Para contarnos sobre las nuevas canciones, la propia Lucía nos presenta una recorrida track por track por el último de los EP’s que compone “Una”, de los proyectos y procesos más interesantes que nos deja 2021.
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01. Oración. Es una canción que escribí para transformar algunos pensamientos en imágenes que me generan alivio. Un conjunto de enunciados que necesitaba decirme a mí y que se extienden a deseos hacia los demás también.
Si bien no apunta a lo religioso, de algún modo se vincula con el rito de verbalizar el deseo.
Siempre que estaba trabajando en esa canción pensaba en una playa con un faro, me imaginaba un mundo semi-destruido, casi distópico, pero donde el sentimiento y lo humano puesto en la melodía y la canción sobrevuelan ese estado. Traté de crear un ambiente sonoro que representara esa contradicción que estaba sintiendo, por ahí fue la búsqueda estética.02. La cresta de la ola. Es una canción que escribí hace bastante tiempo, para tratar de comprender los vaivenes emocionales y tratar de aceptar los momentos donde “hay que remar”. Poder transitar esos estados donde creemos que nada sale bien, porque luego aparece la oportunidad y creo que tenemos que estar ahí para recibirla.
También tiene que ver con dejar la orilla, con ver las cosas desde otra óptica, aceptar y ser aquello que nos libera.
Tuvo algunas versiones anteriores pero no terminaban de cerrar a la hora de grabarla, el desafío a nivel de producción fue encontrar esa forma que nos convenciera y creo que la encontramos. En un principio la despojé de todo lo que habíamos probado antes llevándola a una versión bien austera de guitarra y voz de la que se desprende la versión que finalmente quedó grabada.03. Miro el cielo. “Miro el cielo” es de las más nuevas, surgió como una melodía a capela. Soy muy colgada con el cielo y las nubes, las formas y las emociones que transmiten, cada tanto freno solo para poder observar y disfrutar de ese espectáculo maravilloso de la naturaleza, los colores, las texturas, etc. Muchas veces en esa pausa logro pensar muchas cosas y entenderlas, por ahí viene la letra de la canción, ese cielo como metáfora de la vida y sus estados emocionales.
Cuando empecé a trabajar en la armonía para esa melodía, me conectó mucho con las musicalidades que exploré cuando retomé el piano gracias a Martín Giorgieff “el Sheffa”, donde comenzó esto de hacer canciones, entonces me pareció bien que fuera su piano y ese sonido que me cautivó quién cerrara este proyecto, quien le pusiera la última nota. Lo trabajamos a distancia ya que el Shefa vive en EEUU. De alguna manera siento que este disco es una forma de plasmar y materializar mucho de lo que vengo haciendo musicalmente en mis discos anteriores de una forma más ordenada y consciente y de alguna manera recrear el origen tiene que ver con este sentimiento. -