Fabva publicó recientemente “Despierto”, su segundo trabajo como solista, sucesor de “Canciones de amor” editado en 2018. El nuevo álbum marca un nuevo rumbo del músico y compositor, haciendo a un lado el sonido acústico e intimista del debut para sumergirse de lleno en un universo donde la presencia de teclados y sintetizadores se lleva el protagonismo.
Sobre el nuevo lanzamiento, el concepto del mismo y de su presente musical, conversamos con Fabva en la entrevista que te compartimos a continuación.
Por Liber Aicardi
¿Cómo surge “Despierto”?
A mí siempre me gustó componer y grabar cosas mías, ya sea porque me gustaban o que eran experimentación. Justamente, un poco a partir de la experimentación y de la búsqueda de nuevos sonidos, empecé a encontrar una estabilidad en la relación entre los temas. Entonces, ahí, me empecé a cuestionar esa idea de sacar algo, pero siempre estaba esa inseguridad de ver el resultado final y que realmente me guste o que lo quiera mostrar.
Me pasó con otros discos que he grabado, o con un proyecto que tenía llamado Viajes en la Superficie, que si bien fue una búsqueda mía, nunca llegó a ser a este nivel, algo más serio. Como que encontré una balanza entre lo que a mí me gusta experimentar y las canciones pop que siempre me gustó hacer. Entonces, ahí fue que encontré un concepto, a mí me gusta mucho el concepto de los discos. Yo tenía un tema que hicimos con Victoria Brión, que se llama “Esculturas”, y a partir de eso fui recibiendo buenas opiniones y buenas críticas ya sea de amigos músicos o de otros profesionales que, capaz, no éramos tan amigos y ahí dije “tengo que hacer un álbum con esto”. Postergué la salida de “Esculturas”, que lo iba a sacar como single y, ahí, fue que llamé a las Orientalas (N de R: equipo de gestión cultural y comunicación), porque me gustó mucho su forma de trabajar. Les dije “tengo estas canciones”. Fue un poco a partir de eso y a partir de la pandemia, sobre todo, el poder sentarme a componer y poder estar conmigo mismo, menos socialmente activo. Eso, principalmente, en las letras, también se ve un poco.
¿Cuánto tiene que ver el nombre con ese despertar de salir a mostrar tu material?
Mucho. Sin dudas tiene que ver con eso. Este fue un concepto que lo estuvimos generando con las Orientalas justamente. No fue que lo tenía todo pensado y les dije, sino que fue para eso que las llamé y ellas me plantearon todo este concepto y me pareció muy bueno porque estaba muy ligado al despertar mío como artista y decir “realmente, me quiero expresar y quiero ver qué pasa”.
¿En qué momento encontraste el concepto sonoro?
El primer tema “Ya sé” fue uno de los primeros que compuse y fue a partir de esta cnacion que logré un universo sonoro, que igual todavía no estaba cien por ciento logrado, pero sabía para donde iba, sobre todo el tema del uso de sintetizadores y teclados. Yo, antes, era mucho más guitarrístico, componía todo desde la guitarra. Eso ya me había cansado porque fueron muchos años haciendo lo mismo y empecé a buscar la incomodidad en otras formas de componer, sobre todo a partir de los sintetizadores.
Hay un cambio notorio respecto de tu primer disco “Canciones de amor” de 2018, prácticamente te fuiste hacia el otro polo.
Lo que pasó principalmente fue mi madurez en la grabación para lograr sonidos que ya tenía en mente, pero cuando había empezado no los lograba, o no tenía las herramientas. Entonces, el primer disco que hice fué: “tengo estas canciones, tengo esto para grabar, no quiero depender de nadie y lo grabo yo solo”, y no le puse batería, por ejemplo. También, fue cambiando lo que estoy escuchando, a mí me gusta escuchar siempre cosas nuevas, no me gusta encasillarme. Creo que es eso: el reflejo de lo que yo escucho y, obviamente, quiero transmitir. Cuando yo saqué “Canciones de amor” estaba de moda todo lo indie, lo de grabar en tu casa y fue como un impulso a grabar, quizás un poco verde, por decirlo así. Si bien las canciones me gustan, fue más que nada una búsqueda personal que le llegó a cierta gente. Fue más bien como para ir haciendo algo. Además, si no sacás nunca el material, te quedás en esa de no sacar.
A mí siempre me gustó componer y grabar cosas mías, ya sea porque me gustaban o que eran experimentación. Justamente, un poco a partir de la experimentación y de la búsqueda de nuevos sonidos, empecé a encontrar una estabilidad en la relación entre los temas. Entonces, ahí, me empecé a cuestionar esa idea de sacar algo, pero siempre estaba esa inseguridad de ver el resultado final y que realmente me guste o que lo quiera mostrar.
¿Hay cosas que reconocés en “Despierto” que ya estaban en tu primer disco?
Sí, sobre todo esa forma de componer más pop, como más simple, con pocos acordes. Justamente, una unión entre eso que pasaba en “Canciones de amor” y Viajes en la Superficie.
Sobre todo se nota un cierto aire común en los temas más relajados ¿no?
Sí. Es más, en “Canciones de amor” hay un tema que se llama “Entrar en tus sueños”, que ya tiene como que ese concepto del sueño, ese estado se ve siempre en mi música. Pero creo que tiene que ver más con mi personalidad, mi forma de ser y cómo yo siento la música.
Si bien «Despierto» es un disco homogéneo en cuanto a lo sonoro, es diverso en cuanto a lo rítmico. ¿Cómo trabajaste ese aspecto?
Fue un poco influencia de todo lo que hoy está pasando. ¿Viste que hoy es todo fusionado, ya? Es difícil definir a un artista por el estilo que hace, entonces, un poco a partir de eso y ver que un artista de reggaeton puede meter una guitarra eléctrica o puede meter una base de rock & roll, o un artista pop puede meter algo de reggaeton. Todo es tan así que dije: “puedo hacer lo que quiera”. Siempre me gustó mucho aislarme de los preconceptos y simplemente ir fluyendo. Eso también te lo da la libertad de poder hacerlo solo en tu casa. Sobre todo es eso: demostrar que uno puede hacer el estilo que quiera y, en la canción, meter el estilo que vos quieras, no tiene por qué tener que ver con el estilo o por qué la bata esté haciendo rock, vos tenés que tocar rock. No quedarme con nada pendiente de todo lo que quiera hacer.
Siempre me gustó mucho aislarme de los preconceptos y simplemente ir fluyendo. Eso también te lo da la libertad de poder hacerlo solo en tu casa. Sobre todo es eso: demostrar que uno puede hacer el estilo que quiera y, en la canción, meter el estilo que vos quieras…. No quedarme con nada pendiente de todo lo que quiera hacer.
Y en cuanto al rol de productor que también asumiste ¿Cómo te manejaste con los límites para no sobrecargar los temas?
En este caso, si bien tuve colaboraciones, esas decisiones fueron casi siempre mías. Ahí, es mucho más decir “me gusta”, “no me gusta”, “entra o no en la mezcla”. Me pasó de sacar cosas que había grabado, me pasó de invitar a Paul (Higgs) que grabe una guitarra y no me gustó… En ese caso es un poco más fácil porque vos decidís todo pero tiene esa línea delgada ¿no? También eso me gustó, justamente, de trabajar con un equipo como las Orientalas, que me pusieron una fecha, eso me dio un poco de disciplina, también. Pero sí, tuve procesos de decir “esto es horrible” o no estar conforme con mis mezclas. Es todo un camino tedioso y satisfactorio a la vez cuando ves el resultado final.
También hay un cambio de tu parte en asumir un rol protagónico, incluso desde aparecer en la carátula…
Es distinto. Cambia un poco también la personalidad en ese sentido junto con mi música de animarme, animarme a mostrar lo que hago, confiar en lo que hago y eso fue súper de la mano con un proceso mío personal y también como artista. Pero sobre todo como persona, aparecer la tapa, cosas que antes yo no lo hacía, era más de bajo perfil, «no quiero que sepan quien soy» o cosas así. Lo que hice, básicamente, fue ceder a lo que está pasando hoy en día y a lo que a mí me gusta ver y escuchar. Porque, si bien yo hago esta música, también consumo otra música. No sé… hay un disco de Bad Bunny que me partió la cabeza y es música que escuchás para distintos momentos. Y lo que estoy escuchando, también lo reflejo en mi música.
¿Proyectaste, en algún momento del proceso, el disco como para tocarlo en vivo, pensando en una banda?
No. Justamente dije “voy a hacer un disco y hacer canciones” y nada más. Nunca pensé en una banda ni en presentarlo. Ahora, con el resultado, sí. Nos encontramos en un momento en que estamos ensayando para presentarlo. Tampoco va a ser igual, pero en ese sentido yo he tocado varios instrumentos y entiendo el rol del bajista, por ejemplo, porque en Piel toco el bajo, o a pensar como baterista. Yo no soy baterista pero trato de sentirlo como si lo fuera. En ese sentido es un poco como que la banda está dentro de mí, que me adapto al rol de cada uno.