Actualmente, Alfonsina se encuentra terminando de grabar su tercer álbum, el primero en casi tres años. Esto no implica que la música y compositora no haya permanecido en movimiento. Se presentó en escenarios nacionales e internacionales, colaboró en temas de una gran cantidad de artistas, en 2019 publicó el single “No te voy a olvidar” y, hace unas pocas semanas atrás, lanzó “Contigo”, primer adelanto del disco que se viene, donde se muestra realizando un nuevo viraje musical. Además, en junio próximo formará parte de la representación uruguaya en el festival Primavera Sound a realizarse en Barcelona. Del nuevo material, del intercambio con otros artistas y de la experiencia sumada en los shows internacionales, conversamos con ella en la entrevista que compartimos a continuación.
Por Liber Aicardi
Hace un año atrás, en la entrevista anterior, me definías tu nuevo material como “selvático, salvaje y poderoso” ¿Se mantiene ese rumbo?
Ese rumbo, sí, creo que se mantiene. En realidad, ahora salió el primer single que se llama “Contigo” y, si vos escuchás, hay una parte como de coro (canta) como entre la “o” y la “a”, una manera de cantar medio extraña, que está un poco cerca de ser palabra, pero no es palabra, es un sonido; sencillamente un sonido que, un poco, para mí alude a un llamado (que no es de la canción entera), alude a un llamado a la comunión y a un llamado como a la tribu global, creo yo. Sí, sigue teniendo ese tinte como tribal.
Hay una distancia musical respecto a “No te voy a olvidar”, el single que habías lanzado el año pasado ¿no?
“No te voy a olvidar” fue algo que unía, me parece, mi primer disco con el segundo y con el tercero. O sea, es como un puente entre tres partes. “No te voy a olvidar” tiene, ya, una instrumentación entre electrónica y orgánica, al igual que tiene, por ejemplo, “Contigo”, por lo menos en la parte rítmica. Pero, también, escuchás los coros que están arreglando la canción (canta), que están decorando la canción, y vienen en todo este trabajo. En “Contigo” está, y en todos los otros temas del disco nuevo, también está. Como que ciertos motivos vocales en la producción, hoy, forman parte de mi lenguaje nuevo. Sin embargo, “No te voy a olvidar” tiene una poesía más parecida a lo que era mi primer álbum. A su vez, se asemeja al segundo álbum, también, por cuestiones de producción; y al tercer álbum, también, por cuestiones de producción.
Me llamó la atención que no me nombraras como primer single a “No te voy a olvidar”…
Sí, quedó como en el medio. Es una canción que quedó como entre mundos y, hoy día, estoy parada en un mundo nuevo. “Contigo” es una canción, ya, del mundo nuevo.
¿Eso tiene que ver con las colaboraciones y tu incursión en géneros que, hasta este momento, no habías abordado, como el rap, por ejemplo?
Esta cuestión de las colaboraciones creo que es algo a lo que me he podido sumar porque se ha abierto en el mundo de la música. Globalmente ¿no? Las colaboraciones, hoy en día, son mucho más comunes que antes. Y eso es una forma de unir fuerzas, de inspirarse mutuamente, de sumar creatividades. Es algo muy bonito y que suma mucho. Yo me he ido juntando con los artistas de acá y haciendo colaboraciones, también, de una manera muy orgánica. No es que yo lo haya pensado, sino que me fueron invitando, o fui invitando, y se dieron muy orgánicamente. En el álbum yo no tengo muchos featurings, la verdad, porque, al hacer un álbum yo planteo un universo que ya vaya sólido por sí mismo y, después, de repente, en versiones o en temas sueltos, quizás haga más featurings. Disfruto mucho hacerlo con otros artistas. Y el tema de participar en el rap y todo eso, a mí me causa un poco de gracia cuando se sorprenden porque pienso “si supieran de dónde vengo…” Yo crecí escuchando MTV y, en MTV se escuchaba rap a mansalva. El primer track con el que yo entendí lo que era la producción musical fue “Touch it” de Busta Rhymes, dije “esto es música, pero, esto no es un instrumento, la canción funciona porque ese ritmo está sucediendo”. Ahí yo entendí lo que es la producción y es el hip hop. Y, también, todas las producciones de Pharrell (Williams) ¿cuánto tienen que ver conmigo? Un montonazo. Esa manera de concebir la música de Pharrell o de Timbaland… La música que, también, de guachos (o guaches) escuchamos que está en mi cabeza y, también, la sumatoria de la música electrónica y de todo lo que he consumido y que es, desde música instrumental de Sabu Martinez, escuchar un percusionista construir desde el lenguaje de la brujería con tambores, a bossa nova, a tecno, a hip hop. El hip hop re está adentro mío; para mí, es súper natural hacer hip hop. Y tener la oportunidad de hacerlo con mis colegas que están en mi país, que además, están revolucionando mucho la escena, para mí, es una satisfacción total. El tema que hicimos con Joel (N de R: el rapero JoelAlva13 y la canción “No sé”) es uno de mis favoritos.
Da la impresión que vos fuiste absorbiendo de las distintas colaboraciones que hiciste, lo trajiste a tu mundo y ahora lo estás desarrollando ¿Es así?
Totalmente. Y eso empezó cuando nací y va a terminar cuando me muera (se ríe). Voy absorbiendo y devolviendo. Absorbo, observo, veo cuál es el aporte que puedo hacer… no solamente veo, siento. Si siento que hay un aporte que puedo hacer, me lanzo; si no hay una aporte que pueda hacer, no me lanzo. Si un artista me viene con la oportunidad y me dice “quiero hacer esta canción contigo ¿qué te inspira esto?” sale eso como muy natural.
Las colaboraciones, hoy en día, son mucho más comunes que antes. Y eso es una forma de unir fuerzas, de inspirarse mutuamente, de sumar creatividades. Es algo muy bonito y que suma mucho. Yo me he ido juntando con los artistas de acá y haciendo colaboraciones, también, de una manera muy orgánica. No es que yo lo haya pensado, sino que me fueron invitando, o fui invitando, y se dieron muy orgánicamente.
¿En qué etapa estás del nuevo disco actualmente?
Concretando, terminando de grabar. Después, te lleva re mil horas editar, poner en su lugar cada cosita, colorear por acá, colorear por allá…
¿Te pusiste más obsesiva con el tiempo?
No, por el contrario. Fui muy obsesiva en “Pactos” y en este álbum, las cosas están bastante claras, yo me siento bastante clara y, también, abierta. Estoy trabajando mucho con Luis Angelero (músico y productor), con quien estamos editando y grabamos algunas cosas y nos damos ideas. Mientras, estoy preparando shows, entonces, se van sumando cosas de la banda. Tengo la suerte de tener un equipo muy alucinante, entonces, no me siento muy rígida. Me siento como que yo tengo una visión, la visión es clara y, también, es permeable.
Sin duda, hemos crecido como show en vivo, hemos crecido como banda, somos cinco músicos en el escenario, más una artista visual, que cada vez estamos más sólidos. Me gusta que seamos músicos, o sea, no son pistas sonando por un parlante, son músicos dándolo todo en el momento, tocando, ensamblados, disfrutando.
En junio vas a tocar en el marco del festival Primavera Sound, en Barcelona ¿Cuáles son tus expectativas?
Me da mucha alegría porque el año pasado estuve en el Primavera Sound, particularmente, porque me pareció que era la oportunidad de la vida de escuchar a Erikah Badu en vivo. Me llevé unas experiencias increíbles y poder tocar ahí es precioso, una oportunidad que me pone muy contenta poder viajar con toda la banda. Lo hemos hecho, ya, tocamos en Brasil en el Estadio Arena Das Dunas, tocamos en Lollapalooza en Buenos Aires y, como que cada show nos va preparando un poquito más y espero que en este podamos volar la cabeza a nivel internacional con algo uruguayo.
¿Todos los shows que hiciste con “Pactos” te dieron un mejor abordaje para este tipo de shows?
Seguro, sin duda. Sin duda, hemos crecido como show en vivo, hemos crecido como banda, somos cinco músicos en el escenario más una artista visual, cada vez estamos más sólidos. Me gusta que seamos músicos, o sea, no son pistas sonando por un parlante, son músicos dándolo todo en el momento, tocando, ensamblados, disfrutando. Yo me siento muy feliz de eso y de que hemos podido tener todo ese entrenamiento internacional de tocar donde, de repente, llegás y te faltan la mitad de las cosas y te tenés que manejar… una noche sonás como Nirvana, otra noche sonás Hi-Fi, o que en shows internacionales algo no te funcione, y todo eso nos ha ido entrenando. Como que ya todos los cucos están superados y, ahora, es como “tenemos todo esto aprendido, vamo’ arriba, damos lo mejor que tenemos y, si hay cosas fuera de nuestro control (siempre), que así sea”.
En pocos días te vas a presentar en Inmigrantes ¿vas a adelantar material nuevo?
Voy a adelantar, sí. Estamos viendo cuánto adelantamos, porque yo, a veces, me paso y quiero mostrar un montón de cosas nuevas que tenemos que son del álbum nuevo pero, después, la gente quiere ir a escucharlas a su casa y no puede. Por eso está bueno, que vengan y lo vean en vivo, que no lo filmen, ni nada y que quede ahí, como un secreto, entre nosotros de lo que, sí, nos vamos a llevar para España y que va a salir en el disco.