Los Nuevos Creyentes parten rumbo a México para sumar recuerdos del futuro

Con doce años de recorrido, tres álbumes de estudio, un EP y una identidad sonora cada vez más afianzada, Los Nuevos Creyentes parten rumbo a su primera gira por México. El itinerario incluye presentaciones ya confirmadas en Ciudad de México (23/10), Guadalajara (24/10), Aguascalientes (25/10, Festival de Calaveras), Guanajuato (30/10) y Toluca (31/10), en algunos casos compartiendo escenario con bandas locales, además de realizar showcases para prensa.

La gira marca un nuevo paso en la expansión del grupo, que proyecta su regreso en 2026, con fechas en México y una extensión por Estados Unidos.

Previo a esta primera aventura por territorio azteca, Los Nuevos Creyentes se presentarán este viernes 11 de octubre, a las 21 h, en Bluzz Bar (Canelones 760), a modo de despedida del público uruguayo.

A propósito de este nuevo hito para la banda, conversamos con Matías Singer (voz y guitarra), Zelmar Borrás (guitarra), Rodrigo Gils (bajo) y Santiago Bogacz (teclados).

Por Liber Aicardi


Foto: Difusión

Hace pocos días recibieron una nominación en los Premios Graffiti a Mejor Álbum de Rock por “Recuerdo del Futuro”. ¿Cómo tomaron este reconocimiento?

Matías — Bien, de fiesta. Ya ganamos uno con “Planta Musical” (2021) como Mejor Álbum de Rock Alternativo. Estaría “de más” ganar este.

Zelmar — Para mí está bueno. La verdad, no me interesan tanto los premios, pero siempre esas cosas suman. Le metés tanto huevo a hacer un disco y, si eso después tiene un reconocimiento, está “de más».

Santiago — Para mí tiene algo más lindo estar nominado que ganar en sí. Ganar está buenísimo, pero estar nominado es algo que nace desde el amor, del gusto, y ganar ya tiene algo de competencia.

¿Cómo perciben el último disco con el correr del tiempo?

Zelmar — Más allá de escucharlo puntualmente para ensayar, lo estuve escuchando en estos días, no sé bien por qué, si por algo del ensayo, y lo escuché y me re gustó. ¿Viste que uno graba los discos y medio que te cansás de tanto escucharlo? A veces quedás que no sabés si te gusta o no te gusta, y ahora lo escuché y me re copé. Ahora es la etapa en que estamos haciendo los temas en vivo y van mutando, van cambiando un poco, y eso está bueno también. Y ahora con “Fede” (N de R: Federico Anastadiadis, baterista que tocará en la gira por México) salen unas versiones también diferentes y como que todavía se van metamorfoseando las canciones. Sin buscarlo, se van tocando y van yendo por otro lado. Eso a mí me encanta.

Rodrigo — El disco es una foto de un momento, y después el disco se abre y empiezan a pasar cosas a medida que lo vas tocando.

Zelmar — Sí, en el momento hacés esa búsqueda, la plasmás y queda ahí. Después, al tocarlo en vivo le vas haciendo otras nuevas búsquedas.

Santiago — Aparte, siempre hay un poquito de presión, o de que vas a grabar y tenés que cumplir con el tiempo y esas cosas.

Rodrigo — Y tocar los temas antes de grabarlos es como que cada vez volvés a tocar lo mismo, onda “que no se me escape esto”. Y ahora que está grabado, que ya está ahí, puede descansar tranquilo.

¿Qué balance hacen de estos doce años de trayectoria?

Matías — En realidad, creo que ahora, con esto que decís, con lo de México que surgió también, creo que empezamos a valorar más todo el trabajo que venimos haciendo y los frutos que empiezan a dar, aunque sean chicos, capaz, o grandes. Pero se empieza a ver eso como resultados de mucho tiempo de trabajo y de ir buscando nuestra identidad, nuestra forma de hacer las cosas. También de haber generado —creo que lo más importante— el equipo de trabajo que tenemos ahora con “Luli» (Ma. Laura Prigue, manager), con Mateo (Mateo Flores, sonidista), con Belén (Belén Perini, escenografía y luces), con Mauro (Mauro Correa) de Little Butterfly. Es muy sólido eso hoy en día, y creo que, si hago un balance, eso es lo mejor: ser cada vez más, y cada vez más pro, y que cada vez pasen cosas mejores para la banda.

Ahora, y con esta ida a México, creo que empezamos a valorar más todo el trabajo que venimos haciendo y los frutos que empieza a dar, sean chicos, capaz, o grandes. Pero se empieza a ver esos resultados de mucho tiempo de trabajo y de ir buscando nuestra identidad, nuestra forma de hacer las cosas.

Matías Sínger

¿Qué cosas destacan de este recorrido como hitos para la banda?

Zelmar — En mi caso, hubo unos toques cuando la banda era todavía re joven. Tocamos con Buenos Muchachos en Sala del Museo, y ese toque estuvo impresionante, porque nos vio abundante gente y salió divino. Éramos bastante desconocidos y fue de los primeros toques. Ese, para mí, fue un momento que estuvo bueno; a partir de ahí se entraron a destapar cosas, nos conoció pila de gente. Y después hay otro, que yo siempre lo guardo, que hicimos con Los Iracundos (Nde R: en el pre-estreno del film “Un tal Eduardo”, documental sobre Eduardo Franco, voz y líder de Los Iracundos). Para mí fue un momento creativo que disparó cosas lindas, como que también la banda iba por un lado, e hicimos esa presentación en la Zitarrosa, y después hicimos unos toques más acompañando el documental de Los Iracundos.

Matías — Otro, que a mí se me ocurre, que también fue difícil en el trabajo, fue el disco último, laburar con Mariano (Mariano Gallardo Pahlen) como productor. Porque esta es una banda que somos muy respetuosos entre nosotros —porque, si te ponés a pensar, cualquier grupo humano es difícil de mantenerlo durante mucho tiempo—, entonces, si vos sos respetuoso y cada uno sabe hasta dónde ir, —que creo que en esta banda pasa eso—, se mantiene fuerte en el tiempo. Pero a la vez también trae una horizontalidad que, a la hora de grabar un disco, puede ser perjudicial. Porque entra lo que proponen todos; de alguna manera hacemos que entre lo de todos, y creo que ahí fue una manera nueva de trabajar, con una cosa más transversal, que lo hace un poco más escuchable el último disco, me parece, un poquito menos de nicho a la oreja. Como que esa cosa súper conciliadora con un productor se pierde un poco, y te dice: “acá manda esto”, “manda esta viola y háganle espacio a esto”, “sacá esto otro”. Entonces, creo que ese también fue otro hito. No sé si el próximo disco lo grabaremos con un productor, pero creo que, al menos, nos vamos a hacer esa pregunta.

Santiago — Para mí, no sé si es un hito, no es un día en concreto, sino que hay evoluciones. Para mí ahora la banda, a nivel de tocada, al menos, siempre sé que va a estar bien. Como que hay un piso establecido de que vamos a tocar bien; podemos estar hechos pelota, cansados, pero va a estar bien. Y eso también permite poder probar cosas, incluso en vivo, porque están los otros cuatro para sostenerte, y así, entre todos. Hay algo de estar más sueltos, más confiados.

Matías — Después, aunque ya lo dijimos, conocer a Mateo, conocer a Belén, conocer a “Luli». Esos son escalones también, que te proponen motores, ser lo más profesional que podamos ser.

Rodrigo — Eso nos da una estructura. Tenés ahí como la carcasa esa en el cuerpo, vos ahí adentro ya te soltás más a hacer lo tuyo.

¿En qué momento se encuentran ahora como banda y como grupo de trabajo?

Matías — Justo ahora nos agarrás unas semanas antes de nuestra primera gira por México, entonces tenemos bastantes expectativas, capaz que ansiedad. Todavía estamos en el medio del proceso, cuando estás como con una pata a un lado y la otra en el otro, entonces capaz que es medio raro de responder. La banda también funciona con una visión; tenés que tener una visión. Entonces, estábamos perdiendo un poquito de visión. En ese sentido, “Luli” siempre aparece con algo para mostrarnos dónde está la visión. Cuando parece que no hay nada, dice: “¡Acá hay algo!”. Creo que estamos en eso. Volvimos de tocar en Argentina y dijimos: “bueno, ¿ahora qué?”. Porque está de más tocar acá y estamos agradecidos a la gente que nos va a ver, pero en un momento se hace un poco limitado.

Santiago — Y también creo que hay algo en lo musical: ha estado como latente la pregunta, “¿y ahora qué?”. Porque, si bien todos los discos están emparentados, “El Sonido Bendito” es una cosa, “Planta Musical” es otra, “Recuerdo del Futuro” es otra, y ahora es como: “¿y qué es lo próximo?”. Nos hemos juntado varias veces a probar cosas, que ninguna deviene, tal vez, en una canción, pero son cositas que van quedando y que pueden llegar a funcionar…

Matías — Yo creo que ese proceso que dice Santi igual va a aparecer más adelante, después de la gira. Vamos a haber vivido, vamos a haber atravesado un portal, y eso te cambia como banda.

Para mí ahora la banda, a nivel de tocada al menos, yo siempre sé que va a estar bien. Como que hay un piso establecido de que vamos a tocar bien y eso permite poder probar cosas, incluso en vivo, porque están los otros cuatro para sostenerte, y así, entre todos. Hay algo de estar más sueltos, más confiados.

Santiago Bogacz

¿Cómo va a ser la gira por México?

Zelmar — Vamos a tocar en Ciudad de México, después en Guadalajara, en Aguascalientes, Guanajuato y en Toluca. Esas son cinco fechas que tenemos hasta ahora; capaz se sume alguna más.

Matías — Eso es el resultado de pila de laburo de la banda, de “Luli», tratando de expandirnos. Mismo, nos decía la agencia que nos lleva que le gusta no solo la música, también la parte visual, y como que habían hecho una lectura bastante copada, o que nosotros nos sentimos representados, de cómo veían a la banda. Creo que ahí tiene que ver el “hook”: es bien el estilo que fuimos cultivando.

En Guadalajara y Toluca van a ser fechas compartidas con bandas locales; eso es algo que estaba faltando un poco, porque hay algunas cosas que se daban más en un festival o abriendo para alguna otra banda internacional, pero esto también de curtir con bandas locales. En Aguascalientes tocamos en un festival que se llama Festival de Calaveras.

¿Qué pueden adelantar en cuanto al show de despedida de Montevideo, este sábado 11 en Bluzz Bar?

Zelmar — Ahí vamos a tocar con “Fede», que nos va a venir a acompañar a México, entonces eso le va a dar una cosa única al toque, me parece. Estamos ensayando una lista para México, que va a ser lo que más o menos vamos a hacer en Bluzz. Estamos ensayando pila, más que nunca, entonces me parece que va a estar de fiesta, y hay emoción “en el cuadro”. Va a ser como una especie de festejo para compartir.

Santiago — Y sí, una especie de caída de ficha, porque estás tocando y, claro, hasta ahora la charla es entre nosotros de que nos vamos a México, pero claro, ahí va a estar la gente contigo: “¿Se van a México?” (risas).

¿Cuáles son los próximos pasos a la vuelta de la gira?

Santiago — Ahora tenemos la cabeza en esto. Es más, la cabeza está más cerca de México y de volver a México. Esperamos que en este viaje, que es una aventura, un sueño, tal vez ahí se plante una semilla para volver. Y también, como banda, estar pila de días juntos en esa experiencia también te remarca como equipo. Seguro que va a pasar algo ahí.


Foto: Difusión
Posted in: