Mandrake y Los Druidas regresó con “Sortilegio”, su nuevo álbum

Mandrake y Los Druidas está de regreso con “Sortilegio”, su potente segundo álbum, sucesor de su gran debut de 2017. Profundizando en su sonido, la banda liderada por Alberto Wolf, propone doce nuevas canciones que confirman su camino por el Rock & Roll clásico, pero, aportándole una visión propia de los tiempos que corren. A propósito del lanzamiento, conversamos con “Mandrake” sobre el proceso de creación y grabación del disco en la entrevista que te compartimos a continuación.

Por Liber Aicardi

¿El proceso de “Sortilegio” fue distinto al del primer álbum por tener la banda un rodaje que en el anterior no tenía?
En el primer disco, fue un poco seguir mi intuición de hacer una música distinta desde otro punto de vista, con tres músicos que no conocía como iban a funcionar entre sí. Después, cuando saqué el disco, fue una confirmación de que Los Druidas era un arma poderosa. Después de esa confirmación, las canciones ya salían pensando en esa máquina increíble de hacer música que es Los Druidas.

¿Esa confirmación influyó al momento de la composición? ¿Había que estar a la altura?
Sinceramente, les tenía fe a las canciones estas y una fe tremenda a la banda. Creo que no nos pesó nada ese primer disco porque sabíamos que teníamos un material potente y yo sabía que con estas fieras la música iba a estar buena. Lo bueno que, también, tiene este disco es que hicimos una gira por el interior y lo empezamos a probar ahí. Entonces, ya algunas canciones venían con un trajín de tocarlas. Después, las canciones que veníamos sin tocar, las empezamos a trabajar a full, estuvimos como tres o cuatro meses de laburar todos los días en el estudio. No te olvides que los dos discos están grabados en vivo, tocamos los cuatro en el estudio y, después se grabaron las voces. Hay algunos overdubs, algún solo, incorporamos algún nuevo elemento, algún piano, alguna guitarra acústica y alguna percusión que en el primer disco no había, pero, después, todo lo demás está tocado en vivo. Las canciones sonaban en vivo. Hay un laburo grande porque para grabar así tenés que ensayar mucho. Yo, en toda mi vida de músico nunca estuve tan satisfecho como con esta forma de grabar, a la antigua, digamos. Porque es así, es posta, se toca y se graba. Es música que se toca fuerte, valvularmente, música que se toca viéndonos las caras.

¿Creés que lograron un “sonido Druidas”?
Ojalá que sí, que sea un sonido referente. Yo estoy muy contento con el disco en sí. No sé lo que pase después, pero escucho el disco y yo estoy muy orgulloso, suena como a mí me gusta que suene un disco, me gusta como corre, también, me gusta la duración que tiene. Es un disco que se puede escuchar tranquilamente entero, no es un disco largo, dura 36 minutos, como si fuera un disco de pasta. Bueno, esa es mi referencia. No te olvides que yo soy de la vieja guardia, puede ser perfectamente un disco de vinilo con seis temas de cada lado.

En el primer disco, fue un poco seguir mi intuición de hacer una música distinta desde otro punto de vista, con tres músicos que no conocía como iban a funcionar entre sí. Después, cuando saqué el disco, fue una confirmación de que Los Druidas era un arma poderosa. Después de esa confirmación, las canciones ya salían pensando en esa máquina increíble de hacer música que es Los Druidas.

¿Lo pensaron así, como los discos de vieja escuela?
No lo pensamos de esa forma pero siempre es nuestra idea que salga en vinilo. Por ahora, salió solo en plataformas digitales, va a salir en CD, pero nuestra aspiración siempre es que salga en disco de pasta, que para mí es como se escucha la música. Ojo, mirá que yo, también, tengo Spotify hace poco y es una magia, vos querés irte a escuchar el disco “Sortilegio” a la cima de una montaña y ya está, eso es increíble también ¿no?

Hay, de algún modo, una terminología que manejan ustedes que tiene que ver con la estética además. ¿Cómo llegás al título del disco “Sortilegio”?
Sí, va un poco por ese lado, pero, sinceramente, estuve mucho tiempo para pensar el nombre del disco. Estaba leyendo un libro y, de repente, aparece la palabra “sortilegio” y digo “esto puede ser”. Lo que nos llamó poderosamente la atención cuando estábamos mezclando el disco fue la unidad temática que tiene. Cuando vos escuchabas los temas todos juntos te dabas cuenta que había como una evocación de algo poderoso que se iba a venir, como mágico, que estaba en todas las canciones. No es un disco conceptual este, es un disco de canciones pero, evidentemente tiene un hilo conductor que nos dimos cuenta cuando lo estábamos mezclando. Yo dije “esto es como una especie de sortilegio”, acá hay como una especie de adivinación y a la vez de evocación, acá está pasando algo, así como lo que vino después, con lo que estamos viviendo ahora. Y venía bien con Los Druidas, nos gusta jugar para ese lado.

Los dos discos nuestros están grabados en vivo, tocamos los cuatro en el estudio y, después se grabaron las voces. Hay un laburo grande porque para grabar así tenés que ensayar mucho. Yo, en toda mi vida de músico nunca estuve tan satisfecho como con esta forma de grabar, a la antigua, digamos. Porque es así, es posta, se toca y se graba. Es música que se toca fuerte, valvularmente, música que se toca viéndonos las caras.

¿Qué te pasa cuando escuchás “Están pasando los días” con respecto a la letra, ahora, a unos meses del lanzamiento de la canción?
Ese tema fue increíble. Yo no lo podía creer… a mí me dio un poco de miedo cuando pasó todo esto. Pero, yo ya la veía venir. Yo le había dicho a un colega tuyo en una entrevista antes que estuviera pronto el disco, incluso antes de que estuviéramos tocando las canciones, “se viene un disco que es bastante oscuro, no triste, pero siento como que se vienen la nubes”. Se lo dije hace más de un año. El primer disco de Los Druidas es un disco festivo, como que incita al baile, a la alegría, a los placeres de la vida, digamos. Este disco, si bien tiene algo de eso, ya es más oscuro, cambió el momento. “Están pasando los días” la hice pensando en lo que estaba pasando en Sudamérica y no sólo en Sudamérica, pasó en todo el mundo.

Además, habla de cosas puntuales, que, a la vez, se terminaron dando.
Es que todo esto viene de antes de lo que está pasando con el Covid. No estamos cuidando nada, no estamos cuidando el agua que es lo más preciado. Acá en la puerta de mi casa, tengo un caño roto, llamo a OSE y cero bola. Están tirando litros y litros de agua y no pasa nada… Y, después, se llenan la boca que hay que cuidar el acuífero Guaraní y es todo mentira, les importa todo un carajo. Y yo no me hago el Nostradamus, te estoy diciendo la realidad que veo todo los días.

¿Cómo nace “Fetal”, el tema que tiene letra de Jorge Nasser?
Eso fue muy lindo porque me Jorge llama y me dice “Madrake, tenemos que hacer algo juntos”. Y un día se vino a casa, Nasser, nos conocemos hace veinte mil años, entonces nos matábamos de risa contando anécdotas, charlando y tocando la guitarra, bobeando… “Te traje dos letras” me dice. Yo las dejé ahí y, de repente, estaba mirando un partido de futbol y veo la palabra “fetal” y no sé cómo me salió la música. Al principio dije “voy a tomarme tiempo con esto” y la hice en dos patadas, como que enseguida la letra me atrapó ¿viste? Y ahora la escuchas en el disco y es perfecta dentro de las doce canciones. Nos gustó en pila a los dos, quedamos muy contentos los dos con el resultado de la canción, la letra me parece buenísima. La verdad que fue una linda co-autoría y fue lindo el encuentro con Jorge.

Foto: Paul Hernández
Posted in: