“Éxito” es el nombre del nuevo álbum de Samantha Navarro, un trabajo diferente en la carrera de la cantante y compositora, principalmente por el proceso que transitaron las canciones que lo componen. La presencia de Diego Matturro, esta vez en su rol de productor artístico, no se limitó a esta tarea sino que interpretó todos los instrumentos en casi todos los temas del disco, al tiempo que participó activamente en la selección del tracklist. Además, varios invitados e invitadas como Ana Prada, Martín Rivero, Florencia Níñez, Anita Valiente, Sole Ramírez, Maxi Suárez y el propio Matturro, aportaron su impronta en varias canciones.
El próximo 17 de agosto, a las 21:00 h en Sala Zitarrosa, Samantha Navarro presentará en vivo “Éxito” y las entradas para el show ya se encuentran a la venta a través de Tickantel. Tomando como pretexto ambos eventos, conversamos con ella acerca del reciente lanzamiento, la suerte de experimentación que significó el mismo y sobre sus treinta años de trayectoria que se cumplen en este año.
Por Liber Aicardi
¿Cómo fue el proceso de “Éxito”, un disco particular ya que tuvouna presencia muy activa de parte de Diego Matturro, hasta en la selección de las canciones?
Todo se inició en 2021 con la canción “Señal”, yo me quería hacer como una especie de regalo para mis 50 años. Diego recién tenía el estudio y yo le dije que lo quería contratar, entonces él me dijo que no, que me lo quería regalar, que yo me ocupara de la mezcla, pero él me lo regalaba. Y me encantó. Después, cuando me surgió la idea de hacer un disco completo dije “¡tengo que hacerlo con Diego!”.
Yo ya he trabajado en otras ocasiones con productores, pero en este caso también lo hice desde la parte de la selección. Yo le presentaba temas a Maturro con la guitarra, sin ninguna sugerencia, y él elegía los que iban más con la idea del proyecto. Siempre sin producción ni nada, el tema acústico. Diego me decía “mandámelos sólo con la guitarrita porque yo quiero hacer algo que vos no harías”. La idea era, justamente, salir de mis lugares comunes. Y me encantó ese proceso. Incluso, había temas que le mostraba y tenían alguna parte más, y me decía “no, no, esta parte no la vamos a hacer”. Era como un recorte de pelo, por decirlo de alguna manera. Después, Diego trabajaba el tema y, antes de mostrarme la maqueta, me decía “bueno, te lo destrocé el tema, no te va a gustar, me vas a mandar a cagar”. ¡Y estaba buenísimo! Porque, realmente, me gustaron muchísimo las cosas que me proponía y, después, seguimos para adelante.
En la gacetilla de prensa mencionás que fue un “ejercicio de dejar de lado el ego” ¿cómo te sentiste con eso?
Fue así, totalmente. Porque, desde el punto de vista de la selección, en realidad la había realizado yo en todas las ocasiones, y las ideas del sonido habían sido en última instancia decisiones mías también, como las propuestas de arreglos mías, todos los detalles. Yo siempre había estado en lo más chiquitito en todo.
Fue muy interesante en ese sentido, confiar en el experimento, y fue un gran ejercicio. Yo antes jamás hubiera permitido cambiar unos acordes en un tema.
Escuchando el disco da la sensación que tiene mucho trabajo de estudio. ¿Fue realmente así?
Sí, es un disco que lo hizo todo Diego, salvo en el tema “Señal” que la batería la toca Nacho Delgado y el bajo Nico López y el piano de “Diferentes” que lo toca Maxi Suárez. En un principio íbamos a hacerlo diferente, pero después nos dimos cuenta que estaba buenísimo, entonces no tenía sentido tampoco entrar en el otro mundo, en el mundo más orgánico como otros discos que he grabado que ensayás, ensayás, ensayás, vas al estudio y grabás casi que en vivo. Esa fue una metodología que usé muchísimo. Esto otro fue como más de laboratorio, incluso algunas voces mías que fueron voces guías y después, a la semana que teníamos pautado que iba a grabar de vuelta todas las voces, me dio una gripe que estaba horrible, y entonces no grabé todas las voces de vuelta. Como estaba grabada con un micrófono bueno y le iban a pasar un montón de procesos y de cosas que eran parte del desafío de este disco “Éxito”, entonces grabamos solo las que había que grabar de vuelta por algunas cuestiones que tenían que ver con que justo no habíamos grabado esa con el micro igual que las otras o porque yo había dicho una palabra mal. Lo que estaba bien lo dejamos todo. En ese sentido, también hay como una cosa del impulso que es interesante
Yo ya he trabajado en otras ocasiones con productores, pero en este caso también lo hice desde la parte de la selección. Yo le presentaba temas a Diego Maturro con la guitarra, sin ninguna sugerencia, y él elegía los que iban más con la idea del proyecto. Siempre sin producción, ni nada, el tema acústico, solo con guitarra.
Venís de un disco anterior llamado “Amor”, conformado por tres EPs a los que denominaste “islas”, que tenía letras muy personales y hablabas del amor en varios aspectos. Este también es personal, pero desde otra perspectiva, más apuntado hacia el afuera…
Sí, este es un disco más hacia el afuera. En ese sentido las canciones fueron muchas de ellas compuestas durante la pandemia y tienen como una ambición más oscura, sobre una lectura de la realidad más crítica. Incluso, hago el ejercicio ese de concentrarme en algunas palabras, hay algunos conceptos que se repiten a lo largo de las canciones, más allá de la melodía o de la letra específica. Hay conceptos que van hilvanando todo, tiene como una cosa así de crítica. El anterior es todo canciones de amor, amor pop, luminoso, arco iris, todo eso. Y, también, los otros temas, los del amor muerto, los del dolor como “Bowie”. Y después tiene otros que son más como sexys en cierto sentido.
¿Siempre tuviste la idea que fuera un disco con invitados?
Sí, al principio la idea era que fueran todos invitados en todos los temas, como un ejercicio, también. Después, a último momento, algunos final no pudieron participar y entonces quedó “Smoking & drinking” y “Señal”, que quedé yo sola. Pero en todas las otras canciones tenemos invitados y son todos como que la canción está totalmente relacionada con el invitado.
¿Qué fue primero, los invitados o las canciones?
Las dos, un poco a la vez. Cuando compuse “El peine de la medusa”, cuando lo estaba haciendo, me di cuenta que hay algo en la melodía que me llevaba para ahí, para esa poética melódica de Astroboy. Entonces, era obvio que era con Martín (Rivero, vocalista de Astroboy). Después, “Todo parece”, podría ser perfectamente una canción de Diego Maturro. La de Florencia Núñez, podría ser una canción de Florencia Núñez, lo mismo con la que canta Anita Valiente. La de Ana Prada se la compuse para que la cantara ella y en su momento no lo logré y lo logré ahora. Y la idea original de “Diferentes” era, en realidad la segunda idea, era poner una voz de inteligencia artificial, seguir con el experimento, un cubano robot, ponele, una cosa así. Pero no quedaba, la idea era buenísima, pero después no quedaba bueno. Entonces, se le ocurrió a Diego invitar a Sole, que es una genia y me encanta cómo queda ahí la voz de ella.
Si bien en tu carrera has experimentando con distintos géneros, como obra, quizás “Éxito” sea el que tiene la mayora amplitud estilística. ¿Lo ves así?
No sé (piensa). Si hay algo que me ha caracterizado desde mi primer disco es el flirteo o el coqueteo con diferentes aires de cosas, desde el inicio siempre fue una característica. Cuando empezamos con este yo pensé que nos íbamos a quedar con el pop rock, pero después fue como natural, tiró para ahí.
Y lo que tuvo de bueno fue que fuimos de lleno para los géneros. Si era una bachata, íbamos para ahí, si es un reggaetón, también, la chacarera de Anita Valiente, lo mismo… Entonces, en ese sentido, me parece como que tiene esos momentos más definidos. Por ejemplo, yo en el disco anterior ya tenía también una que era como un country, otra que era como un reggaetón, y cosas así, más electropop, jugando con esas cosas. En este disco, al ser más potente lo del pop rock en las canciones que van por ahí, creo que se resalta más el hecho de la diferencia.
Este es un disco más hacia el afuera. En ese sentido, las canciones fueron muchas de ellas compuestas durante la pandemia y tienen como una ambición más oscura, sobre una lectura de la realidad más crítica. Incluso, hago el ejercicio de concentrarme en algunas palabras, hay algunos conceptos que se repiten a lo largo de las canciones, más allá de la melodía o de la letra específica.
Este año cumplís treinta años de carrera o, al menos, que saliste a compartir tus canciones, ¿ya habías caído en esa cuenta?
No me había dado cuenta cuando empezó el año, para nada. Y hace, ponele, dos meses, me estaba lavando el pelo, que si no tengo la radio sonando, es mi momento de reflexión. Y digo “¡ay! ¡pero qué papafrita!” Me di cuenta de que no me había dado cuenta de que eran 30 años. Dije, “¡páh! ¿cómo pasa el tiempo de rápido?”. Y mientras me seguía lavando el pelo decía “no me achiqué eh… ¡insistí!”. Es un éxito seguir porque el público es muy chico y somos muchísimos artistas de todo tipo. Entonces, es complicado, requiere muchísimo amor a lo que uno hace, mucha convicción en un punto y una actitud gasolera, también, como para poder ir llevándola en la vida. Es muy hermoso porque te encontrás con gente muy divina todo el tiempo y eso alimenta, también, el proyecto.
¿Qué nos podés adelantar del show presentación del disco en la Sala Zitarrosa, que está ligada, también, a tu historia?
Estoy re copada por tocar en la Sala Zitarrosa, que es un lugar que me encanta de toda la vida. Toqué en la semana inaugural de la sala en el ‘ 99. Siempre estuve relacionada con la sala, la conocí antes de que fuera sala también, porque me invitaron cuando estaba el proyecto y presentaron la idea, todavía no estaban las butacas. Estuvo increíble, me acuerdo de esa sensación.
Y tengo una banda nueva, La Sama Banda, que está Mariana Vásquez, que es de toda la vida, después está Isma Ruibal en la guitarra eléctrica, que es un guitarrista joven de allá de la costa, Maia Marichal en el bajo y en batería está Ignacio Dolienco, que lo conozco de hace muchísimos años y él es también matemático, entonces es como un baterista muy copado y, lo conozco desde que él es adolescente, compartimos un par de ensayos con una banda de garage que tuve hace muchos años. Es re linda la banda, anda volando, se suena todo. También va a estar Maxi Suárez invitado, vamos a ver si podemos usar el piano de la Zitarrosa, que despelote, y después vienen las y los cantantes, casi todos vienen. Alguno no puede, pero casi todos vienen. Vamos a hacer este disco, canciones de todo mi repertorio y canciones que nunca canté en vivo, que compuse y después nunca salieron. Una es oscura, súper oscura, que tiene puntos de contacto con la temática del disco y es como pop rock entonces es ideal, y la otra es pop rock y es como positiva, entonces para compensar, un poco Yin y Yang, van esas dos también.