La Mujer Pájaro, una de las bandas más interesantes del circuito, presenta en vivo su segundo álbum “Faros Ciegos” el próximo viernes 3 de mayo, a las 21 hs, en la Sala Hugo Balzo del SODRE, en lo que será el show más importante de su, relativamente, corta pero intensa carrera. Tomando este recital como excusa, conversamos con Azael Gómez Sáez (voz y guitarras) y Lucía Pintos (bajo) sobre el momento de la banda, los procesos compositivos de sus dos trabajos discográficos y, obviamente, la presentación que se viene.
Por Liber Aicardi
Jugando un poco con el título del tema que abre el disco… ¿Pudieron “desacelerar” luego del lanzamiento de “Faros ciegos”?
Azael – No (risas). Nunca se desacelera en esta banda… En principio, hasta el 3 de mayo, imposible desacelerar, estamos más acelerados que nunca.
Lucía – Incluso, ya, tenemos cosas para después. Tenemos un tema, ahí, sorpresa.
¿Tuvieron como una etapa de vértigo, ya que de repente se empezó a hablar de ustedes, empezaron a sonar y a recibir buenas críticas? ¿Cómo lo vivieron?
Azael – La verdad, contentos. Veníamos sin expectativas. El primer disco lo hicimos entre amigos y jugando y recibimos muchísimo, muchísimo cariño de gente y fue una sorpresa enorme para nosotros.
Lucía – Yo creo que, mucho, no nos dimos cuenta, en realidad. Después, viendo hacia atrás, y como lo ve la gente, como que fue todo muy rápido pero, para nosotros, iba sucediendo e íbamos disfrutándolo un montón también.
Azael – Se empezó a acercar un montón de gente, empezamos a notar cosas, que eran raras y que con otras bandas nunca nos había pasado.
¿Cómo manejan en la interna el reconocimiento de los pares, de la prensa, de referentes de la música?
Lucía – Yo lo siento como más infantil entre nosotros ¿viste? Porque después, en el circuito no es que nos estén felicitando todo el tiempo.
Pero que un artista como Garo destaque su trabajo, no es poca cosa…
Lucía – Eso lo vivimos más como emoción personal de pensar, yo tenía catorce años y quería ir a ver a La Trampa y no me dejaban (risas). Es algo más de uno que de cómo lo vea el resto, del sentirse bien uno de saber que hay gente que le gusta lo que hacemos, otra, seguramente no, pero, tampoco nos lo hacen sentir.
Nunca me puse a pensar qué altura tienen las canciones del disco anterior. Sí, nos tiene que gustar. Lo tomaba eso como medida y como termómetro. Siempre llega un momento en que nos preguntamos si nos mueve alguna fibra o si estamos disfrutando la canción.
Azael Gómez Sáez
¿Cuáles con las principales diferencias que hubo en los procesos de ambos discos?
Azael – En el primero eran, sobre todo, canciones que yo, en su mayoría, ya tenía como armadas. Armadas entre comillas, porque eran maquetas grabadas con un celular y tocadas con una guitarra acústica en mi casa y, cuando lo empezamos a grabar, lo grabamos con “Mansa” (Lucía) y “Lengua” (Leandro Dufau, guitarrista), en principio yo había programado las baterías y, después, se había sumado la banda, pero el disco estaba bastante más armado. Ésa es la gran diferencia con éste que, ahora sí, lo empezamos a hacer entre todos, se tiraba la primera idea, pero yo la tiraba muchísimo más desnuda que en el disco anterior. Cada uno le pone su impronta o le va cambiando cosas, hablándolo entre todos.
¿Y similitudes?
Lucía – Lo impulsivo me parece que es la similitud. El no tener trabas económicas ni de ningún tipo. Dijimos: “Esto lo vamos a hacer con lo que tenemos, con lo que hay” y que, también, nos gusta y nos divierte trabajar con eso porque todos estamos, un poco, involucrados con el trabajo de producción y “del otro lado”, digamos.
Azael – Yo, personalmente, disfruto pila de hacerlo todo nosotros y dedicarle el tiempo que sea necesario.
Hay cierta continuidad respecto al primer disco ¿Esto lo buscaron ó, simplemente, fluyó?
Lucía – Es más fluído que pensado. Azael es el que escribe las canciones y, sentíamos que también reflejaba lo que todos queríamos decir. Eso es como intuitivo y es lo que salía, y eso no está ni bien ni mal, es lo que sale. Me parece que, por ahí, también, es que viene la misma línea de los dos discos.
¿Les pesó, a la hora de componer, estar a la altura del disco anterior?
Azael – Nunca me puse a pensar qué altura tienen las canciones del disco anterior. Sí, nos tiene que gustar. Lo tomaba eso como medida y como termómetro. Siempre llega un momento en que nos preguntamos si nos mueve alguna fibra o si estamos disfrutando la canción.
Lucía – No fue como una competencia. Sí, habían pasado un montón de cosas lindas con el primer disco y, por ahí, estaba el miedo de ¿seguiremos ó fue como un momento de aparición y nada más?
Martillos’ es un tema que hace tiempo veníamos tocando y quedó como medio atemporal y, de los temas nuevos, es el que más venimos tocando. Entonces, como que ya es viejo pero, siempre, tiene eso de especial, igualmente, y en vivo se siente mucho más la respuesta.
Lucía Pintos
¿Son de componer mucho y descartar o trabajan la idea hasta que le encuentran la vuelta a la canción?
Azael – Soy de componer mucho. No somos de descartar, creo que se propusieron once de las ideas que estaban, quedaron nueve y, creo, que las dos que quedaron afuera entran para el disco que viene (risas). Las dejamos afuera nomás para acortar el número porque tenemos el fetiche con el 9 y no porque sean menos. Incluso, el simple que vamos a sacar en un par de meses era otra balada oscura que era difícil hacerla convivir en nueve temas junto con “Faros Ciegos”, no podía haber dos canciones similares de energía, digamos. Pero es un tema que, también, nos encanta.
¿Siguen sintiendo a “Martillos” como una canción especial?
Lucía – Sí, en realidad, es un tema que hace tiempo veníamos tocando y quedó como medio atemporal y, de los temas nuevos, es el que más venimos tocando. Entonces, como que ya es viejo pero, siempre, tiene eso de especial, igualmente, y en vivo se siente mucho más la respuesta.
¿Cómo están preparando el show presentación del “Faros Ciegos”?
Azael – Es el show que más laburo le estamos metiendo, más estamos ensayando y venimos a ensayar con muchísimas ganas y re felices porque está saliendo divino. Vamos a tocar casi que los dos discos enteros, vamos con invitados, vamos con todo un equipo…
Lucía – Tenemos ganas de eso, de sacarnos las ganas, justamente, hacer un show en un teatro, un show un poco más serio como el que hacemos siempre en los escenarios que todos conocemos que no se da la infraestructura para hacer algo así. Entonces, ahora, estamos como quinceañeras (risas), tenemos todos los chiches para jugar de iluminación y de sonido. Tampoco nunca tocamos tantos temas y eso va a estar muy bueno, también.