En los últimos años Papina De Palma se ha consolidado como una de las principales referentes de una nueva generación de cantautoras, al tiempo que comenzó a incursionar en la murga y el carnaval, además de recorrer escenarios de nuestro país y la vecina orilla. Ahora, es el turno de Europa, destino hacia el cual partirá en los próximos días, entre otras cosas, para llevar sus canciones. Antes de emprender viaje, se presentará el próximo sábado 27, a las 21 hs en Bluzz Live, a modo de “despedida temporal de Montevideo”, en un show con banda completa. En la siguiente entrevista nos cuenta sobre ello, el colectivo formado para ampliar la participación de las mujeres en los festivales y sus planes para el próximo disco.
Por Liber Aicardi
Se cumplen tres años del lanzamiento de “Instantes decisivos” y varias cosas pasaron, en ese tiempo, con el disco ¿Te imaginabas ese camino recorrido o fuiste tomando por los lugares que se te iban presentando?
Cuando me propuse grabar el disco no imaginaba un recorrido determinado, aunque, sí, deseaba que fuera escuchado y poder tocar y viajar gracias a él. Todo lo que ha sucedido superó absolutamente mis expectativas. Con la música siempre me parece que las cosas pasan así, como que fueran más de lo que se me podría ocurrir desear. Con esto no quiero sonar exagerada, sé que me queda un montón enorme de trabajo para hacer, un montón de etapas que transitar, pero estoy muy agradecida con quienes escuchan, con les artistas que me dan para adelante, con la prensa que se interesa, con mis amigues. Estoy bien acompañada.
Entre otras cosas comenzaste a salir en carnaval ¿Cómo se da tu incursión en el carnaval con Falta y Resto?
Había empezado a estar en contacto con el mundo carnavalero a través de los festis que las murgas organizan para recaudar fondos, me invitaban a tocar y casi siempre accedía. Hace un par de años, Cayó la Cabra me invitó a abrir el show que festejaba sus diez años y, ahí, medio que me enamoré del mundo murguero, viéndolos pintarse en los camarines del SODRE. Pensé “¡qué lindo sería!” y le comenté este deseo a algunes amigues. Una de elles, Sofi Mieres, me contó que la Falta estaba buscando mujeres que integraran un nuevo coro paritario, y aunque al principio pensé que no tenía chances, al final me animé y les hice saber que estaba interesada en participar. Felizmente les Castro estuvieron de acuerdo en incorporarme.
El carnaval es una fiesta que debería ser de todes y está lejísimos de ese estado. Deja afuera de los escenarios a las mujeres a no ser en casos excepcionales, y deja afuera a quienes no tienen el privilegio de poder ensayar durante meses dejando de hacer otras tareas.
Anteriormente tu vínculo con el carnaval era muy poco o nada… ¿Te sorprendió ese mundo nuevo, por llamarlo de alguna forma, para vos?
Sí, me sorprendió en todas las formas posibles. En los dos años que hace que estoy en la vuelta ya me dio para mega enamorarme de ese universo y para desencantarme también. Tiene muchas aristas muy distintas, algunas mágicas y algunas oscuras y tristes.
A propósito de esto último ¿Qué es lo mejor que te dio el carnaval y qué es lo que no te gusta?
Lo mejor que me dio el carnaval fue a mis compañeres. Me hice amigues fabuloses, personas que se integraron a mi vida en ámbitos que van más allá de la murga, hermanos, y hermanas. Los tablados, recorrer Montevideo cantando algo en lo que creo profundamente, ¡fa! Eso es lo mejor, también.
Lo que menos me gusta es el concurso, porque medir la calidad de una obra de arte comparándola con otra es una conducta patriarcal, y margina, segrega. El carnaval es una fiesta que debería ser de todes y está lejísimos de ese estado. Deja afuera de los escenarios a las mujeres a no ser en casos excepcionales, y deja afuera a quienes no tienen el privilegio de poder ensayar durante meses dejando de hacer otras tareas. La mayoría de les artistas no perciben grandes sumas de dinero, el pago termina siendo algo simbólico si se lo relaciona con los meses invertidos en ensayar un espectáculo. Por eso, el carnaval se vuelve algo exclusivo para quienes tienen esa posibilidad. También, como hay una prueba de admisión que sólo permite la participación de espectáculos que cumplen con determinadas condiciones de calidad, es exclusivo para quienes podemos cantar por lo menos afinado, o actuar, o bailar muy bien. Eso parece un disparate dicho así nomás, pero, ¿no es la fiesta popular? ¿no es de todes? ¿por qué tendrías que cantar bien? Pienso que lo único que debería demandar el carnaval para que alguien participe, es su deseo, y como están las cosas, cada uno tiene que tener mucho más que eso.
No es novedad el gran momento que vienen pasando las artistas mujeres en el medio local ¿Cómo se da el proceso que empiezan a juntarse para reclamar su lugar en los festivales?
Decidimos organizarnos después de notar varias grillas que dejan afuera a los proyectos encabezados por mujeres. Hay mucha variedad de géneros y artistas de tremenda calidad, no existe una razón justa por la que eso pase, y como queremos trabajar, no nos queda otra más que reclamar el lugar que nos pertenece. El colectivo recién nace, nos queda mucho por hacer y, en lo personal, estoy convencida de que no es solo la ausencia de mujeres la que hay que resolver, sino también la ausencia de identidades disidentes, hay artistas trans y no binaries que sufren esta desigualdad incluso en mayor medida.
Estoy convencida de que no es sólo la ausencia de mujeres (en los festivales) la que hay que resolver, sino también la ausencia de identidades disidentes, hay artistas trans y no binaries que sufren esta desigualdad, incluso, en mayor medida.
¿Se sintieron escuchadas en la medida que esperaban?
La Semana de la Cerveza, que fue la destinataria principal de la carta que emitimos, incluyó a Mónica Navarro y a Laura Canoura en su programación tras nuestro reclamo. Si bien su participación nos alegra, el porcentaje de presencia femenina no respondió para nada a la cantidad de artistas mujeres que están trabajando para ser escuchadas. Nuestro colectivo incluye además otros roles, técnicas, productoras, que también tienen una presencia mucho menor a la de los hombres en casi todos los eventos.
Dentro de poco te vas a Europa ¿Cuál es el plan?
Es un viaje que voy a hacer junto a Leandro, mi compañero. Lo venimos deseando hace un montón y, por fin, podemos concretarlo. No es una gira, pero tampoco es un paseo meramente turístico. El plan es conocer, aprender, y también tocar, porque es lo que nos gusta hacer y porque nos va a servir de sustento.
¿Y en cuanto a nuevas canciones y nuevo disco?
Necesito sacar material nuevo, lo tengo claro. A la vuelta del viaje, tengo pautadas unas semanas de trabajo con Juanito El Cantor, que produjo “Instantes Decisivos”, para que nazcan cosas nuevas. Planeo usar el viaje como insumo para componer. Espero volver con, por lo menos, un disco entero compuesto.
¿Habrá cambios compositivos y musicales en el nuevo material?
Como mis canciones se refieren a mi vida y a mis pensamientos, los cambios son permanentes. El primer disco fue como una compilación de las canciones que había hecho toda mi vida. Mi deseo es que este tenga mayor consistencia narrativa, que gire en torno a un concepto.
¿Qué tiene de especial o particular este show de despedida en Bluzz?
Es un show con la banda, ya eso es algo que no se da siempre, habitualmente toco sola, y las veces que me acompañó la banda últimamente han sido en producciones más grandes en las que participo entre otres artistas. Va a estar de invitada Fabiana Fenocchi, una tremenda cantante de 15 años que versionó una canción mía con tanta belleza que me gusta más que la original. Tocaremos su versión y cantaremos juntas. También estarán Toto Yulelé, Samantha Navarro y Nicolás Bagattini, de La Saga, junto a quien cantaremos una canción en la que canté de invitada para el disco de Palabras, su nuevo proyecto. Va a ser una linda ocasión para abrazarnos. La sala suena precioso y estoy muy ansiosa.