Con más de treinta años en la música, Juan Casanova, es uno de los referentes generacionales del rock uruguayo post-dictadura, fundamentalmente, al frente de Traidores, y, posteriormente, como vocalista de Assimo. Desde el año 2000, paralelamente, viene presentando su espectáculo llamado «Poesía de guerra», un show, básicamente acústico en el que, junto a músicos amigos, repasa canciones propias y ajenas que marcaron su historia. Dicho espectáculo delineó, de algún modo, el origen de Enlaces, su proyecto más reciente, que lo mantuvo sobre las tablas durante los últimos dos años junto a otros referentes del género. Actualmente, Casanova, vuelve a la trinchera con su «Poesía de guerra», esta vez acompañado por Gonzalo Zipitría (Boomerang) y Hernán Romay (Traidores). El próximo sábado 15, en Inmigrantes (J. Paullier esquina Guaná) presentará el mencionado show, que repetirá el viernes 21 en Bar Tinkal de la Costa y nos dio el motivo para conversar, entre otras cosas, del repertorio que lo compone, de la vigencia de las canciones y sobre la posibilidad que brinda Montevideo para el encuentro de los músicos.
Por Liber Aicardi
El nombre de tu show «Poesía de guerra» se desprende de «Canción rebelde», un tema de Traidores que tiene más de veinte años y que fue creada en un momento particular del país ¿Creés que sigue vigente esa canción?
Me pasa que «Canción rebelde», en algún sentido, la encuentro como actual, tiene una lectura que puede ser contemporánea. O sea, que hay algunas canciones que se renuevan y tienen lecturas diferentes en un mundo diferente. En estos veinte años, ha habido cambios de todo tipo y es un mundo nuevo, diferente al del momento en que fue creada la canción. De todos modos, hay como puntos de contacto y, sobre todo, el concepto ése de «Poesia de guerra» que define bastante mi vida. Por eso, es una frase que utilizo para llamar a mi show, el cual yo considero que es mi biografía en canciones. Es una canción que yo no toco, que me gustaría, eventualmente, recitar porque creo que tiene un potencial para eso. Algún día pienso hacer una versión de eso. Pero, lo que me importa rescatar es el concepto de «Poesía de guerra» porque define muy bien lo que ha sido mi vida personal y artística que son una misma cosa. Este es un show muy personal donde toco canciones que ayudé a componer, tanto para Traidores como para Assimo, o con otros artistas y, simplemente, canciones que me gustan mucho como de Legiao Urbana. Me doy gustos personales que, ya, la gente que conoce «Poesía de Guerra», que es un ciclo que comenzó allá en el 2000 en el Teatro Stella , lo he tocado junto a deceneas de artistas que me han acompañado y, además, ha sido un espacio que ha inspirado otras colaboraciones como el caso de Enlaces, por ejemplo, que es el último proyecto en el que he estado metido estos últimos dos años.
Al pasar nombraste que el show comenzó por el 2000 y lo relacionaste con Enlaces ¿Se puede tomar, de alguna forma, como el germen de lo que hoy es Enlaces?
Enlaces ha sido una «exageración» de lo que ha sido «Poesía de Guerra» u otros shows que hacíamos con «el enano» Sebastián Teysera y Nicolás Lieutier de La Vela Puerca. Enlaces ha sido una consecuencia de estas experiencias de convocar gente y hacer cosas colectivamente. Hay una cosa que hemos trazado con esto y, ahora, vuelvo un poco a mis raíces, con un show personal concentrado, y una ocasión para compartir con amigos que, a lo largo de los años, he pasado ciclos muy buenos, muy lindos.
En tu caso, fuiste de los primeros de tu generación en tender puentes hacia las nuevas camadas de músicos, incluso de otros estilos como La Vela Puerca y Notevagustar, cuando no era algo común ¿Cómo se fueron dando esos vínculos?
Son situaciones que se dan en Uruguay, eso de conocer a la gente en la calle ¿viste? Todas nuestras historias montevideanas, al menos están bastante ligadas unas con otras. Acá, la escena musical es muy chica y, más o menos, siempre te encontrás con la gente, conversás con la gente. Es un sitio muy chico y te podés cruzar en la calle con cualquiera y, de ese modo, te nutrís, en el intercambio con la gente.
Pero había una cierta barrera musical y hasta conceptual entre ambas corrientes en aquél momento.
Claro, y había, también, cosas a favor. Son los signos de todas las épocas y, siempre, va a haber gente a favor y en contra en tanto y en cuanto vos te ponés a hacer cosas. Las relaciones entre los músicos se dan naturalmente en un medio chico, como te decía antes, donde todos nos conocemos. También, La Vela Puerca patéo el tablero, a mí me invitan a cantar una canción de Traidores para la presentación de «De bichos y flores», justamante «Canción rebelde». Entonces, estamos íntimamente ligados todos. Es una historia que seguimos juntos todos.
¿Cómo elegís el repertorio para este show?
Tocamos las canciones que sentimos que nos gustan. Esta vez, yo quiero tocar varias canciones de Assimo, que hace mucho tiempo que no canto y me parece que están buenísimas, sobre todo para tocarlas en un formato de dos violas y voz. Algunos temas de Traidores, obviamente, vamos a tocar, alguna de Legiao Urbana, que yo considero una banda hermana de Traidores y, después hay otras… Quiero cantar alguna canción de Elefante, que es una banda que me encantaba, invité a Lucía Torrón a cantar conmigo y Gonzalo Zipitría, cantante de Boomerang, que es un crack y he podido trabajar con él bastante en Enlaces, además de Hernán Romay, que me acompaña desde hace tiempo, incluso en Traidores. Hay muchísimos amigos que van a empezar a participar. Arrancamos en Inmigrantes, pero la idea es seguir tocando a lo largo del año, así que, siempre, vamos a tener invitados nuevos.
¿Se puede mantener el espíritu punk en estos tiempos de tanto bombardeo consumista y redes sociales?
Y… ya no significa lo mismo que podía significar en otra época. Las cosas mudan de un modo tan dramático y el mundo cambia muy rápidamente. Entonces, es necesario adaptarse al enorme flujo de información. Los mundos cambian y, básicamente, cada día que nos despertamos hay una ecualización diferente de las cosas. Para mí, es necesario adaptarse a todas las situaciones y seguir haciendo lo que uno nació para hacer que es comunicar sentimientos, armonías y melodías.
¿Traidores es una página cerrada o este nuevo parate forma parte de la dinámica que tuvo la banda en los últimos veinte años?
Es que nunca se sabe (risas). La dinámica de toda la historia de la banda es ésa: nunca se sabe. Así lo podemos resumir. Ahí te la dejo, no hay nada más que decir, nunca se sabe, nada (risas).
Al menos no es una puerta cerrada…
No, no. Es que no puede haberla. El mundo cambia a cada segundo, como te dije.