Florencia Núñez
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Foto: Matilde Campodónico -
Llegamos a la vigésima edición de #SoyFan y seguimos con la consigna del mes de marzo, donde las protagonistas son exclusivamente ellas. Por ello, esta vez invitamos a Florencia Núñez, quien, gracias a su último álbum “Palabra Clásica”, logró hacerse un lugar entre las cantautoras más destacadas del año pasado. El próximo sábado 24, se presenta junto a su banda en el escenario Alfredo Zitarrosa de la Rural del Prado, a las 17:50 hs en el marco de la Semana Criolla. Florencia es fan de la cantante y pianista Regina Spektor.
Aunque Florencia Núñez no recuerda el momento exacto en el que conoció la música de Regina Spektor, sí tiene muy claro que “fue, seguro, en una época en la que se definía absolutamente mi personalidad musical, vocal. Tener una referente así fue una suerte, podría haber sido cualquier otra…pero no. Escuché a Regina Spektor” y agrega “marcó un rumbo en mi vida artística”. Florencia asegura que su fanatismo por la cantante “fue automático, pero, a medida en que conocí mejor su obra y pude también verla en vivo, hubo otras cosas que me compraron, también, y me generan admiración”. Justamente, entre esas cosas a las que se refiere, destaca que Regina le parece “muy genuina en el escenario y es, además, una intérprete estupenda, una cantante admirable y de una sutileza y manejo de la dinámica estupendos. Para colmo, es una pianista virtuosa y tiene canciones increíbles”.
Al momento de elegir sus cinco temas favoritos de Regina Spektor, Florencia hizo la siguiente lista, que, en esta ocasión, sobre el final, tiene sus bonus tracks.
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Fidelity. Popera con buen gusto, esta canción es todo lo que está bien. El estribillo cuando dice «it breaks my heart» es tan pegadizo como bueno. Tiene una cosa como circular entre el verso y el estribillo que me encanta. Y luego cuando abre el hi hat de la batería resuelve tan bien sin salirse del clima, hermoso.
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Eet. Otra canción que con el juego vocal hace un estribillo memorable repitiendo la palabra “Eet”. Y luego el beat que está buenísimo. Y la parte C, qué decir, la batería se abre al ride y la melodía es sencilla pero estupenda. Una vuelta perfecta, bombo en negras y todo el beat de nuevo. Conmovedor con elementos sencillos.
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Laughing with. Una de las canciones más «oscuras» de las que me encantan de Regina. Como siempre, musicalmente y en las estructuras es perfecta. La letra es cruda y te hace cuestionar un montón de prejuicios e hipocresías que se utilizan en la sociedad.
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Call them brothers. Esta canción, uno de los tracks de la deluxe version de What we saw from the cheap seats, compuesta e interpretada a dúo con su marido, Jack Dishel. La canción tiene un aurea «simonandgarfunkeliana» y por supuesto que prevalecen las guitarras, al contrario de la mayoría de sus canciones donde predomina el piano. Dato curioso: Dishel fue guitarrista de la ya disuelta banda The Moldy Peaches, a quienes descubrí recientemente. Todo cierra.
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Ode tu divorce. Esta es, sin dudas, mi canción preferida de Regina. Es de esas canciones en las que uno puede visualizar exactamente lo que dice. Al menos así me pasa, describe tan bien con imágenes lo que sucede que me hace sentir que estoy viéndolo todo en esa ruptura. Es, para mí, la mejor virtud que puede tener un autor. La imagen de hacer de alguien más «spare parts» es increíble, contribuye a la idea de que tras una ruptura amorosa las personas perdemos un poco de capacidad de entrega, y cambia la totalidad de lo que somos y estamos preparados para entregar.
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Como si esto fuera poco, ha versionado increíblemente dos canciones hermosas: “Real love”, de Lennon, y “No surprises”, de Radiohead. Ambas versiones me gustan más que las originales.
Quedan afuera (una pena) “Better” y “How”, dos canciones increíbles sólo porque tuve que elegir cinco. De “Better” puedo decir que es como una buena banda sonora pop cinematográfica de un verano en California con un filtro de Instagram. De “How”, que es una balada increíble, y que en vivo te parte el pecho. Y en el disco también. We will meet again somehow, como siempre decimos. Y que no hay momento que borraría. Regina se queda con lo mejor, como debe ser.
Como siempre, todo desde la subjetividad. Gracias, Regina.