El multifacético Dani Umpi lanzó en 2017 su álbum “Lechiguanas”; un trabajo que tiene como destino directo las pistas de baile y que obtuvo muy buenas críticas. El próximo domingo 22, en el cierre del Fest Contrapedal, que tendrá lugar en Plaza Mateo a partir de la hora 18:00, Dani presentará sus nuevas canciones ante el público uruguayo. Aprovechando su visita, conversamos con él, entre otras cosas, sobre su último disco, la sorpresa que le causó el buen recibimiento del mismo y sobre los cambios que ha tenido su propuesta a través del tiempo.
Por Liber Aicardi
“Lechiguanas” es tu primer disco solista en varios años pero, en este último tiempo, también publicaste trabajos compartidos ¿Qué más hiciste artísticamente, además de la música?
Estuvo muy bueno lanzamiento del disco y todo lo que surgió porque canté bastante, me armé una banda, que es con la que me presento este sábado en el Festival Contrapedal y tuvimos shows en Buenos Aires, en Rosario, en La Plata, en Córdoba. El primero lo hicimos en Córdoba que es como nuestro lugar de suerte para arrancar y hay una senda de varios shows que continuamos ahora. Está bueno y me gusta mucho esto de sacar el disco y salir a cantar, sobre todo con la banda que me tiene muy entusiasmado. Y, después, sigo haciendo toda la actividad plástica que hago habitualmente con muestras y performances…y estoy en eso, más o menos, la cosa de siempre, pero ahora más centrado en la banda y en cantar. Éste es mi tercer disco solista y continúa la línea de los otros dos, “Perfecto” y “Mormazo”, pero, entre esos discos tuve otros proyectos con otros músicos. Uno con Adrián Soiza, que es un proyecto más acústico, de versiones con guitarra; después otro con Álvaro Sánchez, que es “Piano”, donde versiono mis propias canciones en piano y es una cosa más melodramática y como medio melancólica, y, después, lo otro que también surgió muy espontáneamente, fue un proyecto con Rosario Bléfari que fue bastante inesperado pero que hicimos un registro del primer show juntos que fue una alianza muy sorpresiva, un dúo muy bueno.
¿Cómo tomaste el buen recibimiento que tuvo el disco en Uruguay, sobre todo a nivel de críticas?
Fue muy sorprendente. Uno siempre espera que guste, pero, a mí, me tomó bastante por sorpresa, porque aunque cante y haga música, generalmente, me veo como un poco aparte de cierto circuito. Y como tampoco lo pienso en términos de frontera de país, es algo que uno siempre desea pero con lo que tampoco contás. Como que siempre me sentí muy aparte de todo eso y ver ese reconocimiento en tantos lugares fue muy sorprendente porque las críticas fueron buenísimas. Yo, la verdad, nunca había tenido unas críticas así y estuvo muy bueno, quedé muy agradecido y muy contento.
Al comienzo, lo que yo hacía musicalmente era mucho más provocador, iba por una línea más auto paródica y tocando ciertas heridas, muy entrado en la performance como eso de tener una banda falsa y estar siempre lookeado. Igual, como que ahí está el germen de todo.
En este momento de tu carrera ¿ves las críticas de la misma manera que en tus comienzos? Porque eran bastante distintas en aquél entonces…
Sí, ha cambiado, porque, también el disco éste es distinto y, también, cambió el tiempo, cambié yo y cambió el contexto. Al comienzo, lo que yo hacía musicalmente era mucho más provocador, iba por una línea más auto paródica y tocando ciertas heridas, muy entrado en la performance como eso de tener una banda falsa y estar siempre lookeado. Igual, como que ahí está el germen de todo. Después, con el tiempo, como soy muy inquieto, fui variando la formación de la propuesta y fui haciendo cosas con otros artistas y fui variando hasta llegar a este disco. Hay cosas que cambian. Yo tenía otra idea cuando comencé a hacer este disco y demoré como dos años en hacerlo porque pensaba, originalmente, hacerlo en México, con un productor mexicano y fui un par de veces, incluso, la segunda vez me quedé bastante tiempo y grabé todas las voces, aprovechando los festivales como el Vive Latino y el Contrapedal de México y cosas así. Era como una ambición que tuve en ese momento que fue algo que uno piensa dar unos pasos largos en distancia y, a veces, no sale muy bien (risas), entonces ese proyecto se fue trancando, no salió y, al final lo terminé haciendo con un productor de Agentina, que es Jean Deon, que aparte es un productor muy cercano, lo conozco desde hace años y es un amigo y, sorprendentemente, fue muchísimo mejor que todo el plan ése que yo me había hecho en mi cabeza. Uno siempre piensa “bueno, ahora voy a hacer un disco con un productor internacional, con premios y todas esas cosas” y, a veces no es lo mejor.
¿Siempre tuviste la idea de que fuera un disco bailable?
Sí, claro siempre iba en esa línea. Lo que pasa que yo vengo más del boliche y de la fiesta electrónica, mi imaginario es un poco de ahí. Pero, también está muy influenciado por otro tipo de música y ahí, sí, tiene que ver lo regional porque el disco tiene un sonido electrónico, pero las canciones son como de un cantautor uruguayo, tiene como una cosa muy melancólica y como de “llorando en la discoteca” (risas). Es como un disco muy electrónico pero, a la vez, como que tiene algo medio de raíz. Y la producción que hizo Jean del disco, más el trabajo de mezcla y de mastering que lo hicieron en los estudios Andrés Mayo con los ingenieros que trabajan ahí, como que tiene una cosa bastante barroca. Como que es una electrónica no tradicional, no sólo porque es formato canción, sino porque todas las composiciones y los arreglos con bastante extraños. Tiene una cosa medio orgánica que a mí me interesaba. Aunque sean todos sintetizadores, igual tiene como un gusto orgánico.
Yo vengo más del boliche y de la fiesta electrónica; mi imaginario es un poco de ahí. Pero, también está muy influenciado por otro tipo de música y ahí, sí, tiene que ver lo regional porque el disco tiene un sonido electrónico, pero las canciones son como de un cantautor uruguayo…
Esto que hablabas que el disco tiene algo de raíz uruguaya, se nota en el vocabulario que utilizás en las letras. Por ejemplo, el tema “La yuta” tiene un estribillo que dice “que la yuta me venga a buscar”, y eso, tranquilamente puede estar en una canción de canto popular o de rock…
Sí, tiene esas cosas. Tiene muchas cosas de la región, eso me gusta. Ésa canción me gusta mucho porque tiene algo de canción de empoderamiento que es muy de discoteca; por momentos parece como un hit de Fangoria (el dúo español) y va par un lado de estribillo de canción de cancha o canción de protesta. Aparte, en el vivo (no sé acá como será porque todavía no lo he presentado), en otros lados, es el momento en que saltan y cantan y se vuelve muy loca la gente.
Es como un grito de guerra, de alguna manera…
Sí, totalmente.
¿Cuál es la banda que te va a acompañar en el Fest Contrapedal?
Es la primera vez que me presento acá con la banda, es todo sintetizador…somos cinco. Está Paquito Salazar en los sintetizadores, haciendo más la parte de bajos, después, también en sintetizadores está Dulcinea Damevin, que también tiene otra banda que se llama Kobra Kei, en la percusión de octapad está Manuela Vecino, que también va a estar en el festival con su otro proyecto musical que se llama Glass y en guitarra está Lautaro Demarco; en el disco no hay muchas guitarras, pero, en el vivo, siempre quiero tener una guitarra.