Nicolás Molina en búsqueda de su nuevo cosmos

El último año estuvo repleto de diversas e intensas emociones para Nicolás Molina. Dejó atrás Molina y Los Cósmicos, proyecto con el que obtuvo buena repercusión no sólo en Uruguay, se convirtió en padre, ganó dos Premios Graffiti y formó una nueva banda llamada Los Restos Del Cometa junto a Marcelo Alfaro (guitarra), Sebastían Arruti (bajo), Pablo Gómez (teclados) y José Nozar (batería). Todo esto, mientras divide sus días entre Montevideo, Castillos y Aguas Dulces. Esta semana, tendremos la oportunidad de presenciar su música en dos oportunidades y formatos distintos. Hoy actuará en solitario en el Espacio Felisberto de Sala ZItarrosa en el marco del ciclo “Canciones con Historia” y el próximo sábado 21, lo hará con su nuevo proyecto en Plaza Virgilio como parte de Corona Sunsets. En una distendida charla, conversamos con él, entre otras cosas, sobre los estigmas que marcan a Castillos, el fin de Molina y Los Cósmicos y el momento musical en el que se encuentra actualmente.

Por Liber Aicardi

¿Cómo te llevás con Montevideo?
Bien, cada día me voy encontrando más. Yo venía de chico a Montevideo. Mi abuela tenía un apartamento en barrio Sur, en Carlos Gardel y Wilson Ferreira, medio como que es mi barrio ahí, la playa chica, los tanques, Convención, toda esa zona es la imagen que yo tengo de Montevideo… Jaime Roos a full (risas). Después, me vine a estudiar y fui conociendo un montón de Montevideo sobre todo la parte más al Sur, y también el contacto del Norte, digamos, porque yo tengo una panadería en Castillos y siempre voy al Mercado Modelo y al “barrio de los judíos” a comprar cosas. Pero me llevo bien con Montevideo. La prensa de Montevideo me ha dado mucho más trascendencia, en comparación con la prensa, capaz, de Rocha, siempre fue más en Montevideo que allá. He estado en medios que nunca pensé estar y más de una vez. Y con el público bien, siempre que hemos tocado ha habido gente, con más o con menos personas, pero no me puedo quejar. Y me ha pasado que muchos músicos me han abierto puertas para tocar en Montevideo.

Una vez en un show te escuché decir, algo como “venimos de Castillos para demostrar que en Castillos no sólo hay oscuridad, sino también hay luz”.
Si, Castillos tiene varios estigmas. Uno de ellos es el de los suicidios (supongo que es a eso al punto que te referís) y, también otro que es como la ciudad que está en Rocha, pero que no es balneario. Entonces, todo el mundo va a Castillos al supermercado, al cajero, hace más calor, no hay playa, entonces nos queremos ir rápido. En realidad es una ciudad que, para mí tiene una riqueza cultural grande. Hay artistas como Nelson “Pindingo” Pereyra, que es un tremendo artista, o la banda La Vaca Del Fondo o pintores, también, que les ha ido bien, o gente que no es de Castillos directamente pero su familia es de Castillos como Pedro Luque que, ahora, está filmando con Fede Álvarez en Estados Unidos. Y también hay una usina cultural donde puedes grabar un disco. Nosotros grabamos ahí, hay un centro cultural con una amplificación que suena bien, que si ese teatro estuviera en Montevideo, iría un montón de gente. Tiene pros y tiene contras. A mí me gusta trabajar la idea de que Castillos es más que los suicidios o la ciudad donde los hippies en verano van a recoger el dinero que los padres le mandan por Redpagos (risas). De hecho, tengo una canción con una frase muy similar que habla de eso y se llama “Los últimos hippies del verano”.

A mí me gusta trabajar la idea de que Castillos es más que los suicidios o la ciudad donde los hippies en verano van a recoger el dinero que los padres le mandan por Redpagos.

¿Cómo estás viviendo este proceso de dejar atrás Molina Y Los Cósmicos y empezar una nueva etapa?
En realidad, usé mi nombre para los shows que me han llamado y no podía ir como Molina y Los Cósmicos. Pero sí, me sirve porque, quizás, antes yo estaba como más atado a un concepto y ahora, de repente me invitan a toques donde voy ya con mi nombre. Logísticamente y, también, creativamente era imposible seguir con Molina y Los Cósmicos, más allá de que somos todos amigos.

Los Restos del Cometa

¿Fue un proceso natural?
Sí, fue re-natural. Cuando nosotros hicimos La Trastienda, yo no quedé conforme con el show porque no tuve el tiempo para ensayar que necesitábamos y no porque se nos ocurrió en mayo hacer en junio La Trastienda. La fecha la teníamos desde, no sé… enero. Teníamos seis meses, y en todo ese transcurso hubo un montón de problemas que escaparon de mí y que hacían que, algunos integrantes no podían estar por diferentes motivos, sean de trabajo o lo que sea. El tema era que no podíamos ensayar y buscándole la vuelta de ensayar en Montevideo, en Rocha, en Aguas Dulces, donde sea. No se podía. Entonces, llegamos muy complicados a La Trastienda, ensayando hasta el último momento (que creo que igual le pasa a todas las bandas) y después de eso Emma, la cantante, me avisó que ya no quería seguir más en el proyecto por motivos personales de ella, también el guitarrista en esa época tampoco estaba pudiendo. A todo eso, me enteré en esa fecha que iba a ser padre y a su vez, estaba como en un momento “quiebre” para mí. Entonces dije: “quiero empezar el 2017 con cosas nuevas” y no quería hacer una cosa que para mí era muy fácil que era: como se iba la chica que cantaba conseguir otra chica y como no me estaban rindiendo un par de músicos los cambiaba y ya está. Intenté como hacer honor a ese grupo humano, que nos habíamos hecho súper amigos y no quería dejar a nadie afuera, pero sí quería hacer como un proyecto diferente, hacer una lectura de las canciones diferente y en diciembre les dije que ya no iba a seguir más. Fueron saliendo algunos toques en verano, que tocaron algunos de ellos conmigo y está todo bien, pero era como algo que necesitaba terminarlo.

No quería hacer una cosa que para mí era muy fácil: como se iba la chica que cantaba conseguir otra chica y como no me estaban rindiendo un par de músicos los cambiaba y ya está. Intenté como hacer honor a ese grupo humano, que nos habíamos hecho súper amigos…

En cuanto a lo musical ¿por qué lado viene el nuevo proyecto?
No te sabría decir bien. En realidad, yo hice una versión de un tema para un disco brasileño que se llama “Brasil También Es Latino” que hay una canción que se llama “ A Montanha”, que eso puede ser, en cierto sentido, tanto para la gente que esté leyendo, como para mí, una señal o como una pista de lo que se viene. Quizás, como que hay una búsqueda un poco más interna, en cierto sentido un poco más oscura. Tengo un montón de demos y un montón de ideas que van mutando mucho, a veces, entonces es difícil saber. Estoy armando canciones para la banda y, también, otras que van a ser en un formato más solista. Sí, no voy a hacer Black Metal ni Ska, eso seguro porque no me gusta ni el Black Metal ni me gusta el Ska. Me gusta el Folk, cosas del blues, me gusta Lou Reed, Velvet Underground, cosas que son pop en cierto sentido pero que están producidas o grabadas desde un punto de vista más underground, menos comercial. Capaz que por ahí puede llegar a ser.

 

 

Posted in: