Eli Almic: “Hice estas canciones por supervivencia y porque era el momento de hacerme cargo de quién soy”

La rapera, cantante y actriz Eli Almic lanzó en febrero su tercer álbum titulado «La Llave», el más personal hasta la fecha y uno de los mejores publicados en el año a nivel local. Además, viene de presentarse en Colombia y México donde llevó sus profundas rimas a nuevas audiencias.

Este domingo 14 de setiembre, a las 19:30 h en Sala Zavala Muniz del Teatro Solís, el más reciente trabajo tendrá su presentación oficial en nuestro país y las entradas se encuentran a la venta a través de Tickantel.

A propósito de la fecha, que conjugará diferentes artes escénicas, conversamos con Eli sobre la experiencia de sus shows en el exterior, el intercambio con nuevos públicos y de las sensaciones al tocar sus nuevas canciones.

Por Liber Aicardi


Foto: Lu Lee

Cuando conversamos en oportunidad del lanzamiento de “La Llave” estabas en la previa de ir a tocar a Colombia y México. ¿Cómo fue esa experiencia?

Han pasado muchas cosas, por suerte. La experiencia estuvo preciosa: salir con un disco nuevo, a lugares nuevos, lugares grandes, donde hay mucha movida la verdad que me generó mucha esperanza. Toqué para públicos muy lindos, sobre todo en México, que me encontré con un público muy cariñoso que me conocía, otro que no, pero la gente que no me conocía estuvo muy atenta escuchando las letras. Fue distinto, por lo pronto, hacer por primera vez canciones de “La Llave” que no había hecho en otro lado, porque en realidad saqué el disco y me fui para allá. Nunca me había pasado eso, y justo con estas letras que para mí son tan particulares, frente a gente que no me conoce e ir descubriendo la reacción de las personas en canciones como “La Llave” o como “Cuenco”, y ver cómo la gente acompaña ese momento de tal o cual forma y traerme esas impresiones.
Son lugares a los que quiero volver porque quedé muy impresionada, sobre todo con México. Por eso: por lo afectuosa que es la gente, y porque también tuve más presentaciones que en Colombia. Y esa cosa que toda la vida me dijeron, que en México todo puede pasar, lo vi con mis propios ojos. Si bien no fueron toques multitudinarios ni mucho menos, hay público para todo. Me sentí muy valorada, hay algo que es distinto, por la forma de rapear y la pronunciación, pero al mismo tiempo sos latinoamericana. Me pareció re interesante lo que me dejó, y con ganas de volver. De hecho, voy a volver, no tengo muy claras las fechas aún, pero tengo algunas cosas que se están gestionando para volver ya en formato banda. Así que estoy re contenta con eso.

Además fuiste con canciones nuevas que abordan temáticas personales tuyas, pero que a la vez pueden ser universales. ¿Sentiste una identificación con tus letras en ese sentido?

Sí, sobre todo desde lo humano. Puede haber como una empatía y no lo digo desde un lugar pretencioso. Yo hice estas canciones más por supervivencia y porque es el momento en el que me agarró queriendo hacerme cargo de quién soy, aparte de una mirada profunda sobre mi historia, sobre mí misma, pero también sobre mi origen o sobre mi crianza, sobre muchas cosas que tienen que ver con un contexto. Realmente, cuando digo “supervivencia” es como una necesidad personal para crecer en todo aspecto, para buscar una profundidad como artista, pero también desde mi ser humano. Si no hago esto, ¿qué? Si esto puede hacer eco en otras personas, para mí sería muy lindo, la verdad. Y a pequeña escala, porque recién ahora estoy volviendo a tocar bastante. En el proceso del disco toqué muy poco y es muy lindo ir viendo a la gente cómo va reaccionando ante estas letras, que para mí son distintas. Yo no sé, yo no tenía letras así antes. Entonces creo que las reacciones son otras: un mensajito diciendo “me sentí tocada por tal o cual cosa”. Para mí también es precioso. Espero que esto sea realmente el comienzo y que este disco lentamente —como está sucediendo— haga cada vez más eco en las personas, porque eso sería el resultado de esto que vos decís: que en realidad son temáticas universales. El dolor, el amor, las relaciones, el intentar estar mejor, el intentar sanar el enojo, la desilusión. Eso son cosas que nos pasan a todas las personas. Entonces no tengo mucha idea de cómo sigue esto. Lo principal es que es mi verdad, después no tengo idea.

¿Tuviste oportunidad de compartir espacios de intercambio con el público?

Sí, me pasó. En México tuve tres fechas, y sobre todo en la última, en Guadalajara, que toqué en un centro cultural muy lindo. Era como una casa antigua, y la parte que hacía de backstage era como una habitación enorme que la usaban como oficina y al mismo tiempo la usábamos como back para cambiarnos, para tomar algo antes de salir a tocar o lo que sea. Y cuando yo terminé de tocar se empezó a meter gente para adentro, pidiendo permiso, y me pedían si me podían abrazar. Para mí fue muy loco. O en un momento, capaz que estaba por empezar a tocar, sentir murmullos de gente que de repente no le interesa lo que yo hago, y en un momento pedirles un poquito de intimidad para hacer determinada canción: “voy a pedir silencio”, y ver que a los cinco minutos la gente entró en otro estado, de mirar fijo, de escuchar puntualmente cada palabra que yo estaba diciendo. Y sentir que la gente está recibiendo, que hay algo que está sucediendo.

Me acuerdo también en Guadalajara —no sé si fue por algún tema del disco, porque yo también hice “Brujas” y algunas de las canciones por las cuales la gente me conoce o que pueden generar otro tipo de identificación—, una chica me dijo algo así como: “gracias por esto que estás haciendo, gracias por animarte a decir estas cosas, por abrirte así”. Y yo le dije: “gracias a vos también por abrirte a recibirlo”. Y se le pusieron los ojos llorosos. Son esas interacciones humanas que son todo. Porque decís “re valió la pena haber venido hasta acá sin tener puta idea de qué iba a pasar”. Capaz que ese cruce con esa persona en algún punto nos cambió la vida para siempre, o no. Pero es como un granito de arena, y para mí es tremendo alimento eso: es gente extraña que por un segundo es muy cercana y después no sabés ni cómo se llama, capaz que nunca más la ves. Pero esa es la ilusión que yo tengo con la música es de las profundas para mí, hay un lugar en el que te espejás con las personas. Si yo logro eso desde lo humano y trascendental y no desde el ego, recontra misión cumplida. No sé a dónde me irá llevando la música después, pero quiero que me siga llevando, porque es precioso.

Yo hice estas canciones por supervivencia y porque es el momento en el que me agarró queriendo hacerme cargo de quién soy, aparte de tener una mirada profunda sobre mi historia, sobre mí misma y también sobre mi crianza.

¿Cuánto juega en vos, al momento de tocar, el estar frente a un público desconocido y tener que salir a defender tus canciones?

Ya me ha pasado con otros viajes también —sobre todo los que son lejos—, hay un lugar en el que yo me veo dándolo todo con una potencia y una seguridad porque necesito defenderlo así, justamente porque no es mi público. Porque tal vez me ves media hora y es la oportunidad que tengo para demostrarte quién soy, demostrarte que yo amo hacer esto y que quiero que lo veas, porque el momento más verdadero que tengo en la vida es este: arriba del escenario. El momento en el que encuentro más potencia en la existencia es este. Y eso, viniendo de lejos, viniendo de Uruguay, del recontra Cono Sur, que somos re poquites, que todo nos cuesta tanto… Cuando llegamos a los lugares grandes, más allá de que sea masivo o no, estás en Ciudad de México, está todo por hacer, está todo por ganar. Hay un lugar en el que defendés con los dientes lo que sos, lo que soy, y verme en ese lugar para mí también es re grato.

Y obviamente con un disco nuevo, porque tal vez ya me venía pasando en los últimos años que no entendía mucho qué era lo que estaba comunicando, no entendía mucho cuáles eran las canciones que me estaban representando más. Y las que me representan más ahora son las de “La Llave». Entonces, ahora sí tengo una obra nueva sobre la que puedo generar un concepto arriba del escenario, sobre la que puedo pensar en cómo moverme. Es toda una cosa que me echa a andar de nuevo. Estoy motivadísima.

¿Qué te viene pasando con las canciones a medida que las venís tocando y, de algún modo, las estás conociendo en vivo?

Un poco esto que te decía al principio: no saber qué va a generar, ir encontrando cosas tipo “ah, este tema que tiene este momento”, “me gustó cómo me moví medio lento y se generó como un suspenso”… Siempre miro las cosas de forma muy escénica, porque es la formación que tengo. Está la reacción emocional, pero también está lo que yo encuentro arriba del escenario cuando interpreto esas canciones, que son nuevas para mí. Entonces me encuentro con dificultades, con aciertos, con cosas tipo “mirá, esta parte del aire no sabía que era tan jodida, entonces acá no me voy a mover”. Por darte un ejemplo: cuando hago “La Llave”, capaz que no es el momento en el que miro más a la gente a los ojos, porque todavía es una canción que es muy fuerte para mí y no tengo la distancia necesaria con esa. Eso me pasó en México. Además de que tiene muchas palabras y es para mí bastante desafiante para rapear, no es que me quiera cortar la emoción haciendo un tema, pero también quiero poder llegar al final. Entonces estoy entre lo técnico y lo emocional y el sentimiento.

Me parece re interesante y rico ir viendo qué me pasa a mí y si genera o no genera algo en el afuera. Y lo estoy descubriendo todavía, sobre todo ahora que voy a presentar el disco. Aunque también es mi público, es otro disco, bien distinto, y me genera mucha ilusión ver qué pasa con esto cuando lo voy a hacer entero, porque hasta ahora no lo toqué entero.

Le puse muchísimo amor a este disco y creo que es el disco en el que estoy más convencida. Ya hace más de diez años que estoy haciendo música, entonces me siento agarrada a un lugar más seguro creativamente.

Y en cuanto al disco en sí como obra, ¿te pasó con el tiempo de redescubrir momentos o las letras, incluso hasta en la parte musical? ¿O una vez que lo publicaste lo soltaste en ese sentido?

Lo he soltado bastante, pero nunca del todo. Y es bastante contradictorio porque, por un lado, antes de sacarlo lo escuché 500 mil veces. Y porque yo soy fan de un disco mío, cuando lo saco después lo dejo de escuchar: me aburre, ya estoy pensando en hacer otra cosa. Yo no escucho mi propia música, la hago para mí pero no para escucharla, sino porque me gusta hacer canciones. Después ya empiezo a pensar en que quiero hacer otras o lo que sea.
Al mismo tiempo, todavía es un disco muy nuevo para mí porque no lo he tocado mucho. En esto de sacar un disco estando en Buenos Aires, pero al mismo tiempo irme a Colombia y a México con un disco nuevo, a difundir un disco con una estrategia de difusión, volver a Uruguay después de dos años y pico de no vivir acá… se dio una configuración bien distinta, es un poco confuso para mí. Por un lado, el disco tiene bastantes meses, pero por otro lado siento que lo saqué hace muy poquito, porque yo generé muchos movimientos. Sobre todo para mí, soltarlo fue en un momento dejar de pensar en los números, dejar de pensar en las plataformas. Cuando salta todo esto de la inversión de Spotify en inteligencia artificial y ver noticias espantosas —más que noticias, realidades—, a mí eso me afectó un poco. Dije: “yo estoy matándome para entrar a playlists y esas cosas, pero a la mierda esto, ¡hay un genocidio en Palestina!”. No me la voy a agarrar conmigo, porque obviamente yo necesito estar adentro de esta maquinaria para poder desarrollarme como artista, reconocida o poco conocida. Pero solté un poco la expectativa en ese sentido y recordé que en realidad es más de a poco: yo saco un disco y de a poco lo toco, y la gente lo va escuchando. Así fue con “Hace que exista”, y así fue con “Días así”. Es como: “no te marees, el mundo va muy rápido”.

Hice un disco que me encanta, le puse muchísimo amor a este disco, y creo que es el disco en el que estoy más convencida. Me agarra en un momento en el que ya hace más de diez años que estoy haciendo música, entonces me siento más agarrada a un lugar más seguro creativamente. También por trabajar con una materia tan sensible como mi propia historia. Entonces le tengo mucho cariño y mucho respeto a lo que hice, y siento que eso es lo principal.

¿Cómo venís con la previa al show presentación del disco?

Ahora que se viene la presentación estoy muy conectada con el material de nuevo, no desde la parte de la composición de las canciones, porque ya están hechas, pero sí en otro tipo de composición, que es cómo lo muestro, cuál es el mundo de este disco. La presentación va a tener la dirección de puesta en escena de Felipe Ipar, que es una persona que yo estoy re contenta de haber conocido. Él es actor y director, también escribe, sobre todo para teatro. Y nada, fue tremendo hallazgo la verdad, porque es como que encontré un compañero escénico con quien puedo construir el mundo del disco: es como meterse dentro del disco, en el contenido, en lo que dicen las canciones. Y para mí eso es fascinante. Yo estoy fascinada con lo que estamos haciendo. Estamos ensayando todos los días desde hace un mes. Ya veníamos trabajando antes, pero en el último mes hicimos como un trabajo de laboratorio, que en el teatro es bastante común; en la música, en mi experiencia, te diría que no. Y es eso: hemos construido el disco a nivel escénico, y obviamente también con la banda, porque está mi banda en vivo, que es hermoso para mí poder estar acompañada por ella. Es lo más parecido a unir estos mundos que me hacen ser quien soy. Soy una actriz que después empezó a rapear, a cantar, a escribir sus canciones.

Creo que me interesó mucho primero hacer cosas separadas: hacer música por un lado, hacer teatro o actuar por otro, ponerle un poquito de actuación y de puesta en escena a mis shows, sobre todo a las presentaciones más importantes. Y cada vez más afianzar ese lugar, hasta que de repente este disco… Yo creo también que no es casual. Por un lado, por la cantidad de años que estoy trabajando —es un devenir natural, de poner el cuerpo, probar, encontrar, afianzar— y, por otro, por lo que es el disco en sí. Muchas de las cosas que escribí, al trabajar con recuerdos, tienen más del mundo de las escenas.
Entonces, eso es lo que vamos a compartir con la gente: es un toque, pero es mucho más que un toque. Ojalá que la gente que va a ver teatro se cope y vea esto, y que la gente que ve solo música se cope también. Así como cruzamos las disciplinas, queremos cruzar también los públicos.


Foto: Difusión
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