Resumen 2019

Los 10 temas nacionales del año de Nicolás Tabárez

Llegó el momento de repasar la música que nos dejó 2019 que ya va terminando y, como ya es costumbre, en Metrónomo decidimos hacerlo con las canciones que marcaron el año. Para ello, invitamos a algunos colegas y referentes del periodismo musical de nuestro país a que nos acompañen en la propuesta. La consigna fue “Los 10 temas nacionales que definieron el año” y no, necesariamente, debía existir un orden de preferencia. Durante los próximos días iremos repasando las diferentes listas, además de la nuestra. Desde ya, agradecemos eternamente a los colegas que, nuevamente, regalaron su tiempo, conocimiento y dedicación a este repaso.

  • Nicolás Tabárez
    Escribo en El Observador desde 2014. Me desempeño en el área de cultura y espectáculos, sobre todo escribiendo sobre música, pero también cubro otros temas que me apasionan como el cine, las series y la literatura. Integro desde 2018 el jurado de los Premios Graffiti y soy, además, uno de los fundadores y responsables de la plataforma de podcasts Polenta donde participo en el programa: ¡Santas Listas!, sobre cine.

     

  • Domingo – Niña Lobo
    Niña Lobo es uno de los grandes descubrimientos musicales del año y una de las mejores novedades en sumarse al catálogo de artistas locales. Todo lo que han publicado este año vale la pena, pero esta canción, cálida como una frazada en un domingo invernal, tan fresca y pop, pero, con una energía punk y esa paz indie, es una de las destacadas de esta primera producción. La banda ya se ganó un lugar entre lo mejor del año, pero, el mensaje es que con toda probabilidad, en los que vienen también estén en la selección.
    Funeraria – Julen y la gente sola
    Esta canción ya estaba sonando en los shows en vivo de la banda liderada por Federico Morosini desde hace, al menos, un par de años y ya se le notaba el aroma a hit. Este año el grupo sacó su segundo disco, Para siempre, y regaló la posibilidad de escucharla en versión de estudio, con todos los detalles y matices, impulsados además por la nueva formación del proyecto, más extendida. Y confirma todo lo que ya se podía anticipar. Heredera de la línea de Alquimista, canta como pocas canciones la ansiedad y la angustia millennial, resumida en el estribillo, «vas a encontrar un mejor trabajo, vas a encontrar alguien que te quiera, vas a sonreír aunque todo salga mal». Hipnótica y contagiosa.
    Batman y el guasón – Desayuno Continental
    En un disco como “Mala voluntad” es difícil elegir una sola canción. Me quedo con esta, por afinidad temática. Es imposible no escuchar el tema y no ir automáticamente a una noche, nublada, fresca. Una Ciudad Gótica que perfectamente puede ser Montevideo en invierno, en la que transcurre esta historia de amor y odio. La de dos personas que se necesitan, que no existen sin el otro y que no pueden escapar de ese vínculo. Una canción absorbente y magnética.
    El gran día – Nicolás Molina
    Cargada de melancolía y oscuridad, ahí tiene su maravilla. Imposible no perderse entre la voz profunda y casi susurrada de Molina, los juegos entre las guitarras y el violín, las texturas que dominan todo. Un todo pintado de negro. Hay un duelo, una tristeza enorme ahí en el fondo. Pero en la canción está la catarsis inminente. Es, en definitiva, un tema que logra transmitir las emociones que van pasando por él, y un destaque en “Querencia”, el álbum al que pertenece.
    Desde las lianas – Hablan Por La Espalda
    Pasaron tres años desde que HPLE publicó su anterior disco, “Sangre”. Pero, entre ése y “Afuera” se sintió como si hubiera pasado mucho más tiempo. Se los extrañaba. Y el primer grito de ese retorno es esta canción, que arranca con un riff y una batería que a puro cencerro van introduciendo un relato sensual, enérgico y feroz, a esta altura ya un sello de la casa. Una invitación a saltar, revolear la cabeza y pisotear el suelo que funciona a la perfección.
    El cielo caer – Arquero y Juan Campodónico
    El resultado de mezclar a una de las voces más llamativas de las nuevas generaciones de artistas locales, con un productor y compositor probado como Juan Campodónico (que después de años siendo parte de proyectos empieza a lanzar música con su nombre completo) es tan bueno como podía ser. Bailable a más no poder, divertida y eléctrica, es una de las mejores colaboraciones del año, y debería estar en cualquier playlist festiva.
    Camposanto de Valentina – Alucinaciones en familia
    Otro caso en el que es difícil elegir solo una canción de un disco parejo que se cuenta entre los puntos altos del año musical. Agrotóxicos, muerte y contaminación en un tono tan humorístico como serio. Quizás sea la mejor forma de hacer cantar y bailar con un tema clave de la vida moderna sin largarse a llorar.
    Casa limpia – Los Buenos Modales
    Llegó sobre el final del año y se coló sin dramas. Los modales son una de las bandas con más onda y poder festivo de la música nacional y lo vuelven a demostrar con este hit instantáneo, que hace imposible no mover el cuerpo a lomos de su ritmo, el swing de su teclado y el aderezo justo del saxo. Y un estribillo que queda grabado en el cerebro. Ya me relamo pensando en el segundo disco de este proyecto.
    Memorias del viento – Los Bosques
    La unión de Diego Traverso y Leonard Mattioli debutó este año y obligó a parar las orejas. La voz de la activista hondureña Berta Cáceres nos va metiendo en el trance, en un trabajo que combina guitarras, samples, naturaleza, humanidad, advertencias y baile. De las propuestas nuevas más interesantes, que con esta canción ejemplifica su potencial y su encanto, a la vez que pone el foco en uno de los grandes dilemas moderno: el vínculo entre la humanidad y el planeta.
    1997 – La Foca
    Fluye. Esta canción fluye y nos va desgarrando con su juego a dos voces, que nos cuentan una separación, su duelo, el impacto del paso del tiempo y una frase como «todas las vidas se parecen al terminar». Tan dolorosa como poderosa, tan emotiva como irresistible.
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