Con “Aguafiestas”, su primer álbum, Arquero confirmó el muy buen trabajo que ya venía realizando como integrante de Los Buenos Modales. El rapero nacido en Sevilla y criado entre España y Uruguay, dispara sus rimas sobre una gran diversidad de ritmos que van desde el rap más clásico hasta la electrónica, redondeando su trabajo con irreverentes video clips y sólidas actuaciones en vivo, posicionándose, así, como uno de los nuevos referentes del Hip Hop local. El próximo sábado 1° de junio, a las 21 hs. Arquero presentará oficialmente “Aguafiestas” en la Sala Hugo Balzo del Auditorio Nacional del SODRE con localidades agotas y, en la previa del show, conversamos con él.
Por Liber Aicardi
¿Cómo fueron tus inicios en el Hip Hop?
Dentro del Hip Hop, las dos ramas que abarqué, una profundamente, que es el rap, y la otra, por arriba, fue el graffitti. Arranqué por esas dos. Arranqué por el rap primero, después, me colgó el graffitti, estuve unos años pintando, eso todo en Sevilla, tendría 13 o 14 años cuando pintaba, hasta los 16, aproximadamente. Mis comienzos fueron por ahí, después, me di cuenta que era malísimo pintando (risas) y me dediqué a meterle a la música. Pero, arranqué bastante solo, fue, más bien, una veta mía, no me juntaba tampoco en un círculo de raperos. Simplemente, de escuchar discos y escribir canciones como podía, vivía en la mía y escribía desde mi cuartito.
¿Cómo fue la recepción entre tus colegas?
Yo llegué y grabé un demo de cuatro temas que se llamaba “Obras Póstumas” y, a partir de ese material, lo subí a las redes y me contactó alguna gente, me acuerdo, en ese momento MK y Hache Souza y, a raíz de eso, nos hicimos conocidos, amigos. Un poco, por ahí, fui conociendo al resto de artistas de acá. Al principio, fue un poco más complicado, con cosas tipo “este gallego” o “se hace el gallego”, pero, de a poco me fui metiendo en la escena. Yo tenía muchos temas con Hache, y después, hice un disco “Aspero”. Luego vinieron Los Buenos Modales y, ahí, me empezó a escuchar mucha más gente. Tengo una serie de videos que se llamaba “Reset”, que, ahí, empecé a notar que había una base de oyentes que me quería oír a mí, que tenía una especie de público y con “Aguafiestas” fue un boom, tal y como lo había planeado (risas). Está muy de moda decir “no me lo esperaba” y ese tipo de cosas, pero, yo peleé para eso. No desde el lado de hacer canciones para que la peguen, sí, por el lado de cuidar el arte, una vez que tenía el producto armado, venderlo de la mejor forma. Cuando escribo me olvido de “la empresa”, pero una vez que tengo las cosas hechas veo cómo voy a hacer para traficarlo (risas). La verdad que salió muy bien y le seguimos dando vida. Es importante al disco seguir dándole vida, seguir generando contenidos y shows que estén buenos y que hagan ruido para que la gente pueda seguir escuchando el disco.
Cuando comenzaste con el proyecto Arquero ¿tenías claro qué querías hacer musicalmente?
Yo, más que el proyecto Arquero, tenía en mente que debía un disco. A la gente, en cierta forma, y a mí mismo, me debía un disco, un disco completo que sentara una especie de cimiento para lo que iba a ser después. Creo que es un disco súper versátil y como dice el estribillo “Lo dije todo, no me guarde nada” que es lo primero que se escucha en el disco, quise abarcar todo lo que era yo como persona para que vieran a Diego, detrás de todo esto. Era un disco necesario. Yo no sé si tenía claro desde el punto de vista musical. Sí, sabía que tenía que ser un disco redondo, que no tenía que ser un experimento, que fuera algo conciso, y me diera pie para, después, hacer otras cosas. Y si, dentro de diez años sigo haciendo música, todavía se pueda ir a este disco.
Yo, más que el proyecto Arquero, tenía en mente que debía un disco. A la gente, en cierta forma, y a mí mismo, me debía un disco, un disco completo que sentara una especie de cimiento para lo que iba a ser después. Creo que es un disco súper versátil y como dice el estribillo “Lo dije todo, no me guarde nada” que es lo primero que se escucha en el disco. Quise abarcar todo lo que era yo como persona.
Y a la hora de escribir ¿lograste separarte de la composición para Los Buenos Modales?
Totalmente. Es gracioso porque las letras de Los Buenos Modales las hice re en joda. No me puse mucha presión, lo hice medio divirtiéndome y salió algo que fue súper exitoso pero, sí, esto fue un trabajo en el que yo tenía que ser honesto, que tenía que reflejar mi persona, que no era lo mismo que para Los Buenos Modales, que era una especie de banda para divertirnos y fue un trabajo totalmente distinto. Yo volví de Inglaterra, que estuve viviendo tres meses allá, y, cuando volví, no tenía nada para hacer y dije “éste es el momento”. Me separé totalmente. Una cosa es el Yo más descontracturado y otra cosa es esto. Yo tenía clarísimo que tenía que hacer un disco de esa forma. Me ponía la alarma para despertarme para escribir el disco y lo escribí en un mes y poco. Fui pidiendo instrumentales, fui a beatmakers amigos míos, reuní un montón y quedaron algunos y salió el disco. Fue un proceso re distinto y súper introspectivo y, también, de frustración que no hubo con Los Buenos Modales, de decir “esto es horrible” o haber estado un día entero y haber escrito tres frases. Mucho enojo, mucha frustración y, a raíz de eso salió.
¿Sentís que “Aguafiestas” define tu identidad musical?
Sí, totalmente. Mi identidad musical es más amplia de lo que dejé en el disco y, ojalá, cada vez lo sea más. Pero, a grosso modo, sí. Se me quedó algo afuera, porque quería que fuera un disco de rap, alguna canción que no quedó buena, después, al grabarla y no me cerraba. Pero, sí. Con el tiempo, me he dado cuenta que mi parte rapera es muy popera, también, en el buen sentido de la palabra “pop” (que no sé porque está bastardeada, la verdad). A mí me gustan desde cosas súper oscuras hasta cosas que se te quedan en la cabeza. La melodía simple que podés tararear, para mí es algo bueno, aunque hay gente que lo ve como un defecto.
¿Tuviste buena recepción del público fuera del género?
Justamente, era eso lo que buscaba. Yo no tengo ganas de hacer rap exclusivamente para raperos, ni quiero dejar de lado el rap en sí. Entonces, intento hacer algo que le pueda gustar al que no es del palo y que la gente que sí es rapera diga “este tipo está rimando bien”. Yo no tengo problemas en hacer una canción de reggaetón, pero sí quiero tener buenas rimas, quiero tener buen flow. A mí, mientras tu técnica de rapeo, en todos los aspectos, esté buena, el resto es un instrumental, no tengo ningún problema.
Hay raperos jóvenes que no saben lo que es AGADU, lo que es SUDEI, entonces, hay que enterarse, también, cómo funciona esto, qué cosas hay detrás, porque, la verdad, con talento sólo es muy difícil. Tiene que haber una cuota de trabajo bien dirigido, y, para eso, tenés que entender cómo funciona todo lo que hay detrás de una industria musical.
¿Cómo viviste el Montevideo Hip Hop?
El Montevideo Hip Hop me pareció de los mejores toques, aparte del evento en sí que estuvo buenísimo. Me pareció de los mejores toques que he vivido y de las mejores reacciones de la gente, y, además, en un lugar como el Teatro de verano que siempre le tuve ganas de estar ahí. Lo viví contentísimo de algo que ya sabía que iba a pasar, me parece que fue muy emotivo, muy lindo. Es de esos toques que te van a quedar para siempre. Y me parece que estaban buenísimas las bandas, para mí, era obvio que se agotaran las entradas. Estamos hablando de un cartel de bandas que, ya, solas habían llenado Trastiendas. Eran bandas grandes, a mí me parece que estaba para llenar un Teatro o capaz que dos (risas). Yo siempre optimista, pero si sólo Dostrescinco han llenado La Trastienda, Los Buenos Modales tenemos muchísimos seguidores, AFC tiene muchísimo público, latejapride* tiene mucho público, ya partiendo de esa base, era muy difícil que no se llenara y estuvo buenísimo.
¿Cómo crees que el Hip Hop puede capitalizar este momento?
Yo creo que eso es un trabajo personal de cada uno. Somos empresas, en cierto modo… ¡bah! mercaditos, somos mercaditos (risas). Es cuidar lo que hacés. Yo no soy un purista que le guste hablar del género Hip Hop como un conglomerado, que se mueve uniformemente. Yo creo que hay bandas que van a seguir adelante y otras que no, como todas las cosas. Para capitalizarlo, por ejemplo, tenés que informarte. Hay raperos jóvenes que no saben lo que es AGADU, lo que es SUDEI, entonces, hay que enterarse, también cómo funciona esto, qué cosas hay detrás, porque, la verdad, con talento sólo, es muy difícil. Tiene que haber una cuota de trabajo bien dirigido, y, para eso, tenés que entender cómo funciona todo lo que hay detrás de una industria musical, trabajadores en la música, desde un manager, desde stages, los que te hacen luces, el sonido… Los raperos tienen que ir aprendiendo eso, y muchos ya lo estamos aprendiendo. Obviamente Dostrescinco, obviamente AFC, obviamente lateja, pero, capaz que hay otros que no. Y a eso hay que ir apuntando, a profesionalizarse porque estás vendiendo un show, hay que hacer algo vistoso y lindo para la gente. Vos podés ser el mejor rapero del mundo pero, si tu micro anda como el orto, nadie se va a enterar y, un poco, es eso.
¿Cómo estás preparando el show en la Sala Hugo Balzo?
Lo estoy preparando como nunca he preparado un toque. Tenemos unas muy buenas ideas previas y, también, pensando mucho en la puesta en escena. Queremos hacer un show con una temática bastante definida. Va a haber un montón de invitados, va a estar Juan Campodónico de invitado, con él vamos a hacer el tema nuevo que tenemos juntos, va a estar Ernesto Tabárez, va a estar mi hermana Juli, que vamos a reversionar una canción de manera acústica. Después, va a estar Berna, Hache Souza y Joel, que es otro amigo que rapea, con el que hicimos un tema que no sacamos, todavía. Va a ser un repertorio largo, va a ser un show. Voy a vivirlo de manera bastante especial, ya tengo ganas de ver cómo me siento ahí. Es algo que nunca he hecho y soy optimista con el resultado porque estamos intentando que sorprenda y estamos metiéndole mucho para sorprender.