La banda Los Oxford acaba de publicar “El palacio de la luz”, el primer adelanto de “La alegría de las máquinas”, su próximo álbum que será publicado en febrero del año que comienza en pocos días. El single no es un lanzamiento más para la banda liderada por Joselo De Olarte ya que, además, es la primera muestra del álbum que marcó su regreso a estudios para la grabación de un trabajo de larga duración desde el muy buen “Conspiraciones” de 2016. Ello no significa que en este plazo, el grupo se mantuviera inactivo ya que, al mencionado disco, le siguieron un EP en vivo (“Sala Blanca”, 2016), un disco doble celebratorio de sus primeros quince años de vida conteniendo versiones de sus temas a manos de otras bandas (“Desde Afuera”, 2018) y un recopilatorio (“Best of Los Oxford”, 2020).
A propósito del comienzo de este nuevo periplo que conlleva la previa del lanzamiento de “La alegría de las máquinas”, conversamos con Joselo acerca del nuevo trabajo, la experiencia de trabajar con un productor artístico y de los procesos internos del grupo.
Por Liber Aicardi
¿Cómo fue el proceso de grabación de “La alegría de las máquinas”, el disco que marca el regreso de la banda a grabar un álbum?
Lo empezamos a grabar el 8 de diciembre de 2020, hace exactamente un año en Séptimo Piso, en el mismo estudio que “Conspiraciones” (LP, 2016) y “Abierto” (EP, 2013). El ingeniero de grabación fue “el tano” Giampaolo (Gian Giaimo), otra vez repetimos al drum doctor, que es Irvin Carvallo, y el productor artístico, que es la primera vez que laburamos con un productor artístico, fue Alejandro Shuster, productor argentino que también mezcló el disco y el mastering es de Matías Parisi, también argentino. Además, es el primer disco de Los Oxford grabado con metrónomo. En todos los demás, por influencia setentera y por grabar en vivo, era imposible que lo hiciéramos. Yo siempre dije que Los Oxford nunca iban a tener computadora (se ríe)… Bueno, me alcanzaron y este disco tiene computadoras, por eso el nombre “La alegría de las máquinas”, también (se ríe).
Tenemos invitados en el disco: Sebastian Teysera, Garo Arakelian no canta, pero hicimos un tema en conjunto con él, que se llama “Viuda negra” y, también, tenemos a Juana Chang, una gran amiga, cantante de las Kumbia Queers, abanderadas de la movida movida LGBT en toda América y, te diría, hasta en Europa. También están nuestro productor Alejandro Shuster de Viva Elástico y Carca de Babasónicos.
Al ser la primera vez que trabajan con un productor artístico ¿les costó ceder, de alguna forma, el control en la toma de decisiones?
Nos costó ceder porque, aparte, fue todo en la pandemia y nunca habíamos laburado así, a la distancia. Las devoluciones eran complicadas, hubo un par de cortocircuitos, pero el resultado final fue muy positivo y creo que es el mejor disco de Los Oxford hasta la fecha.
Y, por ejemplo, el tema que abre el disco que se llama “La reina del panal», que toca Carca, duraba 5:20 minutos. Nosotros, en los discos anteriores, tenemos temas de 6 minutos. Ahora, ese tema que duraba 5:20, dura 4 minutos. Éso es lo que hace un productor popero. Y ése es el tema más largo del disco, los demás duran 3 minutos y hay dos temas de 2:30 minutos.
¿En qué momento del proceso le encontraron la vuelta al disco, a ese sonido más pop?
Había esqueletos de varias canciones, estribillos sin versos o versos sin estribillos que sabíamos que tenían que estar en el disco y en muy poco tiempo ya estaba la estructura y los arreglos de las canciones. Faltaban las letras. Yo quería que las letras me surgieran por la melodía, estuvimos mucho tiempo ensayando y yo tarareando las melodías nomás hasta que tirara las letras que calzaran justito. Les cambié muy poca cosa. Después, también, y por cábala, para no perder la costumbre, en el disco anterior, “Conspiraciones”, hubo un estribillo que lo inventé en el estudio en el momento de grabar. Dije “me falta una parte”, tiré dos versos en el momento mismo de la grabación y elegimos entre todos cuál gustaba más y quedó.
También, yo en este disco grito mucho menos, traté de cantar más, que era lo que tenía ganas también. Muchas cosas salieron de manera natural, somos una banda muy visceral, no es que somos una banda de sesionistas. Si estamos complicados entre nosotros, salen temas complicados y si estamos bien, salen temas que están bien. Mismo, pasa eso en los shows en vivo.
Al trabajar con un productor artístico nos costó ceder porque, aparte, fue todo en la pandemia y nunca habíamos laburado así, a la distancia. Las devoluciones eran complicadas, hubo un par de cortocircuitos, pero el resultado final fue muy positivo y creo que éste es el mejor disco de Los Oxford hasta la fecha.
¿Cómo fue la elección de “El palacio de la luz”, el primer simple con el cual vuelven al ruedo?
Nos parecía que era la canción con más gancho de todas, aunque creemos que cualquier tema del disco podía haber sido el corte, también. No hay nigún tema que nos parezca de relleno. Y quedó por votación, que también le dimos voto al productor artístico. Nos parece la primera para presentar y dejar un poco con ganas a la gente de lo que se viene con el disco nuevo que tiene cosas de Los Oxford, pero es un disco más amable, quizás (se ríe).
¿“Amable” sería la palabra, entonces?
Si, pero es un poco mentiroso, también, en el sentido que lo hemos testeado, por ejemplo, con nuestros familiares mayores y ni siquiera se han dado cuenta que éramos nosotros (se ríe). Y eso es exactamente lo que queríamos.
¿A qué se debe ese cambio de rumbo en el sonido?
Simplemente, consideramos que nuestras canciones merecen más que nosotros.
A ver… ¿Cómo es eso?
Los Oxford siempre fue una banda políticamente incorrecta. Nunca nos casamos con ninguna corriente. Ni punk, ni metal, ni indie, ni pop, pero tenemos un poco de todo eso. Fue algo natural, es lo que queríamos. Largamos este tema para no largar el disco completo porque todavía estamos negociando con los sellos acá, en Argentina y hasta en México para ver qué opción tomamos. Lo que sí, el disco va a salir en febrero. Además tenemos muchas ganas de probar ir a México, que nos vienen agitando hace mucho tiempo… y el que no arriesga no gana. Esa es la idea.
Los Oxford es más que yo y más que cualquiera de los integrantes. Ya es un ente que nos superó a cada uno de nosotros. Nosotros trabajamos para él. Hemos aprendido a limar ciertas asperezas en pro de la banda, en pro de que ya es casi la mitad de nuestra vida haciendo esto y no merece ser ninguneado por errores nuestros ni ajenos. Todos, en este último tiempo, hemos pasado por momentos complicados, pero estamos muy tranquilos.
¿Cómo influyen en la banda los cambios de integrantes a través de estos dieciocho años de carrera?
Hoy hablaba con los dos guitarristas de la banda que Los Oxford es más que yo y más que cualquiera de los integrantes. Ya es un ente que nos superó a cada uno de nosotros. Nosotros trabajamos para él. Hemos aprendido a limar ciertas asperezas en pro de la banda, en pro de que ya es casi la mitad de nuestra vida haciendo esto y no merece ser ninguneado por errores nuestros ni ajenos. Todos, en este último tiempo, hemos pasado por momentos complicados, pero estamos muy tranquilos. Somos todos pibes de barrio que siempre fuimos de frente y que tenemos mucho amor por lo que hacemos y… (piensa) está lleno de héroes en la internet.
De afuera se puede percibir como que hay una especie de combustión interna permanente en la banda. ¿Eso es así? Y si es así ¿lo trabajan o lo aceptan como una dinámica de la banda?
Lo hablamos y, no te digo que estamos en una terapia grupal, pero hemos tratado de mejorar la manera de hablarnos entre nosotros. Hago mea culpa, también. Ha habido choques míos con algunos compañeros, entre algunos compañeros entre sí y no sé decir si es producto de la responsabilidad que tenemos porque el disco anterior nos pareció un gran disco y no queríamos bajar el nivel. Nos pasó, también, con “Abierto” que era un gran EP, queríamos hacerlo mejor, lo hicimos con “Conspiraciones” y, ahora, creo que lo volvimos a hacer. Pero, con respecto a tu pregunta, te diría que estamos trabajando en eso, sí. Estamos trabajando con el relacionamiento interno y con el afuera.
No me quiero olvidar, tampoco de pilares fundamentales que son personas que no están arriba del escenario, pero que no podríamos haber hecho todo esto sin ellos que son Majo Barreto, nuestra road manager, Javier Herlach que registra todo nuestro material audiovisual y se dedica hasta la escenografía y muchas cosas más, Victoria Rodríguez, productora también y “Coquito”, nuestro sonidista, que está también al firme. Ellos son parte de la banda también, sin lugar a dudas.
¿Cuáles son los planes para los próximos meses?
La idea es que el disco salga en febrero, que corra un tiempo y, después, sí, hacer una presentación del disco. El disco se va a presentar en vivo sí o sí. Después veremos qué es lo que pasa con la banda. El disco se va a presentar en vivo, y vuelvo a caer en lo mismo, porque Los Oxford lo pide, es necesario para cerrar un ciclo. Nadie vio estas canciones tocadas en vivo y la idea es tener a todos los invitados que están en el disco. Es un honor para nosotros, por ejemplo tener a Carca de Babasónicos tocando la guitarra y cantando en un tema, diciéndonos que era algo que necesitaba hacer él, y gente muy grossa que nosotros los teníamos de ídolos y ahora los sentimos como unos pares, la verdad que es un placer. Lo que sí te puedo decir es que no hay una banda en Uruguay que transmita lo que transmitimos nosotros en vivo. Eso lo sabemos. Quizás, hay algunas que se parecen, pero es impostado. Lo nuestro no es impostado. Aunque queramos no hacer lo que sale en vivo, cuando tocamos, inevitablemente, nuestros cuerpos se pierden.