Pedro Dalton: “Chillan Las Bestias es como una banda de ésas que dan para toda la vida”

“Casi Farsante” es el título del nuevo álbum de la banda rioplatense Chillan Las Bestias, el primero en cuatro años. Este tercer trabajo muestra un potencial nuevo rumbo en la carrera de los liderados por el multifacético Pedro Dalton. Ya, de pique, es el primero que lleva nombre, marcando una diferencia con los dos anteriores (ambos conocidos por las bestias ilustradas por el cantante en sus respectivas carátulas), al tiempo que propone nuevas variantes a nivel musical. En estas nuevas composiciones aflora un costado más rítmico y dinámico que los Chillan no habían explorado tan abiertamente hasta el presente. Además, en los últimos días se publicó, por el momento sólo en la vecina orilla, un cancionero del grupo con las letras de su discografía y las ilustraciones del bestiario concebido por Dalton. A propósito de la edición el nuevo disco, conversamos con él, en la entrevista que te compartimos a continuación.

Por Liber Aicardi

Foto: Paul Hernández

¿Como viviste el lanzamiento de este álbum en este contexto tan particular?
La verdad es que primero es un lanzamiento sólo en formato digital, lo cual ya es raro para mí y, después, también, sin poder festejar con los muchachos. Están del otro lado del charco, no los puedo ver, no podemos juntarnos para festejar ni nada. Así que fue diferente, pero, dentro de todo, con lo positivo que tiene lanzar un disco nuevo.

Hace un año, en la entrevista anterior, me contabas que estaban produciendo el material y que estaba casi listo. ¿Qué pasó que se demoró tanto?
Nosotros, en agosto del año pasado teníamos casi todo grabado, faltaban grabar tres canciones que las grabamos en setiembre, si no me equivoco. Habíamos grabado una primera instancia en los estudios ION, como solíamos hacer y, después, pasamos a otro estudio más chico y grabamos tres canciones que nos quedaban en el tintero y ahí sí cerramos. Después vino todo el momento de la mezcla, que se demoró un montón, y después, sí, quedaban unos retoques que fue lo que decidimos terminar en marzo. Ahí hablamos como que estaría bueno terminar y editar, hablamos con Bizarro, mail va, mail viene, fuimos ajustando lo que creíamos que era necesario y, después, se masterizó y se publicó. Todo lleva su tiempo, y más de esta manera.

“Casi Farsante” marca una diferencia con los dos trabajos anteriores. Ya, de entrada, es el primer disco de Chillan que tiene nombre ¿Cómo se dio eso?
Básicamente, nosotros siempre tuvimos la idea de hacer una trilogía de tres discos que no tuvieran nombre, que fueran en blanco y negro, con un animal diferente en cada tapa donde la gente se apropiara de eso y le llamara la atención. El primero sería “el de la vaca”, el segundo sería “el del Mono” y el tercero seria “el del cuervo”, que es éste ¿no? Esa era como la idea. El tema es que, con el fallecimiento de Marcelo Chiachiare, guitarrista de la banda, con él habíamos hecho unas maquetas de las seis primeras canciones que grabamos. Después, hay dos temas que son de él, “C.A.B.A.” y “Hangar”. Al truncarse eso, tuvimos un tiempo en la vuelta, tocando con Luis Filippelli, que es el guitarrista actual, y viendo cómo íbamos a hacer. Finalmente, terminamos metiéndonos en el estudio, grabamos los seis temas esos de vuelta y decidimos cómo cerrar el ciclo y en lugar de ser una trilogía, que los dos primeros discos fueran como parte de un dúo y el tercero como que libera ese dúo, entonces decidimos ponerle nombre como para diferenciarlo de los otros dos con el nombre de “Casi Farsante”.

Ya que mencionaste “Hangar” ¿necesitabas, en lo personal, escribir una letra así para esta canción?
Sí, sí. Es como absolutamente karmática. En el caso de “Hangar”, lo que hago, más bien, es transmitir lo que me pasó a mí, a diferencia de “Barco hermanito” que hacemos con Buenos Muchachos, que es más otra cosa, como el deseo de que esté en un mejor lugar, nada más. Son diferentes las dos y las dos son sobre Marcelo (Chiachiare). La de Chillan, seguro, que iba a ser más removedora en el sentido que era alguien de la banda y necesitaba hacerla de esa manera ¿viste? Quizás sea un poco triste, quizás sea un poco dura, por momentos, pero está bueno entrar en ese mundo también desde un lugar como de aceptación y desde un lugar de dolor ¿no?, que es lo que le pasa a uno cuando se le muere un amigo.

Y más aún cuando, a veces, quienes escriben canciones lo hacen sobre situaciones que no son, necesariamente, reales. Acá pasaste por la experiencia concreta…
Si, aparte, “Hangar” es una canción re particular porque me acuerdo que con Marcelo salimos de un ensayo de los Chillan y nos fuimos a su casa (yo estaba quedándome en el apartamento de él) y nos conectamos a los equipos que tenía ahí, en la casa, y empezamos a tocarla despacito (porque era tarde) y dije “bó, vamos a grabarla”. Y me acuerdo que la grabamos con la tablet de él dada vuelta, me acuerdo, porque ya no tenía para grabar sino que tenía sólo para filmar, entoces filmamos pero con la cámara de cara a la pared para que no se viera imagen. Y esa versión la tengo. Era un poco diferente, no tenía letra en ese momento y tenía un remate final medio extraño, medio Doors, me acuerdo. Es una canción para mí súper removedora.

En mi caso particular, a cualquiera de las bandas con las que toque le pido eso, como que necesito que las bandas sean enriquecedoras constantemente. Si pasa algo afuera, que pase algo adentro, también, sino como que no tiene gracia seguir de largo. Para mí, hay días de sol, hay días de lluvia, hay de tormenta y días de calma; y todo eso tiene que estar en la música. Y, en general, con toda la gente que me junto a tocar, le pasa exactamente lo mismo.

¿Y también fue liberadora?
Si…. Igual, queda más trancada en removedora que liberadora. Creo que, en ese sentido, la de Buenos Muchachos es mucho más liberadora. Esta te deja un poco más quieto ¿viste? De hecho, nunca la tocamos en vivo esa canción, está la idea de tocarla de una vez y sacársela de arriba un poco y dejarla ahí… porque es de las que tienen más cantidad de escuchas también, es rarísimo. Nosotros pensamos que no iba a ser así, fue de las menos tratadas en el disco porque nos ponía triste. A mí no. Yo la escucho, a mí me hace bien, pero, no es fácil para otros y quedó medio ahí. Lo más seguro es que la toquemos una vez para darle energía y sacarla.

Este disco, además, tiene una dinámica distinta a los anteriores, es como más rítmico ¿lo sentís así?
Puede ser. Está más tratada la batería, pero, sobre todas las cosas hay como una mezcla diferente de la que veníamos haciendo. Hay, para mí, un tema de volumen en el violín y el piano que están muy presentes. Eso le dio una cosa, un sonido diferente a la banda que era algo muy necesario. También, por otro lado, es un disco más cancionero, más como de canciones no tan emparentadas entre sí, tiene algo de pop… Nosotros lo consideramos como un disco de pasaje a un lugar incierto, pero, como diferente a lo que veníamos haciendo. Y está bueno porque refresca y, de cierta manera, te hace seguir experimentando y buscado cosas nuevas. En mi caso particular, a cualquiera de las bandas con las que toque le pido eso, como que necesito que las bandas sean enriquecedoras constantemente. Si pasa algo afuera, que pase algo adentro, también, sino como que no tiene gracia seguir de largo. Para mí, hay días de sol, hay días de lluvia, hay de tormenta y días de calma; y todo eso tiene que estar en la música. Y, en general, con toda la gente que me junto a tocar le pasa exactamente lo mismo. En este disco, para mí, está súper definido el sonido pero no tanto la parte compositiva y es como algo fresco que sucede y está bueno. Y Luis, que es el guitarrista, en algún momento va a meter algo de él y va a cambiar la cabeza también. Es como una banda de ésas que, para mí, dan para toda la vida.

También está clara la evolución que ha tenido Chillan desde el primer disco, donde las composiciones, prácticamente, se basaban en poesía recitada sobre música.
Sí, sí. Totalmente. Es que no estamos más en ese lugar. Este es un disco de canciones y es algo que pasó y es algo que nos hizo mucha gracia, como que nos cayó muy bien el lugar a donde estamos llegando. Ir a buscar el pasado seria contraproducente, pero, igual, nunca vamos a renegar que eso también estaba bueno. A mí me gusta como recita Franco (Varesi, pianista), por ejemplo. A los demás les da más o menos igual, pero, a mí me encanta la voz del loco hablando y recitando, me parece que le queda muy bien a ciertos momentos de algunas canciones. En este disco no pasó eso, no hubo ese lugar ¿viste? Pero tampoco voy a forzar a que esté. Chillan tiene algo de experimental, algo de soltura de importa de que “es ahora, se hace y punto”, tiene poco estudio, para mí. Ellos están allá (en Bs As) y se ven más seguido y ensayan más seguido; no en este momento, obvio, pero cuando se puede sí.

Lo raro que está pasando con este disco, es que allá (en Bs. As.) está haciendo bastante ruido, bastante más de lo que esperábamos, porque está todo quieto ¿viste? Entonces, la gente, con cada cosa nueva que sale, está como loca, que quiere escucharla, quiere verla… Ellos están en cuarentena, no es como acá. Allá todo lo que sea literatura, lo que está en una pantalla, es bienvenido. Y si es nuevo mejor. Hicimos notas con todo el mundo, con Página 12, con Rollingstone, un montón de gente nos dio bola que le llamó la atención y está buenísimo.

Y en cuanto a las letras me dio la sensación que están menos encriptadas, son más claras en ese sentido ¿Puede ser?
Puede ser que haya algo de eso… La verdad, no fue pensado, hubieron un par de casos en particular de escribir como con cierto gesto de “dale, que salga lo que salga” y darle y no releer, por ejemplo. Es el caso de “El porrazo” por ejemplo. Esa canción fue escrita de una tirada y llegué allá y la grabé, y después tuve que grabar de vuelta la voz y corregir unas cositas pero quedó así. Lo mismo que la letra de “Casi farsante”, que encontré un personaje súper divertido y le di “de bomba”. Pero lo que vos me decís no es algo como pensado y no me había dado mucha cuenta.

¿Cómo le está yendo al disco en Argentina? Te lo pregunto, sobre todo, pensando en que, probablemente, tenga más repercusión acá que en allá.
No. Vos sabés que, justamente, lo raro que está pasando con este disco es que allá está haciendo bastante ruido, bastante más de lo que esperábamos. Sí, porque está todo quieto ¿viste? Entonces, la gente, con cada cosa nueva que sale, está como loca, que quiere escucharla, quiere verla… Ellos están en cuarentena, no es como acá. Allá todo lo que sea literatura, lo que está en una pantalla, es bienvenido. Y si es nuevo mejor. Hicimos notas con todo el mundo, con Página 12, con Rollingstone, un montón de gente nos dio bola que le llamó la atención y está buenísimo. Y tiene un montón de escuchas, ellos (el resto de la banda) están mirando la cantidad escuchas diarias y fue como bastante fuerte y sorprendente, raro para Chillan y, a la vez, una alegría. Era un año que sabíamos que no iba a pasar nada, pero, también sabíamos que si no sacábamos material este año, nadie iba a volver a hablar de Chillan Las Bestias. Lo único que podíamos generar era esto. Teníamos tremendo material terminado y pronto y había que sacarlo. Fue una buena decisión.

Chillan Las Bestias en La Trastienda MVD, diciembre 2019.
Foto: Paul Hernández
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