Diego Martino acaba de editar “Pasos de gigante”, su segundo álbum como solista, un disco más homogéneo respecto de su debut en esta nueva etapa, donde, además, consolida su sonido y sus letras adquieren un tono más introspectivo. El próximo jueves 4, a las 20:30 hs en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del SODRE, Martino presentará en vivo sus nuevas canciones, además de una recorrida por su anterior trabajo, y temas de Hereford que han marcado su carrera. Antes de ello, conversamos con él sobre su última producción, la experiencia de girar por el interior del país, y sobre lo que significa, para él, su antigua banda.
Por Liber Aicardi
¿Cómo encaraste el trabajo de “Pasos de gigante”? Porque supongo que lo hiciste distinto que el primero, estás en un lugar diferente al que estabas entonces.
Es verdad. En el primer disco yo no tenía banda, por lo cual hice el disco casi solo, con músicos invitados, y lo que sucedió en este segundo disco, es que me encuentra con dos años de rodaje, casi, tres, con una banda establecida. Eso me da la posibilidad de pensar las canciones de manera distinta, pensando en la sonoridad de cada uno y en cómo se va a comportar la banda después de hecho el disco.
¿Y la dinámica compositiva, también cambió?
Un poco cambió. El primer disco fue cien por ciento hecho en la computadora, pensado en la computadora, grabado sobre la maqueta, y este; si bien yo soy una persona que trabaja mucho en la “compu”, todas las ideas, las grabo en el teléfono. Lo que me sucede hoy, es que todo eso que voy tirando al teléfono, de ideas de canciones, después, lo maqueteo en la mejor calidad que pueda tener en una maqueta para llevar la canción a su máximo potencial antes de presentarla a la banda. Se la presento a Juan (baterista) y Andrés (bajista), ellos me dan sus devoluciones y, ahí, empezamos a ensayar la canción. Después, hacemos una grabación sobre la maqueta, saco las baterías electrónicas y los bajos y pongo los bajos y las baterías orgánicas. Después, si eso funciona y todo funciona, vamos al estudio.
Al comenzar tu carrera solista, luego de la separación de Hereford, te alejaste de ése sonido más rockero, por llamarlo de alguna manera. En esta etapa el sonido es más orgánico ¿Lo sentís así?
Por supuesto que cuando uno viene de tantos años con una banda, está acostumbrado al formato de una banda y, de un día para el otro, yo me encontré solo y dije “hay algo que voy a ser siempre que es ser músico”. Entonces, empecé a experimentar sonoridades nuevas, cosas nuevas y pendulé hacia un lado, quizás, y, ahora, el péndulo está más equilibrado, está más afiatado en lo que yo quiero comunicar, la manera en lo que quiero comunicarlo. Este disco es mucho más homogéneo, tiene mucho más mi impronta, quizás, que el disco anterior. Si bien, el disco anterior tiene mi impronta porque está compuesto, hecho y producido por mí, me siento más cómodo con este disco.
Es común que cuando los músicos recién se separan de sus bandas, quieran experimentar con varias cosas distintas. En “Pasos de gigante”, apuntaste hacia algo más concreto.
Exactamente. Quería apuntar a algo concreto, a algo que me consolidara en un estilo.
Cuando uno viene de tantos años con una banda, está acostumbrado al formato de una banda y, de un día para el otro, yo me encontré solo y dije ‘hay algo que voy a ser siempre que es ser músico’. Entonces, empecé a experimentar sonoridades nuevas, cosas nuevas y pendulé hacia un lado, quizás, y, ahora, el péndulo está más equilibrado, está más afiatado en lo que yo quiero comunicar, la manera en lo que quiero comunicarlo.
¿Creés que llegaste al sonido que querías para tu proyecto?
Yo creo que sí. Es más, el sonido se plasma mejor en vivo, en la homogeneidad que tiene todo el show con las canciones viejas traídas al nuevo formato. A mí me encanta, estoy muy cómodo con lo que está sucediendo.
En cuanto a las letras, es un disco más personal ¿no? De pique, en el tema que abre el disco decís “yo sólo soy el cantor que no le gusta cantar solo”…
Es verdad eso, yo siempre digo que cuando escribo, por lo menos lo que me pasa a mí, es la parte donde yo me siento más vulnerable. Porque, cuando escribo, no tengo la posibilidad de actuarme, no sé si me explico, estoy muy desnudo, está, absolutamente, mi alma escribiendo. Y creo que le pasa a casi todas las personas que hacen canciones y, cuando una canción te atraviesa en el momento que vos estás escribiendo y te hace emocionar por lo que estás escribiendo y te hace sentir muy identificado con eso que pusiste, está buenísimo. Y sí, es un disco bastante introspectivo. Yo escribo de manera introspectiva, por ahora no sé escribir de otra manera. Hay mucha gente que cuenta cuentos, que le canta a cosas y yo canto lo que me sucede o lo que veo que le sucede a otro.
También, en ese aspecto, hay como una mayor unidad. Si se quiere, hay un hilo conductor entre “Pasos de gigante”, “Libre” o “El cantor” ¿También lo ves así?
Lo que pasa es que como escribo desde el sentir, siempre tiene un hilo conductor, porque cuando vos hablás del dolor, cuando vos hablar de ese viaje que hacés y que no sabés a dónde te lleva, si vos cantás del cantor que le gusta cantar pero hacerlo acompañado, son todos sentimientos que salen del corazón.
Hay algo que venís haciendo, ya desde el primer disco, que es tocar mucho en el interior ¿Esas giras por el interior qué te han dejado?
Me dejan, primero, una experiencia increíble. Tener la oportunidad y el privilegio de llevar tu música al interior y a todos lados que se pueda llevar es alucinante. Es lo que yo hago, es hacer música, es tocar y para eso estoy, eso es lo que soy. Entonces qué más lindo que tener la oportunidad de llevar tu música a todos lados. Nos copa tocar en el interior. Aparte, casi siempre, tocamos en teatros o en lugares donde el marco para los shows es alucinante, el sonido es alucinante, entonces el marco de conectividad entre el artista y el público es muy lindo. Y lo voy a seguir haciendo mientras me dé el cuerpo (risas).
Al menos con el disco anterior, tocaste tanto o más en el interior que en Montevideo.
Uno tiene que hacerse un circuito. Yo soy de los que piensan que está buenísimo poner toda la carne en el asador y hacer un circuito para llevar la música y se está dando. Por suerte, cada vez que sale una canción o voy a presentar un disco, se abren puertas, conozco gente nueva. Mucha gente que nunca me vio en su vida, ni siquiera con Hereford, se acerca agradecida de que nosotros estemos yendo, entonces ¿qué le puedo pedir a la música más que me deje viajar arriba de ella?
Cuando una canción te atraviesa, en el momento que vos estás escribiendo, y te hace emocionar por lo que estás escribiendo y te hace sentir muy identificado con eso que pusiste, está buenísimo. Y sí, es un disco bastante introspectivo. Yo escribo de manera introspectiva, por ahora no sé escribir de otra manera. Hay mucha gente que cuenta cuentos, que le canta a cosas y yo canto lo que me sucede o lo que veo que le sucede a otro.
¿En algún momento de tu nueva etapa sentiste el peso de haber sido el cantante de Hereford?
No, para nada. Al revés, yo utilizo eso. Hay lugares que hace mucho tiempo que no voy, la gente se olvida de quién es “El Chirola”. Entonces, tenés que decirle “soy Chirola de Hereford” a nivel comunicacional. Y, de repente, hacerles recordar, a través de algunas canciones que funcionen como ancla como “Bienvenida al show”, “Límite perpetuo”. De hecho, yo toco muchas canciones de Hereford en mi show. Toco canciones del primer disco, canciones del disco nuevo y canciones de Hereford. Creo que sería tonto renegar de una de las partes más lindas que tuvo mi vida y una de las construcciones más grandes que he hecho en mi carrera.
Con Hereford se da la particularidad que, casi todos sus integrantes han seguido adelante y con carreras prolíficas. Eso no es tan común.
Eso habla de lo musical que era Hereford ¿no? Del aporte que teníamos cada uno, de la influencia que cada uno fue para nosotros mismos. Primero, Hereford tenía demasiada influencia exterior y, después, empezamos a trabajar en nuestra impronta personal, dejando nuestros gustos de lado y haciendo predominar el gusto de la banda. O sea, el común denominador que nos llevaba a los cuatro por el mismo camino. Yo creo que es una gran banda Hereford. A mí me encanta, escucho hasta el día de hoy las canciones y me encantan. Y por eso las toco.