Hablan Por La Espalda: la celebración de una hermandad que cumple 25 años – Parte II

El próximo viernes 15, a las 21 hs, Hablan Por La Espalda se presentará en vivo en La Trastienda MVD en un show que celebra sus primeros 25 años de trayectoria. A lo largo de este tiempo, desde su origenes under hasta un presente que la encuentra posicionada como una de las bandas referenciales de la escena local, los liderados por los hermanos Martín y Fermín Solana han hecho su camino a fuerza de sudor y autogestión, generando instancias tales como shows en Argentina, giras por Brasil e, incluso, por Alemania. Todo esto sostenido por viscerales presentaciones en vivo y una búsqueda musical constante.
A propósito del show, que promete recorrer todas las etapas de la banda, además de contar con invitados y ex integrantes, en lo que será una noche cargada de emoción para músicos y público, conversamos con Fermín y Tuka (vocalista y guitarrista respectivamente). A continuación, la segunda y última entrega de un encuentro que tuvimos con ellos donde repasamos su historia y abundan anécdotas, además de reflexiones sobre de estos 25 años de Hablan.

Por Liber Aicardi

Foto: HPLE

(Viene de parte I)
Repasando los disco de la banda yo encuentro tres etapas claras en la discografía en 2004, la primera se cierra con “HPLE” de 2004 ¿Comparten esto?
Tuka – Lo que pasa que entre ese disco y “Macumba” (2009) pasaron cinco años, aparte, y fue un montón. Hubo muchos cambios de formación y de bateros ahí. Igual, para mí, ese disco es el disco de transición total porque tiene mucho rock y mucha psicodelia, mucho progresivo y esas cosas que, en ese momento, si lo escuchabas era muy raro, pero ahora es un disco más contemporáneo. Ése disco me encanta porque lo veo que tiene muchos viajes, muchos climas.

Fermín – En ese disco, aparte, fue la primera vez que grabamos en un estudio zarpado. Se grabó en El Pie (N de R: estudio de grabación en Buenos Aires) y nos metimos en un estudio profesional al cien por ciento. Ahí grabamos las voces, mezclamos, fueron como dos semanas en Argentina. Pero, volviendo al disco, es como un disco bastante raro, es muy personal y muy único. Capaz que esa mezcla después se perfeccionó… Tiene mucho rock, estaba pegando mucho el rock de garaje, como que tomó a la banda. La entrada del rock en la banda fue clave.

Tuka – Hubo una review que puso un concepto que a mí me gustó mucho que era “punk expansivo”.

En “Macumba” desarrollan otro concepto, otra estética, se encontraron con el rock uruguayo de los 70´s. ¿Ese rumbo fue discutido o se dio de forma natural?
Tuka – Fue como un proceso, también. En “Celebración” (2012) están los temas que quedaron afuera de “Macumba” como “Intoxicato” o “Todo se empieza a romper” que son como de esa etapa de transición junto con “El Ciervo”. Yo creo que el punto medio de esos dos discos está en estos tres temas. Aparte, hay un factor que incide que es que “Macumba” se compone con teclas y los discos anteriores no. Entonces, la aparición de la tecla condiciona todo el sonido porque ocupa un espacio que antes no estaba ocupado o estaba ocupado por las guitarras. Eso te hace componer de otra manera, o mejor dicho, cómo se arman los temas. Fue eso: había un elemento nuevo. Eso y la percusión. También, hay una cosa y es que los discos anteriores, yo los compuse con guitarra eléctrica; para “Macumba”, tenía una guitarra electroacústica. Eso te tira para otro lado lo que compones y, también, me fui a vivir solo, tocaba más la guitarra… Hay muchos factores que derivaron en eso.

Fermín – Había una sorpresa en la banda y había una sensación de “¡pah!, está jugado esto”.

Tuka – También zapábamos mucho en esa época porque ya nos habíamos pasado de no consumir drogas al otro extremo (risas). Entonces, con “faso”, ácido, alcohol, o lo que sea, el ensayo es otra cosa, la cabeza va para otro lado.

Fermín – La disciplina cambia. No es que se pierde, cambia.

Ahí recurren musicalmente a las raíces del rock uruguayo, algo que no les había interesado hasta ese momento…
Tuka – Si, claro. Y cantar en español, y que nos saque (el sello) Sondor. También nosotros quedamos con esa mancha del under de ser los barderos, de bardear a La Vela Puerca, de mandar el disco “Hablan Por La Espalda” a (el sello) Koala y te digan “no, esto no se lo vendo a nadie”… el estigma de Hablan. Sondor no sabía nada de eso y fuimos con los demos y nos dijeron “vamo’ arriba, dale”.

Fermín – Teníamos problemas con la principal productora que hacía los festivales como el Pilsen Rock. También, esa era una actitud nuestra, que podés tomarla como quieras, que era un poco arrogante o un poco confrontativa; siempre lo siguió siendo, que era “nos cagamos en todo”. Porque nosotros también venimos, de ese punk y eso lo mantuvimos. En cuanto al disco, sí, hay un descubrimiento, más que nada por el lado de Tuka, y los otros músicos de la banda, de música uruguaya de los años 70’s que no estaba en nuestro radar y que tuvo un alto impacto en la interna de la banda. Eso empezó a hablarse en la banda y, de repente, la banda quedó toda tomada por eso en ese momento.

Tuka – En el 2000, para nosotros, la música uruguaya era Motosierra, Santacruz, Silverados… el rock uruguayo para nosotros era eso. No sé, Supersónicos, Chicos Eléctricos, Hotel Paradise… era como la escena en la que estábamos. Capaz que no escuchábamos música vieja porque buscábamos otra cosa. Después, pudimos ir atrás. Pero, me parece que estuvo bueno romper todo lo que rompimos.

En el 2000, para nosotros, la música uruguaya era Motosierra, Santacruz, Silverados… el rock uruguayo para nosotros era eso. Supersónicos, Chicos Eléctricos, Hotel Paradise… era como la escena en la que estábamos. Capaz que no escuchábamos música vieja porque buscábamos otra cosa. Después, pudimos ir hacia atrás. Pero, me parece que estuvo bueno romper con todo lo que rompimos.

Tuka

¿Fue con ese disco la primera vez que sienten que un entorno ajeno a sus seguidores los empieza a respetar?
Tuka – Sí, sin duda.

¿Y qué les generó eso?
Fermín – Es como que en la prensa nadie tenía mucha idea de lo que hacíamos a nivel mainstream. Sabían que existíamos en algunos casos, pero nadie nos había escuchado tocar o un disco de Hablan. Y sorprendió mucho el camino que tomamos y que el primer corte fuera “Vamos a movernos”, que justamente era el tema más candombero, más uruguayo y fue como “¿Y esto? ¿Qué les pasó?” pero para bien. Y hubo gente que al principio dijo “esto es una cagada, para eso escucho Totem” y, después, le terminó gustando. Como que a algunos fans nuestros le costó asimilarlo y a otros no, creo que nunca le pudieron entrar. Cambió el público, inclusive.

Luego vino “Sangre” un disco más maduro, más personal, también.
Tuka – Hay una cosa que es que “Nico” (N de R: Nicolás Demczylo), ahora bajista, empieza trabajar en “Macumba” como productor, pero, no mete tanta mano, como que nos deja más libres. Por eso, también, “Macumba” suena de una manera y “Sangre” de otra, porque en “Sangre” participó mucho más.

Fermín – Como un productor propiamente dicho, hubo pre-producción, que era algo que no hacíamos.

Tuka – Usamos metrónomo por primera vez. Entonces, el cambio ese está salado. Después de ahí, Charlie (N de R: Carlos Priario, ex baterista) siguió tocando con metrónomo. Eso, también, fue una propuesta de Nico… Y “Sangre” fue el primer disco que hicimos con productor, más allá que “Le petit…” lo produjo Fede Lima y “Macumba” lo produjo “Nico”, acá hubo otro rol.

¿Sintieron que en “Sangre” tenían que defender el material que habían hecho con “Macumba”?
Fermín – Yo creo que sí, que queríamos que hubiera una continuidad.

Tuka – Quisimos que el candombe esté. Eso tenía que estar, me parece. Era algo que estaba bueno mantener porque también está bueno tocarlo…

Fermín – “Sangre” está muy asociado con “Macumba”, son dos discos que se complementan claramente. Me parece que “Sangre”, tuvo también un trabajo previo de un concepto, ya, más marcado y se trabajó eso. Para “Macumba” grabamos mil temas, descartamos para el disco “Celebración”… Esto era lo que era “Sangre”, se grabaron los ocho temas que están en el disco, en el ensayo se tocaba el disco entero y fue algo que estaba más marcado. Estaba todo más ensamblado y la recepción que tuvo fue buenísima también, ya estábamos mas establecidos. “Sangre” ya la tenía más fácil en ese sentido.

Tuka – Lo que estuvo lindo del “Sangre” fue cómo fue hecho, el crowfounding. Eso fue una satisfacción zarpada, fue como el disco de la gente, tuvo tremenda respuesta. Ese disco fue completamente independiente, hasta que después aparece (el sello) MMG que dice “vamos a hacerlo en CD”, nos hace un contrato y nos perjudicó hasta hoy, porque la versión que está en Spotify es la de MMG y no lo quieren bajar. Y está complicado.

Fermín – También, son esas cosas que son aprendizaje. Nos plantearon un humo y los compramos. Por eso siempre lean los contratos y, si no pásenselo a un abogado. Después de eso más que nadie lo digo porque, la verdad, comimos de la mano. No digo que nos hayan cagado, sinceramente, porque estaba escrito esto. Nosotros no lo vimos porque dijimos “vamos a seguir tocando ¿dónde te firmo? ¿acá? ta”.

¿Esto que me acaban de contar, también influyó en la crisis grupal que vino después?
Fermín – Puede ser. Entre otras cosas ¿no?

Tuka – Eso y la madurez, en el sentido de tener hijos, tener trabajos, el tiempo que le podés dedicar a la banda, cuánto le pone uno, cuánto le pone otro, las recriminaciones… No es para todo el mundo tener una banda y es difícil estar todos sincronizado y alineados para lo mismo.

Fermín – Si algo somos es bastante ambiciosos en el sentido que la banda tiene que estar, tiene que hacer, tocar, grabar discos… Hablan no se vive como un hobbie de un ensayo por mes, nos fumamos unos porros, nos cagamos de risa. No, no es así. Es un laburo.

¿La partida de los tres integrantes fue la mayor crisis que tuvo la banda?
Tuka – Sí, sin dudas. Eso y el partido con (la banda) Astroboy. (risas)

Fermín – Ahí nos separamos. Habíamos jugado un par de veces con Astroboy, le habíamos ganado por mil goles y nos hacen un partido para una revista, Pimba!, un domingo de mañana ó un sábado y nos agarramos un pedo la noche anterior los de Hablan… seguimos de largo, nos fuimos a jugar el partido ¡y perdimos! Yo tuve que llamar al Tuka, que no había podido ir, y decirle que marchamos con Astroboy y me dice “bueno, ta, se acabó la banda”, digo “sí, ya fue, se acabó”. Sale mi viejo diciendo (N de R: gesticula) “¿son imbéciles? ¿van a separar la banda por un partido de fútbol?”. Yo quedé triste como un mes después de eso, la verdad.

Tuka – Más allá de eso, la de 2017 fue una crisis de verdad porque había amistad de por medio.

Fermín – Hay un toque, el último de esa formación, que fue un bajón, fue el de Montevideo Rock donde, parte de la banda ya había tomado la decisión de irse sin avisar al resto y eso se sintió en la energía de ese día. Fue un toque en el que Hablan no fluyó ese día para nada y, creo, que la explicación estuvo ahí.

Hablan es una banda de una comunión como medio filosófica que arranca con esas raíces punk de las que hablamos pero que, después, transmuta como en otra cosa. ¿Cuál es la ideología de Hablan ahora? La ideología es Hablan.

Fermín Solana

En la entrevista que hicimos en ocasión del lanzamiento de “Afuera” (2019) ustedes me habían dicho que haber tenido un disco en el horizonte, fue lo que los sacó adelante…
Tuka – Y que “Vegeta” también siguiera, eso fue importante. Creo que si él decía que no seguía era ya muy difícil, realmente.

Fermín – Y Nico… Porque también había una cosa de decir “¿cómo podemos hacer que esta nueva formación siga siendo Hablan más allá de nosotros tres?” Y la idea que Nico fuera el bajista, siendo ya como parte de la banda, como sonidista y productor, y muy querido por el entorno de Hablan eso también lo validó. Y “el Griego” Federico Anastasiadis (N de R: baterista que grabó “Afuera”) que era un amigo de toda la pandilla.

“Afuera” por un lado podría ser un resumen de la carrera de Hablan porque tiene todo el abanico de la banda pero, a la vez, hay un cambio en el sonido hacia algo más fresco ¿También lo sienten así?
Tuka – También, el hecho de estar otra vez sin percusión y sin teclas hizo que con el “Vegeta” volviéramos a otra cosa al momento de componer. Además, Nico metido como compositor y productor. Se trabajó de una manera en la que, mientras ibas laburando, ya sabías a donde ibas.

Fermín – “Afuera”, incluso, va un par de escalones más que “Sangre” en lo que es pre – producción y producción. Fuimos todos a grabar sabiendo a la perfección lo que tenía que hacer cada uno y yo, a nivel vocal, fue el que más disfruté, por lejos. Me saqué el gusto de cantar, también, como quería en muchas cosas y jugármela por algunas otras, entonces, estuvo bueno.

Sin pretender darle un tono épico ¿Se sienten sobrevivientes de estos 25 años de banda?
Tuka – Yo creo que sí. Pero, es cuestión de meterle y haberle puesto huevos y nunca querer bajar los brazos y decir “Hablan Por La Espalda son veinticinco años de mi vida, no puedo dejar de tocar en Hablan”

Fermín – Si habrá habido frustraciones… y en la misma media satisfacciones. De alguna manera, cuando te acostumbrás a que todo el camino es complicado, sin querer hacer una mística especial de eso, Hablan es una banda que no la tuvo fácil porque nosotros mismos nos pusimos en lugares donde no nos generamos las instancias para que fuera fácil.

Tuka – Nosotros nos dimos cuenta que podíamos cobrar los toques recién después de “Macumba” ¿entendés?

Fermín – Hasta esa locura (se ríe). Nunca tuvimos managers, hacíamos todo nosotros, los flyers y, sumado a eso, los cambios de gente. A eso sumale que te hace la cruz aquél, el otro… justo la gente que mueve la pelota nos hacen todos la cruz. Estábamos recontra excluídos, marginados y auto marginados. Y eso, por momentos, te gozás, pero también por otro lado decís “saquenmela, dame una fácil”. Con los años las cosas también se acomodan y se ponen en su lugar.

También hubo un cambio de actitud de su parte…
Tuka – Si… de respeto hacia otras bandas, también, que, capaz, antes no respetábamos. Eso es una, por ejemplo, entender que la gente que hace música y más, acá, en Uruguay, en su gran mayoría son laburantes. Cuando te das cuenta también de eso decís “estamos en la misma”.

Algo que se percibe y que ha construido la banda es una esencia más allá de lo musical ¿Comparten esto que digo?
Tuka – Nosotros, lo que queremos es conectar. Vos das algo que vuelve y, a la vez, eso que vuelve, vos lo das más y cuando se genera eso en un toque de Hablan es lo más lindo. Sabés que se generó una comunión que está de más.

Fermín – Hay una cosa que es que Hablan siempre fue, en primer lugar una banda de amigos. Hay muchas bandas que son bandas de amigos y otras que no. Hablan es una banda de una comunión como medio filosófica que arranca con esas raíces punk de las que hablamos pero que, después, transmuta como en otra cosa. Nosotros decimos “¿cuál es la ideología de Hablan ahora?” La ideología es Hablan. Ya no es que somos veganos o tal o cual cosa, empezaron a aparecer otros elementos filosóficos y la energía del conjunto que, cuando se fueron estos tres integrantes, estos tres amigos, fue duro porque, también se rompió algo muy sólido. Se han ido otros integrantes, pero ahí fue como que se partió algo que era, para nosotros, indestructible. Esa hermandad, de alguna manera sigue estando y es la esencia de Hablan. Y se genera con la gente que quiere a Hablan. El seguidor de Hablan quiere mucho a Hablan, se genera un vínculo hasta familiar, diría.

Las entradas para el show se pueden adquirir a través de Abitab


Foto: HPLE
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