La Gran Smith nace hace más de 15 años en la ciudad de Minas, departamento de la Lavalleja. Con su última integración, ya devenidos en power trio, rescatan para ser musicalizados en un singular proyecto, textos del Premio Nacional de Literatura Zelmar Riccetto abuelo de su vocalista y los fusionan con sonidos del blues, el rock y el folk. Bajo esa consigna surge su último trabajo editado en dos partes Tiempo de Volver I y II que ya se encuentra disponible en plataformas digitales donde también reflotan temas propios. Conversamos con Emiliano Riccetto sobre la banda y de la necesidad de restituir valores como la amistad, el compartir y la familia en estos tiempos de vorágine.
Por Andrea Villar Miravalles
La Gran Smith les ha hecho recorrer varios departamentos del país. Además de la constancia ¿cuál es la clave para poder llevar adelante un proyecto de más de 15 años fuera de la capital, con todas las dificultades que esto presenta?
Yo creo que la clave de La Gran Smith, que lleva tantos años y nos ha permitido estar en diferentes escenarios, es que ha sido siempre una banda en la que han participado amigos a los cuales admiro y respeto en todos sus momentos. Siempre he tenido la suerte de compartir la banda con excelentes artistas que además son amigos. Eso aporta al compromiso y el gusto por sacar adelante el proyecto a pesar de todo. Poner la música en primer lugar es una de las claves que han permitido que la banda haya permanecido a lo largo de los años.
El nombre de la banda surge de su pasión por The Beatles y un juego de palabras. ¿Cuáles son los referentes musicales que influyen en el sonido de La Gran Smith?
Es muy cierto, hay una clara referencia hacia los Beatles dado que han sido como una escuela para varios de los integrantes de la banda. Crecimos escuchando su música, sacando sus canciones y anotando las letras. Tengo muy marcada la imagen del disco de vinilo del Beatles For Sale en mi casa cuando era adolescente. Eso me hizo vincularme en parte con pibes que les gustaba lo mismo en ese entonces y cuando armamos la banda quisimos hacer un pequeño homenaje a los genios de Liverpool.
Otros referentes (entre muchos) para nosotros son los Rolling Stones así como Neil Young. Yo soy muy fanático del blues, me gusta Eric Clapton y Stevie Ray Vaughan de quien interpretamos en vivo algunos temas. Más para el lado del Río de la Plata nos acompañó siempre a todos el sonido de Soda Stereo, Fito Páez, Charly García, Spinetta, Jaime Roos, El Kinto y Ruben Rada.
En la primera parte de Tiempo de Volver además de textos de tu abuelo sumaste dos temas propios. ¿Cómo nacen esas composiciones que se acoplan tan bien con el resto del disco? ¿Herencia lírica?
En el caso de Tiempo de Volver Vol. I hay una primera canción, «Río y Vida» que era parte de algo más parecido a un cuento que yo tenía escrito hacía muchos años. Empecé a trabajar con una armonía que me había gustado y a darle forma con la intención de transportar a quien escucha la canción a ese lugar. No fue fácil porque era un poco larga la historia para contar dentro de una canción que trata sobre lo que gira alrededor del río. El otro tema tiene un recitado en homenaje a mi vieja se llama «Pan de Madre» y empezó como una canción instrumental.
Creo que, como comentás, es un poco de herencia lírica y gusto por la lectura y la poesía. La música es muy importante, la armonía, el beat y la orquestación, pero también el contenido. A la hora de la creación de estos temas quería que se reflejara lo mejor posible lo que quería transmitir.
Encontramos una atemporalidad en los textos de tu abuelo que acompañan perfectamente la intensión del rock contemporáneo. ¿Lo sintieron así a la hora de pensar en este proyecto?
Hay una notoria atemporalidad en la poesía de mi abuelo y eso es lo que lo hace tan genial para mi gusto y entender. Algunos de los poemas de los que nosotros hicimos canciones fueron editados a inicio de los años ´40. Parte de lo grandioso de su pluma es que, hoy en día, nos podemos ver reflejados en muchas de las cosas que escribió. Yo, a la hora de elegir los textos, traté de hacer mías las letras y reflejaran mi sentir buscando que quien las escuche transite este mismo camino.
En Coplas del Carretero suena un blues rock que cuenta con la participación de Andrés Beltrán de Chala Madre. Viniendo de una familia donde la música ocupaba un lugar preponderante ¿qué sonidos acompañaron tu infancia que también se vean reflejados en este trabajo?
En este tema tuve el honor de que participara Andrés Beltrán. Yo vengo trabajando con Chala Madre hace más de diez años ya, quise invitarlo a este proyecto y no lo dudo. Fue un placer contar con él en este tema que tiene blues, campo y rock. Sacamos esta canción porque quería componer un blues de una copla enriqueciendo la poesía y poniéndole nuestro sello. En mi infancia lo sonidos que me acompañaron tiene que ver con la milonga y nuestra música folclórica, eso genera una mezcla interesante en la cabeza a la hora de practicar el instrumento tratando de emular un sonido.
De chico escuche mucho a Daniel Viglietti, quien tenía una amistad con mi viejo y de la misma forma a Santiago Chalar. Siento, también, una profunda admiración por Fernando Cabrera, Jorge Galemire, Los Que Iban Cantando y toda la movida de música popular montevideana que marco varias décadas. Sin duda, también, Los Olimareños y Los Zucará. Recuerdo que en mi casa de chico había dos discos de vinilo de ellos «Hombre» y «Suelta Pájaros». Los escuché de principio a fin un millón de veces. Pero también sonaban el «Cosmo’s Factory» de Creedence y algún que otro disco de Led Zeppelin.
Para la primera parte de Tiempo de Volver grabaron en Montevideo con Juan Manuel Cola y para la segunda parte lo hacen en el estudio de Ignacio Quaglia, en la ciudad de Minas. ¿El cambio en el equipo se debe a que desean imprimir un sonido diferente en esta segunda etapa?
La primera parte la grabamos en Montevideo, en Ciudad Música, con un gran amigo y gran profesional como es Juan Manuel. Para esta segunda instancia quisimos aprovechar uno de los privilegios que tenemos aquí, en Minas, de contar con un estudio con un back line y un equipamiento de primer nivel, que no es algo común para las ciudades del interior.
El sonido que le vamos a imprimir al segundo volumen, que va a incluir 6 canciones nuevas e inéditas, va a ser totalmente diferente. Hay un par de boogies bastante movidos y algunos temas bien rockeros de power trio estilo Divididos. La oportunidad de grabar en Minas con alguien capacitado como Ignacio hace que el proyecto adquiera esa riqueza de tener una parte grabada en la capital y otra en nuestra ciudad. Lo vamos a trabajar también con gente amiga así que no se puede pedir más.
¿Es Tiempo de Volver? ¿A qué habría que regresar?
Tiempo de Volver se titula el único libro de cuento que mi abuelo escribió. El edito más de 10 libros de los cuales la mayoría son de poesía. En ese libro el recorre y recuerda historias (alguna verídicas y otras inventadas) del pago, de su niñez y de su entorno.
Con la banda quisimos hacer nuestro el título, sentimos que la vorágine del hoy día y la inmediatez en la que nos sumerge la tecnología genera una gran ansiedad. Ya no frenamos a escuchar un disco, una canción. Deberíamos volver un poco a eso, bajar un poco la pelota y rescatar sin melancolía algunas cosas que consideramos que estaban buenas, que nos hicieron y foguearon a nosotros como músicos y que se han perdido. No son irrecuperables, estamos totalmente a tiempo de que no se pierdan las juntadas con amigos a hacer rock en un garage y volver a esos valores que son los más importantes de la vida como la amistad, el compartir y la familia.
Emiliano Riccetto: Guitarra y voz
Miguel Barreiro: Bajo
Diego Munúa: Batería
FB:@emiliano.riccetto
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