Cuatro Pesos de Propina respira un nuevo desafío: su show junto a la Filarmónica de Montevideo

Desde sus orígenes, a principios de los 2000, Cuatro Pesos de Propina fue una banda que no pasó desapercibida dentro del panorama local. Desde su propuesta musical y estética, su independencia artística y sus letras combativas, a la vez que reflexivas, hicieron que rápidamente – para los tiempos de nuestra escena – el grupo se posicionara dentro de la efervescencia rockera de aquél momento.
Con el tiempo llegaría la consolidación, la ubicación de “Mi revolución” dentro del cancionero popular uruguayo y el alejamiento del vocalista Diego Rossberg en 2017. Lejos de hacer flaquear sus fuerzas, los Cuatro Pesos tomaron un nuevo impulso donde, el hasta entonces guitarrista, Gastón Puentes asume el rol de frontman sin dejar de lado las seis cuerdas.

Posteriormente, los cambios se profundizarían en cuanto a lo musical, abriendo las puertas a nuevos géneros que van desde la cumbia hasta la electrónica, sin perder su esencia de rock mestizo y creciendo en su actitud escénica. Paralelamente, la evolución artística se vio acompañada de la conquista de nuevos públicos fuera de fronteras, sostenida con intensas presentaciones en vivo y un sólido repertorio, además de la llegada de nuevos integrantes como es el caso de Agustina García, también en vocales.

Los próximos 16 y 17 de febrero, a las 21 hs. en Teatro Solís, Cuatro Pesos de Propina marcará un nuevo mojón en su carrera, que cuenta ya con más de dos décadas, presentándose junto a la Orquesta Filarmónica de Montevideo.
De los preparativos para el mencionado show, que significa un nuevo gran desafío para la banda, de los procesos que atravesaron sus integrantes y de los planes para el resto del año, conversamos con Gastón y con Agustina.

Por Liber Aicardi

Foto: Difusión

¿Cómo surge el show con la Filarmónica de Montevideo?
Gastón – Es una idea que se fue gestando en pandemia. Nace, un poco, del imaginario de la banda de algún día hacer algo así, sobre todo por el contacto de Rodrigo Baleato, el saxofonista, tiene con la Banda Sinfónica de Montevideo, ya que es integrante. Entonces, muchas veces terminás curtiendo un poco de eso también, yendo a un concierto o sabiendo de cosas que hace la banda, tanto de la Sinfónica como de la Filarmónica. Un poco por ahí, y otro poco por conversaciones que veníamos teniendo con el director, fue pintando la idea y presentamos el proyecto y se terminó gestando. Hicimos una prueba que fue en diciembre, aunque ya estaba muy encaminado todo, pero fue como una prueba. Eso nos lo dijeron después (se ríe). Fuimos, ensayamos un par de canciones que se habían arreglado para la ocasión, vimos que funcionaba y ya se hizo el lanzamiento oficial de la fecha.

¿Cómo viene desarrollándose el trabajo con la Filarmónica?
Agustina – Venimos trabajando en conjunto con Franco y Martín, que son el arreglador y el director respectivamente de la Filarmónica. Hubo encuentros para ver cómo trabajaba el director de una orquesta, para que algunes, yo por ejemplo, viéramos cómo íbamos a trabajar, plantear todo un nuevo panorama de las canciones. Son las canciones reformuladas donde se busca que realce el sonido particular de una orquesta.

¿Cuál fue el criterio que utilizaron para la selección del repertorio para este show?
Gastón – Ahora que lo decís, sí, hubo discusión muy grande en cuanto a cómo iban a quedar las canciones. En realidad no teníamos que armar una lista, tuvimos que pensar, imaginar, reestructurar, reformular las canciones imaginando cómo iban a quedar con una orquesta para, después, escucharlas arregladas. Entonces, el descubrimiento es ahí, cuando alguna de esas canciones elegidas iba para un lado donde no lo esperabas o decís “¡cómo explota esta canción con este arreglo!”.

Agustina – Son otros sentimientos también, que te transmite más en un tema de Cuatro Pesos que te puede llevar a un bailoteo y con la Filarmónica es un mundo nuevo.
Ni que hablar que esto es un experimento. Una vez que teníamos las canciones para ensayar, era eso: ensayo y error. Poder lograr un sonido en el que la Filarmónica entre a las canciones para darles un nuevo color, para reestructurarlas. Al ser dos sonidos tan distintos y, al mismo tiempo, Cuatro Pesos abarcar tantos estilos tan diferentes, es un lindo experimento. Estamos hablando de que la Filarmónica se va fusionar con un reggae, con una cumbia, con un reggaetón, con un rock & roll. Es un lindo experimento para ir a ver.

Supongo que, además de la reformulación musical de la que hablaban, este show en un escenario como el Solís, también implica una reformulación escénica para ustedes.
Gastón – Sí. Ellos son algo así como ochenta personas además de nosotros nueve. Es un tema… Nosotros también tenemos que estar súper atentos a otras cosas, tocar juntos para que la música vaya junta. Hay todo un viaje en torno a las posiciones, tocar delante de ellos, etc. Es un desafío musical, artístico y escénico.

Pienso en la energía física que despliega Cuatro Pesos en vivo y que quizás tengan que controlar o, al menos, dosificar.
Gastón – Naturalmente hay una estructura en cuanto a lo corporal y escénico. Capaz que no estamos tan descontrolados como en un toque en la calle, pero también hay una postura de ser la banda y de sostener eso escénicamente. No es que Cuatro Pesos va a quedarse quietito, digamos (se ríe). Va a ser un toque en el cual la energía se mantenga, pero en el que tampoco estemos tan alejados, que se sienta un cuerpo común con la Filarmónica, amalgamado.

Yo iba a ver a Cuatro Pesos y, además, a la banda que te gusta la escuchás en tu casa y a mí, como música, también me pasaban cosas. También me pasaba de intentar ‘coritos’ y, hoy por hoy, los presenté y se incorporaron. La verdad que fue un proceso hermoso, sobre todo para absorber toda esa información de gente que tiene una banda hace casi tanto como los mismos años que tengo yo. Tiendo a recibir toda esa info y al mismo tiempo, también, saber qué tipo de música soy.

Agustina García

Hablando específicamente del momento actual de Cuatro Pesos, se percibe claramente que son otra banda respecto a la formación anterior, sea por estos cambios u otros motivos, pero no perdieron la esencia. Esas decisiones artísticas también conllevan que cierta parte del público pueda dividirse o alejarse. ¿Lo advierten eso?
Agustina – Sí, es verdad que hay varias etapas, y es verdad que no hay gente para todas. Hay gente que, de repente, te dice que no nos sigue en todas las etapas. Yo, por ejemplo, salgo del público de Cuatro Pesos, entonces considero que hay personas que no le guste la etapa anterior o no le guste esta o, como mis amigos y yo, que estábamos para todo lo que fue la historia que fuera Cuatro Pesos. Justo hoy veníamos hablando de la flexibilidad de los ritmos que se cruzaron, por ejemplo, a partir de “Surcando” (2013), donde ya se van incorporando otros sonidos, como un reggaetón por ejemplo. Y, hasta ahora, creo que se ha dado como patrón, en “La llama” (2019), en “Respirar una vez más” (2021). Cuatro Pesos siempre tuvo esa flexibilidad en cuanto a lo que se permitía hacer, se permite hacer lo que nos quede cómodo.

Recién me decías, Agustina, que vos eras parte del público de la banda. ¿Cómo fue para vos el proceso de sumarte al grupo, primero como invitada y luego, ya, como integrante?
Agustina – Fue hermoso. Yo iba a ver a Cuatro Pesos y, además, la banda que te gusta, la escuchás en tu casa y a mí, como música, también me pasaban cosas. También me pasaba de intentar “coritos” y, hoy por hoy, lo presenté y se incorporaron. La verdad que fue un proceso hermoso, sobre todo para absorber toda esa información de gente que tiene una banda hace casi tanto como los mismos años que tengo yo. Tiendo a recibir toda esa info y al mismo tiempo, también, saber qué tipo de música soy.

Y en tu caso, Gastón ¿Cómo fue el proceso de dar el paso al frente para encargarte de la voz principal, al principio con la guitarra y hoy, prácticamente, en el rol de frontman?
Gastón – (Hace una pausa) En realidad me siento bastante igual, me sigo sintiendo como simplemente una parte de todo esto. Sí, el público te mira más o te sacás más fotos con la gente es porque alguien que canta está más expuesto que un músico que toca un instrumento. Pero, en lo personal, no hubo un cambio grande. Sí, es esa sensación y, lo más importante, es poder colectivizar, digamos. Si algo pasa, muchas veces hay que hablar, o no. Intentamos que no sea así, que si algo pasa lo pueda decir cualquiera, pero a veces sos la voz también. Por ejemplo, ahora (se ríe).

A fines del año pasado se presentaron frente a cerca de 80.000 personas en el festival Montevideo Late. ¿Cómo vivieron esa experiencia?
Agustina – Fue increíble. La verdad que fue una locura los dos días, yo fui el domingo también. Se compartió mucha música, eso estuvo bueno… tuvimos invitados, que fue hermoso, la recepción de la gente también, la gente la pasó lindo… Personalmente fue una experiencia increíble ver la rambla llena de gente, la puesta del sol… fue una película. Tocamos a la tardecita, entonces fue una escena maravillosa.

Un punto fuerte que, personalmente, destaco de ustedes es el vivo y que saben aprovechar los grandes festivales para llegarle a un público al que, en otras condiciones, no le llegarían. ¿Lo piensan eso antes de tocar frente a una multitud como esa?
Gastón – Un poco tiene que ver con el origen de la banda. La banda tiene como la escuela la calle, entonces en la calle la gente está haciendo otras cosas y vos tenés que ganarte la atención, por decirlo de alguna manera. Es parte, también, de interactuar con el público, eso de que te siente. También hay mucho oficio de eso por los viajes que hace la banda. Ir a Brasil nos ayudó mucho a conectar con el público que habla otro idioma, que no te conoce y que estás en otro país. Esas, de alguna manera, son cosas que van moldeando el show.

Naturalmente hay una estructura en cuanto a lo corporal y escénico. Capaz que en este show no estamos tan descontrolados como en un toque en la calle, pero también hay una postura de ser la banda y de sostener eso escénicamente. No es que Cuatro Pesos va a quedarse quietito, digamos. Va a ser un toque en el cual la energía se mantenga, pero en el que tampoco estemos tan alejados, que se sienta un cuerpo común con la Filarmónica, amalgamado.

Gastón Puentes

Y en cuanto a la recepción fuera del país ¿tienen ese espíritu de salir conquistar otros públicos?
Gastón – Sí, eso pasa pila y es algo que hace que vayamos a muchos lugares. Lograr eso está buenísimo. Fuimos, por ejemplo, a Paraguay y había gente re agitando a la banda, o a Chile, Colombia, donde tocamos en Rock al Parque (N de R: uno de los festivales más importantes de Latinoamérica) y había un pequeño grupo de gente que nos conducía y terminó explotando. Vivir esas experiencias hacen crecer al grupo. En Argentina también nos está yendo muy bien, por suerte está muy activa la cosa.

¿Les sorprendió la respuesta del público, que tuvieron que agregar otra fecha para el show del Teatro Solís?
Gastón – Creemos que llamó mucho la atención, sí. Obviamente que te sorprende siempre porque nunca sabés, siempre estás con las expectativas más bajas (se ríe) y la verdad vimos que a la gente le encantó la idea. La primera fecha ya está casi agotada y la segunda viene muy bien. Eso nos “abrió los ganchos” de que es una re linda oportunidad para conectar con un público que, a veces, no puede ir a ver a Cuatro Pesos porque tocamos en una sala donde tiene que estar parado, con gente haciendo pogo a las 3 de la mañana en la ocupación de Magisterio…

Agustina – Es mucho más familiero, más apto para todo público.

Incluso para todo público fuera de los seguidores de la banda.
Agustina – Por supuesto, ni que hablar. Sobre todo porque ahora esto se viene dando seguido, hay muchas fusiones con la Filarmónica últimamente y es un lindo concepto el que te plantea. Pasan cosas interesantes.

¿Cómo sigue el año para la banda luego de estas dos fechas con la Filarmónica?
Gastón – Este show era como “Pompeya y más allá”, digamos (se ríe). El show se va a filmar, se va a grabar, la idea es que vea la luz próximamente. Después vamos a ir a Brasil, probablemente en julio, después nos vamos a Paraguay en setiembre. También hay una corriente, una especie de ala en la banda que quiere empezar a hacer un disco nuevo. Estoy yo solo todavía en ese sector (risas)… Entonces, quizás pasen cosa por ahí, también.

Las entradas para ambas fechas están a la venta a través de Tickantel.

Foto: Marcos Mezzottoni
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