Nicolás Molina presenta “Querencia”: la sinceridad made in Castillos

En “Querencia”, su nuevo álbum, Nicolás Molina enseña sus composiciones más personales y nos propone un puñado de canciones sinceras que reflejan y transmiten su sentir de un modo más que honesto. Canciones marcadas por eventos personales, su ambiente y vivencias cotidianas se conjugan en un trabajo que, a pesar de ser el primero presentado de manera solista, curiosamente (y no tanto) es el que suena más a una banda. El sábado 19 de octubre, a las 21 hs, en La Trastienda MVD, Nicolás Molina presenta en vivo “Querencia” y, antes, conversamos con él acerca del proceso del disco, de su necesidad de firmar la obra con su nombre y de los proyectos que se vienen.

Por Liber Aicardi

Foto: Pablo Banchero

¿Considerás a “Querencia” como tu disco más personal?
Sí. Si bien todos mis discos tienen como una impronta personal, creo que éste y “El desencanto” son los dos más personales. En “El desencanto”, quizás, me expuse en un setenta por ciento en las letras y, en este, ya es un cien por ciento, por así decirlo. Si bien no todas las canciones de “Querencia” son autobiográficas, como, a veces, la gente piensa, por canciones como “El marciano y el palmar”, pero, son cosas que yo viví desde afuera. Estoy de acuerdo con eso y lo siento muy personal y, en un cierto sentido, como un hijo predilecto.

También es tu primer disco en el que te presentás como Nicolás Molina, sin el nombre de una banda detrás ¿Sentías la necesidad de llevar el proyecto bajo tu entera responsabilidad?
En realidad, he estado pensando mucho en por qué lo puse como Nicolás Molina y creo que esto también responde a que, si busco en las profundidades de mi cabeza o de mis sentimientos, creo que cuando estaba haciendo el disco, sentí la necesidad de firmar este disco como un disco de autor, de compositor, como algo muy personal y no tanto en el marco de un solista con una banda. Eso no quita que en un futuro salgan otro tipo de canciones que no las quiera asociar tanto a esa impronta tan personal. Yo me di cuenta por el 2016, 2017 que realmente, lo que estaba haciendo estaba saliendo muy desde adentro. No digo que en los dos primeros no haya sido así, pero, sí, siempre estaba componiendo como para jugar más en equipo que ahora, que si bien es un disco armado en equipo con músicos fantásticos y unidos, es un disco que, también, lo estoy preparando para poderlo tocar en diferentes formatos, ya sea sólo con guitarra, en trío o full band.

Yo me di cuenta por el 2016, 2017 que, realmente, lo que estaba haciendo estaba saliendo muy desde adentro. No digo que en los dos primeros no haya sido así, pero, sí, siempre estaba componiendo como para jugar más en equipo que ahora, que si bien es un disco armado en equipo con músicos fantásticos y unidos, es un disco que, también, lo estoy preparando para poderlo tocar en diferentes formatos, ya sea sólo con guitarra, en trío o full band.

Es curioso porque es, de todos tus discos, el que suena más a una banda.
Eso, para mí, también es así y es como muy gracioso. Los tres discos, los he armado y producido de una forma muy similar, que es con mi computadora, haciendo una maqueta y, sobre esa maqueta hemos ido grabando los diferentes músicos sus partes. Molina y Los Cósmicos, siempre lo presenté como un solista con banda. En todo el proceso de este disco yo logré tener una banda fija para grabar el disco. Entonces, yo creo que de ahí nace esa sensación de que suena una banda porque hubo un trabajo de José Nozar muy dedicado en baterías, un trabajo de Pablo Gómez, en teclados y pianos, muy fino y muy dedicado, también, y lo mismo de parte de Sebastián Arruti en el bajo. Yo siempre me lo planteé como que esa era la banda que grababa en el disco junto a mí en guitarras. Por más que sabía que iba a haber invitados, yo quería que grabaran en todas las canciones. Y también, cada uno de ellos, además de arreglar sus partes, estaban dando devoluciones a mis ideas constantemente; había alguna canción que ya habíamos tocado antes y creo que eso se refleja en el disco. Es el disco más solista pero como el que suena más a una banda. Creo que los dos primeros son discos más experimentales, desde el punto de vista de ver hasta dónde podía llegar yo produciendo mis canciones. En “Querencia” ya hay una idea de mostrar un disco que fue grabado con una banda y, sin ella, hubiera sonado diferente, indudablemente.

En cuanto a las letras ¿en algún momento del proceso pensaste: “hasta acá voy con lo que quiero contar”?
Paseé por todas las etapas. En realidad, cuando hice el disco traté de ser súper sincero y, para mí, fue como exteriorizar sentimientos sin saber hasta dónde podía llegar. Sabía que estaba haciendo, en cierto sentido, algo menos comercial que lo anterior y que, seguramente iba a tener menos reproducciones y eso, pero creo que no tuve reparos. Sí, me pasó, por ejemplo, en alguna que me costó grabar la voz, como “Volver al mar”, que me quedé con el demo que grabé porque cada vez que la iba a grabar, me era más difícil grabarla. Pasa que yo me auto grabo en mi casa y eso es un pro y una contra porque al grabarte en tu propia casa no tienes el taxi de que va cayendo la ficha pero, también, pasa que estás en tu casa y, de repente, tienes que pintar una pared o estar trabajando o cambiarle los pañales a mi hija o descansar de hacer un montón de cosas y no te enfocas en eso. Y yo soy muy espontáneo a la hora de grabar. Casi todas las guitarras en “Querencia” fueron primera, segunda o tercera toma. En las voces soy más, todavía, que es donde más debería enfocarme a grabar, porque creo que es una de mis partes más flacas, que más necesitaría trabajar. Pero, acerca de todo esto que estamos hablando de la sinceridad en las letras, quise ser sincero, también en la espontaneidad y no puse auto tune en las voces, fue como una idea que me parecía que estaba buena. Creo que fui súper sincero en todo el disco.

¿Sentís que pudiste construir una carrera internacional? Es decir, tocás mucho en Brasil, el año próximo volvés a presentarte en Estados Unidos, etc…
Yo creo que he tenido diferentes etapas. Creo que, cuando empezamos con Molina y Los Cósmicos hubo mucho feedback en Brasil, sobre todo. Hubo un año que estuvimos casi un tercio del año en Brasil tocando, tanto con Los Cósmicos como solo. Iba mirando en el calendario y, para mí, era todo un problema laboralmente y, un poco, por eso, también se nos complicó con Molina y Los Cósmicos. En 2015 y 2016 fue una etapa en que en un año, de repente, tocamos en varios estados de Brasil, en México, Estados Unidos, Argentina y me pasó, quizás, hasta 2016 que Uruguay estaba como más dormido. Cuando presentamos el disco en 2016, en La Trastienda, ahí, fue mucha gente, fue como un antes y un después. Lo que sí, no me siento parte de la escena musical de Montevideo y la prueba está en que no he sido parte de ningún festival de todos los que se hacen en Montevideo. Nunca me invitaron a un festival y no me preocupa porque, voy al (Festival) SXSW, estoy planeando una gira por otro país que se está por confirmar, en Brasil hemos tocado en festivales con gente como Bomba Estéreo o Mark Demarco. De todas maneras, sigue siendo Uruguay el país con más escuchas y, de hecho, por algo estamos haciendo esta apuesta de presentar el disco en La Trastienda y, si hay un lugar para tocar en el mundo donde debería sentirme local, es en Montevideo. Más, incluso que en Castillos y no estoy hablando de sentimiento ni de sentirme cómodo sino porque sé que responde más la gente.

Entre 2015 y 2016 fue una etapa en que en un año, de repente, tocamos en varios estados de Brasil, en México, Estados Unidos, Argentina y me pasó, quizás, hasta 2016 que Uruguay estaba como más dormido. Cuando presentamos el disco en 2016, en La Trastienda, ahí, fue mucha gente, fue como un antes y un después. Lo que sí, no me siento parte de la escena musical de Montevideo y la prueba está en que no he sido parte de ningún festival de todos los que se hacen en Montevideo.

¿Cómo fue el proceso de la mezcla con Craig Schumacher en Tucson?
Cuando surgió esta etapa de hacer el disco nuevo con esta impronta de hacer algo más personal, intenté recaudar toda la información que había obtenido con la experiencia de dos discos para ver cómo podía hacer para que el disco saliera lo mejor posible según mis posibilidades. En todo ese proceso de 2017, que fue un año de mucha movida porque pasó que gané los dos Graffiti y, también, pasó que la canción “¿Qué pasó?” de “Querencia” la presenté al Premio Nacional de Música del MEC y ganó el primer puesto. Ese premio consiste en 100.000 pesos y yo estaba en plena etapa de maquetación y el dólar en esa época estaba a 30 (risas). Entonces, hice dos cosas: me compré una heladera que necesitaba para casa y cambié 3.000 dólares y los dejé por si necesitaba algo apara el disco. Cuando estaba en el disco, lo primero que hice fue mezclar yo dos adelantos. Me gustaba, pero, ya había tenido la experiencia de trabajar con Craig Schumacher (productor de Calexico entre otras bandas) en “El folk de la frontera”. Ahí le dije: “mira Craig, estoy con un disco nuevo y me encantaría mezclarlo contigo, pero, me gustaría estar presente”. Porque con todo esto que estábamos hablando que es un disco más personal, necesitaba estar en todo. De hecho, cuando se hizo el prensado del vinilo, que vino desde Europa y lo hicimos en Argentina, fui a escuchar antes que lo prensen. A ese nivel de “freakismo” ¿viste? En eso es que me doy cuenta de que es más personal, estuve en todas las etapas, desde la composición hasta que se mezcló y se prensó el vinilo. Tenía que ir allá y fuimos a Wavelab, en Tucson (Arizona), y logramos el sonido que queríamos para el disco. Si bien hubo un tema de que es complicado trabajar con otra persona que tiene subjetividades diferentes, ahora, a la distancia, escuchando el disco, me doy cuenta que todas las cosas que me retrucó él estaban bien, que fue una suerte de productor de mezcla, si se quiere, más que mezclarlo solo porque hubo cosas que yo nos las hubiese hecho sino fuera por él. Ese proceso fue súper importante.

¿Qué se puede adelantar de la presentación del disco en la Trastienda?
El show se va a dividir en dos partes: la presentación de “Querencia” y un repaso de canciones de “El desencanto” y “El folk de la frontera”. También, a lo largo de todo el show, voy a invitar a amigos. Estarán Los Cósmicos como invitados y otros que prefiero ir contando en las primas semanas.

En Wavelab Recording Studios, Tucson (AZ) junto a Craig Shumacher, Crédito: Pablo Banchero
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