“Cuestión de tiempo” es el nuevo álbum de Clipper, un trabajo que amplía los sonidos respecto de “Don Padoshon” (2020), un disco que fuera orientado más al género electrónico. El reciente lanzamiento, además, plasma en su lírica el recorrido de la artista en los últimos años, incluyendo una temporada en Madrid, y su trabajo con diversos productores locales e internacionales.
Por otra parte, Clipper viene de alcanzar su primer premio Graffiti, por su tema “Abrazarte”, en la categoría Mejor Single de Música Urbana.
El próximo viernes 10 de noviembre, a las 21 hs, “Cuestión de tiempo” tendrá su presentación oficial con un show en Magnolio Sala, en la que será una de las noches más importantes en la carrera de la rapera y actriz. A propósito de todo esto, conversamos con ella.
Por Liber Aicardi
Foto:DifusionComencemos por lo más reciente, el Graffiti que obtuviste a Mejor Single de Música Urbana. ¿Te lo esperabas?
La verdad es que a esta altura no me lo esperaba, realmente. Sí, tuve mucha ilusión durante muchos años que fui nominada; siempre mis discos fueron nominados a los Graffiti y siempre fui a todas las ceremonias que estuve nominada e, incluso, con amigos y familia, y estábamos todos con la ilusión de ganar. Entonces, sí tenía la ilusión, pero ya había perdido esa esperanza y pensaba “bueno, si no me lo dan, igual yo ya gané por estar nominada”. Y cuando me lo dieron, no había preparado nada, de verdad. Subí y agradecí muy generalmente. Y… es un mimo, es un mimo zarpado a mucho trabajo que se ve ahí reflejado en ese reconocimiento que está hermoso, es tremendo mimo.
Además este año fuiste nominada en una categoría nueva para vos…
Siempre había tenido el disco nominaciones como álbum hip-hop, también había tenido single de música electrónica, pero no había tenido, creo, single de música urbana. Además, había también tremendos colegas nominados, estaba latejapride, si no mal recuerdo, estaba DJ RC, había tremendos colegas nominados a la par, entonces cualquiera podíamos ganar porque estaban muy buenos todos los trabajos.
Acabás de publicar “Cuestión de tiempo», un disco que en realidad llevó un proceso largo. ¿Cómo fue ese recorrido?
Es un disco que se viene trabajando hace como dos años, en realidad. Los primeros singles que salieron con el sello MMG, que son parte del disco, fueron los primeros trabajos que empecé a hacer con la disquera, con la producción de JDI, que uno de ellos es “Abrazarte”, con el que ganamos el Graffiti. Después, había hecho un par de temas antes con Fede Costa Duality Records, y después está, también, la producción que hice en Madrid con El 10, que termina de cerrar ese disco y el último track (“Bailando sola”) es con IV8, con quien estoy trabajando el material que se viene.
Es un disco que tiene mucho de recorrido ¿no?
Sí, es muy transicional. Creo que se puede escuchar durante el disco toda una transición que termina en estos trabajos hechos en Madrid que tienen, para mí, una diferencia musical, compositiva, también de mi parte a nivel letras, de crecimiento desde los primeros hasta las últimas canciones.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con varios productores a la vez para un mismo disco y que no queden muy distantes los temas entre sí, que mantengas una identidad?
En realidad, yo creo que fui encontrando mi identidad independientemente del género en el cual yo estuviese subida, por así decirlo. Porque el disco tiene desde una bachata hasta un boom bop o una electrónica, hasta tiene un tema que parece como medio flamenco milonga y te va llevando, no es algo que quede desubicado dentro del disco, creo yo. Entonces, creo que es la identidad de Clipper sobre una base, independientemente del género que sea.
Sobre todo viniendo de un disco como el anterior, que era más bien electrónico.
¡Mega electrónico! “Don Padollon” venía con un género muy definido, era súper electrónico y este pasa por todos lados.
¿De dónde viene esa inquietud de pasar por varios estilos?
En realidad, sale de las ganas de experimentar y de probar cosas nuevas, de no casarme con ningún género en específico, ni con ningún ritmo en específico, e ir probando, mismo, con los productores, con mis ganas de hacer, con mis ganas de transmitir cosas no sólo en las letras, sino en la musicalidad de lo que estoy diciendo. ¿Por qué la bachata (“Heridas”) habla sobre eso? ¿Por qué “Ta llorando” habla sobre eso? ¿Por qué en ese género? Siento que es como parte de la misma experimentación de seguir probando y haciendo lo que me gusta.
Yo creo que este disco me agarró en un momento de mi vida en que tuve un bache muy grande y muy importante, muy heavy también. Entonces, creo que tiene como un poco de cada una de las etapas de cómo fui transicionando a diferentes cosas, y cada vez más me veo – y me sorprendo – escribiendo literalmente sobre lo que me sucede y sobre lo que estoy transitando.
En las letras se nota una línea íntima desde varios ángulos. ¿Este es el disco más personal, en cuanto a las letras, que venís haciendo?
Sí, yo creo que sí. Yo creo que me agarró en un momento de mi vida en que tuve un bache muy grande y muy importante, muy heavy también. Entonces, creo que este disco tiene como un poco de cada una de las etapas de cómo fui transicionando a diferentes cosas, y cada vez más me veo – y me sorprendo – escribiendo literalmente sobre lo que me sucede y sobre lo que estoy transitando. Así de cambiantes pueden ser las canciones y las letras.
¿Te pasa de dudar de hablar de determinadas cosas o situaciones personales?
No, la verdad que no. Es como un diario íntimo de alguna manera, pero también hay una verdad y es que jugamos un poco con lo que me pasa y con la fantasía al mismo tiempo. Entonces, hay una mezcla de realidades que no sabés si una canción tiene nombre o apellido, o me lo inventé de la “A” a la “Z”, o es para mi ex, o es para mi abuela, o es para mí. Me gusta, también, jugar a la libre interpretación del que lo está escuchando, que se la puede dedicar desde su madre hasta su novia, hasta su sobrina, y con eso mismo ir buscando qué es lo que le pasa al oyente con eso.
También este disco tiene algo de pararte y mirar un poco en perspectiva el momento en que estás. Por ejemplo, en una letra como la de “Mamá” hay mucho de eso ¿no?
“Mamá” es una canción que hicimos en el estudio con Putolargo y con Lasole, que son dos artistas españoles zarpados. Hicimos un tema con el Putolargo y después estábamos en el estudio, habíamos terminado y después de eso venía Lasole a grabar un tema conmigo también. Y ahí se conocieron ellos. Empezamos a hablar de que íbamos a hacer el tema con Lasole y ella le dice al Putolargo “quedate y hacemos un tema los tres”. Yo no me había animado a hacer esa propuesta porque, para mí los dos son salados artistas. Es como que, no sé, terminar de grabar un tema con Trotsky y que después venga el Duki y yo diga “che, hagamos un tema los tres”. Me muero la vergüenza de la propuesta, pero obviamente me encantaría.
Ahí nos pusimos a escribir todos y nos dimos cuenta, en realidad, de que queríamos escribir sobre un proceso pasado y sobre cuál era el momento en el que estábamos viviendo ahora. Y parándonos un poco en perspectiva y viendo dónde estábamos, que estaba en Madrid, grabando en un estudio, produciendo con la gente que yo siempre quise producir, grabando con Putolargo, que lo escucho desde que tengo memoria y, fue como “estoy en ese lugar que soñé”. Esa niña de 8 años que tocaba la guitarra en La Paloma soñó en algún momento estar ahí, como reconocer el momento. ¿Y a quién le vamos a contar algo si no es a mamá? Yo tenía una profesora de teatro que decía que los artistas son personas que nos quedamos en el arenero. Eso quiere decir que estás en el arenero y decís “¡mamá, mamá, mirá lo que estoy haciendo!”. Entonces, mamá ahora es toda la persona que está en el público cada vez que hacemos un show, diciéndole “¡mirá, mirá lo que hago, mirá como canto, mirá lo que escribo!”. Así fue que, englobando ese concepto, se me ocurrió eso de pararse, agradecer y reconocer el camino, el recorrido.
¿Cómo surge esa conexión con Madrid? ¿Cuánto tiempo estuviste?
Tuve dos viajes este año, fueron de más o menos un mes cada uno, quizás un poquito menos. El primero fue puramente gira, conciertos, producción, videoclips, trabajo, trabajo, trabajo. En el segundo me tomé 15 días para hacer el camino de Santiago Compostela y me tomé, también, unos días para grabar y para hacer videoclips de otros temas que había grabado antes. Estuve una temporada bastante larga allá. Y la conexión la fuimos haciendo mediante redes, mucho de CPMU, contacto acá, contacto allá, llegamos, conectamos re bien con el productor, así que ya quedó la conecta, y el plan es seguir yendo a Madrid a producir.
¿Fuiste ya con la idea de volver con el disco completo?
No, no… fui con la idea de hacer música, no con la idea del disco. Sí, teníamos desde antes, idea de hacer el disco, pero no sabíamos que estos temas iban a entrar en el disco en realidad. A último momento, cuando vimos que se iba cerrando el track list, dijimos “están estos temas, van en el disco, son parte de este proceso, vamos a meterlos” y los metimos. Dieron los tiempos, también, para la mezcla, el master y los pudimos hacer.
Siempre soy muy fiel a lo que quiero hacer, en el momento que lo quiero hacer. Sí, creo que no me puedo hacer responsable de lo que al otro le pase con eso. Yo, desde mi lugar de respeto, obviamente, hacia todos, hago lo que quiero, como quiero y cuando quiero. Siempre dentro de mis posibilidades y desde mi lugar de privilegiada de poder hacer las cosas que quiero, y lo que al otro le pase con eso, ya escapa de mí.
Ahora viene la presentación oficial del disco. ¿Cómo venís con los preparativos?
Bueno, es de los shows más zarpados que me tocaron preparar en mi carrera realmente. Es de los shows más fuertes, hago un recorrido no sólo por el disco nuevo, sino por todo lo que es mi proyecto, desde que empecé con esos primeros temas hasta hoy. Tuvimos que revivir temas viejos, empezar a explorar qué es lo que había, qué es lo que no había, son casi dos horas de show, nunca hice creo un show tan largo. Lo hacemos con bajista y DJ, vamos a tener invitados muy especiales y estamos con muchas ganas de llenar esa sala y de cantarlo con todos.
Últimamente te hemos visto en el escenario como invitada de Trotsky Vengarán y con buena aceptación en el público. ¿Cómo lo viviste desde arriba del escenario?
Yo tenía miedo, igual. La primera vez que me subí con Trotsky, que además fue en el Cosquín Rock, yo dije “hay dos opciones: la gente me aplaude y me ama, o me tira con algo”. Porque me estaba subiendo en medio de una banda de punk rock súper consagrada en Uruguay, a rapear. Y, por suerte, estuvo todo bien, así que quedé muy contenta con eso.
¿Y cómo te llevas con tu otra faceta que desarrollaste en estos últimos años en los medios, incluso participando de Master Chef?
La verdad es que, también, como actriz me llevo muy bien con la cámara. Me gusta mucho la cámara, mi lugar siempre es enfrente de una cámara, arriba de un escenario, desde muy chiquita. Así que me encanta todo lo que sea tele, cine, teatro.
¿Nunca te pesó en el sentido que te pudiera jugar en contra en lo musical? Te lo pregunto pensado, sobre todo, en el prejuicio que pueda existir en el medio artístico.
En realidad, no. Siempre soy muy fiel a lo que quiero hacer, en el momento que lo quiero hacer. Sí, creo que es eso, y que yo no me puedo hacer responsable de lo que al otro le pase con eso. Yo, desde mi lugar de respeto, obviamente, hacia todos, hago lo que quiero, como quiero y cuando quiero. Siempre dentro de mis posibilidades y desde mi lugar de privilegiada de poder hacer las cosas que quiero, y lo que al otro le pase con eso, ya escapa de mí.
¿Qué se viene para vos después de la presentación del disco?
Muchos viajes, se vienen muchos viajes. Ya estamos planificando la gira del año que viene por España, para poder ir a producir, para poder seguir yendo a tocar a Barcelona, a Madrid, a las principales ciudades. También movernos un poco más por el sur y por el norte. Y mucha música, haciendo mucha música. Eso sí, seguro.
Las entradas para la presentación oficial de “Cuestión de tiempo” en Magnolio Sala están a la venta a través de RedTickets.
Clipper en vivo en la última edición de los Premios Graffiti.Foto: Paul Hernández