En este 2021, la joven cantante, música y productora Chenal publicó su segundo álbum “Humanos y Monstruos”, un trabajo conceptual que relata las idas y venidas de su protagonista, sin dejar de lado una veta crítica de la sociedad que conformamos, donde el pop, el rock y los sonidos urbanos le aportan la sonoridad adecuada a cada una de las canciones.
El próximo miércoles 13, a las 21 hs. en Sala Zitarrosa, Chenal presentará oficialmente en vivo su nuevo álbum en el marco del ciclo MAREA y contando con Eros White como encargado de abrir la noche, además de unas cuantas invitadas con las que compartirá escenario. A propósito del show, la entrevistamos y nos contó, entre otras cosas, acerca del origen del disco, el proceso del mismo y lo que representa para ella a modo personal.
Por Liber Aicardi
¿Cómo fue el proceso de “Humanos y Monstruos”?
Mi idea de hacer este álbum comenzó a finales de 2018, un poco antes de lanzar mi primer disco. Recuerdo que fui a ver la ópera Madame Butterfly y quedé con ganas de hacer un disco que estuviese dividido en actos y que contase una historia a lo largo del mismo. Fue en mayo de 2019, cuando me reuní con Sebastián Peralta, productor del álbum, de quién conocía su trabajo con Buenos Muchachos y No Te Va Gustar, más lo que venía produciendo para la escena urbana uruguaya, y comenzamos a trabajar en dos singles. El álbum lo compuse en plena pandemia y las grabaciones terminaron en noviembre de 2020. Fueron muchos meses de intenso trabajo y dedicación plena, buscaba cierto sonido y transmitir cierto clima y sentimiento melancólico y dramático. Creo que me sobre exigí bastante durante el período de composición, pero estoy muy satisfecha con el resultado. “Humanos y Monstruos” es un álbum donde los teclados y los coros son protagonistas, y en su grabación sólo participamos Sebastíán, quien produjo, mezcló y realizó todos los beats, y yo. La masterización estuvo a cargo de Bruno Cammá, integrante de Dostrescinco.
Claramente, éste es un álbum conceptual que aborda las relaciones de pareja, la violencia de género y la vida en la sociedad de consumo ¿Tuviste claro eso desde el inicio o fuiste encontrándolo en el camino?
Desde un principio supe hacia donde quería ir con este disco, tanto en lo referido a las letras como a lo musical, comencé escribiendo un cuento para tener como guía y, después de ahí, fui armando las canciones acorde a lo que narraba el relato. “Humanos y Monstruos” es un viaje emocional, un viaje hacia la perdición y el reencuentro con uno mismo. Realizar el álbum fue un trabajo intenso y muy detallado, quería que todo tuviese un significado en común, que cada canción formase parte de un todo. Habían varios temas de los que quería hablar desde hacía un tiempo, ciertas inquietudes que tenía referidas a la sociedad y su lado «humano» y «monstruoso» y sentí que era el momento oportuno para hacerlo.
¿Cómo manejás el tema de las letras, concretamente en este disco que pinta en su mayoría situaciones y relatos movilizantes?
Tengo momentos en que estoy súper inspirada y las letras fluyen solas, pero también paso por períodos de bloqueo creativo. De hecho, durante el proceso de este álbum atravesé por uno. Algunas veces las letras llegan solas, inspiradas en historias, vivencias, películas, libros. En el caso de las letras de «Humanos y Monstruos», muchas de ellas fueron escritas especialmente para el álbum y otras las adapté para que se relacionen con el relato global del disco. Siempre intento que las canciones tengan una parte de mí, que de una forma u otra pueda verme reflejada en las letras, y también busco empatizar con los oyentes y que puedan conectar con lo que digo, canciones como «Marina» que relata la historia de una mujer que sufrió violencia de género, o «Angelitos» la cuál escribí a modo de obsequio para mi abuela fallecida, son dos canciones que conectan con la gente y, creo, que es porque tocan ciertos sentimientos, cuentan historias que llegan. Si bien «Marina» es una historia ficticia, en estos momentos hay miles de mujeres que están pasando por una situación así, y eso hace que sea movilizante, realista, que te enojes escuchando la canción y pienses en que el mundo sería un lugar mejor si esas cosas no pasasen y sientas empatía por la protagonista de la canción.
¿Y en cuanto a encontrarle el clima a cada uno de los temas para evitar la monotonía que, quizás, era algo en lo que podías caer debido a las letras?
Busqué que cada canción tuviera su microclima, que contase algo por sí sola, si bien hay ciertos adornos o elementos que conectan todo el relato, como los coros con pads, los sintetizadores imitando instrumentos de cuerda, ese tono dramático épico, a pesar de eso, las canciones presentan identidad propia, y funcionan como una obra independiente. Buscaba no aburrir al oyente, y que pudiese conectar con cada una de las canciones más allá del concepto general.
Realizar el álbum fue un trabajo intenso y muy detallado, quería que todo tuviese un significado en común, que cada canción formase parte de un todo. Habían varios temas de los que quería hablar desde hacía un tiempo, ciertas inquietudes que tenía referidas a la sociedad y su lado ‘humano’ y ‘monstruoso’ y sentí que era el momento oportuno para hacerlo.
Me llamó la atención la letra de “Imprudente” donde hacés una especie de introspección, asumiendo responsabilidades de determinadas situaciones, lo que no es una visión habitual ¿Qué me podés contar de esta canción en particular?
“Imprudente” es una canción muy sincera, de las más sinceras que escribí. Al momento de hacer la letra necesitaba descargar ciertas cosas, hablando sobre una situación real y sobre mis sentimientos con respecto a dicha situación. La canción la escribí durante el proceso de composición del álbum, lo que me llevó también, a pesar de su sinceridad, a seguir ciertos patrones acorde a la historia que buscaba contar. A pesar de ser una canción sobre vivencias propias, «Imprudente» es la canción en la cual Miss Melancolía, la protagonista del álbum, decide alejarse de todo lo que le hace mal, alejarse de su relación tóxica con Reyes, el antagonista de la historia, y donde va camino a encontrar su propio camino, arrepentida por haber tomado malas decisiones y por haber perdido tiempo en una relación en la que fue más lo que perdió que lo que ganó.
¿Qué sensaciones tuviste cuando escuchaste por primera vez el disco completo?
Me sentí orgullosa de mí misma, sentí que había cumplido un objetivo, que había cerrado un ciclo de mucho trabajo y esfuerzo, me emocioné escuchándolo, pero también como soy una persona muy autocrítica pensé en «esto podría haberlo hecho diferente» o «la mezcla tendría que haber ido por otro lado», pero esos fueron pensamientos momentáneos. Después, volví a sentir esa satisfacción, escuché el disco hasta el cansancio, lo escuchaba todos los días antes de dormir porque me llenaba de orgullo y me sentí realizada. Es inexplicable esa sensación de ver realizado algo a lo que le dedicaste tanto tiempo, algo en lo que pusiste todas tus expectativas. «Humanos y Monstruos» me llena de orgullo.
Hay un cambio notorio respecto de tu álbum debut, desde una cuestión rítmica de las canciones hasta dejar de cantar en inglés ¿Cómo se dio esto?
Necesitaba encontrar una identidad musical y tenía ganas de experimentar con nuevos sonidos, dejar de lado lo orgánico e incorporar teclados, sintetizadores, autotune como herramienta artística, vocoder y sonidos urbanos. Mi primer disco fue como para probar, para aprender hacia dónde quería ir musicalmente. Mi álbum homónimo fue bastante improvisado por así decir, lo grabé bastante rápido y sin mucha planificación, todo lo contrario a «Humanos y Monstruos» que fue muy pensado y planeado meticulosamente. En mi primer disco faltan detalles de producción y carece de coros, y las canciones que lo componen habían sido escritas en su mayoría hacía varios años, de mi época en que solo me sentía cómoda componiendo y cantando en inglés, porque a veces suelo escribir una canción primero en inglés y después la traduzco al español. Es raro, pero en ocasiones mi proceso creativo funciona de esa manera, mis padres me mandaron a aprender inglés a los seis años y tres años después ya estaba escribiendo letras en ese idioma. En «Humanos y Monstruo»’ me reencontré con la lengua española y quería que el disco fuese totalmente en este idioma, para que la historia que se cuenta fuese íntegramente en español. Creo que mi primer disco es el cierre de un ciclo y mi segundo disco es el cierre de otro. En este último caso, de un ciclo en el que me comprometí al cien por ciento con mi trabajo y en el que aprendí y crecí muchísimo tanto en la parte musical como de producción.
Busqué que cada canción tuviera su microclima, que contase algo por sí sola, si bien hay ciertos adornos o elementos que conectan todo el relato, como los coros con pads, los sintetizadores imitando instrumentos de cuerda, ese tono dramático épico. A pesar de eso, las canciones presentan identidad propia y funcionan como una obra independiente.
¿Cómo viviste la experiencia de lanzar un disco en plena pandemia donde no podías salir a tocarlo?
Al principio fue un poco triste, porque apenas terminas un álbum lo primero que querés es salir a presentarlo pero, por suerte, de a poco fueron reabriendo los espacios y se comenzó a poder actuar con público nuevamente. Dentro de todo no me puedo quejar, porque este último par de meses he estado presentándome bastante seguido,y estoy muy contenta con lo que se viene. Nada se compara con el contacto con el público, salir a mostrar tu material y ver cómo reacciona la gente a tu trabajo, como lo abrazan… tocar en vivo tiene esa adrenalina única.
¿Cómo estás viviendo estos días previos a la presentación oficial?
Con mucha ansiedad, mucho trabajo y felicidad plena. No se presenta un disco todos los días y es un momento para disfrutarlo al máximo. Me siento muy afortunada de poder presentarlo en la Zitarrosa y dentro de un ciclo tan hermoso como lo es MAREA. Sinceramente desde hace muchos años soñaba con presentar uno de mis discos en la Zitarrosa y, finalmente, llegó el momento. Sé que lo voy a disfrutar mucho.
¿Qué podés adelantarnos del show en Sala Zitarrosa?
Va a estar muy lindo. Eros White va a estar abriendo el show, es un gran honor que haya aceptado formar parte de este día tan especial para mí. Además vamos a tener un momento muy emotivo referido a las mujeres y la violencia de género, donde voy a estar cantando junto a Alejandra Wolf, Mónica Navarro, Vicky Style, Flavia Novoa y Clarisa Prince, todas mujeres colegas a quienes admiro. En escena van a estar acompañándome Charly Castán en teclados y programación y Nica De León junto a Alicia Álvarez en coros. Además, la presentación va acompañada por las excelentes visuales y luces de Cabe Trust, a quién confié la estética del show.
Las entradas se pueden adquirir a través de Tickantel
Foto: difusión.