Santiago Marrero, reconocido por su desempeño como tecladista en El Cuarteto De Nos y la desaparecida banda Sante Les Amis, además de su trabajo como productor de múltiples proyectos musicales de nuestro país, publicó recientemente “Las Afueras”, su primer álbum en solitario. En él, Marrero nos comparte nueve composiciones con distintos climas y ambientes en las que explora un universo donde predominan los sintetizadores analógicos.
Para conversar sobre el proceso de “Las Afueras”, de su rol como productor de su propio proyecto y del desafío de lanzar un material de estas características en tiempos conquistados por el consumo de singles, entrevistamos a Santiago y el resultado de la charla es lo que compartimos a continuación.
Por Liber Aicardi
¿Desde cuándo tenés en la cabeza hacer este disco?
Este disco te diría que está ahí, como dando vueltas desde, mediados de 2018 y no era tanto la idea de hacer un disco, pero sí hacer una música como solista, meterme en ese lugar de tener que tomar las decisiones y tener que enfrentarme contra esos dilemas que son definir las cosas. A medida que tenía ratitos entre gira y gira del Cuarteto, discos que estaba produciendo, intentaba componer de a poco algo que fuera material mío. Creo que un poco antes de la pandemia, por enero de 2020, me empecé a dar cuenta que iba a ser un disco y que tenía canciones como para hacer algo que quería que saliera. Ahí, le empecé a meter un poco más de pata como para que no pasara tanto tiempo entre que componía los temas y que salga. La pandemia fue como un momento donde pude dedicarle el tiempo que se necesitaba para poder cerrarlo, para concluir un proceso de hacer un primer disco. No me estaba resultando fácil cerrarlo porque me parecía que había muchas que no eran como una típica canción pop, que más o menos tenés una estructura, una letra y todo eso. Entonces, como que no me era fácil encontrar el cierre de esa música y, por momentos, atravesé procesos de bastante ansiedad de ver cómo resolverlo y, en un momento dije, “capaz, lo que tengo que darle es tiempo y va a ir cayendo solo”. Y la verdad es que en eso la pandemia me ayudó, pude escucharlas con otra perspectiva, laburarlas unos días, dejarlas otros días y en un momento dije “ya está, esto es algo”. Habrá cosas que me gustarán más, me gustarán menos pero, también está esa necesidad de soltar y largar música. Si quiero seguir haciendo discos y haciendo música, para eso tengo que sacar lo que estoy haciendo. No quería caer en eso que siento con algunos colegas, a veces, que por sacar un disco ideal no sacan nada ¿viste?
Yo soy creyente en que vas aprendiendo al hacer. Ese cliché de “se hace camino al andar”. Realmente lo siento así y siento que la mayor satisfacción que me da es haberlo hecho. Es como atravesar el puentecito ese que te da miedo y eso es una sensación muy linda, la verdad.
¿Pudiste tomar distancia del Santiago productor a la hora de trabajar tu propio material?
Sí, porque creo que pasa algo que, cuando vos producís -o por lo menos cuando yo produzco discos-, siento que mi opinión y mi criterio son importantes, pero el criterio y la opinión más importante es de quien hace la música porque es esa persona la que va a defender sus canciones. Yo puedo ayudar o potenciar esas canciones en el mejor de los casos, pero después sos vos el artista el que va a estar tocando tus canciones sobre el escenario y dando las notas. Entonces, hay un lugar último en las definiciones que no me corresponde, le corresponde al artista, entonces es un poco más sencillo porque ese dilema interno lo tiene que tener el artista y es parte de crear cosas. Tenés que enfrentarte a vos y decir “está bien, no está bien, me gusta, no me gusta, no le gustara a nadie”… Creo que cuando lo hacés con tus cosas es más difícil porque yo me hago esas preguntas y las tengo que responder yo, no le puedo tirar la pelota a otro. Es eso. Es más difícil porque te hacés las preguntas y te tenés que dar las respuestas.
Y, de antemano, ya sabes cuales son esas preguntas también, por tu experiencia…
Y sí, sí, la mayoría de las veces ya sabés a qué te vas a enfrentar. Lo que pasa es que después, frente a cada material, realmente, siempre es algo medio nuevo, al menos en lo que viene siendo mi experiencia hasta ahora, lo que aprendés te sirve hasta cierto punto. Después, cada momento tiene algo nuevo y, en realidad, lo que tenés que saber es cómo enfrentarte a lo nuevo y resolverlo. Por más que te armes zonas de seguridad, no te sirven del todo. Creo que para hacer o producir música, o hacer arte en general, tenés que poder vivir con ese conflicto, podés tener momentos en que estás muy seguro de lo que haces y te encanta, y momentos en que te parece una porquería. Yo los atravesé en todos los procesos que hice, un día me levantaba y decía “esto es una cagada, es igual al tema de éste, no me hace sentir nada” y días en que decía “¡pah, que bueno! re conecto, qué de más”… y no te vas a escapar de eso. (risas)
Por lo menos a mí, todo proceso que voy viviendo me va enseñando cosas y nutriendo y entra en diálogo con lo que yo hago, seguro. Sí, me parece que con mi música traté de ser bastante terco, en el buen sentido, de tener una idea que más o menos la tenía clara con este disco y mantenerla. Por ejemplo, yo vengo desde hace un tiempo siendo un defensor de la música instrumental. Nosotros vivimos como una epidemia de texto, de la palabra, de que todo se dice, todos tienen algo que decir y a mí me gusta mucho la música instrumental.
¿Trabajar con artistas tan diversos como Luis Angelero, El Color Ausente, Enemy y el propio Cuarteto De Nos te nutrió a la hora de componer o te apartás de los roles que tenés en cada uno de esos proyectos?
Por lo menos a mí, todo proceso que voy viviendo me va enseñando cosas y nutriendo y entra en diálogo con lo que yo hago, seguro. Sí, me parece que con mi música traté de ser bastante terco, en el buen sentido, de tener una idea que más o menos la tenía clara con este disco y mantenerla. Por ejemplo, yo vengo desde hace un tiempo siendo un defensor de la música instrumental. Nosotros vivimos como una epidemia de texto, de la palabra, de que todo se dice, todos tienen algo que decir y a mí me gusta mucho la música instrumental, la verdad. Me pasó con mi disco, de tener canciones que las empecé a trabajar y de repente se me ocurrió una melodía y decía “no, no, pará. Dejá que sea instrumental, dejá que se sostenga instrumental, dejala ser así, no la transformes en una canción”. Y ahí, la verdad es que fue un proceso interesante, también, porque me costó eso, porque estamos como un poco automatizados los creadores de canciones a pensar que la música es complemento de la voz. Yo quería que en este caso fuera todo lo contrario: que no hubiera voz y si había voz, que fuera el complemento de la música. Entonces, ahí me tuve que desprender de mis pesos, de mis propios demonios que me decían “dale, poné una letra, poné una melodía”. Creo que estuvo bueno eso porque siento que hay todo un camino en mí como compositor que tiene que ver con la música instrumental y que lo quiero seguir profundizando cada vez más.
¿Sentís que “Las Afueras” es un disco te identifica como músico y, en cierto modo, muestra facetas tuyas que hasta ahora no habías podido mostrar?
Sí, yo siento que representa una etapa de mi vida. Mirando para atrás yo veo el primer disco de Enemy que hice, el primer disco del Cuarteto que hice, empezás a ver que son como una recorte de una época de mi vida, te acordás más o menos cómo estabas, si estabas en pareja o no, si estabas medio bajón. Y creo que este disco “Las Afueras” es un recorte del Santiago de 2018 a finales de 2019. Hoy siento que no tienen tanto que ver con lo que soy ahora, pero siento que deja muy reflejado lo que fui durante estos años. Y en eso estoy muy contento con el disco. Realmente creo que intenté serme lo más honesto posible, como en ciertas cosas que pensaba que los temas instrumentales no los va a escuchar nadie o muy poca gente y sí, es lo que tengo ganas de hacer. Siento que sí, responde a una cierta etapa de mi vida.
El disco tiene mucho de viaje, que tiene su punto de partida, un desarrollo con sus atmósferas y un final. ¿Ése era el espíritu desde el inicio o lo fuiste encontrando en el camino?
Yo creo que a medida que fui componiendo las músicas que terminaron en este disco me fui quedando con las que más sentía esa sensación de que fuera un disco para poder escucharlo entero. Había como cinco o seis músicas más, pero cuando las escuchaba en grupo sentía que eran parecidas unas a otras, cumplían el mismo rol que otras dentro del disco, entonces intenté quedarme con una paleta de músicas que mostraran cierta cosa heterogénea y que, ordenada de alguna manera, puedan ser escuchada como algo tuviera un sentido, una coherencia. Es un disco que fue pensado como disco desde el día cero, no fue pensado como singles. Realmente creo que eso que vos decís pasa. Es un disco, no es una recopilación de singles y creo que la gente con la que más ha conectado es la que se ha permitido esa escucha, que es la minoría, a esta altura. Fue creado para eso. Es la manera donde más disfrutas del viaje que es el disco.
Creo que ahora hay una posición de la industria musical de sacar singles porque le sirve a la industria, no porque le sirva a los músicos. Y también hay una cosa de consumo mucho más efervescente, entonces entrás en una dinámica de singles. Yo no es lo que más disfruto hacer, ni trabajar, ni escuchar. Me gusta escuchar cuando sale un single nuevo de una artista, pero cuando sale un disco nuevo es otra cosa.
¿Cómo es para vos, que en tus otros proyectos estás acostumbrado a sacar singles, convivir con esto que decís?
Creo que es un poco de tirar la piolita entre lo que a uno le gusta y el mundo en el que vive. Creo que ahora hay una posición de la industria musical de sacar singles porque le sirve a la industria, no porque le sirva a los músicos. Y también hay una cosa de consumo mucho más efervescente, entonces entrás en una dinámica de singles. Yo no es lo que más disfruto hacer, ni trabajar, ni escuchar. Me gusta escuchar cuando sale un single nuevo de una artista, pero cuando sale un disco nuevo es otra cosa. Creo que te debe pasar lo mismo a vos, somos de generaciones que todavía escuchamos discos o que crecimos escuchando discos y sigue siendo lo que más disfruto. Después, no soy una persona tan terca ni negacionista del mundo en el que vivo porque ahí marchás, básicamente. Si vos queres vivir haciendo música y produciendo discos y vivir en la industria de la música, tiene sus reglas. Entonces, tenés que tratar de entenderlo y tratar de ser en eso lo más fiel posible a lo que querés hacer. Yo veo, a veces, mucho discurso que se aleja de la realidad. Sí, está todo bien, pero yo soy músico y quiero vivir de la música, es mi oficio y para eso tengo que entenderle las reglas del juego, si no no sé qué estás pensando.
¿Ya tenés en la cabeza cómo sería llevar este disco al vivo?
Sí, tengo como dos ideas a la vez. Una es poder presentarlo en vivo con banda, me encantaría, y es lo más complejo por un tema de infraestructura y porque no tengo la capacidad económica para pagarle a músicos y ponerlos a disposición de mi proyecto, pero sí lo voy a presentar con banda el año que viene, seguro. Me gustaría hacer una Sala Hugo Balzo, algo así. Todavía me parece un poquito pretencioso, pero es lo que me gustaría: hacer un show como el disco se lo merece y el proceso también. Después, estoy armando algo así como un live set con un sinte, un sampler y una caja de ritmos. Ahí voy a hacer unas versiones más bailables, más aggiornadas a poder tocar en una fiesta o de noche en un boliche, pero partiendo de las músicas de este disco. O sea, van a ser versiones remixes de “Las Afueras” para poder tocar un poco más el material y darle vida en otro formato, también. Y eso de seguir generando material a partir del material es algo que a mi me encanta. También es un lindo desafío para mí este formato. Siento que las dos cosas está bueno que convivan.