Nico Barcia revisita a los Chicos Eléctricos

A comienzos de la década del 90, el rock uruguayo se encontraba en un bajón importante respecto a la explosión que tuvo lugar a mediados de la década anterior. Montevideo Rock II había sentenciado a aquella movida, las principales bandas post-dictadura se habían separado y las que continuaban sonaban poco y nada en las radios. En ese contexto, surge una generación de bandas que comienzan a tocar en boliches tales como el mítico “Juntacadáveres” o “Amarillo” y que poco tenían que ver con el sonido de la generación anterior. Entre ellas, se encontraban los Chicos Eléctricos, banda visceral y provocadora que generaba tanto adhesiones como rechazos dentro del reducido circuito montevideano de la época. Estuvieron activos entre 1991 y 1999, dejando un legado de cinco discos y un status de banda de culto que ha crecido con el tiempo. Hoy, a casi veinte años de su separación, su ex cantante, Nico Barcia presentará un show revisitando la obra de la banda. Aunque no se trata de una reunión de los Chicos Eléctricos, seguramente será, para algunos, un reencuentro con una época cruda y salvaje de nuestro rock y, para otros la oportunidad de escuchar esos temas por primera vez en vivo. La banda que acompañará a Barcia está conformada por Luis Machado en guitarra, Nacho Echeverría en bajo y Juan Chao en batería, por más que algún ex Eléctrico también se subirá al escenario a compartir algunos temas. Antes del show que tendrá lugar el próximo sábado 9 en La Trastienda Samsung, conversamos con Nico Barcia, quien nos cuenta, entre otras cosas, los motivos que lo hicieron volver a tocar esas canciones, además de reflexionar sobre la constante inestabilidad que prevalecía en la banda.

Por Liber Aicardi

Si tuvieras que contarle a alguien que no conoció a los Chicos Eléctricos quiénes eran ¿cómo se los definirías?
Creo que me resultaría bastante fácil. Los definiría como una banda de Rock & Roll como las que yo considero que son una banda de Rock & Roll clásica, de unos “guachos” jóvenes que, en momentos de una chatura bastante grande, lograron juntarse y hacer una música que los ayudó a encontrar una identidad, a divertirse y también a divertir a otros. Así los definiría.

¿Considerás que son una banda de culto?
Sí, considero que sí, que Chicos Eléctricos son una banda de culto. Por ahí no me queda muy claro el concepto ¿viste que eso va cambiando en cada uno? Pero yo considero que una banda de culto es una banda que logra cierta transmisión oral sobre las cosas que ha hecho y que, sin una infraestructura grande, se asienta en el inconsciente de la gente, algo así. De hecho es una banda que, aún no habiendo sido reeditada nunca, ni habiendo tenido el interés de nadie durante toda su existencia y post-existencia, hoy por hoy, sigue vigente y no fue olvidada, ni la banda , ni sus canciones. Por el contrario, se ha redimensionado con el pasar del tiempo. Eso considero que es de culto.

¿Ustedes estaban fuera de tiempo y espacio?
Creo que, más que nada, de espacio seguro. Totalmente seguro. Y de tiempo, en Uruguay, también. Te lo aclaro porque tampoco creo que nosotros tocáramos una música que hayamos inventado. Teníamos influencia de música que ya existía mucho antes que nosotros, pero en otros lugares y que no habían llegado a acá, o muy poca gente conocía. Para acá sí, parecía algo totalmente novedoso, especialmente comparado con el rock que se hacía en Uruguay en esos tiempos. Pero en realidad, tocábamos música que se hacía en los 60s, en los 70s y estábamos en comienzos de los 90s.

Es posible que hubiera algo de auto boicot, no por “autoboicotear” la banda en sí, sino por una manera de ser que tuvimos, también en lo personal, cada uno. Capaz que vivíamos las cosas con una intensidad o de una manera, a veces, rozando lo autodestructivo

Los Chicos Eléctricos formaron parte de la generación “Juntacadáveres”, por ponerle una etiqueta, junto a Buenos Muchachos, La Hermana Menor, etc. que, unos más que otros, se han mantenido a lo largo de los años, cosa que ustedes no han podido hacer ¿Hubo algo de auto boicot que hizo que no pudieran seguir adelante?
Es posible que hubiera algo de auto boicot, no por “autoboicotear” la banda en sí, sino capaz, por una manera de ser que tuvimos, también en lo personal, cada uno. Capaz que vivíamos las cosas con una intensidad o de una manera, a veces, rozando lo audestructivo… bueno, éramos una banda “punkie”. Una banda punk no es algo que dura toda la vida, entonces, en ese aspecto, esa caracaterística “autoboictoera”, digamos, era también algo bastante acorde a la banda que éramos. Éramos una banda bastante salvaje, con una actitud bastante aguerrida, con una visión ácida de las cosas y que, en un momento, funcionó y en otro momento las cosas se pusieron de otra forma, y la banda, después de varias re-ediciones de la propia banda (la banda venía cambiando disco a disco) se iba desintegrando, se volvía a integrar, se desintegraba luego de otro disco, luego se desintegraba de vuelta, hasta que llegó un momento que implotó y se quedó sin energía; o simplemente se terminó, como una planta o como un organismo que vivió diez años muy buenos, vertiginosos, copados y que, después, se terminó. Y no veo que pudiera haber tenido la vida que tuvieron otras bandas de la época.

¿Qué te llevó a hacer este show revisitando a los Chicos Eléctricos?
Mirá, es una música que, a mí, siempre me ha acompañado, que siempre, por una razón u otra, vuelve a mí, por un comentario de al alguien o algún amigo que me dice “loco ¡tienen que volver a tocar!”. Es música que fue hecha hace tiempo y que, de alguna forma, con el pasar de los años, vas redimensionando, revalorizando, y de alguna forma, me resulta divertido hacerlo. Como que tampoco hay un componente muy profundo en querer hacer esto, más que divertirme un rato haciéndolo, recordar esa música, tocarla y pasar un buen momento con toda la gente que la quiere escuchar de vuelta, porque me consta que es mucha. Y bueno, es eso. Te digo esto porque no es que la banda vuelva, no vuelve la banda. Esto es algo de lo que me hago cargo personalmente. Incluso me consta que alguno de los ex Chicos Eléctricos no comparten hacer esto, sino que prefieren que la banda quede donde estaba, en el pasado, como sin ser tocada. Y bueno, pasó mucho tiempo desde nuestra disolución, es una banda vieja ¿viste? Es una banda que se formó hace casi treinta años y se disolvió hace casi veinte años. En esos veinte años, como en toda separación, se producen distancias, a veces más salvables, a veces menos salvables pero no hemos sido un grupo de gente que siguió comiendo los domingos o formamos otras bandas juntos. Simplemente nos dispersamos, cada uno a su vida, y punto, nada más. Esto no quita que, para este toque de La Trastienda, más allá de que va a tocar una banda que no son Chicos Eléctricos, ninguno lo fue de los que van a estar en esa banda, digamos, principal que yo formo, va a haber “Chicos Eléctricos” invitados tocando muchos temas juntos en el escenario. Algunos de los gurises van a estar acompañándonos y van a estar tocando e interactuando entre nosotros en unas cuantas canciones, pero no todos. Está bueno aclararlo, y te pido que lo aclares esto, porque hay gente que, evidentemente, puede llegar a querer ver a su favorito, digamos. Por eso yo nunca quise poner esto como Chicos Eléctricos porque no lo es. Los que van a estar conmigo y con la banda van a ser Leo Manganelli, que fue el último batero de los Chicos eléctricos en los últimos dos discos, va a estar “el momia” Germán Mazzei, que fue el primer violero de la banda y el último (o sea, en la primera época y en la última) y va a estar el “Fede” Fernández, también. Los demás no van a estar, por razones personales, por razones que no vienen al caso, por no estar, tampoco, de acuerdo con esto y ya. Tenemos distancias, que tampoco es una cuestión dramática, cada uno a su ola y chau, no pasa nada, otros no están tocando, directamente, otros viven en el exterior… Entonces, todo eso sumado hizo, también que yo vea, al pasar el tiempo, cada vez más imposible el hecho de algún día volverlo a hacer. Eso me dio pila para hacerlo y, bueno, tomé la decisión y ya está.

No es que la banda vuelva, no vuelve la banda. Esto es algo de lo que me hago cargo personalmente. Incluso, me consta que alguno de los ex Chicos Eléctricos no comparten hacer esto, sino que prefieren que la banda quede donde estaba, en el pasado, como sin ser tocada

Si bien han tenido varias formaciones, los puntales siempre fueron vos y Gabriel Barbieri, que en este caso no me lo nombraste.
No, porque no va a estar presente Gabriel. Sí, Gabriel fue, junto conmigo, el único de toda la banda que estuvimos durante toda la historia de la banda. De todos los demás, nadie estuvo más de dos años en Chicos Eléctricos, de una banda que duró diez… fijate si habrá cambiado la banda… Porque a veces me dicen: “¿son los originales?” ¿Qué originales? Si tu preferido es el disco “Vaca” no tiene nada que ver con la formación del primer disco, por ejemplo. Entonces, me da un poco de gracia eso, también, porque “originales” como que no hay. Todos fuimos originales en cada disco, no es una banda que siempre fueron los mismos, sino que siempre fue mutando y esto, si bien no son los chicos Eléctricos, también puede ser tomado como una mutación, cada no lo puede llamar como quiera. Lo importante es la idea de tratar de revivir esas canciones de una manera respetuosa, para con ellas, y copada. Y tambipen lo importante es el hecho de poder tocarlas en una sala copada, cómoda , donde seguro va a haber un buen sonido, buenas condiciones, etcétera.

¿Qué te pasó a vos al volver a tocar esas canciones?
Vos sabés que, al principio, me resultó algo medio raro. A veces con Hotel Paradise (una de sus actuales bandas) o “boludeando” con amigos, tocamos canciones de los Eléctricos, incluso he visto versionando canciones de los Eléctricos a otros ex Eléctricos, es algo que siempre te “pica el bicho” ¿viste? En realidad, lo que más me sorprendió fue el hecho de tener la memoria tan fresca de todas las canciones. Por lo general, a veces, tengo una memoria más frágil con las cosas más nuevas que hago que con esas cosas que fueron hechas hace tanto tiempo. Como que hay un chip que quedó marcado. Y después, otra cosa, es que si bien lo que estamos haciendo es reinterpretar una música que ya fue hecha hace mucho tiempo, eso implica que vos eras distinto, yo no soy la misma persona que hace veinticinco años ¿entendés? Pero aún así, me siento como que hago cargo de las canciones, si bien, hay algunos matices o cosas que ya no haría igual ahora, obviamente, no me da vergüenza, me la banco y me gusta. Eso sentí. Y, también, lo que siento es que con la banda que estamos tocando ahora, le hacemos verdaderamente honor a todas esas músicas.

Te saco un poco del toque en La Trastienda… Vos, tanto con Hotel Paradise como con Reyes Estallar sos parte de la escena actual ¿Cómo ves la escena?
Mirá, yo pienso que, no sé si todavía no le queda grande a Uruguay la palabra escena. No sé si hay una escena. Yo creo que Uruguay está muy dividido entre las bandas masivas que son manejadas por dos o tres personas o grupos de personas que las nuclean a todas y ahí tenés los festivales grandes y todo eso, las bandas más convocantes, más grandes y, después hay un montón de otras bandas que “la reman” de otra manera o con infraestructuras más chicas o, directamente, en forma personal como por ejemplo es mi caso. En las bandas que vos mencionaste, nosotros nos autogestionamos nuestras cosas, no somos bandas masivas y, por lo general, tocamos en lugares pequeños y lo que hacemos es nuestro circuito. Capaz que prefiero llamarlo circuito, más que escena. Por ahí, sería una definición más certera. Y lo que veo, también, es que el circuito es demasiado chico para la cantidad de bandas y de propuestas que hay. Por otro lado, en comparación con aquellos tiempos, veo que hay mucha gente tocando, veo que hay mucha gente que toca muy bien y veo que, evidentemente, el gran flujo de información que significó de internet para adelante, fue bien aprovechado por mucha gente porque realmente hay cosas buenas que pelean su lugar como pueden y que pelean por la atención de un público demasiado reducido para tantas propuestas. Eso es como el precio que tiene vivir en un medio pequeño como este. Creo que no sólo la música tiene este conflicto, supongo que pasará en todo, es como poca gente por la que todo el mundo se pelea, algo así.

Chicos Eléctricos era un poco inclasificable, a veces teníamos un sonido muy pesado. Entonces, vos le preguntás a músicos de metal de aquella época y algunos te van a decir que les gustaba, pero otros te van a decir que éramos muy punk, y algunos punks te iban a decir que éramos demasiado pesados.

Esto es una duda personal ¿Cómo cayeron en aquél toque teloneando a Ratos de Porao con Cross y Chopper que terminó con el público putéandolos y tirándoles monedazos?
¿Vos estuviste ahí? ¿O fuiste de los que estuvo pero no estuvo? Decime la verdad (risas)

Sí, claro que estaba, y vi como te sacaban entre los metaleros…
Ah ¿lo viste eso? (risas) Porque lo conté ayer en una nota y no sé si nadie lo vio, movía las patitas como en un dibujito animado. Esa fue la única persona que nos quiso salvar porque nos iban a linchar jaja!… Mirá, recién ahora que vos me hacés esta pregunta, es que me hago el mapa de por qué llegamos ahí. En ese momento, creo que éramos la formación de trío, del disco “Vaca”. Ese disco fue editado por el sello Orfeo, que era el sello de Carbone y con Carbone laburaba gente que tenía una relación estrecha con el metal, como por ejemplo Daniel Renna (manager de Chopper). Entonces, me parece que esto debe haber sido que Renna, como teníamos buena onda, nos “levantó el centro”, o no sé si llamarlo “fierro caliente”, de tocar ese día donde había mucha concentración de metal y nosotros no éramos una banda de metal. Chicos Eléctricos era, y más en esa época, era un poco inclasificable, a veces teníamos un sonido muy “pesado”. Entonces, vos le preguntás a músicos de metal de aquella época y algunos te van a decir que les gustaba, pero otros te van a decir que éramos muy punk, y algunos punks te iban a decir que éramos demasiado “pesados”. Lo que sí éramos un “cacho” provocadores y estábamos un poco “zarpados” y entonces, bueno, cuando llegamos ahí vos viste lo que pasó. No fuimos muy bien recibidos y respondimos con las armas que teníamos y terminó en eso, en una de las anécdotas, capaz, salvajes de nuestro rock mismo. Y me acuerdo de la gente coreando “Chicos compadre, la concha de tu madre” me lo acuerdo como si fuera hoy (risas).

Y eso, para el público de hoy es algo impensado tirarle monedazos o escupitajos y que la banda se baje a querer pelear…
Y sí, hoy habría cámaras o un drone y cuando el pibe va agarrar la moneda para tirarla, aparecen unos “patovas” y lo abducen… yo que sé, eran épocas distintas, con sus cosas mejores y con sus cosas peores. Tampoco quiero caer en el discurso de que soy un “vieja escuela” y todo eso, el tema es acoplarse, la música sigue siendo la misma, el Rock & Roll puede seguir siendo el mismo, depende de la energía, del amor y de la leche que le pongas. Entonces, si es un escenario u otro, o la gente es más o menos distinta, habrá que irla a buscar a fuerza de música, y eso es lo que vamos a tratar de hacer este sábado. Creo que lo vamos a lograr.

Las entradas para el show están a la venta a través de Red UTS, Redpagos y locales de Tienda Inglesa.

* Fotos: Lucia Aguirre

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