Luego de un receso en el cual varios de sus integrantes se dedicaron a otros proyectos, regresa a los escenarios La Hermana Menor, una de las bandas más representativas de la escena alternativa de nuestro país. La banda liderada por Tussi Dematteis se presentará el próximo sábado 11, a las 22 hs. en Bluzz Live, reencontrándose, así, con su público. Sobre la pausa en la actividad del grupo, su status de banda de culto y el momento que vive el under local, entre otras cosas, conversamos con su vocalista en la entrevista que te dejamos a continuación.
Por Liber Aicardi
¿Por qué pasó tanto tiempo para que la banda vuelva a tocar?
Nosotros, en verdad, nunca estuvimos separados o disueltos oficialmente. Veníamos de tocar mucho en vivo y, por unas cuestiones, prácticamente, de agotamiento mío en particular, y de alguno de los demás también, en un momento, dijimos: “vamos a cortarla acá y vamos a abrirnos”. En el ínterin, no hubo, en principio, ninguna intención de dejar pasar un tiempo para volver a juntarnos, sino que cada uno se dedicó a hacer lo que tenía ganas de hacer por su cuenta, todo el mundo siguió activo musicalmente, yo quizás, un poco menos. Y, de pronto, pintó vuelta.
Igualmente, había una sensación de que nunca se fueron y que la banda funcionaba así, con esa dinámica.
Sí, algunas intermitencias habíamos tenido pero, creo, que tan largas nunca. Sobre todo, en los últimos dos años antes de que tomáramos ese break, debemos haber tocado más que en toda la carrera anterior de la banda. Fueron muy intensos y tampoco es algo que le haga mucho bien a La Hermana Menor.
De alguna forma, siguieron estando presentes por esto mismo que te mencionaba antes ¿También lo sentís así?
A mí, es una cosa que me parece muy rara y, ahora, en relación a la expectativa que hay por este show, me sorprende, todavía, más. Porque siempre fuimos una banda minoritaria en cuanto a público de las que ha habido cientos y cientos en Montevideo, sin embargo tenemos una especie de fenómeno de atención constante que supera, si se quiere, lo que ha sido históricamente la popularidad real de la banda. A mí me ha pasado que me han hecho muchas preguntas a ver cuándo tocábamos de vuelta. Creo, también, que cuando dejamos de tocar se nos empezó a escuchar más. Es una cosa muy uruguaya. A nosotros, nos pasa también, como que tenemos más atención fuera del país que acá. A pesar de que no estábamos en Spotify ni nada, yo veía la página de Facebook y seguían agregándose y agregándose seguidores y nosotros no estábamos haciendo nada, absolutamente nada, ni siquiera renovando la página.
A mí, es una cosa que me parece muy rara y, ahora, en relación a la expectativa que hay por este show, me sorprende, todavía, más. Porque siempre fuimos una banda minoritaria en cuanto a público de las que ha habido cientos y cientos en Montevideo, sin embargo tenemos una especie de fenómeno de atención constante que supera, si se quiere, lo que ha sido históricamente la popularidad real de la banda.
¿Se puede decir que La Hermana Menor es una banda de culto? ¿Compartís el término?
Yo, dentro de lo ambiguo del término “banda de culto”, creo que si alguien dice “banda de culto” acá, en Montevideo, levantamos la cabecita, sobre todo en relación a nuestro carácter minoritario, pero, también, por el tipo de gente que nos sigue, la relación que tiene el resto de los músicos con nosotros, el grado de influencia (no está bien que yo lo diga) que hemos tenido sobre bandas más chicas, más chicas de edad ¿no? Y creo que tiene que ver con cierta no inmediatez de la propuesta, también. Tiene como un efecto medio retard.
¿Hacen una música difícil de escuchar?
No es difícil, ahí entra el asunto de lo relativo. Yo me acuerdo que una vez, en una entrevista, se me había ocurrido definir a la banda como “gente que hace canciones sencillas pero que escucha música difícil”. Y hay un poco de eso, en el sentido de que, para mí, un componente enorme de lo que hacemos es, básicamente rock-pop, 4/4, con melodías reconocibles. Pero, de repente, hablás con alguien que escucha ese tipo de música y dice “sí, pero este corte no tiene nada que ver con nada, esta coda no tiene que ver con nada, no tiene estribillo…” Yo creo que no es difícil, yo escucho cada atrocidad que no te podés imaginar (risas). Pero, puede ser que sea un poco engañosa la música que hacemos, puede ser un poco árida para algunas personas que están esperando como cierto gancho y, además, nosotros tenemos una cierta tendencia a complicar los partidos fáciles ¿viste? Tanto creativamente como a nivel operativo. Y muchas veces, nos hemos auto desplazado de lo que es la corriente mayoritaria.
¿Les cuesta encajar en el medio?
Es que nosotros siempre estamos en una tercera posición, porque tampoco tenemos una relación de fricción con lo que es la corriente mayoritaria del rock o de la música uruguaya en general. Tampoco somos de esas bestias del under que no salen de la cueva ni a patadas. No. Las veces que se nos han abierto algunas puertas, hemos ido. Es como una cosa que estamos fuera de la pecera, a veces, pero creo que, también somos bastante dúctiles.
Puede ser que sea un poco engañosa la música que hacemos, puede ser un poco árida para algunas personas que están esperando como cierto gancho y, además, nosotros tenemos una cierta tendencia a complicar los partidos fáciles ¿viste? Tanto creativamente como a nivel operativo. Y, muchas veces, nos hemos auto desplazado de lo que es la corriente mayoritaria.
En cuanto al camino musical de la banda, hubo una evolución disco a disco ¿Se dio naturalmente o fue algo deliberado?
En el último disco que sacamos “Todas las películas son de terror”(2013), se dio bastante por azar. Es decir, sobre un material que es mucho mayor al que salió, se eligieron algunas canciones por gusto personal o hasta por desidia, diría. No había un concepto detrás. En cambio, en el anterior “Canarios” (2010), sí. Ése sí estaba pensado como un disco más pop, hasta más folclórico podría decirse, y había toda una idea conceptuada en el orden y todo eso, que estaba muy firme. En el anterior a ése, “Todos esos cables rojos” (2007), no había esa idea pero está en la práctica. Es decir, por la forma en la que lo grabamos y en que la compusimos, aunque no había una idea de base, yo lo escucho (es mi disco favorito de la banda) y tiene una unidad enorme, inclusive a nivel de letras, me parece. Eso no estaba pensado, pero, se dio de una forma inconsciente. Y el primero, “Ex” (2003), es como una recopilación de canciones que se hicieron a lo largo de diez años más o menos. Entonces tampoco tiene una unidad muy particular.
¿Cómo ves la escena under local?
Ahí, tengo impresiones que son muy fragmentarias porque, hasta por cuestiones de edad no soy un habitué tan seguido del circuito como lo era antes, pero, creo que hay cosas fascinantes. En lo musical, hay una generación que, ahora, promedia en los treinta y algo que es una generación brillante, realmente brillante. La generación de Carmen Sandiego, Alucinaciones en Familia, lo que era 3 Pecados, inclusive, algunos que son un poco menores, pero que están relacionados como Hijo Agrio, un montón de gente que está muy preparada, con una visión artística muy visionaria, valga la redundancia. Y, realmente, de una calidad musical impresionante. Sin embargo, desarrollaron un techo que no pudieron quebrarlo a nivel de trascendencia, generó una cosa totalmente endogámica. Y estando medio presos de esa cosa endogámica, la generación que vino después, está todavía como en lo mismo, pero más golpeada, ya no tiene, tampoco, como esa especie de concepto de unidad. Es un grupo de creadores jóvenes que está muy castigado por cierta indiferencia y una cierta auto destructividad crítica dentro de ellos mismos. En estos momentos, la música que tiene más vías para moverse no es el rock, eso está claro, se está yendo por otros lados, pero ellos van a seguir tocando.
¿No es raro eso que pase eso que decís cuando, hoy, hay muchas más facilidades para llegar a grabar un disco y acceder a él por parte del público, por ejemplo?
No, está la trampa de la producción. La producción sigue siendo una opción muy cara si no vas a tener rédito de vuelta como, claramente, hoy no se tiene. Pero, sí, convengamos que no se necesita tanto como antes para sacar un disco. El asunto del acceso a la grabación y la difusión genera un fenómeno de parálisis difusiva. Es decir, antes se accedía poco, entonces había mucha gente que no se veía, pero, al accederse demasiado, tampoco se ve por el montón. La dispersión hace que sea más difícil prestarle más atención. Creo que, en general, a toda la música se le presta menos atención que antes, por lo cual, si tenés una propuesta más o menos compleja es muy contraproducente. Justamente, a veces, pienso al respecto de La Hermana de que cierta notoriedad de la banda ha sido tan lenta por reclamar un poco más de atención que la inmediata.
El asunto del acceso a la grabación y la difusión genera un fenómeno de parálisis difusiva. Es decir, antes se accedía poco, entonces había mucha gente que no se veía, pero, al accederse demasiado, tampoco se ve por el montón. La dispersión hace que sea más difícil prestarle más atención. Creo que, en general, a toda la música se le presta menos atención que antes, por lo cual, si tenés una propuesta más o menos compleja es muy contraproducente.
¿Hay planes de publicar nuevo material a corto plazo?
No, pero, básicamente, lo que hemos estado haciendo desde que nos juntamos ha sido generar material nuevo. Es un proceso lento, por la forma de trabajo que tenemos, pero, ya en este show, te diría que el cincuenta por ciento del show es material nuevo.
Entonces no va a ser una noche nostálgica de “Greatest Hits” digamos…
Después de tanto tiempo sin tocar, tenés que tocar unos cuantos temas conocidos pero, musicalmente, tenemos unas cuantas apuestas a algunas cosas instrumentales más basadas en climas y muchas canciones nuevas que, creo, son bastante distintas a las últimas. El material que entramos a componer, al menos en este año, es notoriamente menos pop en muchos aspectos, está mucho más basado en el groove, en las repeticiones y en la textura que en la melodía, de por sí.
