El próximo jueves 7, a las 21 hs, en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del SODRE, Santi Mostaffa, uno de los referentes del Hip Hop de nuestro país que, además, ha sabido trascender fronteras con sus rimas, presenta en vivo “Escapismo”, su último álbum, publicado a fines en 2018. A propósito del show, conversamos con él sobre el disco, su momento artístico y sobre la escena actual.
Por Liber Aicardi
Pasó un año desde el lanzamiento de “Escapismo” hasta ahora ¿Qué cosas te pasaron en el medio?
Fue un año de muchas cosas, muchas actividades relacionadas con el disco, también y con la música. También estuve de viaje. Yo lo miro ahora y, aunque pasó mucho tiempo de la salida del disco, para mí, es como que salió hace poquito porque, por suerte, pasaron muchas cosas entre medio.
¿Sentís que el disco está fresco todavía?
Si, de hecho, de alguna forma, sin hablar de forma explícita, este disco habla bastante de política y, ahora, me encuentro con unas cosas que escribí hace un tiempo y digo: “Montevideo está en esto”. Si, lo siento fresco en ese sentido.
¿Cómo lo ves respecto al disco anterior?
Conceptualmente, el disco cuenta una historia con distintos momentos. Yo me puse mucho más las pilas para escribirlo y, en mi criterio, está como mejor escrito. Me gusta mucho más, me parece que está más maduro.
¿Sentís que trabajar con otros artistas entre ambos discos, te ha ido nutriendo y lo pudiste volcar en “Escapismo”?
Sí, eso es un aprendizaje constante, es como que de todo el mundo podés aprender algo. Tocás en una banda con músicos y estas aprendiendo, después, trabajás con músicos sesionistas que saquen temas tuyos donde el beat lo hizo otra persona y estás aprendiendo también. En estos últimos tiempos he aprendido bastante.
“Escapismo” tiene una línea narrativa que va pasando por varios climas, hasta que hacia el final se concentran los temas más personales ¿te llevó un trabajo contarlo de esa manera?
Sí, hay un trabajo y me alegro mucho de que lo detectes. El disco tiene su narrativa y su historia que cuenta y es así, tal cual como lo decís. Toca distintos temas, habla de escaparse de distintas cosas. En este disco yo me sentí mucho más cómodo para decir cosas que, a veces, para un músico, para un rapero, un letrista o cualquier persona, es difícil hablar. Es difícil hablar de cosas de tu familia, que tu hermano se mató o cosas que pueden ser más triviales como que tus padres se divorciaron, que no es la gran tragedia, pero, a uno le remueve.
En este disco, yo me sentí mucho más cómodo para decir cosas que, a veces, para un músico, para un rapero, un letrista o cualquier persona, es difícil hablar. Es difícil hablar de cosas de tu familia, que tu hermano se mató o cosas que pueden ser más triviales como que tus padres se divorciaron, que no es la gran tragedia, pero, a uno le remueve.
En “El abrazo” decís: “cada rima que escribo es un pedido de ayuda” Ahí hay un sinceramiento y un compromiso claro con la letra.
Sí, igual, en el momento que lo escribí lo vi como general, también. Creo que los poetas estamos pidiendo atención y pidiendo que nos que nos escuchen ¿no? En el caso de ese tema es bastante claro.
También, en “Papá me dijo” hay una línea que dice “ahora que el Hip Hop en español está de moda, ser rapero es ser uno más del rebaño, me mira con desconfianza mi yo de quince años” ¿Te sentís cuestionado, de alguna forma, por ese Santi de los comienzos?
Por un lado, desde que yo tenía quince años hasta ahora, todo cambió en cuanto a los valores por los que la gente se para atrás de un micrófono. En aquél momento, rapeábamos para ser diferentes, rapeábamos para ser individuos, para decir las cosas que no podíamos evitar decir y, ahora, hay muchos más motivos y, a veces, menos solemnes, pero no está ni bien ni mal. Es como que la gente rapea porque es divertido rapear o porque quiere ganar una competencia y el rap es una herramienta musical poética que está a la mano. Y, después está toda la cuestión del negocio, el ser real, ser sincero con uno mismo y con lo demás, o no, hasta qué punto uno tira de la piola. La realidad es que yo puedo hablar de cómo veo el entorno pero, también, tengo que hablar de mí. Yo cuando tenía quince años no pensaba en poner el plato de comida en la mesa con la música y ahora sí, no lo puedo evitar. Entonces, esa solemnidad, uno se la empieza a cuestionar y hay que decir lo que hay que decir, pero, también, hay otra parte que hay que tener en cuenta, no olvidarse de una cosa ni de la otra.
¿Te genera conflicto eso?
No, ya no. La verdad siento que, últimamente, dentro del movimiento del Hip Hop, alguna gente que, capaz, no me hubiera esperado, como que cada vez me entiende más. Capaz que en otro momento no era tan receptiva con las cosas que yo hacía o ahora me entiende más. Me refiero a partes del movimiento, que, ahora entiende que cierta evolución musical está buena, que sea un requisito que te paguen para dar un show está bueno, salvo, la excepción que vos veas ¿no? Empezar a pensar algunas cosas como más laborales, que reivindicar el lugar de uno no es un pecado. Como que hay gente que me empezó a entenderlo recientemente, no era algo común.
¿El Hip Hop local tiene una identidad propia?
Creo que está desarrollando su identidad, su voz. Creo que sí. Cada vez hay más raperos que, a mí, me suenan a rap uruguayo.
Alguna gente que, capaz, no me hubiera esperado, como que cada vez me entiende más. Me refiero a partes del movimiento, que, ahora entiende que cierta evolución musical está buena, que sea un requisito que te paguen para dar un show está bueno, salvo, la excepción que vos veas ¿no? Empezar a pensar algunas cosas como más laborales, reivindicar el lugar de uno no es un pecado.
¿En qué, por ejemplo?
En el cantito, digamos. Hay cierto acento como uruguayo de hablar, que cada vez, se trasluce más en el rap de alguna gente. Las temáticas, también. Por nombrarte dos, me parece que Hache Souza suena re uruguayo y Zeballos, también; a mi oído suenan a rap uruguayo, pero, por nombrarte dos. Yo me considero que voy en esa búsqueda también y gente antes que yo, pero, cada vez más, se va agarrando una cosa que suena más uruguayo.
¿El hecho de que algunos de tus temas hayan formado parte del soundtrack de películas y series norteamericanas, lo ves, también, como un avance para el hip hop local?
Sí, creo que en cierta forma lo es. Ni que hablar que ese tipo de cosas, cuando pasan, uno explota, pero, también se genera un interés de ver qué hay acá, que hay detrás. También, incluso, capaz para la música uruguaya…para mí lo fue, para mí cambió muchas cosas. Es raro, porque (“Las mil y una noches”) fue una canción que salió en una película como ocho años después de que la habíamos escrito y de que la habíamos editado. Yo siento que la escucho y el talento no cambia, no soy más ni menos talentoso. Y el que quiera fijarse en eso que se fije y, si vos querés que yo sea el rapero de Hollywood, bueno, soy el rapero de Hollywood. A mí, me sirve para el curriculum y terrible anécdota para los nietos, imaginate (risas).