En el pasado 2021 el cantautor Diego Presa y la actriz, cantante y compositora argentina Julieta Díaz publicaron el EP “El revés de la sombra”, su primer trabajo en conjunto. El dúo conformado en plena pandemia y que fuera consolidándose a través de un vínculo fruto de la mutua admiración artística, editó seis composiciones propias de corte intimista que tuvieron su origen en ambas orillas del Río de la Plata.
El próximo miércoles 18 de abril, a las 21 hs. en La Trastienda MVD, “El revés de la sombra” tendrá su presentación oficial en nuestro país a casi un año de su edición, acompañado de nuevas canciones que formarán parte de un segundo disco que verá la luz hacia fines de este año.
A propósito de ello conversamos con Julieta, quien nos contó sobre el nacimiento del proyecto, su relación con el canto y de las sensaciones que le genera debutar musicalmente en nuestro país.
Por Liber Aicardi
Comencemos por el origen del dúo… ¿Cómo surge el vínculo con Diego?
En realidad nos conocimos en la pandemia. ¿Viste que con la pandemia estuvimos más tiempo con la lectura, la música, las películas y todo lo demás? A mí me gusta mucho El Astillero, no conocía a Buceo Invisible pero era bastante “fana” de El Astillero, y alguien me comentó que en realidad eran tres solistas y me recomendó que escuchara a Diego, que me podía gustar mucho. Entonces lo fui a buscar a las plataformas y me encantó. Me encantó su universo musical, su poesía, tiene una voz profunda, muy especial, su manera de interpretar… me llamó mucho la atención. Y yo, realmente, empecé a escucharlo un montón y hubo dos o tres temas que fueron fuertes para mí en la pandemia que me resonaban mucho. Me llamaba mucho la atención de qué hablaba, no solamente su universo musical y su manera de interpretar, sino qué temas elegía abordar, qué le pasaba por la cabeza también. Así que me gustó y me puse a escucharlo.
Yo venía haciendo algunas participaciones con algunos artistas, con Javier Montalto, con Raly Barrionuevo, también estaba con Gervasio Troche, el dibujante uruguayo subiendo algunos dibujos de él y algunos textos míos a Instagram, Gervasio fue el que me dijo que conociera a Diego como solista. Yo, siempre que escucho canciones que me gustan o leo un libro o veo una película que me gusta lo comparto en redes. Soy bastante activa en redes. Entonces, Diego me agradeció que lo arrobara y un día le dije que me encantaba lo que hacía y que me encantaría hacer un tema de él a distancia, como estaba haciendo con otros artistas. Y él me redobló la apuesta, él había leído algunos textos míos en Instagram y me dice: “¿por qué no me mandas algunos textos y yo le pongo música?”. Yo le dije: “me encanta, mucho mejor”. Me sorprendió en ese sentido. Junté cosas que tenía, se las mandé y muy rápidamente lo grabó él, me mandó la música para que lo cantara yo y empezó a armar una maqueta del tema. Y de repente, muy naturalmente, se fue dando como un rapport de ida y vuelta todo el tiempo, teníamos tiempo además por la pandemia, y aparecieron un montón de temas. También me mandó un tema que él quería que lo cantara una mujer porque lo había pensado para que lo cantara una mujer. Me encantó y lo grabamos. Después, fuimos juntando mucho material, me propone hacer un EP. Yo le dije: “¿te parece?”. Yo no tenía más objetivo que intercambiar con él ese trabajo, tenía ganas de hacer un tema con él, de intercambiar con un artista como había pasado en los casos que te nombré. Empezó a poner la estructura musical de él con Bizarro, con (el estudio) El Cuarto Tavella, yo pude ir para allá, también por laburo… fue medio como mágico. Entonces pude ir y grabar en un par de días todos los temas y se fue dando.
Además, con Diego no solamente tenemos un rapport muy interesante de manera artística, sino que nos hicimos amigos rápidamente. Encontramos una manera de relacionarnos y de trabajar no sólo en lo artístico muy fluida, muy amistosa, muy respetuosa, de mucha confianza. Muy lindo.
¿Cómo aparece el canto en tu vida?
Yo siento que fue un proceso muy natural. Yo estudio hace varios años canto y vengo como se dice “arrimando el bochín” de a poco, acercándome a hacer cosas con el canto. Hice un musical hace varios años y siempre que aparece la oportunidad de hacer algo musical en mis laburos lo hago. La otra vez, ya hace bastantes años, me llamaron para hacer de Tita Merello en su momento de mayor esplendor y me propusieron si me animaba a cantar algo. Lo hablé con mi profe de canto y, si bien Tita era única, por supuesto, no era algo que vocalmente yo no pudiera hacer, estaba el desafío de buscar su esencia o de imitarla, pero en el caso de Tita dije: “me animo”. En otro momento me llamaron para hacer un personaje que cantaba cumbia y escribimos una canción, grabamos la canción e hicimos una especie de show del personaje. Siempre vengo participando con amigos y amigas, con gente que se acerca. Esto a lo largo de muchos años ¿no? Yo siempre como actriz, pero siempre tuve la sensación que el canto siempre iba a estar, desde que empecé a estudiar teatro más fuerte, a los 17 o 18 años, había clases de canto o de expresión vocal y me gustaba. Siempre sentí, y lo siento mucho, que cantar es una extensión de actuar. Es cantar una interpretación. Yo siento que soy una intérprete, no solamente una actriz porque también he leído poesía y porque, como te contaba, algunas veces he cantado. Pero siempre como que entraba y salía de ese lugar, entraba y salía. Ahora apareció una continuidad en el laburo y que se unió con algo de la poesía que venía de toda mi vida, que es algo que también lo traigo desde la adolescencia, siempre escribí para mí, era una cosa íntima, casi una especie de diario de prosa poética. Y se unieron las dos cosas, en este caso, a través de Diego porque coincidimos mucho artísticamente. Se terminó de armar algo que hoy tiene mucho más espacio. Es la otra parte de mi laburo hoy y espero que también tome mucho lugar, que vaya en paralelo a la actuación.
Yo tengo mucho respeto por cada disciplina. Por los músicos y las músicas, los cantautores y las cantautoras y las bandas. Tengo mucho respeto por eso y, además, soy muy amante de la música. Sigo muchos y muchas artistas de acá, de afuera, de Uruguay, de todos lados. Entonces, también, en la experiencia de todos estos años veo la manera en que hay que laburar y lo que cuesta, también.
¿Tuviste miedo al prejuicio que pudiera haber hacia vos por ser actriz?
Un poco sí. Por la mirada del otro, otre y la exigencia propia. Yo tengo mucho respeto por cada disciplina, por los músicos y las músicas, los cantautores y las cantautoras y las bandas. Tengo mucho respeto por eso y, además, soy muy amante de la música. Sigo muchos y muchas artistas de acá, de afuera, de Uruguay, de todos lados. Entonces, también, en la experiencia de todos estos años veo la manera en que hay que laburar y lo que cuesta, también. También lo veo cuando un músico se pone a actuar, veo esa cosa y en algún momento pienso eso. Pero también creo que, uno no es una sola cosa y tiene que seguir lo que siente que es uno. El otro día, alguien me decía “vos ya tenés que sacar tu disco solista en algún momento”. Y yo por supuesto que puedo fantasear con eso en un espacio en el que quizás hay cosas que no estoy haciendo con Diego o que no hice nunca, pero nunca lo hice con un objetivo. Cuando empecé a trabajar como actriz, no lo hice con un objetivo de hacerme conocida o ganar un premio, yo quería trabajar de esto. Yo, a esta persona, que me lo decía con mucho amor y con mucho conocimiento porque aparte es un músico muy conocido le dije: “mirá, yo estoy muy feliz donde estoy hoy”. Si, por el lugar que tiene Diego de veinte años de profesión, y por su talento y por su prestigio, además, y por el lugar que yo tengo como actriz que se me conoce, por supuesto que, a lo mejor, se abren puertas que si no me conocieran como actriz no se abrirían. Eso lo tengo clarísimo y lo agradezco. Pero yo, a ese lugar siento que llegué, también por mi manera de interpretar y siento que cantar es parte de eso. Además de que en todos estos años vengo haciendo un proceso con el canto, siento que no es de un día para el otro. También, hay algo que es muy especial para mí y es que son nuestras canciones. Hacemos canciones de otros, por supuesto, y a mi me encanta interpretar, hace veintipico de años que interpreto textos de otros y hace cinco minutos que estoy haciendo los míos y los de Diego, que son los nuestros. Pero, la verdad, es que cuando uno empieza a hacer las cosas de uno, que es esa sensación tan nueva que tengo, hay algo que tiene que ver con “yo tengo esto para decir”. El que tenga ganas de comprar la entrada, de escucharme, de sentir, de prestar atención: maravilloso. Yo no obligo a nadie a ver el show ni a leer esta nota. Se acerca el que se quiere acercar.
¿Cómo ves el EP a la distancia, a un año de la salida?
(Piensa) A mí me gusta. Nosotros seguimos haciendo canciones, tenemos muchas más canciones, por eso podemos hacer un show y, ahora en julio, grabamos el segundo disco y a fin de año va a salir, ya, un disco con diez temas, más o menos. Siento que nos representa, que representa nuestras conversaciones, nuestra sensibilidad, nuestras inquietudes internas y externas. Además, la banda con la que trabajamos que son Santiago Peralta, Checo Anselmi en bajo y Ariel Drigles en batería y Bizarro produciendo, El Cuarto Tavella que fue donde lo grabamos, Bruto Videos con quienes hicimos el videoclip de “Flor de Agua”, la verdad que siento que es un equipo bárbaro, muy hermoso, está muy alineado y siento que el disco nos representa un montón. Siento que hay algo muy charlado, nosotros charlamos mucho sobre qué música nos gustaba, qué música compartíamos, las canciones que elegimos, el orden… Son veinte minutos de música, más o menos, y siento que entra de una manera muy hermosa. Yo siempre le digo a Diego que, para mí, la palabra, la voz, el cuento de la canción es muy importante. Por eso las voces están bien adelante, para poder contar las historias de las canciones, me hace muy feliz. Y siento que las canciones nuevas son un hermoso complemento del disco porque siguen siendo familiares al disco, pero que aparecieron otros espacios, otras texturas, otros estados musicales que siguen complementando nuestras cabezas y nuestras sensibilidades.
El otro día, alguien me decía ‘vos tenés que sacar tu disco solista en algún momento’. Y yo, por supuesto que puedo fantasear con eso en un espacio en el que quizás hay cosas que no estoy haciendo con Diego o que no hice nunca, pero nunca lo hice con un objetivo. Cuando empecé a trabajar como actriz, no lo hice con un objetivo de hacerme conocida o ganar un premio, yo quería trabajar de esto.
¿Cómo llegaron a ese concepto de “El revés de la sombra” como para ponerlo de título del EP y que los represente?
“El revés de la sombra” es un verso de “Descubrir”, una canción que escribimos juntos. Pero ese verso es de Diego y a mí me pegó enseguida, me encantó ese verso, siempre me quedó dando vueltas. En realidad, yo se lo propuse en un momento como nombre del dúo. Después, pensamos que como nombre para el dúo era un poco pretencioso. Me gustaba tanto ese título que se lo propuse como nombre del EP y él lo fue masticando, lo fue masticando, hasta que un día le gustó. Yo siento que representa un montón al disco porque habla un poco de las luces y las sombras y, además, tiene que ver con la poesía. Significa una tercera cosa, que puede ser la que vos quieras, hablando de otras dos. ¿Qué es el revés de la sombra? Es una tercera cosa que para vos es una, para mí es otra, entonces ahí aparece como un nombre tridimensional que tiene que ver con la metáfora, con lo interno, con un montón de cosas. Siento que representa un montón al disco y al trabajo poético en general.
¿Cómo fue la presentación en vivo del EP en Buenos Aires?
Hermoso. Acá (en Bs As.) no estuvimos con toda la banda, tocamos acompañados por Juan Ravioli, un músico, compositor y multiinstrumentista fantástico de acá. Fue en Dumont 4040, que es un espacio teatral musical. Vino un montón de gente y fue el debut del dúo en Buenos Aires. Para nosotros fue muy importante porque, con el tema de la pandemia y que somos un dúo a dos orillas, es todo un tema de movida de agenda, de gastos, de logística, tardamos un poco y ahora logramos, después de un montón de laburo, este show del miércoles, que es un proyecto que produce originalmente la Sala Zitarrosa con RT Producciones, pero que se hace en La Trastienda.
¿Te condiciona en algún punto tocar en Uruguay?
Para mí es muy importante tocar en Montevideo. Yo tenía muchísimas ganas de presentarlo en Buenos Aires, por supuesto, pero la verdad es que gran parte de mi corazón está en Uruguay. Montevideo es una ciudad que, además, aprendí a querer mucho y respeto mucho a sus artistas, sus músicos y sus músicas, me gusta mucho la música uruguaya y tengo gente muy querida allá. Imaginate, yo puedo cantar estas canciones gracias, de alguna manera, a mi compañero de dúo que es uruguayo y a un montón de otras cosas que tienen que ver con Uruguay, entonces también eso es muy fuerte para mí, muy importante. Es más, en un momento tenía ganas de presentarlo primero allá, también porque los músicos de la banda son todos uruguayos, la discográfica es uruguaya y lo grabamos allá el disco. Imaginate. No queda ninguna duda que amo Buenos Aires y que me encantaría grabar acá, que toquemos acá, allá y en todos lados, pero Montevideo es muy importante para mí. Ojalá en algún momento podamos ir por otros pagos uruguayos.
¿Qué expectativas tenés para el show en La Trastienda?
Estoy muy feliz y, por supuesto, cagada también (se ríe). Un poco nerviosa, por supuesto. Venimos bárbaro, va a estar bárbaro, pero es toda una movida. Es el debut “del otro lado”. En cualquier lugar me pondría nerviosa, pero acá que es un lugar grande, más todavía. Cuando mi hija se pone nerviosa por algo, yo le digo: “pero ¿son nervios lindos o nervios feos?”. Éstos son de los nervios lindos.
Las entradas se encuentran a la venta a través de Abitab.