Hace un par de semanas, vio la luz el octavo álbum de estudio de Buenos Muchachos, al que eligieron no ponerle título, siendo otro de los puntos altísimos de su obra. Además de que, para su grabación, volvieron al estudio, ya que “Nidal” (2015) fue registrado en una casa, es el disco que tardó menos tiempo en ver la luz respecto a su predecesor en toda la discografía de la banda, quebrando, así, la brecha de tres o cuatro años entre cada trabajo de la banda. En la charla que tuvimos con Pedro Dalton (voz) y José Nozar (batería) nos cuentan, entre otras cosas, los motivos que llevaron a trabajar de esta manera, las emociones que les genera cada lanzamiento de un nuevo material y del mito que se construyó acerca de que sus shows no son aptos para festivales.
Por Liber Aicardi
El disco anterior, “Nidal”, lo grabaron en una casa, se fueron para Solymar y, ahora, volvieron a grabar en un estudio ¿Por qué la decisión de volver a un estudio? ¿Lo pedían las canciones?
Pedro: Nos dimos cuenta después que las canciones estas pedían un estudio. Pero, en realidad, lo planeamos hacer según la sensación que tengamos nosotros de las ganas de meternos en un estudio o de las ganas de irnos a una casa afuera, o de grabar todos por separados, o de grabar todos juntos…Son como pruebas que nos vamos poniendo. El disco anterior fue hecho entre comidas, todos juntos viviendo en una casa en Solymar. Este disco, en una primera instancia, queríamos llegar un poco más lejos, queríamos grabarlo en la sala de ensayo, como obviarnos todo el tema de la producción y hacer un disco donde las canciones estuvieran lo suficientemente buenas como para que suenen igual en una sala de ensayo, y Marcelo (Fernández, guitarrista) vino y dijo: “fui al estudio de Gastón (Ackerman) de vuelta, tenemos que probar el estudio de Gastón. Vamos a grabar este disco en el estudio de Gastón”. Yo dije “¡Encantado!” porque yo pensé que en el estudio de Gastón íbamos a grabar el siguiente, porque, ahora, íbamos a relajarnos para hacer un disco rápido, en un año, porque siempre tenemos esa cosa como de que te metés en el estudio y tenés la sensación que vas a demorar mucho más tiempo y, después, tenés que acotarte a los tiempos de los demás, entonces pensábamos que no íbamos a poder lograr sacarlo antes de tres años y lo que dijo Marcelo fue: “lo único que tenemos que hacer es estar bien ensayados y tocar bien, nada más que eso, y el disco puede salir, perfectamente, el año que viene”. Y fue lo que hicimos.
Últimamente están teniendo una continuidad, en cuanto a shows y a discos que no tenían hace diez años, por ejemplo ¿Cúanto les facilita eso el momento de hacer canciones?
José: En realidad, a la hora de hacer canciones, no creo porque hace diez años, también, había un montón de canciones. Lo que cambió fue la manera de pararnos frente a la vida, básicamente, y tomar en cuenta que estaba bueno trabajar de otro modo y hacer hincapié en las nuevas canciones. Nosotros vivíamos enfocándonos en los shows y hacíamos tres o cuatro shows diferentes por año. Ahora, sabemos que podemos hacer las dos cosas a la vez, entonces lo que hicimos fue: ésas canciones que están ahí, que hace tanto que tenemos, hagamos un disco ya, porque tenemos las canciones para hacerlo. Y nos concentramos, hicimos el disco, fue mucho más rápido que los anteriores y pensamos seguir con este ritmo y esta frecuencia siempre que no pase nada anormal.
Y a la hora de componer ¿retoman desde donde dejaron o arrancan de cero?
José: No. A la hora de componer, arrancamos de cero. De hecho, intentamos no traer al ruedo ninguna canción que antes haya pasado por la banda; siempre hay alguna que se cuela, pero no suele pasar eso. A veces, cuando las canciones no quedan dentro de los discos no es por un problema de composición sino por un tema de estética. Entonces, capaz que una canción que está terminada, en este caso “Arco” estaba bien cerca del final, pero había quedado fuera de “Nidal” por un tema estético, digamos, que esa canción no calzaba dentro del disco. Pero la canción ya estaba, capaz que había que reverla un poco, pero no era que había algo que no funcionó. Cuando no funcionan, por lo general, las descartamos y la sacamos de plano.
Cuando vos estás tocando cuatro años el mismo disco, que no son sólo esas canciones porque tenemos ocho discos, hoy en día, o sea, tenemos ciento y pico de canciones para tocar, pero no es suficiente a tocar algo nuevo porque, como cada disco lo encaramos de una forma diferente, en una situación diferente, nosotros estamos diferentes porque vamos creciendo, hay hijos que crecen también, hay gente que muere… hay un montón de cosas que te cambian el universo que está bueno que queden plasmadas en un disco. Entonces, no tiene por qué pasar tanto tiempo para el próximo disco. Pedro Dalton
Escuchando el disco, encuentro varios momentos que te llevan a “Nidal”. ¿Se puede decir que “Nidal” marcó el rumbo de lo que se venía en este disco?
Pedro: Yo creo que cada disco marca lo que va a ser el siguiente sin que nos demos cuenta. La idea de este disco era tratar de sacar un disco antes de que pasaran dos años. Sencillamente, era eso. Lo que está pasando, que se empezó a gestar en “Nidal”, es: José componiendo, José se compra una guitarra y compone con la guitarra, yo también, meto alguna canción, Marcelo y “el Topo” (Gustavo Antuña, guitarrista) pasan a aflojarse un poco y a ver cómo trabajan nuestras canciones. Y eso nos da una riqueza, que yo creo que la razón por la cual nos damos cuenta que estuvo bueno haber dado este paso es porque, a nosotros, un disco nuevo nos genera toda una emoción que es la misma emoción que se le genera a la gente, al público, que es algo nuevo. Entonces, ya se genera un mundo nuevo. Cuando vos estás tocando cuatro años el mismo disco, que no son sólo esas canciones porque tenemos ocho discos, hoy en día, o sea, tenemos ciento y pico de canciones para tocar, pero no es suficiente a tocar algo nuevo porque, como cada disco lo encaramos de una forma diferente, en una situación diferente, nosotros estamos diferentes porque vamos creciendo, hay hijos que crecen también, hay gente que muere… hay un montón de cosas que te cambian el universo que está bueno que queden plasmadas en un disco. Entonces, no tiene por qué pasar tanto tiempo para el próximo disco. Capaz que te digo esto y el próximo disco sale dentro de cuatro años porque nos pinta, yo que sé, una gira por Europa…Ojalá que suceda eso y que por eso no podamos grabar. Ahora, si estamos acá, es tanta la riqueza de comunicación, de aprendizaje y sobre todo emocional que te produce un disco nuevo que perdérselo es de giles.
Para este disco volvieron a trabajar con Gastón Ackerman en la producción ¿Qué trajo de vuelta?
José: Gastón trajo un universo increíble, realmente. Con Gastón sí, retomamos en donde habíamos dejado. Con Gastón, habíamos dejado en un disco que nosotros no estábamos del todo convencidos de lo que había pasado, pero más que por él, por nosotros. Creemos que el “Uno con uno…” podría haber sido mejorable si hubiéramos trabajado de otro modo. A la vez, trabajamos así y ése es el disco y, tal vez, si hubiéramos trabajado de otro modo, en lugar de ser mejorable, sería otro disco que podría ser peor. Son todos escenarios posibles, digamos. Pero, Gastón hizo maravillas. Fue Messi en este disco, realmente…
Hay un sonido, particularmente en tu caso, de la batería, que remite a los discos anteriores grabados con Gastón Ackerman
José: Si, es muy probable. Gastón es muy minucioso y aparte es un tipo que tiene un conocimiento musical tal y es un tipo que se adecua a las situaciones. Él cambiaría un montón de cosas, me pondriá otro tambor, o sea, haría otras cosas. Pero con ese sonido que es el que yo quiero, Gastón hace lo que se escucha en el disco, que, para nosotros sería casi imposible de lograr por nuestra cuenta. Entonces, lo que hace Gastón con respecto a las baterías es increíble, pero con respecto a todos los instrumentos, es un tipo muy minucioso, que estudia constantemente y se toma sumamente en serio el papel que le dimos.
¿Cuáles fueron los disparadores temáticos de las letras para éste disco?
Pedro: El más importante yo creo, porque entrevista tras entrevista me voy convenciendo de cosas, porque no es algo que me plantee mucho eso del disparador temático, y por entrar a re escuchar, el disco lo estoy escuchando pila en este momento, canciones por separado incluso y yo creo que, para mí, la savia de la historia fue el tema de estar distendido. De escribir cuando tenía ganas, de no forzarme, de jugar, también, a veces con forzarme a escribir aunque no tenga ganas de escribir, de escuchar mucho la música, de mostrar letras y que planteen una visión diferente a la mía (eso pasó con los títulos de las canciones). El disparador, para mí, en este disco fue el darse cuenta de la vida, también, de lo que estás viviendo, de lo que estás atravesando, entonces, al estar un poco más mirando para adentro pero viviendo el afuera, fue algo que, a mí, me abrió un lugar en el cual lo único que tengo que hacer es lo que hace cualquier cuentista o cualquier novelista, de simplemente relatar un hecho, una anécdota, una visión, una esperanza o lo que sea. Simplemente relatarlo con palabras sinceras y sencillas y, para mí, este disco está escrito re sencillo.
Hace poco tocaron en Montevideo Rock y como que se terminó con el mito de que Buenos Muchachos no es una banda para festivales sino para lugares chicos y cerrados ¿Cómo lo sintieron ustedes?
Pedro: Creo que, para nosotros, fue como el primer festival donde pudimos ser Buenos Muchachos. Pero, a la vez, te digo que, más allá del mito ese que hay, ese mito, también existe porque a nosotros nos gustan los lugares con techo, en general ¿Por qué? Porque, nuestra música, creemos que tiene como cierta intimidad que creemos que en un espacio tan abierto y tan grande se pierde. Lo que pasó en Montevideo Rock fue que el escenario estaba a una altura que se veía hasta la última fila que había de gente y, entonces, sentimos como que llegamos hasta la última fila. Para mí, en ese festival fue como que se armó un techo imaginario en el cual estábamos todos debajo del mismo cielo, estábamos todos juntos, casi como hasta en comunión. Lo sentí así porque la gente estaba re tranquila mirando para adelante y viéndonos.
Siempre nuestra idea en los festivales era salir y, en cuarenta minutos, intentar romper todo, como nosotros lo podemos hacer, no somos los Stooges ¿no? romper todo a nuestro nivel, pero hacer un show muy potente, sin espacio entre temas, como dar una patada, pero que tenía como algo de rabioso aunque no estuviéramos enojados. Era algo como ‘este lugar no es para nosotros’ y, creo que ahora, un poco más adultos, nosotros estamos con una seguridad en nosotros mismos que hicimos (en Montevideo Rock) el show que queríamos hacer, seguros de que nosotros lo vamos a hacer bárbaro y, después, no importa el resto. José Nozar
El clima se generó igual…
Pedro: Es que, imaginate que eso es algo re difícil que suceda en un festival donde hay tantas bandas, donde las bandas son diferentes entre sí y donde en general se tiende como al jolgorio, al baile, a la bandera, al agite, al pogo y sí, somos una banda difícil que calce en ese ambiente y, en general, en los festivales nosotros tocábamos sets muy cortos, de canciones al palo con alguna climática (porque si no nos sentimos mal de tocar solamente al palo) porque nosotros tenemos una parte climática que, te guste o no te guste, la vamos a tocar porque si no consideramos que no terminamos de tocar. Y lo que sucedió en Montevideo Rock fue que hicimos un show como si fuera una especie de Trastienda o Teatro de Verano solos, como si estuviéramos solos.
José: Sí, pasa eso. Nosotros somos una banda que tenemos muchísimas dinámicas. Vamos desde cosas con un volumen muy pequeño a cosas con mucho volumen y eso, en un festival, es difícil de representar. En algún festival nos había ido bien, nos había ido bien desde nuestro punto de vista, porque, en otros, ni siquiera desde nuestro punto de vista. Hubo un par: el primero que se hizo afuera del Centenario, de La X, en ése nos fue muy bien; en el de La X con rayos, también nos fue muy bien, fue una noche especial, más allá de que fue especial por el clima y, capaz, que en algún Pilsen Rock. Pero siempre nuestra idea en los festivales era salir y, en cuarenta minutos, intentar romper todo, como nosotros lo podemos hacer, no somos los Stooges ¿no? romper todo a nuestro nivel, pero hacer un show muy potente, sin espacio entre temas, como dar una patada, pero que tenía como algo de rabioso aunque no estuviéramos enojados. Era algo como “este lugar no es para nosotros” y, creo que ahora, un poco más adultos, nosotros estamos con una seguridad en nosotros mismos que hicimos el show que queríamos hacer, seguros de que nosotros lo vamos a hacer bárbaro y, después, no importa el resto. No tenemos que estar enojados con nadie o porque somos una banda diferente tenemos que mostrar tal cosa. No, queremos mostrar que podemos estar a la altura y creo que eso fue lo que funcionó y terminó saliendo bárbaro porque nos tenemos confianza en nosotros mismos.
Aparte evitaron los hits
José: Evitamos todos los hits. No tocamos “He never…”, no tocamos “Beefheart”, no tocamos “Cecilia”, no tocamos “Sin hogar”, no quisimos tocar ningún hit. Eso fue premeditado e igual funcionó bien. Ésa fue la parte, si querés, más como de desmarque. Si nos quieren escuchar, escúchennos. Nada de andar cantando y coreando, no nos interesa… Es muy lindo el momento que todos corean en un festival, pero capaz que hay otras cosas más importantes en la música que eso.
Para terminar… por un tiempo éste va a ser “el último disco” pero ¿cómo creen que va a quedar en el recuerdo? ¿Como el disco de la acuarela? ¿Como el número 8?
Pedro: “El disco de la acuarela” está bueno…puede ser, también, “El disco 8 de los Buenos”…No va mucho más allá de lo que acabás de decir.
José: Y…#8 porque en los streaming le tenemos que poner algo porque no puede no tener nombre y no queremos que se asocie el nombre a Buenos Muchachos en cuanto a nombre de disco. No queremos que a nadie se le ocurra que el disco se llama “Buenos Muchachos”, entonces, se va a terminar llamando “#8” me parece, pero no tiene nombre.
Buenos Muchachos se presentan los próximos 28, 29 y 30, a las 22:00 hs en Bluzz Live. Las entradas (sólo disponibles para la fecha del 30) están a la venta a través del sistema Tickantel.