de diciembre, a las 20 hs. en Sala Hugo Balzo, Ferradás presentará en vivo las canciones de “Temple” y, a propósito del show, conversamos con él.

Por Liber Aicardi

Foto: Vero Miguez

“Temple” es tu primer álbum de canciones inéditas en casi 10 años, ¿a qué se debe tanto tiempo sin publicar canciones nuevas?
Lo que pasó es que no tenía un conjunto de canciones como para sacar un disco nuevo. Nunca me sobraron canciones, cuando lograba tener un conjunto de canciones más o menos como para grabar algo, ya lo hacía, y en este caso, cuando saqué el disco “Canciones Aferradas” (2017), que son versiones, no tenía canciones propias, o sea, una buena cantidad y que me gustaran completamente. Igual, ese proyecto lo tenía como entre las cosas que quería hacer en algún momento y aproveché para hacerlo.
Ahora, tampoco es que tuviera demasiadas canciones, pero sí tenía algunas y estaba con ganas de meterme al estudio de grabación y, a veces, eso me viene bien, muchas veces hago eso. Yo entro a grabar o a producir y eso hace que sí o sí tenga que terminar las canciones, o ponerme a componer.

¿Fue un proceso más de estudio el de este disco?
Y fue un poco así, sí. No entré al estudio con todas las canciones terminadas, muchas las terminé después y otras, directamente, terminé haciendo coautoría porque no tenía el texto resuelto y terminé pasándoselas a algún colega para trabajar juntos las canciones. Lo cual me viene bien porque es eso: entro a grabar, me gustan algunas ideas musicales y ya empiezo a trabajar pensando que en algún momento voy a terminar de escribir el texto. Si eso no ocurre, yo sé que tengo esa posibilidad también, de hablar con alguien para trabajar en conjunto y en este caso lo hice con Samantha Navarro, con Jorge Nasser y Diego Presa.

¿Te sentís más cómodo en el ambiente del estudio?
Me gusta, sé que me gusta y he empezado a disfrutar mucho de eso, de no tener todo tan resuelto previamente. Capaz que no solo en la música, sino en todo, ¿no?
Dejar un poco más como algo más librado a lo que pueda pasar y estar siempre abierto a que algo puede suceder.
Y en este caso sucedió así también, de no ir con todo terminado, ir con algunas ideas y cosas que surgieron ahí en el estudio y siempre son las que más me gustan.
Obviamente, que ahora sé que lo puedo hacer y me ha salido bien, y cuento con unos músicos que entienden eso. Me dan esa seguridad que si algo está mal, nunca lo vamos a hacer. También me gusta mucho, se me hace más interesante el intercambio humano y la música, como quien cocina en conjunto algo. Me resulta más divertido, me gusta. Es mucho más rico.
Entonces, lo hago adrede eso de ir al estudio con algunas cosas, pero después nos juntamos ahí y estamos abiertos a lo que pueda surgir.

¿Y cuánto incide en eso tu rol de productor?
Me di cuenta que eso lo disfruto mucho. Obviamente, lo disfruto mucho más que el vivo y otras cosas. Evidentemente, si me das a elegir, me gustaría estar encerrado en un estudio de grabación, chiveando todo el día produciendo cosas. Aparte, he producido para otros artistas también. igual, obviamente, cada artista es distinto. Hay cosas que hago con mis discos, que no las hago con otros discos, pero siempre tengo esa cuestión de dejar un margen para lo lúdico, para lo que pueda surgir, para lo inesperado. Siempre me pasa eso. A veces, se da más fácil y a veces no, pero siempre, en todas las sesiones de grabación, pasa algo así. Y es la parte que más recuerdo y que más me gusta, disfruto del momento.

Sé que me gusta y he empezado a disfrutar mucho de no tener todo tan resuelto previamente. Capaz que no solo en la música, sino en todo, ¿no? Dejar un poco más como algo más librado a lo que pase y estar siempre abierto a que algo puede suceder. Y en este caso sucedió así también, de no ir con todo terminado, ir con algunas ideas y cosas que surgieron ahí en el estudio y siempre son las que más me gustan.

Este es un disco que tiene tu sello, hay un sonido que lo lograste con los años un estilo ¿Sos consciente de esto?
De eso no soy muy consciente. Pero empecé a analizar hace poco que, en realidad uso muy pocos recursos a nivel sonoro. Por ejemplo, toda la vida yo siempre toqué con un cuarteto: dos guitarras, bajo y batería. La mayoría de los temas los pienso y los tocamos con ese formato. Son siempre basados en guitarras, capaz que en la grabación se me ocurre incorporar alguna cosa. Me cuesta incorporar otra tímbrica, otros sonidos. Es muy clásico eso, como que me gusta sentirme que en realidad somos una banda los cuatro, que uno adoptó ciertas cuestiones y, de hecho, se transformaron en cosas que terminan identificándolo. Pero no fue una búsqueda, en ese sentido, fue sentirme cómodo con ese formato y sentirme cómodo con este tipo de canción.
Por otra parte, también me gustaría probar que alguien me produjera un disco de cero, puede ser alguien que haga, no sé… música electrónica, a ver qué pasa, cómo sonaría algo distinto de lo que yo hago. Eso también en algún momento capaz que lo hago, porque justamente me di cuenta que me gustaría probar salir de mi receta, sobre todo en las letras.

¿Pero no sentís que estás parado en otro lugar como letrista, por ejemplo respecto a tu disco anterior?
En realidad creo que, más o menos, mantengo cierta cuestión en cuanto a tipo de canción. Quizás, este es un disco menos dramático. Me di cuenta después, escuchándolo, que tiene canciones no tan dramáticas ni tan pesadas. Por ejemplo, “Intemperie” lo siento más denso que este, que a mí me gustaba, adrede lo hacía así, y ahora como que no. Noté ese cambio.
Obviamente, también, la canción que trabajé con Samantha (“La primera vez”) es una canción que yo jamás hubiese escrito, por ejemplo. Y después hay una canción, que pasó lo que te contaba de las cosas que ocurren en el estudio de grabación. En una de las sesiones era mi cumpleaños y nosotros, más o menos nos juntábamos a partir de las 10 de la mañana en el estudio, yo capaz que he caído un poco más tarde. Y ya estaba Nico (Nicolás Román, bajista), estaba Ariel (Ariel Iglesias, baterista) y Nico me dice “tengo una canción nueva», un tema de él. Entonces, me la mostró en ese momento y, en lo que yo demoré en preparar el mate, hablábamos con Ariel y digo “vamos a grabarla ahora». La canción (“Dame amor”) tendría un poco rato de compuesta esa mañana y empezamos a tocarla a ver cómo quedaría. Y hoy escucho el disco y es la canción que más me gusta como suena, una canción que realmente, jamás hubiese escrito yo, no es mi tipo de letra. Sin embargo, la escucho y digo “¡cómo me gusta como suena esta canción!” Tiene eso, ¿no? Que fue la versión cero. Además, se lo dije a Nico, lo tomé como un regalo de cumpleaños. Me trajeron una canción al estudio el día de mi cumpleaños y al rato la estábamos grabando.. Y me encantó incluirla en el disco.

Y en cuanto a esas canciones en las que no tenías la letra resuelta ¿cuál fue el criterio para compartirlas con Samantha, Jorge y Diego?
En realidad, el tema que veía que era más rockero me lo imaginé para Jorge (Nasser). Después, el que es más pop, digamos, para Samantha (Navarro). Y después, la balada (“Temple”) era más para Diego, fue una cuestión así, sin pensarlo mucho, fue natural.
Yo creo que la primera que hicimos fue con Diego y, después, también me gustó aprovechar y grabarla juntos. Eso sí que no había hecho nunca en mis discos solistas, componer las canciones y, además, grabarlas a dúo.

Uno, más o menos conscientemente, ha hecho ciertas cosas y de determinada manera. He pensado que hay vínculos que se han dado y que, por alguna razón, terminan siendo de cierta manera. Porque eso también lo vinculo con el último disco del Dino, que incluso fue póstumo, ¿por qué me tocó producir ese último disco? Igual que con el Darno, ¿por qué me pasó a mí? Y me di cuenta que, por alguna razón, en ambos casos me fueron a buscar como que era la persona indicada. Fui consciente de eso ahora, muy recientemente.

¿Cómo surgió “Canción del escudero”, compuesta para Eduardo Darnauchans, que además sale en medio de este contexto de homenajes?
La canción la terminé el año pasado, no fue que la terminé justo ahora para esta fecha. Pero sí me gustó que justo salieraahora. Está bien que haya salido esa canción en medio de toda esta celebración de los 70 años que hubiera cumplido el Darno. Si bien es para el Darno, también es un poco una visión de lo que era mi vida hace 20 años, es un poco eso, esa cierta incredulidad que me genera el haber estado ahí en esos años y que, en realidad, tampoco tengo demasiado registro. Es increíble cómo uno empieza a borrar cosas, a distorsionar cuestiones y recuerdos, todo te empieza a quedar como atrás de una especie de neblina… No era que nos sacábamos una foto todos los días, pero sí nos veíamos todos los días, y trato de pensar que tengo recuerdos, pero no tengo tantos como debía tener, porque son muchos años. Seguro que hay cosas que se me borraron, hay cosas que las tengo apenitas y un poco habla de eso, de lo que era mi vida en aquellos años con el Darno.

¿Con el tiempo tomás conciencia de lo importante que fue haber estado junto a él en esa época? En lo personal y en lo profesional me refiero, sobre todo que te haya elegido para acompañarlo en el escenario.
Obvio, son esas cosas que me he preguntado “¿por qué a mí?”. Y después me empecé a responder por qué a mí. Uno, más o menos conscientemente ha hecho ciertas cosas y de determinada manera. He pensado que hay vínculos que se han dado y que, por alguna razón, terminan siendo de cierta manera. Porque eso también lo vinculo con el último disco del Dino, que ese disco incluso fue póstumo, ¿por qué me tocó producir ese último disco? Igual que con el Darno, ¿por qué me pasó a mí? Y me di cuenta que en realidad, por alguna razón, en ambos casos me fueron a buscar como que era la persona indicada. Fui consciente de eso ahora, muy recientemente. En ambos casos me fueron a buscar y me citaron porque yo era la persona indicada para eso. El caso de Del Darno era muy claro porque yo sabía que la manera de que entrara al estudio era si yo me hacía cargo de eso y si yo estaba ahí, de alguna manera. Porque había cosas musicales y extramusicales que sabía que el Darno valoraba en ese momento, y fue mi primera producción. Ahí me di cuenta que solamente podía hacerlo yo. Incluso en el 2001, Jaime Roos iba a producirnos un disco del Darno. Yo ya estaba en la banda y ese disco nunca se hizo, el Darno creo que procuró que no se grabara ese disco. Él no estaba muy confiado. No estaba muy convencido de hacerlo en ese momento, y Jaime un día me dijo “le produjiste al Darno el disco que yo no pude” (sonríe). Y ahora pasó algo similar con el disco del Dino, porque me fueron a buscar, tenían todo resuelto, tenían toda la producción ejecutiva resuelta, tenían todo resuelto. Había un montón de cosas que había avanzado, pero cuando se dieron cuenta que necesitaban un productor me recordaron a mí de alguna charla que yo había tenido, de algún intento anterior, también, de producir algo para el Dino. Y dije “algo hice como para que yo fuera la persona convocada en estos casos”. Obviamente, que también he trabajado con muchos otros colegas, con La Tabaré ya van dos discos, con Walter Bordoni, con un montón de gente, pero estos dos son muy especiales, porque son mis grandes referentes de adolescencia. Terminé haciendo la producción de sus últimos discos. Es fuerte… Realmente, realmente… Yo creo que si para algo me dedico a la música es para esas cosas, para tener esas experiencias. Obviamente, como uno va creciendo, a esta altura envejeciendo, naturalmente vas cambiando tu escala de valores, más allá de todo. Y eso también explica muchas cosas porque uno es más responsable de lo que uno cree, de lo que le pasa- Pienso que no es todo tan fortuito como uno cree y todo lo tuyo pasa por el tipo de cosas que hacés, con quiénes lo hacés, qué tipo de vínculo tenés con tus colegas, con la música, qué tipo de experiencias tenés. Si me decís “te cambio, no sé cuántos discos de platino por no haber producido al Dino”… ¡Ni loco!
Muchas veces he abandonado, o me rindo un poco. Eso es algo que también lo he auto asumido, y lo he hecho consciente, sigo cantando y digo, “ya está”. Y me bajo de hacer ciertas cosas, porque me doy cuenta que si no las disfruto no tiene sentido que las haga. Y después de algún momento vuelven a surgir las ganas, o me vuelvo a tentar con cosas, me vuelvo a entusiasmar y le doy de vuelta. O sea, me respeto también esos altibajos. Y está bueno.

¿Cómo te preparás a esta altura de tu carrera para el show de presentación de un disco?
Es como la parte que más me estresa, sin duda, preparar el show, el repertorio… Sí, me encanta ensayar con la banda y juntarnos a tocar, pero todo lo demás me estresa bastante más, justamente no son mi fuerte o la parte que yo más disfruto, pero son parte de la cosa. Tengo que armar bien la lista, pensar un montón de cosas del espectáculo. Hoy de mañana me consultaron el tema de luces, de escenografía, de escenario, y yo le digo “dale para adelante”. No sé de luces, no sé de esas cosas, sólo quiero que esté bueno. Yo sé que confío realmente en la gente que está trabajando, que son amigos y gente muy talentosa. Yo quiero dedicarme a ensayar con la banda y cantar bien, estar bien, como para que salga todo redondo. Muchas veces tengo que tratar de concentrarme en la parte mía y confiar. También, el tema del show en vivo, con los años, o sea, desde el lado del espectador ha mejorado mucho. Hay todo un pienso atrás, hay un diseñador de luces, hay una escenografía y todo eso que a la hora de presentar un show también puede hacer la diferencia para el que te va a ver, sobre todo, que no es lo mismo que antes, que lo que importaba era solo la música y que sonara bien. Ahora se le sumaron un montón de cosas anexas que enriquecen el show. Si fuera por mí tendría a alguien que me diga hasta qué ropa me tengo que poner, y yo tratar de disfrutar de lo que más o menos sé hacer.

Las entradas para el show presentación de “Temple” el 10/12 en Sala Hugo Balzo se encuentran a la venta a través de Tickantel.

Foto: Difusión
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