Con sus más de 25 años de camino recorrido en la música, el cantautor argentino de electropop Maxi Trusso acaba de publicar el primer adelanto de su nuevo álbum titulado “Imágenes paganas”, de inminente edición. El single en cuestión, es una cálida y luminosa versión del clásico de Soda Stereo “De música ligera”, con la participación de su compatriota Leo García.
Según el propio Trusso, quien cuenta en su haber con varios hits como “Please me” (ft.Poncho), “Same Old Story”, “Streets of Rock & Roll” o “Nothing at All”, este nuevo trabajo, conformado mayoritariamente por versiones, ofrece un tracklist muy diverso.
A propósito del reciente lanzamiento, conversamos con Maxi sobre su nueva producción y de su inquieta actualidad artística, además de compartirnos su visión sobre el estado de la industria musical.
Por Liber Aicardi
Tu último álbum hasta la fecha es “Volver”. ¿Cómo fue el proceso del mismo?
Ese es un disco que lo hice parte durante la pandemia, lo dejé y después lo terminé. Después saqué singles, pero sí es el último como disco en sí. Creo mucho en eso de ir sacando discos y singles, mostrarme en todos los estilos y mostrar todo lo que me gusta hacer, todas las cosas que me gustan, hacer música, cosas que aunque no te parezca las hice directamente en mi casa, sin productores. Eso es lo bueno que trajo la pandemia, esa posibilidad de poder ser mucho más genuino con el arte, con la composición con todo.
También, la pandemia, trajo eso de espontaneidad ¿no? De capturar el momento.
Si, no fijarte tanto qué te guardás, qué no, que lanzás, qué no… Un poco, nos pasa por encima el afuera, que está bueno pero te limita mucho, en el fondo. La música es como un circuito minado, como que tenemos una bomba ¿viste? Está todo demasiado pensado en un negocio que, cada vez, destruye más lo artístico, entonces, le quita frescura.
¿Seguís pensando la música en forma de discos, de obras?
Creo que está todo acoplado, que hay que pensar en formato disco y también en formato single, o canción. El formato canción puede estar en lo digital y en lo no digital. Creo que me gustaría que volviera como una especie de CD, un formato nuevo que sea interesante, que te permita más en serio tener la música o ser propietario de la música de verdad. Pero no como en Spotify, que en el fondo pertenecés a una red social.
Me gusta todo. Por momentos trabajar la unidad y, por momentos, no. La unidad lleva mucho tiempo, requiere ir estirando un concepto y, al mismo tiempo, ir sacando ideas. El arte tiene que ser una continua búsqueda y experimentación, no buscar que todos sean pasos ganadores o certeros. Por ejemplo, muchos discos que en los 80s, los 70s, a veces me gustaban temas que no eran cortes y los que elegimos los cortes somos nosotros.
¿Eso no cambió al no depender tanto de las discográficas?
Creo que es un poco extraño. Puede elegirlo la gente más grande, pero a los chicos los manipulan completamente. Lo puede elegir uno, pero está manipulada la industria, está muy manipulada. Los chicos son independientes pero con visión al mainstream, no con visión a lo artístico. Ser underground significa que hacés pop, pero no sos famoso.
En el fondo, sí tiene que ver con eso. Es todo como un gran cuento, es todo una escena armada a propósito. Hay gente que no sé si viven por la música o les gusta la música de verdad. Vos podés hacer mejor o peor música, te puede gustar más, menos, pero se nota enseguida cuando alguien vive por la música.
Es todo como un gran cuento, es todo una escena armada a propósito. Hay gente que no sé si vive por la música o le gusta la música de verdad. Vos podés hacer mejor o peor música, te puede gustar más, menos, pero se nota enseguida cuando alguien vive por la música.
Preparando la entrevista me encontré con el dato que fuiste precursor del auto-tune. ¿Cómo es esa historia?
Lo del auto-tune fue una cosa muy simpática, porque descubrimos el efecto, no sé si lo descubrimos – por ahí ya existía, no lo sé – pero la verdad es que no existía tal como lo conocemos. Era un pedal, un rack que se usaba para efectos de guitarra, lo usamos en la voz, grabamos un tema llamado “Fragments of life” y llamó mucho la atención. Esto fue en 1997 cuando lo hicimos ¡fijate cuánto tiempo atrás!
Yo, después, no hablé mucho del auto-tune, fue una cosa que usó después Cher, y algún que otro productor más, pero después quedó. Y con el reguetón, le empezaron a “dar matraca” y empezaron a usarlo todos. Lo que sí sé es que fui el primer cantante que lo pensó cantando, y después lo usó Cher. Yo creo que si no le pasábamos el truco a Cher no sé cómo se desenvolvía la historia, iba a demorar más tiempo, no sé qué hubiera pasado…
Acabás de publicar una versión del tema de Soda Stereo “De música ligera” junto a Leo García. ¿Cómo surgió esta colaboración?
Es un tema que siempre me gustó mucho. La verdad es que creo que era un resumen muy lindo como del rock nacional, llevado a lo que es, para mí, la mejor obra de Soda Stereo ese disco (N de R: Canción Animal, de 1990). Es el mejor disco de Soda, para mí, y ese tema, me parece que es un himno de las canciones del rock en español. La forma en cómo está tocado, tiene esa frescura que se parece un poco a Almendra, esas cosas de rock de los años 70 de Argentina y Uruguay.
Nació de una improvisación. Vino Leo García a un estudio donde yo estaba grabando, lo llamé porque me pareció siempre un gran músico, tiene un modo muy interesante de tocar la guitarra, principalmente la acústica, la criolla, le gusta mucho el folclore y a mí me gusta como desarrolla ese estilo. Y empezamos a jugar con esa canción, grabamos una take así, muy espontánea y después yo la produje. Me gustó hacerla con él, también, porque como era tan amigo de Gustavo (Cerati) – yo lo conocí a Gustavo al final, los últimos dos años – y vi que Gustavo lo respetaba y lo quería mucho, me pareció que era justo la persona con quien se podía hacer esta canción. Grabamos un par de temas más también, un tema de Virus, un tema de Los Náufragos… también grabamos una improvisación nuestra. Es parte de un disco que saldrá, yo creo, en tres semanas. Es un disco de covers y tiene dos temas nuevos.
¿Hay algún otro tema que me puedas adelantar?
Está un tema que se llama “Yo en mi casa y ella en el bar”, “Imágenes paganas” también, un tema de Kraftwerk que se llama “Das model”, pero muy diverso, muy distintos todos. Y un tema que improvisamos nosotros, medio como si fuera un tema de Edith Piaff… nada que ver (se ríe).
¿Cuando abordás ese tipo de canciones como “De música ligera”, tienen un peso extra o te centrás solamente en la canción?
No, no. Nos centramos en la canción y en buscarle una cosa muy genuina. A mí, si no suena genuino, algún ruido me hace ¿viste? Prefiero una mala versión, o reversión, que una versión que nos es genuina.
En muchos sentidos, la rebeldía es contra mí y contra lo que está predispuesto. Veo un mundo, en muchos sentidos, muy triste. Lo veo muy manejado, muy controlado. También estamos en un periodo donde las redes sociales te hacen ver un lugar del mundo que no existe y, al mismo tiempo, el mundo tiene facetas muy tristes. Tampoco veo que haya una libertad genuina para decir nada.
¿Cómo sigue el resto del año para vos?
Estoy armando un par de presentaciones acá en Buenos Aires, en un lugar que se llama Michelangelo, que se usa un poco más para tango, pero voy a empezar por este lugar el 15 de octubre.
Es como un renacer para mi sacar otro disco, darle empuje a todo lo que estoy disparando. También tengo una versión dance del tema de Elvis “Always on my mind” cantada con un estilo Morrisey mezclado con OMD, una cosa así, y que me gusta mucho. La verdad que esa podía llegar a ser una canción motivadora porque es una reversión muy linda. Después tengo un tema que se llama «Himno”, que va a salir también. Estoy en un momento muy creativo y, al mismo tiempo, de difundirlo. Estoy trabajando con bandas, también, estoy trabajando con un grupo de Jazz que se llama Negroni’s Trío, que nos vamos a estar presentando en el Festival de Jazz de Bs. As. en noviembre. Ellos son portorriqueños y están grabando, experimentando, con música psicodélica y jazz.
Estoy muy abierto a ser un artista muy libre y medio, si querés, rebelde también.
¿Dónde encontrás la rebeldía en este momento?
En muchos sentidos la rebeldía es contra mí y contra lo que está predispuesto. Veo un mundo, en muchos sentidos, muy triste. Lo veo muy manejado, muy controlado. Entonces, también, estamos en un periodo donde hay guerras en el mundo, las redes sociales te hacen ver un lugar del mundo que no existe y, al mismo tiempo, el mundo tiene facetas muy tristes. Tampoco veo que haya una libertad genuina para decir nada. Entonces un poco me siento así, me siento como un adolescente, digamos (se ríe).
¿Tenés planes de venir a tocar a Uruguay?
Sí, seguramente. Antes de fin de año espero estar ahí y hacer un show con esta nueva banda y con esta cosa un poco experimental, y poder transmitir buena energía, lindas palabras, poder motivar a la juventud y ayudar, un poco, a darse cuenta qué cosas y por qué lados buscar, y, también, por qué lados no conviene buscar.
Foto: Difusión