Este 2022 que está por culminar ha sido uno de los más fructíferos en el extenso trayecto artístico de Juan Casanova. Además de editar su primer álbum como solista a mitad de año, registro de su espectáculo “Poesía de Guerra”, en el mismo mes de junio lo presentó en vivo. En setiembre, junto a Pedro Dalton y Luciano Supervielle, brindó el recital “Suma Camerata” al tiempo que recorrió varios escenarios acompañado del propio Luciano.
El próximo jueves 24 de noviembre a las 21 hs. en La Trastienda MVD el ex Traidores presenta una nueva edición de “Poesía de Guerra”, en esta oportunidad con invitados tales como Vaimaca Dub, Luis Angelero, Nicolás Rodríguez, Laura Chinelli y Garo Arakelian. Según el propio Casanova, promete ser un show bien rockero a la vez de comenzar a cerrar esta etapa de su carrera para mirar hacia adelante y focalizarse en un próximo material discográfico. A propósito de todo esto, conversamos con Juan acerca de lo que han sido estos últimos tiempos que marcaron su firme regreso al circuito, de su actual momento y sobre la motivación de llevar adelante nuevas composiciones.
Por Liber Aicardi
Habría que ir muchos años atrás en el tiempo para encontrar un año de tanta actividad musical para vos como este 2022 ¿no?
Sí, porque de hecho yo me estaba retirando de los escenarios de a poco y en los últimos años tocaba una vez por año, con suerte, cerca de mi cumpleaños y trabajando más que nada en producción. Con Luciano (Supervielle) siempre estamos tocando, pero son toques más chicos, algo más tranquilo y por eso también lo hago. Es todo mucho más controlado, somos dos, a veces invitamos alguna figura, pero en realidad estamos más tranquilos. En esta última etapa, y a partir de 2020, ya entré en una dinámica que empecé a componer de nuevo y una cosa fue llevando a la otra. Además, salió este año el disco “Poesía de Guerra” y hubo que presentarlo, eso ya me sacó de hacer un solo show en setiembre y, ahora, viene el cierre del año y tenemos ganas de tocar con la banda nueva. También está eso, se está formando una banda, que también hacía más de una década que no tenía banda. Entonces, como te digo, una cosa llevó a la otra y ya también cerrando el año con “Poesía de Guerra”, después de haber sacado disco y de haberlo presentado, ya aprovecho para cerrar un ciclo, digamos, que en su última etapa empieza en 2020 y termina ahora con la idea, justamente, de cerrar una etapa, jubilar ciertos temas que ya no los quiero tocar más o que no vienen al caso y dejar las puertas abiertas para arrancar algo nuevo. Estoy de vuelta componiendo, voy a estrenar, al menos un tema, capaz que dos, y la idea después de esto es seguir componiendo con Luis Angelero, con quien nos estamos entendiendo en esto de componer canciones, generar nuevo material para el año que viene, eventualmente, arrancar con la mayoría de temas nuevos.
¿Cómo te sentiste con esta dinámica de volver a generar material y adaptarte nuevamente a un formato de banda?
Sí, es una dinámica de trabajo nueva y, por lo menos, lo que tengo es el entusiasmo de hacerlo, digamos, porque si no, me hubiera quedado en casa como otras veces, como otros años. Estuvieron pasando un montón de cosas, que saliera un disco de “Poesíá de Guerra” es un aliciente, el haber formado una banda nueva, que empieza a funcionar una dupla compositiva nueva y una cosa va llevando a la otra. Ahora hay que cerrar un ciclo, replantearse las cosas pero todo indica que las ganas, por lo menos, están de seguir adelante, de seguir de largo. Y el tema nuevo que se llama “Killer” y estamos terminándolo es un vector con la idea que va a guiar los trabajos nuevos. Otra cosa que me entusiasma es que estamos componiendo canciones en lenguajes contemporáneos, digamos. O sea, estamos sí, con viola distorsionada, pero también con subgraves, hay una mezcla del mundo digital y lo orgánico de los instrumentos tocados, pero en una clara mezcla, que es lo que me entusiasma como para seguir adelante.
Ahora que hablabas de “jubilar” canciones, en tus últimos shows cada vez hay menos temas de Traidores. Se trata, no de enterrarlos, pero sí dejar atrás esa etapa tan importante. ¿Es así?
Exacto. Esa es un poco la idea porque es bien como decís, hay muchas canciones de Traidores que aún tienen un mensaje que está plenamente vigente porque hay cosas que no cambian al paso de las décadas, pero pasa también que en 2020 muchas de esas canciones cobraron una nueva interpretación. Siempre lo digo, a mí lo que me impulsó fue que mucha gente entendió mucho más a Traidores a raíz de los hechos de 2020. Por eso es que volví a tocar una cierta selección de esos temas que dos años después, ya agota un poco porque fueron dos años en los cuales toqué unos cuantos pero ya cumplieron su función. Y, sobre todo, lo que más me entusiasma ahora es hacer cosas nuevas porque volví a componer. Una vez que entrás en esa dinámica de componer, lo que querés hacer son cosas nuevas y olvidar lo viejo. Nunca menospreciar esos laburos, pero ya que estamos con el impulso de componer, bienvenido sea lo nuevo y seguir por ese camino me parece que es el Norte.
¿Sentís que estás generando un público propio y ya, no tanto, quienes te siguen son, necesariamente, seguidores de Traidores?
Sí, porque en realidad la gente que le gusta Traidores cada vez participa menos por cuestiones de generación. La gente de mi generación ya no se acerca tanto a los shows y se ha acercado un montón de gente completamente distinta, de las interacciones con Luciano o con Luciano y con Pedro (Dalton). Pero, sobre todo, a través de canciones como “Data” o “Ad Hoc Manifesto”, hay todo un nuevo público que actualmente me va a ver. Y sí, se está gestando un nuevo público para las cosas que yo hago, nuevos receptores.
Sobre todo, lo que más me entusiasma ahora es hacer cosas nuevas porque volví a componer. Una vez que entrás en esa dinámica de componer, lo que querés hacer son cosas nuevas y olvidar lo viejo. Nunca menospreciar esos laburos, pero ya que estamos con el impulso de componer, bienvenido sea lo nuevo y seguir por ese camino me parece que es el Norte.
Ése público que se acerca ¿es un público más joven?
La gente que más se acerca es gente adulta, de veinticinco años para arriba y hasta los cincuenta, ponele. Ese es el grueso de la gente que escucha lo que tengo para decir. Y también, un poco, en la búsqueda de los lenguajes contemporáneos está la idea de llegar a audiencias más jóvenes, sí, porque también me parece que el rock nacional en líneas generales está totalmente pasteurizado, descafeinado, no tiene nada para decir y entonces me gustaría poder volver a conectar con la gente joven para reivindicar eso que es difícil de definir, que definimos como rock, que para mí siempre es una actitud más que una forma musical determinada. Me gustaría que la gente joven revalorice lo que significa tocar en clave de rock, para lo que sirve realmente esto: para criticar, para comunicarte con tus pares de una manera directa, viral y que realmente tenga un contenido importante, algo para decir, algo para decir sobre la situación que vivimos, ya sea a nivel local o a nivel global. Generar música con contenido, con fuerza, con garra y con la idea de siempre de cuestionarlo todo para generar pensamiento crítico.
Y eso que no ves en el rock actualmente ¿lo ves en otro géneros?
En los últimos años el hip hop es donde se ha mostrado más la veta de un contenido enfocado hacia lo social, a la situación en que la gente vive, sobre todo los jóvenes. De todos modos, la mayoría de los grupos que tienen un contenido político-social están muy flechados, está muy flechada la cancha con ciertos contenidos ideológicos que, para mí, son parciales. O sea, no estás viendo toda la película sino sólo ciertos aspectos de la cosa porque los mirás a través del cristal de las ideologías y eso para mí acota la profundidad de la mirada y el alcance de un eventual mensaje que quieras comunicar.
Pero mirándolo desde el otro lado, y me pongo en abogado del diablo ¿no pasa algo parecido cuando en tus letras proponés ciertas bajadas de línea?
Y no, porque acá todas las ideologías imperantes en nuestra sociedad contemporánea obedecían a los mismos amos, a la OMS, a la ONU, está todo muy mezclado. Al yo no tener esos lentes parcializados, yo puedo decir “¡Hey, es la tecnocracia!”. Ninguna otra persona, que yo sepa, ha hecho una canción que haya dicho “El enemigo es éste, es la tecnocracia y esto es una guerra espiritual. ¡El cielo llama guerreros!”. Al estar libre de ideologías no digo que son los fachos o son los bolches, puedo mirar para arriba, puedo tener otra perspectiva desde una cierta altura y decir “miren amigos, estamos perdiendo el tiempo, nos estamos peleando entre nosotros”. Está tan futbolizado el tema, estamos con Peñarol – Nacional, que si los fachos, que si los bolches, y es un tsunami que nos pasa por encima a todos, más allá de la ideología que detentes. Es por ahí donde encuentro que tengo algo para decir, porque justamente estoy desapasionado en cuanto a que no tengo un partido político, ni un cuadro de fútbol al cual defender, más allá que soy de Peñarol como todo el mundo sabe (se ríe). Pero estoy hablando de que la polarización no nos permite identificar dónde está el verdadero enemigo ahora y yo no sé por qué razón, pero puedo hacer este ejercicio de ver dónde está el enemigo ahora que para la mayoría de las personas es tan difícil de entender. El enemigo no es un virus, el enemigo son los laboratorios donde se fabrican estas cosas, por ejemplo. Yo, por suerte, por default o no sé por qué razón, tengo esa otra mirada que me permite tener algo para decir.
¿El período que estuviste sin componer tuvo que ver con un momento personal o, justamente, por eso de no tener para decir?
En realidad no dejé de componer, sino que no lo hacía para mí. Con Luciano estamos componiendo desde 2005, pero estamos en otro palo, estamos componiendo para otras personas o haciendo cosas para documentales o películas, en otros ámbitos. La creatividad sí estaba en ejercicio, estaba componiendo o de repente, tenía colaboraciones como con La Vela Puerca, pero siempre en contacto permanente, siempre en intercambios creativos. Pero, componiendo para mí, para decir yo, fue recientemente, a partir de lo que hicimos, primero con Vaimaca, y después con Nico Letieur y ahora, con esta nueva dupla que estamos formando con Lucho Angelero. Realmente, con Lucho nos juntamos un rato y empiezan a salir temas y vemos que tenemos algo, entonces vamos a ahondar por este camino porque hay cosas para decir. Encuentro que hay cosas para decir y eso es lo que me motiva.
La polarización no nos permite identificar dónde está el verdadero enemigo ahora y yo no sé por qué razón, pero puedo hacer este ejercicio de ver dónde está el enemigo ahora que para la mayoría de las personas es tan difícil de entender. El enemigo no es un virus, el enemigo son los laboratorios donde se fabrican estas cosas, por ejemplo. Yo, por suerte, por default o no sé por qué razón, tengo esa otra mirada que me permite tener algo para decir.
Y eso tiene que ver con encontrar una dupla compositiva…
Sin duda alguna porque eso para mí lo es todo, porque como yo no toco ningún instrumento, necesariamente preciso colaborar y compartir, lo que me encanta porque lo que hace es que no esté solo mi voz sonando permanentemente. Al estar con otra persona está buenísimo porque ya no estás sólo encerrado, sino que tenés otra opinión y es todo más enriquecedor, amplía la estética musical y los conceptos que vertís en una letra.
¿Con qué te encontraste al volver a participar activamente de la industria, digamos, y publicar un nuevo disco luego de tantos años?
Por ahora me encontré con Montevideo Music Group (N de R: sello que editó el álbum “Poesía de Guerra”, que la verdad me abrió las puertas y no tengo nada que decir. Estaba muy reticente a volver a trabajar con una compañía discográfica, pero la verdad que a mí me trataron muy bien, me cumplieron los caprichitos, digamos y entonces por eso me siento cómodo. Y, de continuar en esta relación, voy a continuar trabajando con ellos porque hasta ahora no tengo ninguna queja sino todo lo contrario, han hecho todo lo posible, todo lo que estuvo a su alcance para que yo estuviera cómodo y pudiera expresarme. Como te digo, es una cantidad de cosas que se van dando sin planificación previa y una conlleva a la otra y, si todo funciona bien, seguiremos ahondando en este camino. Y si no, si me pudro, largo todo a la mierda como hice otras veces y chau (se ríe).
¿Y con qué medio te encontraste a la hora de salir a tocar frecuentemente?
Lo que me encuentro es que tengo muchas ganas de salirme de los circuitos habituales donde tocar. Estoy más como pensando en tratar de lograr una cierta independencia y que mis “Poesía de Guerra” sean un evento en sí mismo que organice yo dentro de mis propios parámetros, tratando de salir del circuito comercial, digamos. Además, en este show del 24, lo que planteo es una especie, si se quiere, de mini festivalito, donde no sólo se estén interpretando mis temas. Invité a todo Vaimaca Dub a tocar conmigo, me van a acompañar en algunos temas, pero también van a tocar sus propios temas. Luis Angelero y Nico Rodríguez forman parte de mi banda y me van a acompañar, pero ellos también tienen su propio proyecto y también quiero que participen y que toquen. Me encantaría, proyectando muchísimo a futuro, que “Poesía de Guerra” fuera eso: un evento, un festival. Ya he hablado con otras bandas a las cuales me gustaría invitar a participar y sería como un sueño lograr una cierta independencia, generar mis propios eventos en lugares alternativos. Aún no lo sé, pero es un proyecto ambicioso que ahora tengo las ganas y ojalá siga este impulso y lo podamos concretar.
¿Qué más podés adelantar del próximo show en La Trastienda?
Sí, fue un buen año, pasaron muchas cosas y en este “Poesía de Guerra” vamos a tener de todo un poco, va a ser un show bien variado con banda y rockero. No vamos a tener esta vez, por ejemplo, un cuarteto de cuerdas como ya tuvimos en junio. Todo lo que es mi participación y todo lo que voy a interpretar con mi banda es bien rockero, es un sohw bien rockero, palo y palo, con los matices de Vaimaca y Angelero, que hacen una especie de contrapeso y le dan una variación a la cosa. Garo Arakelían es mi invitado de lujo, tenía muchas ganas de tocar con él, ya ha participado de otra “Poesía de Guerra” en sus diferentes formatos y me quiero dar el enorme gusto. Laura Chinelli va a participar con nosotros también, y me encanta porque nos aporta la sensibilidad femenina. Canta algunos temas de Traidores que quedan totalmente resignificados cuando los cantan mujeres y es algo que me gusta mucho. Va a ser un show muy variado, pero que lo que pretende es ser, sobre todo, muy rockero.
Las entradas están a la venta a través de Abitab