Pan de LBM: “Los Buenos Modales es más grande que cualquiera de nosotros”

Desde su nacimiento, en 2015, Los Buenos Modales dejaron en claro que no eran un proyecto más dentro de la efervescente escena del hip-hop local. Conformado inicialmente como un colectivo encabezado por los productores Pan y Dubchizza junto a los raperos Arquero, Berna, Hache Souza y Seba Jones, con participaciones ocasionales de algunos referentes de género, a lo largo de estos años se han consolidado como banda, sumando a Flavio Galmarini, Rodrigo Baeza y Gonzalo Vivas. En marzo pasado Los Modales publicaron “Vice City” su segundo álbum, un trabajo que se destaca entre lo más logrado en lo que va del año. A propósito del lanzamiento, conversamos con Pan en la entrevista que te compartimos a continuación.

Por Liber Aicardi

Foto: Santiago Banchero – IG:@sbanche

¿Cómo definirías hoy a Los Buenos Modales? ¿Como un colectivo o como una banda?
Yo creo que, más que nunca con este disco, es una banda. Se laburó concienzudamente para lograr un sonido integral, un sonido de banda y de presentarnos como tal. El proyecto, al principio, supo ser algo que tenía que ver más con la colaboración y, también, con hacer una investigación de un género que no era propio y de investigar una manera de producir y hacer música, que era muy diferente a la que veníamos haciendo con proyectos que eran más convencionales en su formato, más de banda. Pasó de ser un experimento que, la verdad, funcionó muy bien sin quererlo, que naturalmente con el paso del tiempo y las demandas de shows y cómo nos fuimos encontrando, se depuró en lo que es hoy que, para mí, es una banda hecha y derecha.

¿Sentís que en “Vice City” pudieron plasmar el crecimiento de los cinco años de distancia que hay entre el primer disco y éste?
Sí. Me parece que fue una búsqueda consciente de poder interpretar claramente en las nuevas canciones todo eso que nos estaba pasando. Y no sólo eso, sino entender el potencial que nosotros teníamos como banda. El primer proyecto eran bases de rap con raperos arriba que, después, se transformó en un show en vivo, que después se tuvo que buscar una banda que reinterpretara eso y, mismo, creo que el fuerte de Los Buenos Modales es el vivo y esas versiones del vivo no son las mismas que las del primer disco. Entonces, el segundo disco se hizo sabiendo lo que podíamos hacer y las herramientas que teníamos, la paleta de texturas que teníamos. Decididamente, sí, se buscó pulir toda esa experiencia que estuvimos juntando todos estos años y lo que es el directo de Los Bueno Modales en un disco.

¿Cómo fue el proceso del disco?
El proceso fue un proceso que comenzó cuando terminó el del primer disco. A los meses, ya estábamos compartiendo nuevos demos y maquetas, mismo, hay un par de instrumentales que eran para el primero y se retrabajaron. Hubo una instancia muy fuerte en un estudio que tiene “Perua”, nuestro sonidista, en Cuchilla Alta que lo usamos de base muchas veces. Lo que pasa con Los Buenos Modales es que, al ser tantos, hay que coordinar bastante esos escapes de creatividad, hay que generar los momentos y en una agenda que, la verdad, estuvo bastante movida estos años con shows y otro tipo de cosas, grabar el disco se hizo de manera bastante esporádica.

¿Tuvo alguna incidencia en ese proceso el año de pandemia que llevamos?
Cuando estábamos por entregar el disco para irnos de gira a Europa fue que cayó la pandemia y creo que sí, seguro, terminó de cerrar un montón de ideas que había para el disco. Al principio era todo muy incierto, entonces hubo como un freno de la banda por un tiempo y nos volvimos a encontrar por julio, agosto los músicos en un momento que nos pudimos volver a ver y a reformular todo eso ¿no? Porque había un disco que estaba pronto que era pre pandemia, que, por ahí, necesitaba algunos ajustes para ser más pertinente porque cambió la manera en que la gente consume música, cambió el mood general de las cosas y creo que esa instancia que tuvimos juntos para poder cerrar los temas fue súper fuerte y creo que hay como una pátina que envuelve todo el disco que tiene que ver con eso. Seguro.

¿Eso determinó que hicieran mayor hincapié en el trabajo de producción?
Lo que pasó en este disco es que se le entregó a la banda, a la banda me estoy refiriendo además de Dubchizza y yo, a Gonzalo Vivas, a Flavio Galmarini y a Rodrigo Baeza, la llave para poder proponer y hacerse cargo de las canciones. Desde la confianza total y, desde eso que te decía, de empezar a ser realmente una banda, hubo una libertad y hubo también una responsabilidad para ello para hacerse cargo al menos de su parte, al menos de su instrumento. Después terminó en algo súper colaborativo de poder nutrirnos entre todos y poder sacar un sonido que nos convence a todos cien por ciento. Como que nos responsabilizamos todos y eso está buenísimo porque también hay un ejercicio ahí de soltar el ego y saber que la persona que tenés al lado te va a devolver algo que está buenísimo, aunque no sea lo que tenías vos en mente, que da como resultado este disco que no puede dejarme más que súper orgulloso.

En este disco como que nos responsabilizamos todos y eso está buenísimo porque también hay un ejercicio ahí de soltar el ego y saber que la persona que tenés al lado te va a devolver algo que está buenísimo, aunque no sea lo que tenías vos en mente, que da como resultado este disco que no puede dejarme más que súper orgulloso.

Ya que lo mencionaste ¿es un tema manejar el ego entre nueve personas?
Al principio fue un poco más complicado pero, sobre todo, por el tema de tener que priorizar. Es natural que las personas que tienen sus carreras solistas, sus otros proyectos, en algún momento tengan que dedicare a eso y no a Los Buenos Modales. Se hizo un poco más complicado porque al ser nueve, esas agendas son una locura, pero también con el paso del tiempo y la convicción de que lo que se estaba haciendo está bueno y lo que te decía de la confianza. Se ha hablado mucho y creo que el proyecto, más que verlo como un entorpecimiento de las carreras solistas, tiene que ver como una fase de nutrirlo cien por ciento y, además, de poder liberar algunas cosas que no hacen ellos en sus carreras solistas. Se trata de enfocar así, con esa libertad y creo que hasta ahora ha dado muy buenos resultados.

¿Es algo en lo que trabajan específicamente?
Es algo que se trabaja específicamente porque tenés nueve monos adentro de un cuarto tratando de ser el mejor. Es como en un cuadro de fútbol… Son dinámicas que son súper naturales y lo que se ha dado es eso. A resultados y ver que las cosas salen, no podés más que confiar.

Este disco lo encuentro más diverso musicalmente que el primero ¿Compartís esto?
El primer disco es bastante variado, también, en sus ritmos. Me parece que tiene que ver con eso que te decía de abrir la cancha a otras cabezas, a otras sensibilidades. Somos gente que escucha mucha música, somos gente de muchos palos distintos que hacen otra música, porque si bien los raperos lo hacen de toda la vida, los músicos empezamos a coquetear con el género hace relativamente poco. O sea, en comparación a las otras cosas que hemos hecho. Entonces, se dio de una manera natural. A mí lo que me tiene muy orgulloso es que, canción a canción, si bien hay diferentes ritmos, suenan todas a canciones de Los Buenos Modales. Y me parece que es ese justamente el logro y eso está buenísimo.

Estos discos son para nosotros. Esto nunca se planteó desde un lado de ‘tenemos que hacer esto para que pase tal cosa’ o ‘nos va a ir bien de tal manera, llamá a Fulanito y a Fulanito para hacer un featuring’. Esto es, realmente, una banda que sale mucho de la curiosidad y también de ver hasta dónde podés ir, de qué sos capaz.

También hay una orientación más rítmica, más bailable, por decirlo de alguna manera…
En realidad no es algo que se haya decidido conscientemente hacerlo más bailable. Sí, hay una curiosidad que se nota y que tiene que ver con estos cinco años de experiencia y de ver lo que vos podés hacer también. Estos discos son para nosotros. Mirá que esto nunca se planteó desde un lado de “tenemos que hacer esto para que pase tal cosa” o “nos va a ir bien de tal manera y llamá a Fulanito y a Fulanito para hacer un featuring”. Esto es, realmente, una banda que sale mucho de la curiosidad y también de ver hasta dónde podés ir, de qué sos capaz. Por eso te decía que no se choca con las carreras paralelas porque las carreras paralelas están muy definidas en su concepto. Los Buenos Modales es más grande que cualquiera de nosotros y mucho más grande que cualquier expectativa que podamos tener.

¿Cuánto del vivo llevan al estudio?
Este disco se pensó para el vivo. En este disco se tomaron decisiones para que la banda tuviera un protagonismo y también de entender en el vivo qué nos hace buenos y qué no. En el primer disco tuvimos que salir a reversionar todas las canciones y en este disco se hicieron desde el principio pensando en que en algún momento se iban a tocar en vivo, entonces hay decisiones de sonido que tienen que ver justamente con eso, donde te imaginás el momento de show donde rinden.

¿Cómo manejan el hecho de tener un disco nuevo y no poder salir a tocarlo, al menos por ahora?
Es una sensación bastante extraña. Primero, porque por la salud mental de cada uno, evitamos generar expectativas acerca del cuándo. Sacar el disco también tuvo que ver como con liberarnos de esa presión de sacarlo para tocarlo, porque la verdad es que el disco no salió el año pasado por eso, estábamos esperando el momento “perfecto” para poder tocarlo y nos dimos cuenta que ese momento no iba a llegar de manera perfecta, entonces el disco salió como un acto de rebeldía y de libertad en un momento donde necesitábamos un acto de rebeldía y libertad, decididamente. Las ganas son muchas, obviamente, pero también entendemos que no hay apuro en el sentido que si esperamos tanto tiempo por esto, no sólo por el disco sino como sociedad, para poder encontrarnos de esa manera, creo que podemos esperar un poquito más para hacerlo bien. Entonces está todo enfocado en realidad hacia otro tipo de contenidos y de cosas que van a estar viniendo que no son, necesariamente, un show en vivo, pero entendiendo que la plataforma Los Buenos Modales es otra cosa. Eso fue mucho en lo que se laburó el año pasado. No tenemos shows, perfecto. Pero ¿qué somos? ¿qué podemos hacer? ¿qué tenemos para dar? Tenemos un disco lleno de canciones y todo lo que se puede desprender de eso. Entre esas cosas, un show en vivo que se va a dar seguro este año, pero tratamos de concentrarnos en otras cosas.

Foto: Santiago Banchero – IG:@sbanche
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