Hace diez años, Federico Lima comenzó con Socio, su primer proyecto solista, luego de conformar Loop Lascano y, posteriormente, Miss Wichita. Con el correr del tiempo y de los discos, el proyecto evolucionó no sólo musicalmente, sino que, además, se transformó en una banda. Hace unas semanas, Socio publicó un EP con dos temas, “Kung Fu” y “Breakdance”, canciones éstas que, según el propio Federico, cierran una etapa y abren las puertas a un nuevo sonido. El próximo sábado 8, a las 21 hs. en La Trastienda Samsung, Socio se presenta en vivo, celebrando sus primeros diez años de existencia y éste fue el motivo principal por el que entrevistamos a su líder. Además de hacer un repaso por este período, “Fede” Lima nos contó sobre el proceso de transformación que ha atravesado el proyecto, la forma en que su experiencia como productor incidió al momento de producir su propia música y de cómo ha variado, a lo largo de los años, su sentimiento para con la exitosa canción “Gris”, de su antigua banda Loop Lascano.
Por Liber Aicardi
¿Qué pensás cuando mirás en perspectiva estos diez primeros años de Socio?
Me parece que lo que estuvo lindo fue como la búsqueda de algo que no sabía qué era. Cuando empezó el proyecto, digamos, yo pensé q ue tenía claro lo que iba a ser, por lo menos en ese primer disco. Me acuerdo que cuando me encontré con el productor del disco le dije: “mirá, yo quiero hacer un disco así, así y así. No sé cómo lo vas a hacer pero ésa es la idea”. Después, al otro disco cambió, y al otro disco cambió. Digamos que los constante fue el cambio en estos diez años. Yo creo que, ahora, estamos por pegar otro cambio de nuevo. Ya es diferente el cambio porque es un cambio más de una banda que de un proyecto solista. Eso fue otra cosa que vi en estos diez años, vi una transformación de un proyecto solista a una banda. Eso se dio porque, en estos diez años, hubo gente que se quedó, que siguió siendo constante con el proyecto y le fue dando su impronta. Entonces, éso fue lo que yo vi: la constancia del cambio y el proceso de un proyecto solista a una banda. Eso fue como lo sustancial que pasó en estos diez años.
Hasta la creación de Socio venías tocando en bandas ¿qué te llevó a formar, en aquél momento, un proyecto solista?
En realidad, la insistencia de un amigo, porque, al principio, no fue un proyecto mío, que yo estuviera pensando en eso. Yo estaba en Miss Wichita en ese momento y había unas canciones que, cuando las tocábamos con Miss Wichita, no funcionaban. Entonces, un amigo, Nicolás Fervenza, las escuchó un día en un fogón y me dice: “¿por qué no hacés algo con esas canciones?¿por qué no hacés un disco solista?”. Y le digo “pah! ni loco”. No era algo que yo había pensado hacer porque yo con la banda ya estaba contento. Me dice: “dale, yo te doy una mano” y, así, me insistió como una semana para hacer eso y, yo, le empecé a tomar gusto a la idea, más que nada por el desafío de ver qué pasaba, era algo que no había hecho, era algo que no estaba pensando hacer, entonces, me picó un poco el bichito de la curiosidad y, ahí, hice ocho o nueve canciones más. Para mí el desafío, en ése momento, era: si yo tengo que hacer un disco solista, tengo que hacer algo totalmente diferente a lo que venía haciendo. Y me permitió, también, generar un personaje. En ése momento, vi necesario crear un personaje, no vi que fuera a ser un disco de Federico Lima. Sí, a nivel de letras, a nivel de las cosas interiores mías, digamos, que pudiera reflejar, quizás cosas diferentes, pero, no necesitaba que tuviera mi nombre. Un poco fue eso el disparador del primer disco.
Para mí el desafío, en ése momento, era: si yo tengo que hacer un disco solista, tengo que hacer algo totalmente diferente a lo que venía haciendo. En ése momento, vi necesario crear un personaje, no vi que fuera a ser un disco de Federico Lima. Sí, a nivel de letras, a nivel de las cosas interiores mías, digamos, que pudiera reflejar, quizás cosas diferentes, pero, no necesitaba que tuviera mi nombre. Un poco fue eso el disparador del primer disco.
Y fue un disco que comenzó muy arriba en cuanto a la recepción, sobre todo a nivel de crítica ¿Eso lo esperabas?
No, no esperaba nada. En realidad, yo hice el disco y era raro porque yo sabía que lo estaba haciendo al revés. Yo venía de esa vieja escuela de formar la banda, empezar a tocar, te van a ver tus amigos, después, va gente que no son tus amigos y les gusta, el público empieza a crecer y, después empieza a haber una necesidad de que haya canciones grabadas. En este caso era como todo al revés: hacer las canciones, grabar el disco y, de repente, presentar algo que la gente no conocía y no tenía ni idea. Primero, hicimos el disco y, después, hubo que salir a construir ese público, básicamente. Pero, ya, de pique, vi que había una buena recepción, que pasó algo diferente y pasó mucho más rápido que lo que yo había construido con Miss Wichita. Entonces, la sorpresa mía fue eso. Como que pasó algo, pero a nivel de medios, de crítica. Yo vi que los medios y la crítica lo recibieron bien, le dieron para delante de una, ganó un montón de premios el disco. Eso fue una sorpresa también. También se hizo un poco más difícil, porque era como raro, había premios, disco, todo, pero no había público. Demoró un poco en prender el proyecto en la gente que era lo que, a mí, me interesaba.
¿Con el segundo disco, “Aurora”, sentís que hubo una consolidación del proyecto?
No. Yo siento que la consolidación vino en “Mini glorias”, recién. “Aurora” fue como el “palancazo” ese de decir “yo tiré este personaje en el tapete y a ver hasta dónde lo puedo estirar”, fue como ampliar eso que había largado en el primero y estirar los bordes de eso. Estaba como eso del reggae, había raggamuffin, después, había cosas más hip-hoperas. Como que, también, fue como jugar a ver si el personaje tenía más aristas y todo eso. Para mí, fue un disco raro “Aurora” porque no lo tocamos mucho en vivo. Es un disco difícil de tocar en vivo porque está muy producido, tiene bien cabeza de productor ese disco, porque éramos dos amigos. Está Sebastián Peralta en ese disco, que es productor y nos conocemos de la época de Loop Lascano, nos conocemos desde chicos y nuestra historia musical está unida. Entonces, es como que yo tenía que hacer un disco con él, pero fue un disco duro de llevar al vivo, la tecnología era avasallante en el disco como para poder pasarlo al vivo y, realmente, fue difícil. Es un disco que quiero mucho por la historia que tiene pero no es un disco que se toquen muchas canciones de él en vivo. Es como el disco más difícil en la historia de la banda, pero, sí, es un disco querido por el público, a la gente que le gusta Socio, le gusta mucho “Aurora”. Es un disco más bien para escuchar, no para verlo en vivo.
¿Qué tiene “Mini glorias” que hace que lo consideres el disco que consolidó a Socio?
Ahí, lo que pasó fue que todo ese estiramiento de la tecnología del que te hablaba, cuando lo llevamos a la práctica, tuvo un filtro. Fue como “esto no se puede hacer, lo podés grabar pero no tocar” y la reacción natural fue como ir para atrás. Pasaron muchas cosa, también entre “Aurora” y “Mini glorias”. En el medio está “Fan de Faith No More”, que fue como la visagra. En ése momento la banda cambió mucho, estaba Fran Nasser en la banda y al irse él, pasan dos cosas: primero hay una reflexión: “si nosotros queremos seguir este camino tecnológico, digamos, necesitamos encontrar una persona para poder hacerlo de nuevo”. Yo sabía que esa persona no existía y, ahí, también, hubo un momento de reflexión de decir “¿cuánto hace que vengo tocando?” Desde Loop Lascano y Miss Wichita, en ése momento, eran catorce años, y en ése proceso de tecnología, el pico fue “Aurora”. Entonces, esa constante del cambio fue “¿qué es lo que podemos hacer diferente? Largar la tecnología a la mierda”. Fue como que, después de catorce años, yo decidí dejar de perseguir eso, digamos y empezó una etapa de la banda súper natural, que comienza en “Fan de Faith No More”, esa grabación suelta de esa canción, que lo que hicimos fue meternos al estudio a grabar en vivo, que no lo habíamos hecho nunca, hubo un par de ensayos y se grabó. Cero pensar, y no había ninguna secuencia, no había nada. Ahí, lo que pasó fue primero eso: que la banda cambió , que se decide dejar la tecnología de lado y optar por una cosa más humana y, a su vez, “Mini Glorias”, cuenta toda esa transición de ése año, de 2012, por ahí. También, fue un año bastante difícil de mi vida, a nivel personal, a nivel de trabajo; yo tenía muchas responsabilidades en ese momento, estaba haciendo el disco “El calor del pleno invierno” (de NTVG), pasaron muchas cosas en ese disco, a nivel humano, gente que se fue, más allá de amigos, también a nivel familiar. Fue un año difícil y todo ese proceso desemboca en “Mini glorias”, todo esto que te vengo contando: el cambio de banda, dejar de perseguir la tecnología, ese momento de crisis personal. Y yo creo que “Mini glorias” tiene algo que ver con el primero que es toda esa cosa humana que todavía tenía el primero. Era un disco bastante personal a nivel de letras y en “Mini glorias” está eso de nuevo. No sé por qué, para mí, eso conectó con la gente, y también los medios y la crítica apoyaron el disco, pero más la gente. Creo que, ahí, encontramos un público que abrazó eso y dijo “esto está bueno porque yo puedo conectarme con esto”. Ahí, se da como ese cierre.
La carrera de productor, recién decanta en Socio en esta grabación (“Kung Fu y “Breakdance”). Y se nota, porque, gracias a todo eso que había aprendido, fue muy fácil hacerlo ahí, en ese momento, y estuvo buenísimo. Lo que pasa es que, también, yo decidí dejar de producir. El año pasado hice como tres o cuatro discos y como que llegué a un tope con eso. Me saqué las ganas, realmente, de producir discos de otras personas, entonces, fue como que de repente dije ‘ta, no estoy haciendo esto, ahora, puedo dedicarme a mí, producirme a mí mismo’.
También “Mini glorias” es el primer disco en el que Socio se presenta como una banda y, ya no, como tu proyecto solista ¿Eso nace de una necesidad tuya o se da más por la estabilidad de la formación?
Creo que pasa por las dos cosas. Hubo gente que empezó a ser constante con la banda y, eso, empezó a darle una identidad. Y, también, porque en ese proceso, con esa gente nos fuimos haciendo amigos, entonces, como que hubo una confianza que había arrancado en “Fan de Faith No More”, que ya, eso dio lugar a que no tuviera que generar yo solo las cosas, sino que yo traía poco y, ellos con ese poco, hacían mucho. Entonces, pasó eso por un lado y, por otro lado, yo empecé a sentirme de nuevo contento con esa situación de banda, que no tenía desde Miss Wichita. Para mí, fue como sentirme de nuevo en el lugar donde empecé a tocar, en Loop Lascano, volver a disfrutar del ensayo, probar cosas tocándolas. Me parece que se llegó a eso por ese lado: porque yo me empecé a sentir cómodo en ese ámbito de banda y porque, también, la gente que estaba tocando empezó a incidir pila en la música.
¿Cómo incide en vos tu faceta de productor a la hora de hacer tus propios discos?
En realidad, el productor, recién apareció ahora, en la grabación de “Kung Fu” y “Breakdance”. El productor interino, digamos. La primera vez que yo me di cuenta que podía producir a Socio fue ahora, y fue de rebote, porque, en realidad, yo no me había dado ni cuenta de que no había un productor. En “Mini glorias”, estaba Diego Murovankin, que es un personaje que está en la historia de Socio desde el primer disco. Y en éste caso, cuando fuimos a grabar, en junio, estos dos temas, había un ingeniero y dije “el primer día yo no tengo que grabar, porque tiene que grabar toda la banda y yo tenía que grabar la acústica y las voces después. Yo cocino el primer día” Estaba en otra, me puse a cocinar y, ponele, a las seis de las tarde, terminamos las bases y, ahí, caigo en la cuenta de quién iba a seguir la sesión. Y, ahí, me di cuenta que era yo y me di cuenta que tenía que producir la banda. Me calcé el traje de productor por primera vez en la banda y estuve todo ese sábado y todo el domingo produciendo las guitarras, tomando las decisiones que tenía que tomar como productor. Fue la primera vez que me di cuenta que lo tenía que hacer y lo hice, y me encantó. Entonces, como que esa carrera de productor, recién decanta en Socio en esta grabación. Y se nota, porque gracias a todo eso que había aprendido, fue muy fácil hacerlo ahí, en ese momento, y estuvo buenísimo. Lo que pasa es que, también, yo decidí dejar de producir. El año pasado hice como tres o cuatro discos y como que llegué a un tope con eso. Me saqué las ganas, realmente, de producir discos de otras personas, entonces, fue como que de repente dije “ta, no estoy haciendo esto, ahora, puedo dedicarme a mí, producirme a mí mismo”.
¿Fue fácil tomar distancia al producir tu banda?
Sí, me fue fácil. Yo pensé que iba a ser dificilísimo, por eso nunca lo había hecho. Sentía que no lo podía hacer y, cuando lo tuve que hacer, fue muy sencillo, era como que, realmente, yo no era parte de la banda, como que estaba produciendo una banda de otro.
Hubo etapas oscuras con ‘Gris’ porque, durante un tiempo, era como eso de ‘one hit wonder’, la banda que metió un tema y ya está. Entonces, era un desafío para mí, poder salir de ese lugar de ‘el flaco que hizo una canción que está buena y, después, no hizo más nada, prácticamente’. Sobre todo entre el 2002 y el 2007, era como una mochila porque mucha gente le agarró cariño, todo el mito de Loop Lascano creció, entonces todo ese mito comenzó a ser más grande que mi realidad. Para mí, hacer Socio, fue una manera de sacarme esa mochila.
Este EP de dos canciones parece como un paso más de “Mini glorias” en el camino hacia la canción más limpia, más orgánica ¿Coincidís con esto?
Si, para mí es como una extensión de “Mini glorias”. Fueron como canciones que le faltaron. “Mini glorias” tiene como un cuento interno que es eso de valorar las cosa pequeñas de la vida y no esa ola que uno está esperando que le pase por arriba, a nivel de concepto de gloria. Entonces, “Mini glorias” fue como contar un poco eso y estas dos canciones son como el final de ese cuento, como si fueran parte de “Mini glorias”, como un resto que faltó grabar, pero, porque todavía no estaban dadas las condiciones para que estas canciones existieran. Por eso te decía, estas dos canciones cierran una etapa y ahora viene otra que andá a saber cómo va a ser. Yo, más o menos, ya la estoy como vislumbrando un poco y proyectando a nivel musical. Va a mantener eso orgánico, pero, me parece que algo de la tecnología puede llegar a volver.
¿Hay un equilibrio entre la tecnología y el sonido orgánico?
Hay como un equilibrio, como que falta otra vuelta. Siempre construimos desde donde dejamos y estas dos canciones fueron un cierre.
¿Cómo te llevás con “Gris”?
¿Cómo me llevo con “Gris”? Ahora me llevo divino. Durante un tiempo me llevé muy mal, muy mal. Hubo etapas oscuras con “Gris” porque durante un tiempo era como eso de “one hit wonder”, la banda que metió un tema y ya está. Entonces, era un desafío para mí, poder salir de ese lugar de “el flaco que hizo una canción que está buena y, después, no hizo más nada, prácticamente”. Sobre todo entre el 2002 y el 2007, era como una mochila porque mucha gente le agarró cariño, todo el mito de Loop Lascano creció, entonces todo ese mito comenzó a ser más grande que mi realidad. Para mí, hacer Socio, fue una manera de sacarme esa mochila, de decir “yo solito me la puedo bancar y puedo llegar a ser tan bueno como el mito”, digamos, una cosa así. Era como un desafío que tenía. Por eso creo que lo hice, más que nada, el proyecto, porque era una manera de salir de ese lugar. Me llevé muy mal durante un tiempo y desde hace un tiempo, esa canción se incorporó al repertorio y, ahora, la toco siempre. Ahora lo disfruto mucho, pero, sí, realmente, fue difícil sacarse eso de arriba.