Con sólo diecisiete años, Miranda Díaz salió al ruedo de la escena local con su álbum “Nosotros dos”, un trabajo que se proyecta como uno de los debuts más interesantes del año musical. A lo largo de once tracks, elaborados en conjunto con el reconocido productor Mili MiIanss, la joven cantante oscila entre el hip hop y el pop, pero con un sello R&B que marca el perfil del disco al igual que su personalidad vocal y lírica. A propósito del lanzamiento conversamos con Miranda, entre otros temas, sobre el proceso compositivo y lo que representa “Nosotros dos” a nivel personal.
Por Liber Aicardi
¿Cómo fueron tus inicios en la música?
En realidad, como proyecto personal son mis primeros pasos. Estoy trabajando en el ambiente de la música desde hace varios años, pero, así, como proyecto personal estoy arrancándolo ahora. Cuando tenía más o menos siete años, empecé a ir a clases de canto con Camila Sapin y, ahí, empecé a meterme en todo el mundillo, digamos. Después, como a los catorce, empecé a tocar con Gula y ahí empecé a trabajar en el mundo musical y, ahora, estoy haciendo mi carrera solista.
¿Cómo fue que decidiste salir con un álbum y no, de repente, con singles o un EP?
Me interesaba trabajar el material como en conjunto, un material que tenga contenido y no sea como algo apartado. Lo pensé así, ya fue pensado desde el inicio como un álbum. Entonces, fue un desafío para mí, tenía ganas de intentarlo, de probar hacerlo y fue por eso que me incliné a hacer un álbum, en realidad. Tenía ganas de probar algo que me desafíe, que me genere un conflicto.
Te lo preguntaba, más que nada, porque hay una cuestión de la industria y, hasta, generacional que apunta más a consumir música en formato de singles.
Sí, pero a mí me encantan los discos. Entiendo que la gente, hoy por hoy, no escucha tantos discos, escucha más singles y no está tan acostumbrado en las nuevas generaciones, pero a mí me re gusta y me parece que es algo distinto.
Si bien el disco tiene toques de hip hop y de pop, más que nada el espíritu es de R&B y de soul ¿De dónde surge ese interés por estos estilos?
A mí me daban muchas ganas de probar lo que es la fusión entre lo que yo estaba haciendo antes que era algo más popero, más de esa escuela, con todo lo que estaba aprendiendo nuevo de la cultura hip hop y todo eso. Entonces, me pareció que yendo más por ese lado más R&B me sentía más cómoda, era lo que a mí me sentaba bien hacer, me salía natural y, por eso, lo llevé por ese lado. Agarro cosas del soul, agarro cosas del funk, cosas de distintos lados y voy creando lo que sería mi música.
A la hora de hacer las letras, que en su mayoría tienen como tópico las relaciones de pareja ¿tomás las situaciones hurgando en tu interior o surgen de la observación?
Un poco de ambas cosas. Creo que este álbum me hizo tomar la iniciativa de serme sincera y de visualizarme, pero también mucho de pintar al otro, de mirar situaciones cotidianas, de amistades, familiares, o lo que sea, y tomar eso como inspiración más allá de lo lindo o feo que tengan las situaciones. Tomarlo como algo para absorber y depositar en arte.
Me llamó la atención, particularmente, la letra de “No dispares” donde abordás el tema de la violencia de género de una forma en la que tanto vos como MIli Milanss interpretan los roles en primera persona ¿Cómo fue adoptar esos roles?
En realidad, opté por llevarlo a una primera persona para que me atraviese, para realmente tomar ese lugar y Mili, también, tomó el lugar del que abusa, pero no porque sea un golpeador o yo haya sufrido ese tipo de violencia sino para tomar la problemática desde un lugar interno, no decir “la problemática está afuera” porque la realidad está en todos nosotros y nosotras. Entonces está súper bueno para mí agarrar esa problemática, tomarla como parte de uno y hacer una interpretación o una actuación a partir de eso, pero hacerse responsable de que también es parte de uno.
Para mí, también, lo que está bueno de la canción es que se tomaron pila de palabras y de frases que son típicas de cada uno de los roles, del rol de la mujer y de rol del hombre.
También me llamaron la atención un par de líneas en las letras como en “Me resisto” donde decís “no compito con nadie, soy mi propia enemiga” y en “Desconfío”, donde decís “desconfío de mí misma” ¿No te genera cierto temor exponerte así en las letras?
Un poco de miedo me da, sí. Pongo cosas que, de repente, no hablo muy seguido pero es parte de por qué elijo hacer arte, sincerarme y exponer algo sincero, algo real, no inventado o que saqué de otro lado. Es algo cien por ciento sincero y creo que le pasa a todo el mundo que hay gente que es su propio enemigo, cosas que nos pasan a todos.
Además, esas frases están en los primeros temas del disco, donde por lo general, se presenta y marca el rumbo, en quien escucha, de lo que puede venir en el resto de las canciones…
Son elecciones, también ¿no? Uno puede elegir no exponerse y hablar de cosas más livianas. Yo creo que esa es mi forma de abrir mi corazón y de dar un mensaje sincero, de algo real. Porque eso es, al fin y al cabo, por lo que elijo hacer música, en realidad.
¿Encontraste algo nuevo en vos con este disco?
Sí, yo creo que hacer un disco te enseña mucho, te hace descubrir muchas cosas de vos misma a nivel vocal, a nivel musical. Te desafía mucho. Y, también, cuando es un disco de esta índole, toca mucho la sensibilidad. Entonces, hay cosas para trabajar paralelas a eso y está re bueno. A mí, me enseñó mucho, me movió mucho hacer el disco como trabajo personal en todos los aspectos.
¿Cómo fue el trabajo con Mili Milanss?
Cuando se planteó hacer un disco yo tenía varios temas, ya, avanzados que los había hecho, pero después me acerqué a él hicimos el proyecto álbum juntos y él fue poniendo la música y fuimos armándolo en conjunto. Encontramos una forma de trabajar que está súper buena, súper dinámica. Nos entendemos bien, nos ayudamos y aprendemos mucho el uno del otro. Así fue como se llevó a cabo el disco: cada uno aportando de su lado y buscando formas distintas de hacer las cosas.
¿Cómo hiciste la elección de las colaboraciones?
En realidad, yo ya sabía que quería que fueran las personas que están y no quería mucha más gente. Me parece eso, que están los justos y necesarios, y a cada una de las personas les vi algo por lo que quería que estén ahí. En “Lamentos” están todos mis amigos del rap, mis amigos más cercanos (N de R: Gavo, El Pretty, Gula y Zeballos) y por eso los elegí, también. Sentía que era re importante que estén ellos acompañándome en el primer proyecto. Con Alfo (N de R: Alfonsina), Alfo es una mujer que admiro pila y que me representa mucho en un montón de cosas, entonces, me pareció súper importante que ella ponga lo suyo en el proyecto. Y Mili, que es el productor del disco, es la persona que más me representa, obviamente.
¿Qué planes tenés a corto y mediano plazo?
Ahora van a salir algunos audiovisuales más… la idea es tocar, presentar el disco más adelante. Intentar explotar el proyecto lo máximo que se pueda y que la gente o disfrute así, de igual forma.