Federico Deutsch: “En Maverick cada uno brilla con luz propia”

Promediando los años 2000 Federico Deutsch, referente de la escena electrónica local, se reúne con varios músicos de la escena rockera alternativa montevideana de la época y en 2007 publican el álbum “Mi amor yo voy al bar sólo a verte”. Luego de aquella edición, el proyecto se diluye. Debieron pasar diez años hasta que en 2017, Federico Deutsch & Maverick se reunió para, ahora sí, presentar en vivo el mencionado trabajo que para ese entonces, silenciosamente, había tomado status de disco de culto para cierto público ávido de propuestas innovadoras. El viernes 12 de marzo, Maverick volverá a pisar el escenario de La Trastienda MVD con una integración que incluye a Pedro Dalton, Gonzalo «Tussi» Dematteis y Adrián «Garza» Biniez en voz, Marcelo Fernández en guitarra, José «Jota» Yabar en bajo, Diego Macadar en saxo, José Nozar en batería y Federico Deutsch en teclados y guitarra. A propósito del show, conversamos con Federico sobre el pasado, presente y futuro del proyecto.

Por Liber Aicardi

Vayamos al origen ¿Cómo surgió Maverick?
El proyecto Maverick es como del año 2005, 2006, por ahí. Veníamos, ya, de otra formación anterior y un par de años antes de grabar “Mi amor yo voy al bar sólo a verte” (Bizarro, 2007), fue que quedamos con esta formación. Ahora, hay un sólo cambio en el cuadro desde esa formación, el resto somos los mismos. Entonces, después que salió el disco, ahí, dejamos de tocar, estuvimos como diez años en pausa y ahora retomamos en el 2017; y acá estamos, preparando esta Trastienda y, también, encaminados en un disco nuevo. Más allá de compañeros de banda somos amigos, también, desde hace años… con Pedro (Dalton), con Tussi (Dematteis) nos conocemos desde la época de Juntacadáveres (N de R: boliche ícono de la movida alternativa montevideana), de principios de los 90´s, por ahí. Entonces, desde ahí, venimos cruzando por la vida y, aparte de eso, tenemos el proyecto musical. Si bien no fue pensado con el concepto de colectivo, que, a veces, difiere del concepto de banda y no nos consideramos como un colectivo, igual, hay algo de eso.

El disco “Mi amor yo voy al bar sólo a verte” tiene un valor, entre otros, que en 2007 no era común hacer un disco colaborativo, incluso entre referentes de distintos géneros ¿cómo ves esto a la distancia?
Uno, de adentro, vive las cosas de otra forma. Quiero decir, hicimos un disco como lo queríamos hacer y lo pidió la cabeza y la creatividad en esa época. Pero, sí, en su momento fue como un disco de culto para un círculo bastante pequeño y, después, por suerte -porque eso nunca lo podés prever- se mantuvo en el tiempo, se sostiene. Porque, a veces, un disco está bueno y, pasa el tiempo ya no está tan bueno. Todavía, seguimos tocando esos temas y algunos, no sé si son como hits, pero son bastante reconocidos por el público.

Además, es un proyecto que trasciende los estilos musicales del cual vienen sus integrantes.
Eso era lo que me parecía más interesante. Ahora el concepto de mezclar electrónica con rock ya no es tan llamativo como fue en su época. Me acuerdo que una de las cosas que nos llamaba a atención era que había temas como “Cuando el amor ama”, que canta Pedro, donde están tocando todos los Buenos Muchachos y yo, y no sonaba a Buenos Muchachos. Eso era lo interesante, que Pedro no cante solamente canciones de rock si no que cante algún otro estilo, sacar un poco a los personajes de su personaje. Entonces, tuvo esa cosa que fue súper interesante en su momento y, como te decía recién, se ha mantenido en el tiempo en buena forma.

Tiene que ver, también, con eso de hacerlo sin pensar en la trascendencia que puede tener una obra y, capaz, si te lo proponés no se mantiene ¿no?
Por eso, yo, particularmente no es que digo “voy a hacer esto” porque, después, el producto final, en general, siempre cambia. Antes, había veces tenía más claro dónde quería ir, pero a la vez que se iba sumando gente eso iba para otro lado y eso estaba interesantísimo porque, de antemano, tampoco se me ocurría. Está bueno aceptar eso.

Hicimos un disco como lo queríamos hacer y lo pidió la cabeza y la creatividad para hacerlo en esa época. Pero, sí, en su momento fue como un disco de culto para un círculo bastante pequeño y después, por suerte, se mantuvo en el tiempo, se sostiene… porque a veces un disco está bueno y, pasa el tiempo, y ya no está tan bueno.

¿La dinámica compositiva se mantiene?
Yo creo que va cambiando porque todos vamos cambiando musicalmente. No sé si te vas como profesionalizando, pero, vas agarrando oficio en hacer canciones. Yo siempre estoy con la idea que los temas sean bastante colaborativos. Siempre tengo el concepto de hacer un disco entre todos y siempre es entre todos. Capaz que este disco, el que se está generando ahora, para este año o el año que viene, lo estoy sintiendo más entre todos… una cosa así.

¿Personalmente, componés pensando en los demás integrantes del grupo? Te lo pregunto, sobre todo, por la impronta tan marcada de varios de ellos.
A veces, sí, está clarísimo y me ha pasado. Por ejemplo, el tema “Cuando el amor ama”, en mi cabeza yo lo tenía como que podía ser instrumental, entonces, lo empezamos a armar con la banda y dije “este tema está clarísimo que es para que lo cante Pedro”. Hay como una idea original cada vez más estoy con la soltura de que puede pasar cualquier cosa y, si eso que pasa está interesante, vamo´arriba. Lo que tiene la banda es eso: toca lo que a vos no se te ocurriría. De repente, a un tema yo le haría una segunda guitarra de una manera y llega Marcelo (Fernández) y hace algo que está mucho mejor, siempre.

Además hay tres vocalistas con estilos muy marcados y, a la vez distintos entre sí.
Sí, está buenísimo y es lo más interesante… con esos vocalistas, que son tremendos, de repente, tengo una melodía vocal sin letra ni nada se podría decir “arrancá algo por acá”, pero van a hacer algo genial por ellos mismos porque son tremendos vocalistas como el resto de los músicos. A medida que uno va como creciendo en la vida y, obvio que en el oficio de músico, en mi caso, ir soltando y tener una idea original y que, después, vaya apareciendo lo que vaya apareciendo me parece mucho más interesante. Me parece que eso suma más a los temas que la idea original que yo podía tener.

Yo, particularmente, no es que digo “voy a hacer esto” porque, después, el producto final, en general, siempre cambia. Antes, había veces que tenía más claro dónde quería ir, pero, a la vez que se iba sumando gente, eso iba para otro lado y eso estaba interesantísimo porque, de antemano, tampoco se me ocurría. Está bueno aceptar eso.

¿Cómo recordás el show de 2017 en La Trastienda?
Fue buenísimo. Me acuerdo que yo había estado tocando en el Centro Cultural España unos meses antes en algo que era más electrónico como concepto con Jorge Haro, un músico argentino, y ahí fueron casi todos los Maverick a ver el show. Ahí, apareció la idea de volver a juntarnos. Empezamos a ensayar esos temas y nos había quedado pendiente eso de que salió el disco y no lo habíamos presentado. Entonces, por un lado era toda esa cosa que era como un chiste de presentar un disco diez años después es lo más rockero que hay (se ríe) y cuando empezamos a tocar los temas dijimos “¡pah!, que buenos que siguen estando estos temas”. Ahí surgió lo de tocar en La Trastienda. Fue una experiencia re buena y es un poco lo que nos mantiene sonando, que nos guste tocar los temas, que nos guste tocar temas nuevos… Tiene que haber algo de frescura constante.

¿Y cómo tomaste la recepción del público en ese show?
Siempre los shows son una jugada, nunca sabés qué puede pasar. A veces podemos pensar que va a ir pila de gente o que no va ir tanta gente, pero ése, con La Trastienda llena fue divino por todos lados.

¿En qué etapa está el nuevo material?
Tenemos trece, catorce temas nuevos. Igual, cuando hicimos la fecha en 2017 ya habíamos hecho temas con Pedro, con “Garza” (Biniez), con Tussi sin pensar en un disco nuevo. Era como para sumar temas nuevos al repertorio del show y no robar la plata, digamos, (se ríe) y estar tocando sólo temas de hace diez años. En este último año, con todo esto de la pandemia que pintó más encerrarse, salieron temas que yo los siento más como Maverick 2020, o 2021, digamos. Es el mismo grupo de gente pero son temas que los siento más como nosotros ahora ¿no? En el show ya vamos a tocar temas nuevos y, tenemos un montón de otros que todavía no los vamos a tocar, pero que están hechos. Quedaría ver dónde grabamos y cómo grabamos y cómo editar el disco, pero los temas en sí ya están hechos y están super interesantes. Y como te digo, es como Maverick 2020 y es lo que más me emociona.

Ahora se presentan como Maverick a secas y no como Federico Deutsch & Maverick ¿Se debe a querer mostrar una mayor identidad de banda?
En verdad, el de la idea de que fuéramos sólo Maveick fui yo. Incluso, Pedro me dice en un momento “vos sabés que me parece que debería ser, igual, Fede Deutsch & Maverick”. Y, para mí, no es un tema si está o no está mi nombre. La banda es la banda y cada uno brilla con luz propia.

Las entradas, limitadas debido al protocolo sanitario, están en venta a través de Abitab

Pedro Dalton y Federico Deutsch
Posted in: