Tanto en su carrera solista como con La Orquesta Deforme, el crooner y compositor Jhona Lemole ha ido construyendo un universo sonoro propio en la escena independiente montevideana. En «Deforme», el primer álbum, la banda explora atmósferas que mezclan rock, pop y experimentación, llegando así a nuevos territorios como producto del trabajo grupal. Desde hace unas semanas, el disco se encuentra disponible en vinilo publicado por Little Butterfly Records, a casi dos años de su lanzamiento en plataformas.
El próximo martes 9 de setiembre a las 21:00 h en Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del SODRE, Jhona Lemole y La Orquesta Deforme celebran el lanzamiento en vinilo, al tiempo que dan cierre a esta etapa para dar paso a nuevas canciones. Las entradas para el show se encuentran a la venta a través de Tickantel.
A propósito de todo esto conversamos con Jhona sobre la grabación de “Deforme”; el trabajo con la banda y de la experiencia de construir un sonido colectivo.
Por Liber Aicardi

Foto: Mercedes Xavier
¿Cómo ves “Deforme” con la distancia de dos años desde que se publicó en plataformas?
Los tiempos en la música son siempre extensos, porque mientras uno compone la canción, después la ensambla —en nuestro caso con La Orquesta Deforme— y después la edita, pasa un montón de tiempo. El disco salió en 2023 pero fácilmente hay canciones del 2020 en ese disco. Entonces sí, el paso del tiempo es algo que pesa mucho. La Orquesta Deforme también es un proyecto que hace, también piensa mucho en el transcurso del tiempo de las cosas. Sabemos que las cosas con nosotros son lentas y van a ser lentas, entonces eso ya está de por sí incorporado en la banda: que las cosas llevan tiempo y que también está bueno poder disfrutar y valorar eso. Esta es la despedida del “Deforme” y la bienvenida del vinilo.
¿Y qué te pasó personalmente al reencontrarte con todas las canciones al momento de trabajar para el lanzamiento del vinilo y la presentación del mismo?
Es cierto que estamos muy metidos en el nuevo disco, que no existe todavía, pero que ya está todo prácticamente armado y se está ensayando también. Es lo primero que ensayamos porque el recital tiene dos partes: una que es el “Deforme”, y después la parte de que son todas estas canciones nuevas. Y nos pasó que venimos muy manijas de puertas para adentro con el disco nuevo, y ahora cuando agarramos “Deforme” tuvimos que volver a retomar eso que tiene tiempo de no tocarlo como está grabado, de prestar especial atención a cómo está porque lo queremos hacer exactamente como está en el disco. Lo lindo es que nos encontramos también con más atmósferas, con climas, y en esta nueva etapa que venimos laburando estamos muchísimo más para adelante, más banda eléctrica, más rockera si se quiere decir. Como también te decía, nuestros procesos son largos, estamos tranquilos de que todavía el otro disco no lo grabamos y le podemos imprimir como esta cosa más atmosférica que nos gusta tener en La Orquesta Deforme.
¿Siempre tuvieron la idea de publicar el vinilo? Te lo pregunto porque da la sensación de que el orden de los temas encaja perfectamente con un Lado A y un Lado B.
Es que nosotros somos conceptuales, es como que todo el tiempo estoy pensando en el concepto de las cosas, se me hace difícil no hacerlo así. Entonces desde un principio ya estaba pautado de que el álbum tenga como un Lado A, un Lado B, o una continuidad. Ya venía de esa manera porque también pensamos la música desde ese lugar. Creo que todos los discos, al menos todos los que yo he editado, están pensados de esa manera y tienen Lado A y Lado B. Ahora que se termina de dar esta oportunidad de tener un vinilo es como más evidente, porque lo ponés, lo das vuelta y decís: “esto está buenísimo”.
La verdad es que sí, en retrospectiva, ahora que al menos yo no lo escucho mucho, el disco lo escuché recién ahora cuando me entregaron el vinilo y hacía pila de tiempo que no lo escuchaba. Entonces fue una grata sorpresa de que suene, de que se sienta bien, que es un disco que está bien.
En los últimos años venías trabajando en una carrera solista, con un proyecto con tu nombre y haciéndote cargo de las letras, de la música y de la producción. ¿Qué te llevó a armar una banda?
Yo siempre fui de banda. Mis primeras incursiones en la música fueron tocando la batería y acompañando a otros. Después, tocando el clarinete en algunas bandas de Montevideo, y grabé en algunos discos. Después tuve otra banda y después me pasé a mi proyecto solista, más en esta etapa crooner-compositor. Fue también la decisión de hacerme cargo del oficio de ser compositor de canciones, entonces ahí inició mi carrera, si se puede llamar así. Eventualmente se me acabaron los recursos porque también yo grababa, producía, mezclaba, hacía absolutamente todo. En un momento esa forma ya me quedó repetitiva y no tenía tampoco la experiencia de trabajar con un productor y elevar la vara, lo que es en el plano de la producción y hacer como un álbum hi-fi, lo que se le dice que es el álbum “Deforme”. Todos los anteriores discos eran más lo-fi, de carácter home studio. Yo siempre digo lo mismo: a las canciones no les importa si son grabadas en un súper estudio o en una casa; si tienen lo que tienen que tener, funcionan. Y si no funciona, no funciona; si te gustan, te gustan, y si no, no. Pero en la forma de hacer, de plantearse hacer las cosas, era una movida que necesariamente yo tenía que probar y también sentía que iba a tener otras características, que iba a llegar también desde otro lugar a los oídos de la gente, porque tampoco es tan experimental. Si bien es una banda que pisa un poco en lo experimental, no es tan experimental quizás como otros trabajos que yo tenía, que capaz había que tener como otro tipo de sensibilidad o escucha para decir: “me voy a meter acá”. La Orquesta es más popera, rockera, alternativa, y con un sonido que suena muy bien, porque se le invirtió mucha plata.
A las canciones no les importa si son grabadas en un súper estudio o en una casa, si tienen lo que tienen que tener, funcionan.
¿Cómo fue esa experiencia de grabar el disco en vivo en el estudio con toda La Orquesta Deforme?
Es lindo, es lindo porque también hay algo que tiene la música, que hay mucha repetición. Los que hacemos música sabemos que hay algo que nos da la repetición y que no nos da otra cosa. Como el teatro también, ¿viste que la misma obra puede ser diferente todas las veces que la vayas a ver y es la misma obra? Con la música pasa más o menos lo mismo, entonces también hay que prestar mucha atención en eso. Yo soy muy manija con La Orquesta, de decir: “ensayemos, ensayemos, ensamblemos, ensamblemos, hasta que nos olvidemos de todo y que ahí podamos poder vivenciar lo que estamos haciendo, las canciones que estamos haciendo”. Entonces ensayamos un montón para hacer el “Deforme”. Maqueteamos un montón, nos fuimos a un estudio, ensayamos hasta que vimos que estábamos prontos para entrar al estudio a disfrutar y a que esto fuera grabado y tomado en vivo. Después está el trabajo de Santiago Peralta (N. de R.: productor artístico del disco), que es excelente y que pudo tomar también determinadas cosas y así cerrar el disco.
¿Y cómo te llevaste con eso de soltar las canciones a una banda y que bueno hasta que todos opinen y cambien partes?
Es difícil. También hay algo que tiene que ver con la confianza y que nosotros antes de ser una banda somos todos amigos, entonces ahí hay una confianza depositada siempre en el otro, en la otra, en la cual nos hablamos sin tapujos y por suerte tenemos bien definidos los roles. Se trata de respetar los roles e ir hacia ahí.
Hay cosas que yo directamente ya se saben, ni siquiera lo tenemos que hablar, pero hay cosas que no van a pasar en La Orquesta porque ya me conocen y ya saben hacia dónde vamos. También es algo que hablamos mucho porque hay una realidad y es que todos tenemos gustos diferentes, pero pensamos en los gustos en común y hacia ahí es a donde vamos a ir. Yo directamente, si hay algo que no me gusta de lo que plantea cualquier miembro de la orquesta, se lo digo. También hay procesos de dejar decantar las cosas, porque primero puede ser un “no” y capaz que en dos semanas es un “sí”, entonces también hay que estar atentos a eso. Lo mismo de parte de ellos: de repente yo llevo una canción y me dicen “¡pah, esta no!”, y bueno, ahí me la quedo yo para (el proyecto) Demoledor o queda entre las canciones que no van a ningún lugar.
El disco en su momento fue muy bien recibido por la crítica y especialmente “Casa de los horrores” tuvo buena repercusión. ¿Funcionó para mucha gente como una puerta de entrada al resto de tu obra?
Sí, totalmente. “Casa de los horrores” es una canción que le gusta a muchas personas y está bueno que eso pase. Nunca me había pasado con ninguna canción que la gente se acerque a comentarte cosas que le pasan con la canción, etcétera, y con “Casa de los horrores” pasa eso. Bienvenido, yo feliz de que la gente conecte con la música que hacemos.
Entendemos que por ahí “Casa de los horrores” fue un proceso hasta natural, digamos, una evolución natural hasta que apareciera esta canción, pero para mucha gente puede ser el camino inverso: entrar por ahí y empezar a descubrir para atrás, como te puede pasar a vos con otro artista. Eso está claro.
En La Orquesta Deforme todos tenemos gustos diferentes, pero pensamos en los gustos en común y hacia ahí es a donde vamos a ir.
¿Redescubriste algunas cosas en cuestiones de sonido, en el trabajo para la edición en vinilo?
Claramente hay una remasterización del trabajo, que hizo Fabrizio Rossi, y claro que suena diferente. Ojalá que la gente que le gusta escuchar en vinilo lo pueda tener, y si no lo puede tener, lo va a poder escuchar en Spotify o en Bandcamp o en cualquier plataforma, y el disco suena bien porque hay gente laburando atrás muy profesional que hizo su laburo excelentemente, y eso es lindo. Después está el hecho de tener el objeto arte, o que la música esté editada por un sello que recupera obra de la música uruguaya, y estar ahí en el catálogo con Jaime, con Estela Magnone, con Mateo, es una locura… Yo no dejo de sorprenderme. Siempre me preguntan y digo que para mí es suerte, tuvimos suerte de que estábamos ahí, que estábamos laburando en lo que hacemos hace mil años, pero sucedió. Y la verdad que la gente del sello se portó muy bien, Mauro (Correa, de Little Butterfly Records) es un crack. El otro día fuimos a buscar los vinilos y me dio la perspectiva de él —yo no lo pienso así—, pero me dice: “guardá uno cerrado, porque esto dentro de diez años es como un disco de Tótem o ‘Diciembra’, para mí es así”. Me está matando, no me puede decir esto (risas). Entiendo también que para uno es difícil verlo de esa manera porque es algo cotidiano lo que vos estás haciendo. Y aparte estás metido en eso, en esta cercanía, y conociendo el panorama de la escena musical universal no es una música tampoco que diga que la está rompiendo, pero no deja de ser una buena motivación. Sin duda, es un mimo y es hermoso, o cuando armás un show y la gente va es lo mismo, nosotros somos felices. Yo estoy siempre muy agradecido e intercambio con todos mi profundo agradecimiento porque yo sinceramente no puedo hacer otra cosa, por más de que no tenga éxito ninguno —tampoco es algo que esté buscando—, pero es como el oficio. Yo lo siento realmente un oficio, el ser compositor. Entonces, más allá de lo que pueda suceder o no con la obra, es algo que me va a tocar hacer durante toda mi vida, pero si aparecen estas cosas, yo soy feliz.
¿Qué encontraste musicalmente en La Orquesta Deforme en cuanto a sonoridades que no tenían tus discos solistas o con otros proyectos como Demoledor?
Es que es imposible poder hacerlo de esa manera si no tenés una banda, no tiene ni punto de comparación mi carrera solista con La Orquesta Deforme. La Orquesta Deforme es una banda, tiene su sonido propio, cada músico le pone su impronta y toca, nos juntamos a tocar. Queremos todo el tiempo poner foco en determinadas cosas, que es romper la canción: queremos romper la canción, queremos distorsionarlo más, queremos generar climas. Claro, es un grupo de siete personas que se juntan todos los viernes a tocar sobre construcciones mías, canciones mías, que después terminan en cualquier cosa porque las agarra La Orquesta Deforme a las canciones y ya las hace mierda, literalmente las hace mierda (se ríe). Yo soy feliz porque de eso se trata tener una banda. Después está esto que te decía, que siempre va a haber un punto en común donde nos encontramos, no va a haber una línea de bajo de reggae (risas).
¿Cómo sigue lo que queda del año para vos?
Ahora está todo puesto en la fecha del SODRE. Después tenemos algunas fechas más a confirmar con La Orquesta, y en Halloween sale un nuevo disco solista que es “Todas las canciones de amor son canciones de fantasmas”. Ese es el nombre del disco que hace unas semanas lo terminamos de grabar.
Entonces, el próximo disco con La Orquesta Deforme queda para el año que viene…
Capaz que en dos años está bien. Es una banda muy costosa, se necesita mucha, mucha plata para moverse, para grabar, para hacerlo con los estándares con los que nosotros nos manejamos. Ya está, esto arrancó así y es una comunión que hicimos entre todos: no vamos a grabar en home studio, son decisiones estéticas de la banda. Tampoco somos una banda que toque mucho justamente por las condiciones de Uruguay, porque es difícil para tocar muchas veces. Pero yo te diría que es mucho mejor escuchar a la orquesta en vivo que escuchar un disco. Ojalá que también los vinilos se vendan todos, que exploten todas las fechas y podamos seguir haciendo discos.
